El seleccionado marroquí de Henri Michel llegó a la última fecha del Grupo A en Francia 1998 con chances de clasificación. A pesar del empate en el debut ante Noruega y de la caída por goleada ante Brasil, los Leones del Atlas llegaron a Saint Etienne con la ilusión intacta de meterse en octavos, como ya lo habían hecho en México 1986, en la primera vez que un seleccionado africano pudo superar la fase de grupos.
Un triunfo y un empate o triunfo de Brasil (vs Noruega) hubiese dado la clasificación a Marruecos, pero los brasileños se vieron “sorprendidos” por los noruegos y cayeron 2-1. Así, la goleada 3-0 de los de Michel sobre los escoceses solamente sirvió para que el país ganara un partido por segunda vez en su historia mundialista.
Pasados los 20 minutos llegó la apertura del marcador cuando Salaheddine Bassir tomó un pelotazo largo a espaldas del capitán escocés Colin Hendry y remató de zurda al primer palo para vencer a Jim Leighton. Ni bien comenzó la segunda parte, otro pase largo encontró a Abdeljalil Hadda acomodando el balón de cabeza al ingresar al área y poner las cosas 2-0 con un derechazo a tres dedos que tuvo una floja respuesta de Leighton. A los 56 se iría expulsado Craig Burley por una patada de atrás a Bassir y con cinco por jugar este mismo pondría el broche de oro a la goleada luego de un sombrerito a Tom Boyd en el borde del área y un puntazo inatajable para Leighton.
Con este doblete, Bassir se convirtió en el segundo futbolista marroquí en convertir un doblete en un encuentro mundialista luego de Khairi (en el 3-1 sobre Portugal en México 1986). Nadie imaginó aquel día que los Leones del Atlas tardarían 20 años en volver a decir presente en un Mundial.
[Vía Fútbol desde Mallorca] Ya podemos tachar otra nacionalidad en la lista de países que han aportado jugadores a la primera plantilla del Mallorca: Zimbabue, al que en mi infancia conocíamos como Rodesia, y que luego se fragmentó en lo que son ahora Zambia y Zimbabue. Rodesia, por cierto, debía su nombre a Cecilio Rhodes, un empresario minero inglés cuya biografía os recomiendo consultar (de hecho, uno de mis pasajes favoritos de la historia es el periodo de la Inglaterra victoriana y Rhodes encaja allí como un guante).
Muchos colonos blancos -principalmente ingleses y holandeses- se establecieron en esa zona, llegando hasta el final del continente, en Sudáfrica, bajo el reclamo de las minas de diamantes que se descubrieron en África, y que lamentablemente causaron centenares de miles de muertes, provocando incluso un conflicto bélico entre Inglaterra y Holanda, la guerra de los boers, que así se denominaba a a los colonos neerlandeses. Como anécdota que quizás muchos no conozcáis os contaré que la grada más famosa de Anfield Road, The Kop, se llama así porque en una colina sudafricana -kop es el nombre en afrikaans de colina- llamada Spion 3.000 ciudadanos de Liverpool fallecieron en una batalla entre un batallón inglés de fusileros y los boers.
¿Por qué os suelto todo este rollo? Pues para situaros en un relato que convierte a Tino Kadewere en el primer futbolista de Zimbabue que juega en el Mallorca, pero no en el primer representante europeo de este pequeño país que está en el furgón de cola del fútbol africano. Es más, Zimbabue tuvo un embajador de primer nivel en el portero del Liverpool Bruce Grobbelar, al que seguro que los más veteranos recordáis, y que tiene el honor de ser el primer africano campeón de Europa. Grobbelaar nació en Sudáfrica, pero eligió jugar con Zimbabue, con quien había luchado en la guerra de independencia en la década de los 70.
Grobbelaar es el descendiente de uno de los muchos colonos que viajaron a África en busca de diamantes. Por eso hay tantos blancos en el cono sur del continente y quedan aún bastantes en Zimbabue, la patria del nuevo jugador del Mallorca Timo Kadewere. Bienvenido a la isla y que sea por muchos años, porque ya sabéis que el club ha adquirido una opción de compra sobre él.
Luego del debut con empate ante Austria con el golazo de Nkanka, Camerún perdió 3-0 con Italia en la segunda fecha del Grupo B en Francia 1998. En la fecha final, los dirigidos por Claude Le Roy se midieron a Chile en el Stade de la Beaujoire - Louis Fonteneau (Nantes) y un triunfo los metía en octavos de final.
Sin embargo, el trámite del partido empezó mejor para los chilenos que se adelantaron en el marcador sobre los 20 minutos con un exquisito tiro libre del zurdo José Luis Sierra, imposible para la estirada de Jacques Songo'o. El 1-0 sería el resultado de la primera parte.
En el complemento, los cameruneses salieron con todo en busca del empate y M'Boma avisó de entrada, con un zurdazo que tapó Nelson Tapia. Sobre los 52 minutos, las cosas se complicaron aún más para los Leones Indomables, cuando Rigobert Song vio la tarjeta roja por un codazo sobre Marcelo Salas. Sin embargo, cinco minutos después llegaría el 1-1 para Camerún.
Luego de una conexión entre el capitán Omam Biyik y Patrick M'Boma, este último se impuso en lo alto ante los defensores chilenos y, de cabeza, puso las cosas iguales. Lo podrían haber ganado los Leones Indomables pero el árbitro húngaro Lazlo Vagner le anuló un gol a Biyik por un supuesto fuera de juego -en el primer tiempo ya le habían anulado otro-. Camerún terminaría con 9 hombres por la expulsión de Lauren Etame y con el 1-1 los chilenos se metieron en los octavos de final.
Este 1-1 ante Chile significó el séptimo encuentro mundialista consecuctivo para el elenco africano sin conocer la victoria. La última había sido en octavos de final de Italia 90 ante Colombia. Luego siguieron la caída con Inglaterra en cuartos de dicho Mundial más empate con Suecia y caídas con Brasil y Rusia (todos en Estados Unidos 1994) y los mencionados en la cita en suelo francés.
M'Boma fue el octavo jugador de su país en convertir en un Mundial luego de M'Bida, Biyik, Milla, Kundé, Ekeke, Embe y Njanka.
Este fin de semana comenzará en Costa Rica la etapa definitoria del Mundial Sub 20 femenino con los cruces de cuartos definidos. Entre los 8 países que siguen en carrera África estará representada por Nigeria.
Y es que las dirigidas por Christopher Musa cerraron el Grupo C con puntaje ideal luego de superar 3-1 a Canadá, con doblete de penal de Esther Onyenezide y el restante de Chioma Olise. Las nigerianas junto a Japón -9 puntos en la zona C- fueron las únicas que pudieron ganar sus tres compromisos.
Ghana, el otro representante africano, quedó último justamente en el Grupo C con tres derrotas, la última 4-1 ante Países Bajos -Doris Boaduwwa el único tanto ghanés- y ya se despidió de la cita.
Países Bajos será el rival de Nigeria en los cuartos de final el domingo, mientras que los otros duelos serán España vs México, Colombia vs Brasil y Japón vs Francia.
[Vía BBC de Gran Bretaña] El ghanés Asamoah Gyan está dispuesto a tener un sorprendente regreso a la escena internacional mientras busca un lugar en el seleccionado de su país para el Mundial de Qatar. El jugador de 36 años, jugó el último de sus 107 partidos con las Black Stars en julio de 2019, y no ha jugado un partido de club desde abril de 2021 con el Legon Cities, con sede en Accra.
Pero el ex delantero de Udinese, Rennes y Sunderland dice que se está embarcando en un programa de acondicionamiento físico con la esperanza de aparecer en lo que sería su cuarta Copa del Mundo.
"En cuanto al talento, todo ya está allí, así que solo tengo que prepararme físicamente", le dijo a la BBC.
“La Copa del Mundo es el sueño de todo futbolista. Creo que me queda un poco de energía para demostrar mi valía una vez más. Llevo casi dos años de baja por lesiones pero solo necesito recuperar mi cuerpo. Es un programa de ocho semanas y según mi instructor físico estoy mejorando más rápido de lo que pensaba. Entonces debo ver cómo reacciona mi cuerpo al jugar fútbol competitivo", sostuvo.
Gyan ha marcado 51 goles para Ghana, y seis de ellos han sido en la Copa del Mundo, donde jugó en 2006, 2010 y 2014.
Esas hazañas lo convierten en el goleador récord de todos los tiempos de su país y el máximo goleador de África en la final de la Copa del Mundo.
Cumplirá 37 años dos días antes del primer partido del Grupo H de Ghana contra Portugal el 24 de noviembre, pero dice que su edad no es una barrera para jugar en Qatar, citando el ejemplo de otro grande africano.
"No he anunciado mi retiro", dijo.
"Cualquier cosa puede pasar, ya sabes. Ha sucedido antes, hablando de Camerún en 1994, con Roger Milla volviendo del retiro para jugar en una Copa del Mundo".
Sin embargo, Gyan no ha mantenido conversaciones con el técnico de Ghana, Otto Addo, ni con el director técnico, Chris Hughton, que han estado ocupados reforzando las opciones del equipo con miembros de la diáspora , como el defensa del Brighton, Tariq Lamptey, y el delantero del Athletic de Bilbao, Inaki Williams.
"Honestamente, no he hablado con nadie en absoluto", dijo Gyan.
"Es parte del plan. Solo quiero asegurarme de ver cómo reacciona mi cuerpo primero. Solo necesito llegar a algún nivel y luego puedo decir que estoy listo".
"Todo parece positivo, así que veremos qué sucede. Puede haber una sorpresa".
Gyan ha añadido motivación para volver dado que Ghana ha sido encuadrada en el mismo grupo que Uruguay, que eliminó a las Estrellas Negras en los penales en los cuartos de final en 2010.
Gyan podría haberle dado a África su primer semifinal, pero su penal -después de que Luis Suárez fuera expulsado por una mano en la línea de gol en la prórroga- rozó la parte superior del travesaño y se fue por encima.
El delantero volvió a anotar en la tanda de penales, pero Uruguay ganó 4-2, negando a Ghana y a todo un continente una oportunidad histórica.
"Todo el mundo sabe lo que pasó", dice Gyan.
“Cuando se hizo el sorteo y vi a Uruguay en nuestro grupo lo único que se me pasó por la cabeza fue la venganza. Los ghaneses quieren venganza. Personalmente, me senté y sonreí porque entiendo cómo funciona el juego. Lo que sucedió en 2010 quedó atrás pero tal vez podría haber otra oportunidad".
Ghana no se enfrentará a Uruguay hasta su tercer y último partido del Grupo H, y el ex compañero de equipo internacional de Gyan, John Paintsil, dijo que el equipo debería centrar su atención primero en Portugal y Corea del Sur.
Pero el presidente de la FA de Ghana, Kurt Okraku, declaró después del sorteo de la Copa del Mundo en abril que "será el momento de la venganza", y la venganza es también la palabra operativa para Gyan.
"Cuando llegue el momento, y si soy parte del equipo contra Uruguay, nunca sabremos lo que pueda llegar a pasar", dijo Gyan.
"Obviamente, soy humano. Tengo eso en mente de que tal vez, si tengo otra oportunidad, pueda probarme a mí mismo.
"El partido más importante para los ghaneses en este momento es el partido contra Uruguay. Porque esto está en el fondo de la mente de todos, buscando venganza".
Comenzó en Costa Rica la décima edición de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA, en la que 326 futbolistas de 16 países sueñan con ganar el trofeo de campeonas dentro de dos semanas y media. Ghana y Nigeria son los dos representantes africanos y arrancaron con derrota para las ghanesas y triunfo para las nigerianas, que son las mejores del continente en esta categoría, con los subcampeonatos 2010 y 2014 como mejores actuaciones.
Ghana integra el Grupo D junto a Estados Unidos, Países Bajos y Japón. Las dirigidas por Ben Fokou tuvieron un debut complicado, en el Alejandro Morera Soto de Alajuela, ante las norteamericanas -uno de los máximos campeones con 3 títulos (2002, 2008 y 2012)- y cayeron 3-0, por goles de Michelle Cooper, Alyssa Thomspon y Ally Sentnor. Los próximos compromisos ghaneses son ante Japón -campeonas defensoras- y Países Bajos.
Por el Grupo C, Nigeria hizo su presentación ante Francia en el Estadio Nacional de San José. Pasados los 15 minutos el partido estuvo un tiempo suspendido por las fuertes lluvias pero en la reanudación Flourish Sabastine, cuando quedaban cinco minutos para el final, convirtió el 1-0 definitivo para las dirigidas por Christopher Musa que arrancan con el pie derecho. El próximo compromiso será el domingo ante Corea del Sur que en su debut también ganó: 2-0 a Canadá.
Luego de Dakar, El Cairo y Argel seguimos en el norte del continente africano para hablar de otra mítica ciudad: Casablanca. A fines de junio se cumplieron 80 años del estreno de la película del mismo nombre protagonizada por Ingrid Bergman y Humphrey Bogart. La clásica película en blanco y negro de Warner Bros se ha convertido en una obra maestra gracias a su perfección narrativa y actoral.
Aunque la película se grabó enteramente en estudios norteamericanos, el director Michael Curtiz optó por centrar el escenario en territorio marroquí, punto intermedio entre Europa y Estados Unidos por parte de las víctimas que huían de la atrocidad de la Segunda Guerra Mundial. Desde aquellos años cuarenta Casablanca se volvió una ciudad emblemática. La ciudad se ubica en el oeste marroquí sobre las costas del Atlántico, con una población de más de 4 millones de habitantes. "Casablanca es una ciudad milenaria, metrópolis en expansión, enigmática, insólita y entrañable. Es una ciudad resueltamente volcada hacia la modernidad siendo el pulmón económico del Reino que vive en la efervescencia de un urbanismo constantemente innovador y alberga una sociedad cosmopolita reconocida por su dinamismo, su jovialidad, su espíritu de tolerancia y su hospitalidad", sostiene Imane Dryef de la Embajada de Marruecos en Buenos Aires.
Aunque la capital política del país es Rabat, el centro económico y comercial de Marruecos es Casablanca. El origen del nombre de la ciudad tiene que ver con la denominación que le daban los marinos portugueses (Casa branca) al lugar por una pequeña casa blanca que se podía visualizar en la colina de Anfa. Si nos vamos a lo futbolístico, Casablanca es la sede de uno de los estadios más emblemáticos del continente (Mohamed V) y de uno de los derbis más importantes del mundo: Wydad Casablanca vs Raja Casablanca.
El antagonismo entre estos dos grandes clubes tiene una dimensión social ya que al público del Wydad se lo asocia tradicionalmente con la clase media, mientras que los simpatizantes del Raja proceden más bien de los barrios populares. Esta rivalidad está íntimamente ligada a un personaje que ha marcado la historia de los dos clubes: Affani Mohamed Ben Lahcen, alias "Padre Jégo". Tras fundar el Wydad en 1937 y darle los primeros títulos como entrenador, casi dos décadas después los directivos empezaron a verlo como una molestia y le dieron salida en 1952. Pero Padre Jégo quería seguir ligado al fútbol, y llamó a la puerta del Raja. Allí aportó su pasión y su experiencia y con su carisma y su estilo de juego cautivó rápidamente al público del Raja, para el que los duelos contra el WAC se acabarían convirtiendo en ocasiones para vengar el honor de su héroe.
Las medinas con sus elegantes arcadas, sus comercios multicolores, la animación de sus laberínticas callejuelas, crean un llamativo contraste que amplifica el cambio de escenario y enamora a esta ciudad que no deja de sorprender y seducir.
Es su lado multicultural lo que da el encanto a esta ciudad. "Todas las culturas marroquíes conviven y dan una identidad muy particular a la ciudad.
En Casablanca, podrán descubrir a una de las más bellas y grandes mezquitas del mundo musulman, la mezquita Hassan II, que tiene el minarete más alto del mundo, con una altura de 210 metros", agrega Imane Dryef .
Dada la importancia de la ciudad en el escenario marroquí, los clubes de Casablanca son los amplios dominadores en la liga doméstica. Wydad (22 campeonatos) y Raja (12) son los máximos campeones y también con 12 aparece el FAR de Rabat en el podio. Pero no son los únicos equipos de Casa que han sido campeones; también lo fueron Etoile (1959), Racing (1972) y Olympique (1994).
También a nivel internacional, Wydad y Raja son los máximos exponentes del fútbol marroquí dejando siempre bien parada a Casablanca. El Wydad es el actual campeón de la Champions, que también ganó en 1992 y 2017. El Raja también la ganó en tres ocasiones (1989, 1997 y 1999) siendo además subcampeón del mundo en 2013, al caer en la final ante el Bayern Munich alemán 2 a 0.
Nos metemos de lleno con el equipo con jugadores nacidos en Casablanca y en el arco nos encontramos con Khalil Azmi, que jugó en los dos gigantes de la ciudad -en 1992 pasó al Raja- y fue titular en las dos primeras fechas del Grupo F en Estados Unidos 1994: 0-1 ante Bélgica y 1-2 ante Arabia Saudita -también capitán-. En el lateral derecho Abdelilah Saber, surgido en el Wydad y con pasos por Sporting Lisboa y Napoli; titular en los tres partidos de su seleccionado en Francia 1998. En la zaga central, Benoun -campeón en Raja Casablanca- y el mito Noureddine Naybet, que empezó a destacar en 1992 ganando la Champions con Wydad para luego dar el salto a Europa -Nantes, Sporting, Deportivo La Coruña y Tottenham- y convertirse en uno de los mejores centrales de su país y del continente africano jugando dos Mundiales (EEUU 1994 y Francia 1998). Completa en el lateral izquierdo Youssef Rossi, surgido a mediados de los 90 en el Raja, y titular en los dos primeros partidos en Francia 98. Jugó también en Stade Rennais (Francia), NEC Nijmegen (Países Bajos), Dunfermline (Escocia) y en el fútbol qatarí.
En el mediocampo aparece Abdelmajid Dolmy -apodado Maestro-, quien nunca salió de Casa -más de 500 partidos en Raja y un breve período en el Olympique- y jugó los Juegos Olímpicos 1984 además de ser pieza clave en el Mundial de México 86, cuando Marruecos se convirtió en el primer seleccionado de África en superar la fase de grupos. A sus costados, otro mito como Bouderbala -presente también en la experiencia mexicana-, quien fuera elegido como mejor jugador en la CAN 1988, en la que fueron cuartos. Se destacó en Sion (Suiza) y los franceses Lyon y Racing de Paris. Completa el tridente medio Mustapha El Haddaoui, quien no solo estuvo en México 86 sino que se mantuvo en buena forma y volvió a decir presente en Estados Unidos 94 siendo el capitán en el debut con 33 años, previos pasos por Saint Etienne, Lens, Niza y Angers.
La delantera la lidera el capitán Larbi Ben Barek, nacido en 1914 cuando la ciudad era parte del Protectorado Francés. Fue uno de los primeros futbolistas africanos en triunfar en el fútbol europeo (Marsella, Atlético de Madrid) y representó al seleccionado francés. También jugó en el Wydad y en los Leones del Atlas, a los que también comandó como entrenador. En el extremo derecho un mito del Raja como Mohsine Moutouali, que a pesar de haber tenido pocas chances en el seleccionado es una referencia del Raja y fue clave en el subcampeonato mundial de 2013. Completa este once de Casablanca uno de los goleadores marroquíes en la historia de los mundiales: Salaheddine Bassir. Este delantero nacido en 1972 jugó sus primeros años de carrera en el Raja y tuvo sus años gloriosos en el Deportivo La Coruña (1997-2001). En Francia 98 fue uno de los titulares en el equipo de Henri Michel y convirtió por duplicado en la goleada 3-0 sobre Escocia.
[Por Diego Martín Yamus] Ser segundo arquero de Thomas N’Kono sería para cualquiera casi una frustración, conminado a estar sentado largo tiempo en un banquillo. Pero no lo fue para Joseph Antoine Bell, que a fuerza de victorias y títulos se ganó su buena porción de fama tanto en el arco de Camerún como en cada club donde participó.
Bell nació en Mouandé un 8 de octubre de 1954, y comenzó en los juveniles de Éclaire Douala, Oryx Douala (el primer ganador de la Copa de Campeones) y Prisons Buea, hasta que en 1975 fue fichado por el poderoso Union Douala, donde saltó a la consideración nacional. Porque además de obtener dos ligas locales en 1976 y 1978 y la Champions africana en 1979, desde allí fue que ingresó a la selección, en ese 76 y de la que sería parte durante casi dos décadas. De Camerún se marchó en 1980 a Costa de Marfil, al prestigioso Africa Sports Abidjan, que defendió dos años y con el que obtuvo una liga y una Copa marfileña en 1982. Ese año tuvo su primera experiencia fuerte al integrar el histórico plantel de Camerún que debutaba en un Mundial, aquel inolvidable de España en el que los Leones Indomables lograron tres empates en la primera fase, uno ante el futuro campeón Italia.
Fue el inicio de una década de frutos para el guardameta. Enseguida siguió en Africa, pero ahora en Egipto, donde en 1983 atajó para el Al Moqawloun Al Arab, modesto club de la Premier League con el que sorprendió llevándose el campeonato y la segunda Recopa africana, tras la que el equipo ganara en 1982. Y 1984 fue su primer año más importante: fue titular y campeón de la Copa Africana de Naciones en Costa de Marfil en enero, cuando fue elegido mejor arquero del torneo, mientras en agosto participó con su país en los Juegos Olímpicos de Los Angeles, en los que Camerún consiguió un triunfo y dos caídas y Bell compartió once con nada menos que Roger Milla.
Para 1985 dio un salto enorme en la carrera de cualquier africano entonces: pasar a Europa. Como tantos, emigró a Francia donde arrancó una interesante trayectoria. Empezó en el gran Olympique de Marsella, en el que fue subcampeón de la Ligue 1 en 1986 y dos veces finalista de la Coupe en 1986 y 1987. En 1988 pasó al Toulon y volvió a ayudar a la selección a ser la mejor del continente con su segunda Copa Africana de Naciones en Marruecos, donde otra vez se ganó ser el mejor portero. En 1989 dio otro paso al ingresar al popular Girondins de Burdeos, en el que debió soportar actos de racismo cuando enfrentó a su ex Marsella, ya que la parcialidad de éstos le arrojó bananas. Pese a eso, ya estaba afirmado en el arco camerunés y disputó las eliminatorias para la vuelta al Mundial en Italia 1990; sin embargo, el sorpresivo llamado a N’Kono del técnico soviético Valery Nepomniachi lo postergó otra vez al banco y sin un solo minuto en la gran actuación camerunesa que llegó hasta los cuartos de final con triunfos sobre el campeón reinante Argentina y Colombia.
Retirado N’Kono, Joseph tomó definitivamente los tres palos tricolores y así jugó su última CAN en 1992 en Senegal, donde fue cuarto. Para ese entonces, desde 1991 había pasado al Saint Etienne, con el que cerraría su carrera a los 40 años. Más allá de ello, el técnico francés Hénri Michel lo tuvo en cuenta para un nuevo proceso mundialista, la ruta y la llegada a Estados Unidos 1994. Bell disputó los dos primeros encuentros con Suecia (2-2) y Brasil (0-3) y ya no fue tenido en cuenta en la famosa caída 1-6 ante Rusia, reemplazado por Jacques Songo’o. Ese no fue el peor final para el gran 1, porque todavía tuvo que sufrir a su regreso un ataque de vándalos que incendiaron su casa en Douala.
Un emblema más del gran Camerún se merecía un reconocimiento. Y le llegó en 2009, cuando la Federación de Historia y Estadísticas del Fútbol (IFFHS) lo eligió como el mejor guardameta africano de los últimos 100 años. Confesó que padeció malaria y que esta típica enfermedad en África le afectó su juego, pero siempre se le notó su característica salida del área como último hombre de su defensa entre otras cualidades. Fue crítico con la FIFA manifestando antes de un Mundial que para la entidad “todo era política”. Actualmente trabaja en el canal Africa 24 y la prestigiosa Radio France International.
Ser suplente constante de un gigante como Thomas N’Kono hubiera sido duro para cualquiera. Joseph Antoine Bell fue sin embargo la excepción a la regla. Con ese peso a cuestas, ganó casi igual que el gran Tommy la gloria y el reconocimiento de su gente.