viernes, 31 de julio de 2020

Un país, una historia: Marruecos

[FIRMA INVITADA/ Diego Martín YamusMarruecos y México no tienen mucho en común. Unos africanos, otros americanos. Distantes uno de otro miles de kilómetros. Distintas culturas, comida, música, hasta religión. Y distinta vida futbolera. Pero coincidieron en 1970 y 1986 para la alegría de un país y de un continente. Es que en la bella tierra azteca, la fuerte selección marroquí realizó sus dos primeras apariciones mundialistas. Iba a ser una más, pero fue una nota sonora en ambas Copas del Mundo.
Tras la aparición de Egipto en Italia 34, debieron pasar 36 años para que África se mostrara en un Mundial. Las segundas eliminatorias continentales pusieron a Marruecos en el de México en 1970. No le fue tan fácil a los Leones del Atlas llegar: triunfo a Senegal en tercer partido en Las Palmas, a Túnez por sorteo tras tres encuentros y campeón del triangular decisivo sobre Nigeria y Sudán por un punto. No parecía un rival a tener en cuenta, menos cuando el sorteo lo mandó con los tigres Alemania Federal, Perú y Bulgaria en el Grupo 4.

Y menos cuando el debut, el 3 de junio en el estadio Campo Nuevo de León, era contra los alemanes, subcampeones vigentes. Sin embargo, los del yugoslavo Blagoje Vidinic no se achicaron y a los 21 minutos el centrodelantero Jarir aprovechó un regalo del zaguero Hottges y batió a Sepp Maier. Tuvieron que aparecer otras dos glorias, Uwe Seeler y Gerd Müller, éste a los 80, para salvar a los germanos de una ingrata sorpresa. El 6 fue el segundo encuentro en el mismo lugar, y los marroquíes también le hicieron fuerza al bello Perú de Cubillas, Sotil y "Cachito" Ramírez que eliminara a Argentina. Al descanso lo dejaron igualado a cero, pero Cubillas apareció y los africanos cayeron 3-0.
Con el equipo ya eliminado, faltaba el último encuentro para completar el Grupo 4, frente a Bulgaria, también sin chances. Aquel 11 de junio, con el arbitraje del portugués Antonio Saldanah Ribeiro, ante 12.299 personas en León, los búlgaros comenzaron mejor y Dobromir Jetchev abrió el marcador a los 39 minutos. Pero a los 15 del segundo tiempo, apareció el delantero Maouhboub Ghazouani y con un remate de zurda marcó el 1-1. Fue el primer punto para África en un Mundial, el primer gran instante de lo que el continente sería capaz años más tarde de hacer. Esa tarde, los históricos marroquíes fueron Hazzaz; Fadili, Benkhrif, Khanoussi, Slimani; Maaroufi, Bamous (Choukri 46´), El Filali; Ghandi, Alaoui (Faras 73´) y Ghazouani.

Tras esa actuación, fue campeón regional en 1976. Pero luego no pudo continuar esos logros en algo importante. Había quedado afuera de los siguientes Mundiales por poco e incluso de la Copa Africana de 1984 en Costa de Marfil. Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Así fue la selección roja, y entre el 84 y el 85 fue sólido en la dura eliminatoria para el Mundial de México 1986. Amplia victoria sobre Sierra Leona, triunfo ante Malawi, paternidad sobre su vecino Egipto a quien había dejado afuera para 1982. Y en las finales, primero el 6 de octubre de 1985 en Rabat, consiguió una linda goleada 3-0 al buen Libia, subcampeón africano cuatro años antes, y el 18 de octubre de 1985 en Benghazi perdió 0-1, pero, por diferencia de gol, lo hizo y se clasificó para el 86, otra vez en tierra azteca, la que lo cobijó aquel 70 de estreno.

Ya en 1986, tras su cuarto lugar en la CAN de Egipto, Marruecos jugó amistosos con Bulgaria (0-0) e Irlanda del Norte (1-2). Parecía poco probable, más allá de los resultados previos, que los marroquíes pudieran ser noticia en la calurosa México. Más con otro desafortunado sorteo que los puso en el Grupo F con Inglaterra, Polonia y Portugal. Pero lo fueron, y con una actuación para el recuerdo.

El debut fue el 2 de junio en el estadio Universitario de Monterrey ante el fuerte Polonia, con 19.000 personas y con un africano, el maliense Idrissa Traoré, como juez de línea. Marruecos hizo un buen partido, defendió bien y le sacó al conjunto de Boniek, Buncol y Smolarek un interesante empate 0-0. Otra vez en Monterrey pero en el estadio Tecnológico, el 6 de junio era el segundo duro compromiso ante un peso pesado europeo: Inglaterra, con sus figuras Robson, Lineker y compañía. De nuevo los marroquíes frenaron a su fuerte rival, que no tuvo juego, sufrió la expulsión de Wilkins, la lesión en el hombro de Robson y se desdibujó por completo, terminando con otro empate sin goles.

El tercer partido el 11 de junio en el Tecnológico era decisivo, porque Marruecos necesitaba una victoria para pasar a los octavos de final, aunque con una nueva igualdad lo haría también. El asunto es que enfrente esperaba Portugal, que por entonces no era una potencia pero ya contaba con buenos valores, como Paulo Futre o Carlos Manuel, y venía de vencer a los ingleses en el debut. Sin embargo, los Leones del Atlas, como hicieron en 1970, forjaron una proeza ante un europeo. Delante de 24 000 espectadores, Khairi conquistó dos goles a los 19 y 27 minutos para adelantar a su país 2-0. Y en el segundo tiempo, a los 16 minutos, Merry Krimau marcó el tercero. Diamantino descontó a los 79, pero el árbitro norirlandés Alan Snoddy pitó el final, los marroquíes ganaron 3 a 1, dieron el golpe (como Túnez en 1978, como Camerún en 1982) y encima de ser el primer africano en pasar de ronda en un Mundial, se llevaron consigo el duro Grupo F. Los héroes entonces fueron Zaki; Khalifa, El Biyaz, Bouyahiaoui, Lamris; Bouderbala, Dolmy, Timoumi, Mustafá El Haddaoui (Soulaimani 71´); Khairi y Krimau.
Por primera vez desde justamente 1970, el Mundial afrontaba una etapa de eliminación directa, empezando por los octavos de final. Mientras Brasil arrasaba con Polonia, Francia hacía caer el reinado de Italia y Argentina le ganaba el clásico a Uruguay, Marruecos quería también tener su lugarcito en las grandes luminarias. Cómo hacerlo si el rival, cada vez más duro, era nada más y nada menos que Alemania Federal, aquel a quien puso en jaque en el 70. Tal vez el recuerdo de ese debut en las Copas en León 16 años antes le vendría bien.

El encuentro era el 17 de junio en el Universitario de Monterrey. Los alemanes eran favoritos, con Lothar Matthaeus, Karl Heinz Rummenigge o Rudi Voeller entre sus guerreros. Pero en el verde césped la verdad fue otra. Los norteafricanos ofrecieron resistencia, crearon algo de peligro y estuvieron a punto de llevar el partido al alargue. Hasta que a los 87 minutos, en un tiro libre para Alemania, a la barrera le faltó alguien para cubrir el poste respectivo. Entonces Matthaeus remató por bajo justo por allí y la colocó junto al palo de Zaki, que se tiró pero no llegó. Y Marruecos, con la frente alta y una gran imagen, se despidió otra vez de México con pena pero con gloria. Una actuación que lo consagró por la revista France Football como el mejor del año, mientras Badou Zaki se llevó el Balón de Oro continental. Pero el premio mayor fue ese segundo viaje a México, lleno de felicidad a pesar de la derrota. El mismo premio que una década y media atrás en el mismo lugar.

Fuentes: Tribunero.com y RSSSF

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miércoles, 29 de julio de 2020

Un país, una historia: Malí

Frederic Kanouté es uno de los mejores jugadores de la historia más reciente del fútbol de Malí. Aún así, el considerado como uno de los jugadores extranjeros más importantes que ha jugado en el Sevilla (España), no nació en territorio africano sino en Europa, más precisamente en Sainte-Foy-lès-Lyon (Francia). Fue un 2 de septiembre de 1977 que Frederic llegó a este mundo. Futbolísticamente hablando hizo el camino contrario de muchos otros jugadores que nacieron en África pero representaron a selecciones de Europa, como Eusebio, Marcel Desailly, Patrice Evra o Jean Tigana, por nombrar solo algunos. 
El padre de Kanouté era de Malí y Frederic creció sabiendo de sus orígenes. “Con nueve años fui por primera vez a Mali y fueron las mejores vacaciones de mi vida. Recuerdo que los niños venían a buscarme para jugar al fútbol en la calle. Cuando vieron que jugaba bien ya sentí que era uno de ellos. Quise jugar sin zapatos, como algunos de ellos, pero no pude correr ni 20 metros”, recordó en una entrevista reciente.

Ya con nueve años Kanouté se perfilaba como alguien distinto. No por llegar desde Europa quería que lo tomaran como alguien superior, por eso tuvo ese gesto para que sus pequeños compañeros de partido lo aceptaran como uno más. "Conocer la cultura en la que se había criado mi padre me impactó de una manera increíble. Desde casi el primer día tuve claro que quería formar parte de esa nación y que mi vida iba a estar ligada a ella con unos lazos muy fuertes. Somos la suma de nuestras experiencias, pero hay algunas que valen más que otras. Ese mes y medio que pase en Mali fue una de las cosas más impactantes que me han pasado hasta ahora. Hay una fuerza que no sé muy bien cómo explicar que siempre tira de mí hacia África", confesó en 2013 a Revista Líbero.

De padre obrero (Oumar) y madre profesora de filosofía francesa (Danielle Effantin), Frederic dio sus primeros pasos en el Olympique de Lyon -debutando en 1997- y pronto empezó a formar parte de las juveniles de Francia (Sub 21 y Sub 20). Dos años después del debut emigró a la Premier League (jugó en West Ham y Tottenham) y para 2004 el espigado delantero tuvo su primera experiencia oficial con el seleccionado de Malí: la Copa Africana de Naciones (CAN) en Túnez. Allí fue referente junto a Seydou Keita, Mohamed Sissoko y Mahamadou Diarra y con cuatro goles una de las figuras de las Águilas dirigidas por el francés Henri Stambouli que culminaron cuartas.
En 2005, y con el visto bueno de Monchi, Kanouté llegó al Sevilla donde tendría sus mejores años. En siete temporadas el número 12 convirtió 136 goles para convertirse en el extranjero con más goles en la historia del club. Pero no fueron solo goles; ganó dos Europa League, una Supercopa de Europa, dos Copas del Rey y una Supercopa de España. "Bienvenido siempre serás a tu casa, bienvenido seas al Sánchez Pizjuán (...) La victoria vino enredada en tu pierna y aquí quedó tu alma en cada balón (...) El 12 en la camiseta como único armamento, guerrero sevillista, conquistador de sueños. Mensajero de sonrisas en la Ciudad de los Niños. Cuánto abrazo te debemos, risas, lágrimas y gritos. Cuánta gloria rojiblanca ha nacido de tus botas cuándo junto hemos cantado", le cantó el Arrebato en su despedida.

No es al azar la mención de la Ciudad de los Niños en la canción de Arrebato. En 2009 Kanouté fue premiado por UNICEF cuando su Fundación estaba construyendo una ciudad para los niños malienses en la capital Bamako. "La idea me vino a los veintipocos años -contó en 2018 a FIFA-, cuando estaba en el Reino Unido. Sin duda, mi educación, mi crianza, mis orígenes, mi fe y mi familia me influyeron en la manera en la que entiendo la vida y lo que quiero hacer con ella. Cuando me hice futbolista profesional, ese sentido de la responsabilidad creció aún más. Después de hacer algunos viajes al país natal de mi padre empecé a sentir la necesidad de hacer algo para ayudar a cambiar las cosas. Sin saber muy bien todavía lo que iba a hacer, sentí que la educación en general y poner a las personas en primer lugar, en particular a los niños, era la única manera de conseguir un cambio sostenible".

Al momento de la inauguración oficial en 2011, Sakina -el nombre de la ciudad gestionada por Kanouté- lo hizo albergando 25 niños huérfanos proporcionándoles educación, protección y salud. Los partidos denominados "Champions For África" fueron muy importantes para recaudar los fondos necesarios para que el proyecto avance. "Es una palabra de raíz árabe que significa paz interior, y eso es lo que espero que los niños que acogemos tengan aquí durante su crecimiento", dijo Frederic el día de la inauguración para explicar el significado de Sakina.
Siete años después había en Sakina 67 niños y lugar para casi 100 más. "Sakina da prioridad a los niños más necesitados. Pero Sakina y la Fundación Kanouté trabajan y tienen fe en el efecto mariposa: queremos usar nuestra aldea y nuestra organización como una plataforma y una incubadora de la que emerjan nuevas ideas y conceptos, con el fin de que se pueda beneficiar más gente", dijo Knaouté en 2018.

Ya para ese entonces el goleador se había retirado. En el seleccionado jugó hasta 2010, con goles en la CAN 2008 (1) y 2010 (2) que no alcanzaron para superar la fase de grupos. Su buen nivel en Europa con el Sevilla le posibilitó ser elegido el mejor jugador de África en 2007. También aportó lo suyo en la etapa eliminatoria para los Mundiales Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 pero Malí no estuvo ni siquiera cerca de obtener su primera clasificación mundialista. A nivel clubes, se fue en 2012 del Sevilla y al año siguiente se retiró en el Beijing Sinobo Guoan (China).

A través de Sakina y de la Kafo Academy, fundada en Dubai luego de mudarse allí tras el retiro, Kanouté sigue con sus proyectos de caridad y ligado al fútbol. La Academia trabaja con más de 200 niños de entre 5 y 15 años. Además, en 2015 el ex goleador del Sevilla comenzó con 12MANagement con representación, asesoramiento y acompañamiento a varios jóvenes jugadores africanos que ya se destacan en Europa, como los malienses Moussa Djenepo (Southampton) y Sekou Koita (Red Bull Salzburgo) o los zambianos Patson Daka y Enock Mwepu (ambos del Red Bull).

Frederic Kanouté, un hombre que siempre busca actuar de la mejor manera posible para acercarse a Dios a través de todos los medios que Él le dio según sus propias palabras. Un ex goleador que aspira a ser recordado "como alguien que hizo todo lo que pudo por agradar al Señor a pesar de todas sus limitaciones humanas". Las últimas noticias hacen mención a la continuidad de su compromiso con sus creencias, empeñado en demostrar en occidente que el Islam es una religión de paz. Según informó The National -medio de Abu Dhabi-, a través de la campaña #Kanoute4SevilleMosque el maliense ya ha conseguido 750.000 dólares del millón que se puso como objetivo para poder construir la primera mezquita en Sevilla en siete siglos. "El fútbol siempre fue mi pasión, siempre me ha gustado jugar fútbol. Se ha convertido en mi carrera, pero el día que conozca a Dios no me preguntará cuántos goles he marcado en mi carrera", declaró en sus tiempos de jugador. Una figura siempre muy comprometida más allá del fútbol.


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viernes, 24 de julio de 2020

Mauricio se vincula con Liverpool

Hace poco de más de dos años, el Arsenal de Inglaterra y Rwanda se convirtieron en socios turísticos y la leyenda "Visit Rwanda" se puede ver en la manga de la camiseta de los Gunners. En los últimos días se conoció un acuerdo similar entre otro club inglés y otro país africano; estamos hablando del Liverpool -reciente campeón de la Premier- y Mauricio.
La dirigencia del Liverpool firmó un acuerdo de asociación global con la Autoridad de Promoción Turística de Mauricio y la Junta de Desarrollo Económico de Mauricio. Así, el elenco inglés aumenta sus vínculos con este país de África tras la Academia que inauguró a mediados de 2019 en la isla. 

Mauricio -Mauritius en inglés- es un importante destino turístico en el continente africano de paradisíacas playas, lagunas y arrecifes ubicado en el océano Índico.  El acuerdo forma parte del impulso del país para convertirse en un importante destino turístico global. Según se informa desde el sitio La Jugada Financiera, "durante los próximos tres años, Mauricio se beneficiará de una amplia exposición. En activos digitales, redes sociales y de marketing del Liverpool FC. Es así tras convertirse en socio oficial de turismo y desarrollo económico del club. El nuevo aliado del club británico es uno de los principales destinos de vacaciones de lujo del mundo. Además de ser un centro establecido para la banca y las finanzas internacionales durante al menos 20 años". 

El primer ministro de Mauricio, Pravind Kumar Jugnauth, sostuvo: “Mauricio se enorgullece de ser socio oficial del Liverpool FC (...) Ambos compartimos valores comunes de dedicación, determinación y unidad. Esta colaboración tiene como objetivo fortalecer e impulsar a Mauricio como una potencia económica próspera y un destino turístico de clase mundial”.

En tanto que Billy Hogan, director gerente y director comercial de Liverpool, afirmó: “Esta es una asociación emocionante. Estamos encantados de construir sobre nuestra relación existente con Mauricio tras la apertura de la Academia Internacional LFC en la isla en julio de 2019. Tenemos una gran base de aficionados apasionados en Mauricio. Y nos complace poder acercar a nuestros seguidores al club a través de esta asociación”. 

Fuentes: Web Oficial LiverpoolLa Jugada Financiera

jueves, 23 de julio de 2020

Biri Biri, siempre en el recuerdo

[ESPECIAL para The Line Breaker] Desde que el fútbol retomó su actividad en Europa tras el parate ocasionado por la COVID-19, varios jugadores de Gambia dieron que hablar, sobre todo en Italia. Tales los casos de Musa Barrow y Musa Jawara, ambos jugadores del Bologna, que saltaron a la fama tras darle el triunfo a su equipo ante el Inter en los primeros días de julio. Nueve futbolistas de este país, ubicado en el oeste africano y con poco más de dos millones de habitantes, juegan en primeros equipos de las tres categorías principales del fútbol italiano.

Barrow y Jawara son solamente dos exponentes de un fútbol gambiano que crece poco a poco y que busca colarse entre los gigantes africanos. Según un estudio del CIES Football Observatory sobre los jugadores que militaron fuera de sus países durante 2019, Gambia ocupa el puesto séptimo en el continente, solo por detrás de Nigeria, Ghana, Senegal, Costa de Marfil, Camerún y Malí.
Pero quien hoy nos ocupa es Alhaji Momodo Nije, más conocido como Biri Biri. Y es que el último fin de semana, este ex delantero gambiano que dejó una marca imborrable en el Sevilla de los años setenta, falleció en Dakar –la capital senegalesa- tras no poder superar una intervención quirúrgica.

Biri Biri nació el 30 de marzo de 1948 en Banjul, la capital de su país. Dio sus primeros pasos futbolísticos en el Wallidan FC y en 1963 –con 15 años- ya era parte del seleccionado nacional. En 1970, por recomendación del capitán del seleccionado de críquet de Gambia, pudo emigrar a Europa por primera vez, pero las cosas no fueron bien. “Pasé un año difícil. El entrenador, Brian Clough, no me quería. Creo que no le gustaba la forma en la que yo jugaba al fútbol, así que a la temporada siguiente me fui. Volví a Gambia. En Inglaterra no supieron quererme”, confesó a la Revista Panenka en 2019 sobre su experiencia frustrada en el Derby County.

Sin embargo, Biri Biri seguía siendo uno de los mejores futbolistas de su país y en 1972 se despachó con un hat trick en un amistoso contra el B 1901 Nykobing (Dinamarca). El equipo danés se impuso por 5 a 4, pero su entrenador Kurt Nielsen quedó impactado con lo demostrado por el goleador gambiano. “Después del partido me invitó a hacer una prueba. Y le gusté. Así que mi mujer y yo nos fuimos a Dinamarca”, contaría años después.

Su buen rendimiento en el fútbol danés llamó la atención en otras ligas europeas, por lo que los andaluces Betis y Sevilla comenzaron a disputarse su ficha. Y en 1973, Biri Biri aterrizó en España. “Estaba en Dinamarca y me dijeron: un club de España está interesado en ti. Cuando llegué y me bajé del avión, me estaba esperando gente de la junta directiva del Sevilla. Me llevaron al estadio, firmé el contrato, hablé con el presidente, Eugenio Montes Cabeza, y después me dejaron en el hotel”, le contó el año pasado a José Ignacio Martínez.

Ya para ese entonces Biri Biri era el primer gambiano en hacerse profesional y el primero en jugar fuera de Gambia. La selección también era su pasión, esa que le hacía capaz de llegar al aeropuerto de su país, conocer por unos minutos a su hijo recién nacido y partir hacia un nuevo destino para defender los colores gambianos, tal como expresó el entrenador Mattar M’Boge en su cuenta de Twitter.
Cuando Biri Biri llegó, el Sevilla estaba en la Segunda División. Con el austríaco Ernst Happel en el banquillo, el gambiano hizo nueve goles en 17 partidos, pero no se encontraba a gusto. No se sentía valorado y lo hacían ingresar en los minutos finales de los encuentros. Todo cambió con la llegada del argentino Roque Olsen para hacerse cargo del equipo. Con 14 goles en 31 partidos, Biri Biri fue clave para el ascenso y desde allí se ganó para siempre el corazón de todos los sevillistas.

En 1978 –con 109 encuentros disputados y 34 goles- el mejor jugador de la historia de Gambia puso fin a su experiencia en España, marchándose otra vez a Dinamarca: esta vez al Herfolge BK. Pero su vínculo con el Sevilla siguió vivo hasta el día de su muerte.

Cómo entender sino que hoy en día en el Sánchez Pizjuán -en el despacho de Pablo José Blanco (compañero y actualmente secretario técnico)- se encuentre una foto de Biri. “Ahí está Biri, mi amigo”, dicen que es la presentación que hace Pablo Blanco a quienes lo visitan al referirse al “soberbio, exuberante y explosivo atleta gambiano de Banjul (…) una conjunción humana de ballestas de ébano”, tal como lo describe Alejandro Delmás Infante en su libro SR4: La construcción de un mito.

Fue en esos años setenta que Biri se tuvo que acostumbrar a la férrea marca de los defensas españoles. Cuentan que en un partido ante el Real Madrid, el gambiano le tuvo que pedir a Goyo Benito –mítico central merengue- que le deje de pegar. Siempre con respeto, claro. “Señor Benito, no me pegue más, por favor”, fueron las palabras de Biri.

En el sevillismo ha sido muy duro su fallecimiento ya que Biri Biri era uno de los símbolos de su historia, por su fútbol, su alegría, su forma de entender la vida… Yo le vi jugar siendo muy pequeño y era un futbolista que se hacía notar. Su pasión por el Sevilla valió para que una de las peñas más representativas del sevillismo lleve con orgullo su nombre“, sostiene el periodista José Miguel Muñoz.

Fue un revulsivo para la afición del Sevilla y para el club en general. La gente venía a ver a Biri porque era un verdadero espectáculo y pudo transmitir muy pronto sensaciones al sevillismo”, sostuvo Pablo Blanco –su compañero de habitación en las concentraciones por tres años- en un informe de Fiebre Maldini de mediados de la década pasada.

Es que Biri Biri fue nuestro primer jugador negro (…) Era entrañable. El exotismo de su llegada, su forma de jugar al fútbol y su carácter hicieron que la afición comenzara a idolatrarlo (…) Nos dejó sus goles y su bondad, pero también pasó a nuestro corazón con esa peña. Ahí está su legado y su trascendencia en el Sevilla. No hay nada igual a esa peña por su animación, por su sentimiento, copiada por otros muchos y con un carácter muy pionero. Una peña así en 1975 no es algo común”, declaró en estos días Blanco en relación la Peña Biri Biri, que aún hoy sigue alentando al Sevilla.

El nombre Biri Biri no se olvida. “Muchos jugadores han firmado mejores datos en la historia sevillista, pero pocos calaron tanto en la afición como él. Además, esos cinco años bastaron al de Gambia para dejar una imborrable huella en el corazón de una afición que lo adoptó como absoluta leyenda e ídolo, llegando a recibir en 2017 la insignia de oro del Sevilla FC delante de un abarrotado Ramón Sánchez-Pizjuán”, se puede leer en la web oficial sevillista.

Cada vez que pudo regresar al sur de la Península Ibérica, Biri sintió el cariño de sus hinchas. Un cariño que a veces le costaba entender. ”No sé cómo la gente de un país, o una ciudad, o un pueblo donde yo solo jugué al fútbol pudo quererme tanto”, declaró en su ocasión.

En 1987, y con 40 años, Biri Biri puso fin a su carrera en su Gambia natal. “Biri fue, es y será la inspiración para todos los jóvenes de nuestro país. No importa si lo viste o no lo viste jugar”, afirma el periodista Momodou Bah.
El domingo 19 de julio, la noticia del fallecimiento de su mejor futbolista cayó como un baldazo de agua fría en Gambia. A pocos kilómetros, en Dakar, Biri Biri no pudo superar una intervención quirúrgica y falleció a los 72 años. “La noticia conmocionó a todos en el país, ya que todos esperábamos que él superara su cirugía, pero recibimos una de las noticias más devastadoras. Esto significa que Gambia ha perdido a uno de sus mejores hijos”, agrega Bah desde la capital Banjul.

El Sevilla le realizó su homenaje en la previa del duelo ante Valencia. Un lazo negro en una de las gradas y un minuto de silencio precedieron al triunfo 1-0 con gol de Sergio Reguilón, dedicado al mismísimo Biri Biri. El hashtag #BiriBiriLeyenda más las condolencias vía redes sociales de clubes (Real Madrid, Málaga, Leganés, Xerez y Las Palmas, entre otros) y ex jugadores del club (como el camerunés Mbia y los argentinos Maradona y Scotta) dejan bien claro lo que significó Biri Biri para el Sevilla. Porque las leyendas nunca mueren… Las leyendas se honran.

martes, 21 de julio de 2020

Un país, una historia: Malawi

A pesar de que Malawi no es de los seleccionados más poderosos del continente, al menos pudo jugar en dos ocasiones la Copa Africana de Naciones (CAN): Costa de Marfil 1984 y Angola 2010. En esta última mucho tuvo que ver el entrenador Kinnah Phiri, quien asumió como seleccionador en mayo de 2008 y los lideró en las Eliminatorias hasta obtener la histórica clasificación después de 26 años. Y en Luanda siguieron sorprendiendo con un 3-0 -goles de Davi Banda, Elvis Kafoteka y Russell Mwafulirwa- sobre Argelia en el arranque del Grupo A. Sin embargo, tras las derrotas con el local y Malí llegó el tiempo de la despedida. 
Para ese entonces, Kinnah Phiri (nacido el 30 de octubre de 1954) tenía 56 años. Y antes de ser entrenador se había destacado como el mayor goleador de la historia de su país, con 71 goles en 115 partidos con el seleccionado. Apodado "Electric" en sus tiempos de jugador, la mayoría de sus goles (43) fueron en partidos amistosos aunque también marcó en la CECAFA Cup, en Juegos Africanos y en clasificatorios para la Copa África. Su primer gol fue en enero de 1974 contra Mauricio y el último en junio de 1981 en un triunfo 3-1 sobre Tanzania. "Phiri es una de las leyendas del fútbol de Malawi -nos dicen desde la cuenta @General_wongie ante nuestra consulta-. Es un jugador altamente calificado, considerado un dios aquí. En sus años de juventud, Phiri era considerado un delantero muy talentoso. Lamentablemente no tenemos estatuas de nuestras leyendas del fútbol, ​​simplemente las adoramos. Podemos compararlo con Diego Maradona. Lideró a nuestro equipo nacional a la CAN 2010, que fue la primera vez que el equipo nacional clasificó a dicho torneo".

La revista Four Four Two lo ubicó entre los máximos goleadores a nivel selecciones por detrás del iraní Ali Daei (109), el portugués Cristiano Ronaldo (99), el húngaro Puskas (84), el japonés Kamamoto (80), el zambiano Chitalu (79), el iraquí Hussain Saeed (78), el brasileño Pelé (77), y el húngaro Kocsis y el kuwaití Bashar Abdullah (ambos con 75). A nivel continental es segundo detrás de Chitalu y por delante de grandes mitos como el egipcio Hossam Hassan (69), el marfileño Didier Drogba (65), el camerunés Samuel Eto'o (56) y el ghanés Asamoah Gyan (51).

Fue su buen nivel y el olfato goleador lo que llamó la atención del seleccionador Ted Powell para darle su primera chance defendiendo los colores de Malawi. En 1975 -durante la CECAFA Cup- el reconocido periodista zambiano Dennis Liwewe lo apodó como Electric.

A nivel clubes, los mejores años de Phiri fueron en el Big Bullets de Blantyre -la segunda ciudad más importante del país-. Sus goles llamaron la atención de clubes extranjeros -algo poco común en esa época para el fútbol malawi- y en 1980 se dice que viajó rumbo a algún país del Golfo Pérsico. Tras llegar a un acuerdo con un club de allí -Sharja FC de Arabia Saudita- el goleador regresó a su país porque necesitaba una autorización para poder emigrar y desarrollarse como profesional fuera de las fronteras de Malawi. John Tembo -presidente del Consejo de Deportes- era el encargado de otorgar el permiso, pero al ver lo que iba a ganar Phiri en su nuevo equipo -mucho más de lo que ganaban los ministros del presidente Hastings Kamuzu Banda- se lo denegaron.

"Su transferencia fue fallida. Hubo funcionarios del Golfo que volaron hasta aquí para encontrarse con Tembo e intentar persuadirlo para que Phiri salga del país con la autorización necesaria. El goleador tenía buenas intenciones, quería construir hoteles en su aldea y creo que su transferencia hubiese allanado el camino a muchos jóvenes", sostiene nuestra fuente en Malawi.

Como Phiri no llegaba para incorporarse, varios dirigentes sauditas llegaron a Malawi desde el Golfo con el objetivo de reunirse con Tembo y persuadirlo para que permitiera que el goleador saliera del país como las reglas dictaban. La audiencia se llevó a cabo pero los dirigentes se fueron frustrados y Kinnah Phiri perdió una gran oportunidad de jugar profesionalmente en el exterior.

Phiri se podría haber arriesgado a emigrar igualmente sin ese permiso, pero eso le hubiese impedido volver a su país y seguir vistiendo la camiseta del seleccionado. Tras ese episodio Phiri tuvo unos años más de carrera y se retiró en 1984 en el Manzini Wanderers de Swazilandia. Allí estuvo exiliado hasta 2003, teniendo sus primeras experiencias en el banquillo y llegando a ser tentando como seleccionador de Swazilandia, a lo que se negó porque debía renunciar a su nacionalidad.
En el regresó a Malawi lideró al Big Bullets en la fase de grupos de la Champions continental en 2004, siendo la primera vez que un equipo del país llegó hasta esa instancia. Tras esa gran experiencia Phiri partiría rumbo a Reino Unido en pos de obtener la licencia B de la UEFA. Luego fue llamado por el Free State sudafricano.

Hasta que en 2008 le llegó la chance en el seleccionado de Malawi y no defraudó. "Me siento honrado de poder volver a casa y tener esta oportunidad. No se trata de dinero, sino de servir a mi país", dijo cuando asumió. Según los números que recoge el sitio Transfermarkt en los últimos 20 años Phiri fue el que más días estuvo en el cargo con 1752 días. Sus últimas experiencias en los banquillos africanos fueron en Botswana; en el Mochudi Centre Chiefs y en el Jwaneng Galaxy.

Hoy el apellido Phiri sigue presente en el seleccionado en la figura de Gerald Phiri, aunque no tienen ningún parentesco. El mediocampista ofensivo de 27 años juega actualmente en el Baroka FC (Sudáfrica) y tiene 19 partidos con 5 goles con la camiseta de Malawi. Mientras tanto, los goles y la figura de Kinnah Phiri siempre serán bien recordados. 

Fuentes: RSSSF, Four Four Two, Africa NewsTwitter

Entregas Anteriores
1-Angola: El goleador Chico Gordo
2-Argelia: MC Alger Champions 1976
3-Benín: Vitalor Ligue 1
4-Botswana: Los estadios
5-Burkina Faso: Las Juveniles
6-Burundí: El presidente
7-Cabo Verde: La Copa Amílcar Cabral
8-Camerún: Oro olímpico en Sydney 2000 por Juan Pablo Gatti
9-Chad: La extrañeza de gritar campeón
10-Comores: La ilusión de Bachirou
11-Costa de Marfil: Fútbol y guerra civil
12-Egipto: Míster Hassan Shehata
13-Eritrea: Fútbol en las sombras por Juan Zavala
14-Etiopía: La reina del fútbol etíope
15-Gabón: En el nombre del padre por Juan Manuel D'Angelo
16-Gambia: El árbitro Gassama
17-Ghana: La pasión de Abbey
18-Guinea: Los años dorados del Hafia
19-Guinea Bissau: ¿de referente a presidente?
20-Guinea Ecuatorial: El Mariscal Gomes
21-Kenia: Un clásico tribal por Nahuel Lanzón
22-Lesotho: Conexión sudafricana del Bantu FC
23-Liberia: Fútbol de amputados 
24-Libia: Un arquero charrúa para los Gadaffi
25-Madagascar: Una goleada histórica

domingo, 19 de julio de 2020

Cuestión de Familia: Julio 2020

Seguimos repasando parentescos dentro del fútbol africano y nos encontramos con los hermanos Hadji (Marruecos) y los Youssef (Egipto) más los cameruneses Bahoken (padre e hijo).
Los Hadji (Marruecos)
Fue en el sur del territorio marroquí que en 1971 nació Mustapha Hadji, uno de los mejores jugadores en la más reciente historia de los Leones del Atlas. Con 10 años y junto a su familia Mustapha emigró rumbo a Francia. Allí este extremo o mediocampista ofensivo empezó a destacar en el Nancy -entre 1991 y 1996-. Luego pasaría al Sporting Lisboa hasta recalar en el Deportivo La Coruña. Jugó los Mundiales de 1994 y 1998 y en este último marcó un golazo en el debut ante Noruega. Ese mismo año fue elegido por la CAF como el mejor jugador del continente africano. De España partió al fútbol inglés (Coventry y Aston Villa) para terminar retirándose en 2010 en el CS Fola Esch de Luxemburgo. Jugó la Copa Africana de Naciones (CAN) en 1998 y 2000.

Su hermano Youssouf nació nueve años después y fue un destacado jugador del Nancy (con tres períodos en los que jugó 377 partidos y convirtió 91 goles). También jugó en otros clubes franceses (Bastia y Rennes) más pasos por Al Arabi de Qatar y Elazığspor de Turquía. Aunque no fue tan destacado como su hermano estuvo presente en las CAN 2004, 2006, 2008 y 2012.

Samir, hijo de Mustapha y por lo tanto sobrino de Youssouf, nació en Francia en 1989 y juega actualmente en el Royal Excelsior Virton de Bélgica. 

Los Bahoken (Camerún)
Paul Bahoken fue un potente delantero de los Leones Indomables que en 1982 fue parte del plantel que disputó el primer Mundial de su país en España. Ya para ese entonces, el nacido en 1955 en Doualá, jugaba en el fútbol francés. Allí jugó en Reims B, Troyes, Cannes y Valenciennes. El surgido en el Tonnerre de Yaoundé jugó también en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 84, retirándose dos años después en el ascenso de Francia.
En 1992 nació su hijo Stephane justamente en Francia y llegó a jugar algunos partidos en la Sub 20 de Les Bleus cuando empezó a destacar en el Nice. Tras un préstamo en el Mirren escocés retornó para desempeñarse en el Estrasburgo, donde fue pieza importante para el ascenso desde el Championnat National (tercera división) hasta la Ligue 1. En 2018 llegó al Angers y ese mismo año debutó por Camerún en un amistoso ante Kuwait, ingresando por Bassogog. Con Clarence Seedorf se fue ganando un lugar y en septiembre convirtió su primer gol en el 1-1 visitando a Comores por las Eliminatorias para la CAN. En Egipto 2019, fue uno de los puntos altos pero sus dos goles (en el 2-0 sobre Guinea Bissau y en la derrota 2-3 con Nigeria) no alcanzaron para avanzar más allá de octavos de final.

Los Youssef (Egipto)
Cerramos está entrega con tres hermanos egipcios. Ibrahim Youssef fue el primero en nacer, el 1 de enero de 1959, para en sus años iniciales de carrera destacarse en el Zamalek. En la década del ochenta ganó la liga 1983, 1984 y 1988 y la Champions Africana en 1984 y 1986 siendo uno de los mejores defensores de su país y de África. Jugó la CAN 1976 y 1984 -elegido en el equipo ideal- y los Juegos Olímpicos de 1984. En 1984 y 1985 quedó segundo y tercero, respectivamente, en el premio que France Football entrega al mejor futbolista africano. Falleció en 2013 a causa de un ataque cardíaco.

En 1960 llegó el segundo: Sayed. Sus casi dos metros lo llevaron a seguir los pasos de Ibrahim como defensor aunque no tuvo tanto éxito. Jugó en el Al Wakrah qatarí y en el Tersana, llegando a vestir la camiseta del seleccionado en seis ocasiones.

Ismail es el más pequeño -nacido en 1964- y desarrolló toda su carrera en el Zamalek. Debutó en 1984 por lo que compartió plantel y títulos con su hermano. En agosto de 1987 debutó con los Faraones y jugó los tres partidos en el Mundial de Italia 90. En 1993 y 1996 ganó la Champions por duplicado. A nivel CAN jugó las ediciones de 1988, 1992 y 1996. Ya retirado, en 2012 tuvo un breve interinato como entrenador de Zamalek.   

martes, 14 de julio de 2020

Un país, una historia: Madagascar

En el último tiempo, el fútbol de Madagascar dio mucho que hablar. En mi reciente libro "Fútbol Africano: crónicas, historias e investigación" le dedico un apartado en el capítulo 5 titulado Histórica aparición de los Bareas en la CAN. Y es que en Egipto 2019 el seleccionado malgache, dirigido por el francés Nicolas Dupuis, estuvo por primera vez en el máximo evento del continente y escaló hasta los cuartos de final. Sin embargo, años antes hubo un resultado entre dos clubes de este país que llamó la atención del mundo entero. 
La Federación Malgache de Fútbol (FMF) se organizó en 1947, un año después de que el país recibiera el status de territorio ultramarino francés. Y al poco tiempo, junto a Islas Mauricio e Islas Reunión, empezaron a disputar el triangular del Océano Índico. De los trece campeonatos jugados hasta 1963, Madagascar solamente pudo festejar en tres, siendo Mauricio el amplio dominador con ocho títulos. Tampoco tuvo suerte el seleccionado malgache en la COSAFA Cup, certamen organizado por el Council of Southern Africa Football Associations, en la que sus mejores resultados fueron el tercer puesto en 2015 y el cuarto puesto en 2008 y 2018. 

En 2002, hubo una noticia que llamó mucho la atención y que hizo que el fútbol de Madagascar ingrese al Libro Guinness de los Récords. Y es que hubo un partido de la liga local con 149 goles: 1,6 por minuto o uno cada 36 segundos. El AS Adema le ganó 149 a 0 al Stade Olympique L’Emyrne (SOE). Claro que el resultado es por demás extraño, pero tiene una explicación: en protesta contra los arbitrajes y la federación nacional, los jugadores del SOE decidieron anotarse la mayor cantidad de goles en contra posibles en los 90 minutos reglamentarios.

Muchos relacionan a Madagascar con la película, tras el gran éxito que en 2005 tuvo el film animado de Dreamworks Animation en el que algunos animales de un zoológico de los Estados Unidos recalan en plena naturaleza isleña. Pero tres años antes había tenido lugar el 149 a 0. Al poner este resultado en los buscadores de internet rápidamente aparecen títulos como "La mayor goleada de la historia", "El equipo que se marcó 149 goles en propia meta" o "El día que un equipo perdió ¡149 a 0!", entre otros.

Ratsimandresy Ratsarazka era el técnico del SOE -campeón 2001- pero comenzó a disgustarse en la fase final de la THB Champions League -denominación en ese entonces de la liga malgache- del año siguiente. En la anteúltima fecha contra el Domoina Soavina Atsimondrano (DSA), un discutido penal que el árbitro Razafintsalama cobró sobre el final posibilitó el 2-2 definitivo del DSA que daba por terminadas las chances del bicampeonato del SOE y lo sucedía el AS Adema.

El 31 de octubre de 2002 -otra vez con arbitraje de Razafintsalama- se midieron el SOE y el AS Adema. El técnico Ratsarazka ya venía con el antecedente fresco del 2-2 de pocos días antes y, ya sin chances de quedarse con el título, buscó una curiosa forma de protestar.  Bastó solamente una primera acción dudosa por parte del árbitro para encender al técnico del SOE. "Reunió a todos sus jugadores y con pocas pero contundentes palabras logró convencerles de que debían empezar a encajar goles en propia puerta sin parar y a un ritmo milagroso", cuenta Alena Arregui en Panenka. "El recién coronado campeón de Madagascar, AS Adema, apabulló con un insólito marcador de 149-0 a un equipo que anotó deliberadamente goles contra su propio arco, en protesta contra una decisión del árbitro (...) El informe no señaló cuál fue la decisión del árbitro que originó la protesta, pero incluyó declaraciones de espectadores que dijeron: tras el enfrentamiento entre el árbitro y el técnico, los jugadores del SOE anotaron repetidamente goles en su propio arco, hasta concluir el partido con el marcador 149-0. Los jugadores del Adema sólo atinaron a quedarse quietos, observando anonadados cómo sus rivales se daban la paliza, según los testimonios", informó Reuters en un cable de aquellos días. 

A medida que el tanteador iba subiendo, y al darse cuenta de lo que ocurría, los hinchas empezaron a acercarse a las boleterías del estadio reclamando la devolución del dinero de sus entradas. A su vez, el técnico del campeón Rhino Randriamanjaka vio como su intento de hacer entrar en razón a su colega y a sus rivales era en vano.

La protesta tuvo repercusión en gran cantidad de medios deportivos internacionales pero también le trajo inconvenientes al técnico goleado. La Federación Malgache lo suspendió por tres años y por el mismo período le prohibió asistir a los estadios del país. El arquero Mamisoa Razafindrakoto, el capitán Manitranirina Andrianiaina y sus compañeros Nicolas Rakotoarimanana y Dominique Rakotonandrasana recibieron la misma sanción pero solo hasta el final de esa temporada.

Esa goleada, aún con esta historia detrás, sirvió para romper además un antiguo récord vigente por 117 años ya que superó el 36-0 del Arbroath Football Club al Aberdeen Bon Accord, en septiembre de 1885 por la Copa de Escocia.

Al parecer el enojo del técnico y los jugadores del SOE no habría estado tan equivocado, ya que poco después del 149 a 0 el ministro de deportes de Madagascar llevó a cabo la destitución de todos los miembros de la Federación futbolística del país por sospechas de corrupción arbitral. 

Fuentes: Panenka, La Red 21, The Guardian y La Vanguardia.
 
Entregas Anteriores
1-Angola: El goleador Chico Gordo
2-Argelia: MC Alger Champions 1976
3-Benín: Vitalor Ligue 1
4-Botswana: Los estadios
5-Burkina Faso: Las Juveniles
6-Burundí: El presidente
7-Cabo Verde: La Copa Amílcar Cabral
8-Camerún: Oro olímpico en Sydney 2000 por Juan Pablo Gatti
9-Chad: La extrañeza de gritar campeón
10-Comores: La ilusión de Bachirou
11-Costa de Marfil: Fútbol y guerra civil
12-Egipto: Míster Hassan Shehata
13-Eritrea: Fútbol en las sombras por Juan Zavala
14-Etiopía: La reina del fútbol etíope
15-Gabón: En el nombre del padre por Juan Manuel D'Angelo
16-Gambia: El árbitro Gassama
17-Ghana: La pasión de Abbey
18-Guinea: Los años dorados del Hafia
19-Guinea Bissau: ¿de referente a presidente?
20-Guinea Ecuatorial: El Mariscal Gomes
21-Kenia: Un clásico tribal por Nahuel Lanzón
22-Lesotho: Conexión sudafricana del Bantu FC
23-Liberia: Fútbol de amputados 
24-Libia: Un arquero charrúa para los Gadaffi

domingo, 12 de julio de 2020

Chad y Kipsta, un interesante vínculo

Entre el 6 y el 9 de julio, un grupo de jugadores de Chad al mando del seleccionador Emmanuel Tregoat, llevó a cabo un stage de entrenamiento en Francia, más precisamente en las instalaciones deportivas de Kipsta, el Kipstadium ubicado en Roubaix -cerca de la frontera con Bélgica-. El francés Tregoat contó con la colaboración del ex jugador Kévin Nicaise y de Maxime Agueh (ex internacional beninés) como entrenador de arqueros. 26 jugadores que militan en Europa, sobre todo en clubes de Francia, Bélgica y Luxemburgo, fueron evaluados por el cuerpo técnico para los compromisos futuros, aún sin fechas definidas a raíz de la situación generada por el COVID-19.
Chad perdió sus dos compromisos del Grupo A rumbo a la próxima Copa Africana de Naciones (CAN), que se pospuso para 2022, y en las fechas 3 y 4 tendrá un doble enfrentamiento ante Guinea. Sin embargo, la delegación liderada por Tregoat no estuvo solo para entrenar sino también para opinar y discutir sobre las futuras equipaciones, a cargo de Kipsta. Esta marca pertenece al grupo Decathlon, que es una empresa minorista francesa de deportes y ocio, creada en 1976 por Michel Leclercq.  

Los jugadores y colaboradores chadianos recibieron indumentaria Kipsta y también se utilizaron balones de la marca en los entrenamientos. Además de esto, algunos representantes del cuerpo técnico y varios jugadores manifestaron sus opiniones en relación a la equipación de juego en la que están trabajando los diseñadores de la marca, que pronto podría sumar a Comores, Madagascar y RD Congo entre sus clientes.  
"Planificamos este stage desde el momento en que supimos que se podría volver a entrenar y también a viajar. Nos encontramos con instalaciones de calidad y pudimos conocer más de nuestra asociación con Kipsta. Es una marca que tiene muy buenos productos. Fabrican equipos de muy buena gama y no tienen nada que envidiar a otros fabricantes de equipos", fue al análisis del entrenador Tregoat sobre la experiencia.

"Esta es una gran oportunidad que se nos presenta al poder vestir por primera vez en la historia de Kipsta a un seleccionado nacional (...) Organizamos reuniones con el cuerpo técnico y los jugadores para que nuestros diseñadores presentaran sus diferentes diseños hasta seleccionar los modelos que desarrollaremos exclusivamente para la selección de Chad (...) Es una gran fuente de satisfacción y emoción para nosotros. Y esto es solo el comienzo de la historia", cerró Gregory en representación de la marca en el clip oficial del anuncio.

Con respecto a los partidos a futuro, Tregoat -en 2014 salió campeón con Chad de la CEMAC Cup-anunció que ya habría acuerdo para disputar un amistoso ante Sudán. “El 15 de julio haríamos un stage similar con los jugadores locales en Chad y para septiembre posiblemente podríamos jugar ante los sudaneses. Ya nos pusimos de acuerdo con su entrenador Hubert Velud y quedamos a la espera de poder definir una fecha", cierra el entrenador francés de Chad.

Fuentes: Tchad Infos, La VDN, France Football y Kipsta

jueves, 9 de julio de 2020

El Shazly, el gol que no se olvida

[ESPECIAL para The Line Breaker] Cuando uno mira y analiza los máximos goleadores en la historia de la Copa Africana de Naciones (CAN) no es extraño ver jugadores como el camerunés Samuel Eto’o (18 tantos), el nigeriano Rashidi Yekini (13) o el marfileño Didier Drogba (11). También aparecen el camerunés M’Boma y el egipcio Hossam Hassan (11), pero antes que ellos hay dos nombres no tan conocidos para el común de los futboleros: el marfileño Laurent Pokou (14) y el egipcio Hassan El Shazly (12). Justamente sobre la historia de este último conoceremos un poco más…
Hassan jugó para los Faraones entre 1961 y 1975 y estuvo presente en la CAN de 1963, 1970 y 1974. Sin embargo, y a pesar de sus goles, nunca pudo consagrarse como campeón del torneo más importante de las selecciones del continente. Egipto fue campeón en las dos ediciones inaugurales (1957-1959) y recién en 1986 -como local- pudo volver a quedarse con el título. En ese período intermedio se dieron los goles de El Shazly.

Fue un gran goleador -afirma el periodista Amr Nageeb Fahmy- que guió a Tersana al título liguero de 1963, el único en la historia de su club. Formó una pareja de ataque devastadora junto a Mostafa Reyad. De los jugadores más actuales se lo podría comparar con el holandés Marco Van Basten o con el argentino Batistuta“.

Si tenemos en cuenta que el Al Ahly y el Zamalek son los dos gigantes de Egipto, es difícil hacerse un nombre por fuera de ellos. Sin embargo, El Shazly lo hizo. Con catorce años se decantó por el Tersana, también conocido como Arsenal y apodados los Hammers, y en 1963 –ya con 20 y establecido en el primer equipo- fue el líder del único título liguero de su club. En dicha temporada, el Tersana quedó igualado en el Grupo B con Zamalek e Ismaily, todos con 34 unidades. Como solo había dos lugares en la fase final, en donde esperaban Al Ahly y Qanah como los mejores de la zona A, se disputó un triangular y el Tersana clasificó como segundo luego de perder con el Zamalek. En el grupo final, el Tersana fue el mejor y se consagró campeón con 32 goles de El Shazly.

Con la dupla El Shazly-Reyad, el Tersana fue el primero que empezó a cuestionar la supremacía del Al Ahly y el Zamalek. Fue el tercer club en quedarse con la liga egipcia tras once de Al Ahly y una de Zamalek. Luego del título en esa temporada 1962-63, seguiría la sequía más importante en la historia del Al Ahly. Hubo bicampeonato del Zamalek (64 y 65) y el primer título para El-Olympi (66), Ismaily (67) y Ghazl El Mehalla (73). Hay que tener en cuenta que entre 1967 y 1972 no hubo actividad en el país por la Guerra de los Seis Días y la Guerra de Desgaste, que tuvo a Egipto enfrentado con Israel.
En todo ese tiempo, el Tersana no pudo volver a ser campeón pero siempre estuvo en la pelea, y fue en gran parte gracias a los goles de El Shazly. El equipo volvió a ser subcampeón en 1964 y 1975 –también ganó la Copa en 1965 y 1967- y su hombre gol fue el máximo artillero en 1965 (23 goles), 1966 (16) y 1975 (34). “Era famoso por sus disparos desde fuera del área. Podía llegar a marcar desde lugares insospechados. En el torneo 1974-75 marcó 34 goles en la liga egipcia, un récord jamás igualado. Es también el máximo goleador de la liga de todos los tiempos”, agrega su compatriota Amr Nageeb Fahmy, de Bein Sports. “Con 173 goles a su nombre, su récord parece estar fuera de alcance. El Shazly anotó en dos ocasiones cuatro goles en un partido y también tiene 10 hattricks en su haber, algo que ningún otro jugador logró”, sostiene Adel Koraiem.

Gracias a sus goles, pronto Hassan El Shazly se volvió titular indiscutido en el seleccionado de Egipto. Su primer gran torneo fue la CAN de 1963. En Ghana los Faraones buscaban su tercer título tras el bicampeonato 57-59 y el subcampeonato en 1962. El goleador del Tersana fue la gran figura de su equipo pero sus goles solo alcanzaron para quedarse con el tercer puesto. Hizo tres en el debut (6-3 sobre Nigeria) y uno ante Sudán (2-2) pero quedaron segundos en el Grupo B y se perdieron la final. En el encuentro por el tercer puesto convirtió por duplicado en el 3-0 sobre Etiopía para, con seis conquistas, ser el goleador de la edición. Así continuó con la tradición egipcia de producir goleadores de CAN, como Mohamed Al Diba (5) en 1957, Mahmoud El Gohary (3) en 1959 y Badawi Abdel Fattah (3) en 1962.

En el camino eliminatorio para Túnez 1965, Egipto se retiró por inconvenientes diplomáticos con el país anfitrión; en tanto que para la edición siguiente (Etiopía 1968) los Faraones otra vez tuvieron que dar un paso al costado, ahora por la Guerra de los Seis Días.

Ante todo esto, la CAN tuvo que esperar dos ediciones y siete años para volver a tener los goles de El Shazly. En Sudán 1970, el goleador convirtió de penal en el debut triunfal ante Guinea (4-1) y volvió a festejar en la semifinal ante el local pero los sudaneses terminaron por imponerse 2-1 en el suplementario. En el encuentro por el tercer puesto, con tres goles suyos, los Faraones se impusieron 3-1 a Costa de Marfil, que descontó por intermedio de Pokou –goleador con 8-. Con los cinco de esa edición, El Shazly estiró la cuenta hasta 11. Pero habría más…

Para Camerún 72, Egipto superó a Libia en primera ronda de las clasificatorias pero en la siguiente instancia cayó ante Marruecos por un 6-3 global (doblete de El Shazly en la revancha). Por lo tanto, la espera se estiró hasta la edición siguiente, en 1974 como anfitrión, para ver la última actuación del gran goleador egipcio en una CAN.

Con el alemán Dettmar Cramer en el banquillo, El Shazly empezó a perder terreno y no jugó en los triunfos iniciales del Grupo A ante Uganda y Zambia. Con el equipo ya clasificado a semifinales, el Shazly fue desde el arranque ante Costa de Marfil y abrió la cuenta en el 2-0 sobre Costa de Marfil. En semis los Faraones cayeron ante Zaire, que sería el campeón, y culminaron terceros al golear 4-0 a Congo pero sin festejos de El Shazly, que así se despidió de la CAN con 12 goles en tres ediciones para quedar por siempre entre los grandes artilleros de la competición. En 1975 jugó sus últimos partidos con el seleccionado y tres años después puso fin a su carrera en el Tersana, único club en el que jugó.

Mientras su club nunca más volvió a los primeros planos de la liga doméstica –desde 2009 está en la segunda división-, a nivel selecciones los Faraones fueron campeones en 1986, 1998 y tricampeones 2006-2008-2010 siendo con siete CAN los amplios dominadores del fútbol africano de selecciones. En este último tricampeonato, dos hombres relacionados con El Shazly fueron claves: el entrenador Hassan Shehata y el mediocampista y referente Mohamed Aboutrika. El primero fue su compañero en la CAN de 1974, mientras que a Aboutrika fue el primero en darle la chance en Primera en el Tersana antes de su venta a Al Ahly para transformarse en una gloria de su país.

Fuera de la cancha y después de retirarse, El Shazly llegó a vender su automóvil para aportar su dinero en tiempo de crisis del Tersana, club al que también dirigió en varias temporadas sin demasiado éxito. Actualmente, el estadio de Tersana en Guiza -la zona de las Pirámides- lleva su nombre.

En 2015, a los 71 años, Hassan El Shazly falleció, pero sus goles no se olvidan. Ocupando claramente un lugar entre los máximos goleadores de su país, aunque nunca pudo ganar la CAN, Hassan se puede sentar en la misma mesa que otras glorias egipcias como El Gohary, Hossam y Ahmed Hassan, Aboutrika, Shehata y Mohamed Salah, todos nombres que enaltecen la historia del fútbol de su país.

Fuentes: Ahram, Egypt Today, RSSF, AS Arabia.
Imágenes: Gentileza Ahmed Mostafa

miércoles, 8 de julio de 2020

Un país, una historia: Libia

No son raros los casos de jugadores nacidos en Europa que juegan o jugaron para algún seleccionado africano. Frederic Kanouté, Pierre Aubameyang o Mehdi Benatia -todos nacidos en Francia- jugando para Malí, Gabón y Marruecos, respectivamente, son solamente tres casos de un amplio universo. Sin embargo, en la entrega de hoy no encontramos con un arquero nacido en Uruguay que defendió el arco de Libia. Estamos hablando de Luis de Agustini...
"Yo estaba en el 2002, en Liverpool de mi país. Un empresario uruguayo me contactó con un chileno, que justo estaba en Libia llevando a un jugador de Olimpia, Juan Carlos Franco. En ese momento estaban precisando un arquero porque el que estaba se había casado y se tomaba 2 meses de licencia. El suplente se había lastimado y tenía para un tiempo. Me llamaron, me fui para allá y estuve jugando. Me gustó para ir porque era la primera vez que iba a salir del país y podía hacer una pequeña diferencia económica", contó de Agustini sobre el primer contacto con el fútbol libio.

Nacido el 5 de abril de 1974 en Sauce, de Agustini dio sus primeros pasos futbolísticos en el primer equipo de Peñarol pero siempre detrás de Oscar Ferro y Claudio Flores pasó a Liverpool para sumar minutos y partidos. En 2002 logró el ascenso con su nuevo equipo hasta que le llegó la chance de emigrar a Libia.

El arquero llegó con el único deseo de jugar. "Pero lo que jamás imaginó fue que terminaría jugando en el equipo del clan Gadaffi", afirma Jorge Señorans en el libro "Son cosas del fútbol". Al Saadi, uno de los hijos del presidente Muamar, era la principal "figura" y capitán del equipo, al mismo tiempo que su hermano Muhammad era el dueño de la entidad. En esa primera temporada, Al Ittihad se quedó con la liga doméstica y con la Supercopa libia. El arquero uruguayo pegó buena onda con Al Saadi. "Si entrenábamos a las cinco me invitaba a ir media hora antes para pasarle la pelota. Le gustaba cómo sacaba yo con el pie y me pedía que se la pusiera en el pecho. Le gustaba perfeccionarse", contaría años después.

Con todas las comodidades, de Agustini vivía en la capital Trípoli -en una zona llamada Regata- en una comunidad privada frente al mar Mediterráneo. Al Saadi hacía lo que quería, tenía un león como mascota, le armaba el equipo al técnico italiano Giussepe Dossena y decidía cuándo jugar y cuándo salir si quería que lo reemplacen. En 2003 se encaprichó con jugar un amistoso ante el Barcelona de España y pagó 300.000 euros para visitar el Camp Nou. Los catalanes se impusieron claramente por 5-0 (goles de Gerard (3), Sergio y Motta) pero de Agustini disfrutó a full la experiencia y terminó cambiando camiseta con el argentino Javier Saviola.

El buen rendimiento de Luis en su club generó que empezaran a tantearlo para representar al seleccionado libio. Saadi le preguntó si se quería nacionalizar y como la respuesta del arquero fue positiva todo quedó en manos del hijo del presidente. A los pocos días, Libia tenía un partido de visitante ante Botswana.

-Mañana viajás-, le avisó Al Saadi.
-Pero necesito el pasaporte-, le respondió sorprendido Luis.
-Acá está-, le dijeron y se lo entregaron.
El 20 de enero de 2006, en el Cairo International Stadium, Luis de Agustini -con el número 12 en su espalda- defendía el arco libio en el debut de los Caballeros del Mediterráneo en su segunda participación en una Copa Africana de Naciones (CAN). La anterior vez había sido en 1982, cuando fueron subcampeones como locales. El entrenador de esa experiencia fue el croata Ilija Loncarevic quien le dio la confianza para el duelo inaugural del certamen ante el anfitrión. Los Faraones dominaron en el inicio y antes de los 20 minutos se adelantaron con un cabezazo de Mido. Minutos después, un exquisito tiro libre de Aboutrika dejó inmóvil a de Agustini y dejó el partido 2-0.

En los primeros minutos de la segunda parte, el arquero de Libia fue amonestado por una protesta contra el árbitro burkinés Lassina Paré y a los 75 fue expulsado luego de una salida en falso que lo llevó a cometerle penal a Amr Zaki. Muftah Ghzalla detuvo el penal que tiró Mido, pero en el rebote el capitán Ahmed Hassan decretó el 3-0 para Egipto que al final del torneo sería el campeón ante su gente.

En la segunda fecha de Agustini no pudo estar por la suspensión -jugó en su lugar Meftah Ghazalla- y el equipo volvió a caer, esta vez 2-1 con Costa de Marfil. En el cierre del Grupo volvió a la titularidad y mantuvo el cero ante Marruecos en un empate sin goles disputado en otra de las sedes de la capital: Cairo Military Academy Stadium. Allí enfrentó a jugadores como Naybet, Kharja, Youssef Hadji y Chamakh, entre otros, y tuvo varias buenas intervenciones. Libia quedó último en la zona y se despidió con solamente un punto.
Luis de Agustini estuvo dos años más en Libia y en ese período ganó cuatro títulos domésticos más con Ittihad (dos Ligas, una Copa y una Supercopa) siendo el arquero menos vencido en la liga 2006-2007. Tras la CAN volvió a jugar dos partidos más (ambos en Túnez en el marco de la LG Cup de mediados de 2006) defendiendo el arco libio: caída 2-1 ante su país de nacimiento (goles de Vigneri y Abreu) y empate 1-1 ante Bielorrusia -luego triunfo por penales-. En 2008 llegó el final de la estadía en Libia y el arquero uruguayo volvió a su país. En el cierre de su carrera jugó en Liverpool, Deportes Concepción (Chile) y Plaza Colonia.

"Me quedaba un año de contrato, pero mi hijo tenía que estudiar. Entonces yo decidí volver. Eran dos días para viajar y dos días para venir. Me tomaba más o menos una semana viajar, y eso para un jugador de fútbol es mucho. Ellos entendieron que me volviera", contó sobre su vuelta desde Libia, donde nació una de sus hijas luego nacionalizada uruguaya.

"Libia es un país que me dio mucho, me regaló jugar en la selección. Me dio la oportunidad de que la gente me quiera y siempre voy a estar agradecido. Quedé fascinado con Libia.  Todos los Gadaffi eran tipos muy sencillos", cierra el uruguayo que defendió el arco en una CAN de los Caballeros del Mediterráneo.

Fuentes: El Observador, VAVEL UruguayEl Mundo, AUF y "Son cosas del fútbol", de Jorge Señorans.

Entregas Anteriores
1-Angola: El goleador Chico Gordo
2-Argelia: MC Alger Champions 1976
3-Benín: Vitalor Ligue 1
4-Botswana: Los estadios
5-Burkina Faso: Las Juveniles
6-Burundí: El presidente
7-Cabo Verde: La Copa Amílcar Cabral
8-Camerún: Oro olímpico en Sydney 2000 por Juan Pablo Gatti
9-Chad: La extrañeza de gritar campeón
10-Comores: La ilusión de Bachirou
11-Costa de Marfil: Fútbol y guerra civil
12-Egipto: Míster Hassan Shehata
13-Eritrea: Fútbol en las sombras por Juan Zavala
14-Etiopía: La reina del fútbol etíope
15-Gabón: En el nombre del padre por Juan Manuel D'Angelo
16-Gambia: El árbitro Gassama
17-Ghana: La pasión de Abbey
18-Guinea: Los años dorados del Hafia
19-Guinea Bissau: ¿de referente a presidente?
20-Guinea Ecuatorial: El Mariscal Gomes
21-Kenia: Un clásico tribal
22-Lesotho: Conexión sudafricana del Bantu FC
23-Liberia: Fútbol de amputados