No hace mucho el Esperance tunecino se consagró campeón de la Champions 2018 al vencer en la final al Al Ahly (Egipto). Y como la próxima edición tiene que terminar antes del inicio de la CAN 2019 -junio-julio del año que viene-, el máximo certamen de clubes de África adelantó su inicio y tras la ronda preliminar y la primera ronda quedaron definidos los 16 equipos de la fase de grupos.
Este viernes, se realizó en El Cairo (Egipto) el sorteo de la fase de grupos con el local Mejdi Abdelghani -mediocampista de los Faraones en Italia 90- como encargado de ir sacando las bolillas con los equipos.
A partir de los resultados en las competiciones de clubes en los últimos cinco años, el primer copón estuvo conformado por el campeón defensor Esperance (Túnez), el Wydad Casablanca (Marruecos), el TP Mazembe (RD Congo) y el Al Ahly (Egipto).
El Wydad, campeón 2017, lidera el Grupo A acompañado de dos antiguos campeones que llegan desde la ronda preliminar como Mamelodi Sundowns (2016) de Sudáfrica y el ASEC Mimosas marfileño (1998). Los sudafricanos dejaron en el camino a Leones Vegetarianos (Guinea Ecuatorial) y Al Ahli (Libia) mientras que el campeón de Costa de Marfil superó al Mangasport (Gabón) y Stade Malien (Malí). Completa la zona el Lobi Stars nigeriano que está disputando por su segunda vez el certamen. En la anterior, en el año 2000, también había llegado a la fase de grupos.
La zona B tiene al Esperance como principal candidato, mientras que Orlando Pirates (Sudáfrica) campeón en 1995 y el Horoya guineano -cuartofinalista en la última edición- buscarán hacerle fuerza. El último integrante de esta zona es el FC Platinum (Zimbabwe) que está teniendo su tercera aparición en Champions, siendo esta la mejor al llegar hasta la fase de grupos.
El TP Mazembe congoleño, campeón por última vez en 2015, comparte la zona C con otros antiguos campeones que llegaron desde la ronda preliminar: Ismaïly de Egipto (1969) y Club Africain de Túnez (1991). El CS Constantine, campeón de Argelia, venció al Vipers ugandés para escalar hasta esta instancia en su primera participación. TP Mazembe e Ismaily podrán reeditar la final de 1969, cuando el elenco egipcio se quedó con su único título continental imposibilitando el tricampeonato de los todopoderosos.
Cerrando con el Grupo D, aparece el máximo ganador de la competición, Al Ahly de Egipto con 8, que querrá cortar con la racha tras dos finales perdidas en 2017 y 2018. AS Vita Club (RD Congo) se perfila como su principal oponente aunque Simba (Tanzania) y JS Saoura (Argelia), en su debut en Champions, irán por la sorpresa.
Entre el 11 de enero y el 17 de marzo se disputará la fase de grupos siendo los dos primeros de cada zona los clasificados a los cuartos de final, en este nuevo formato de juego que se implementó en la edición 2017.
La Copa Africana para menores de 17 años se disputará en Tanzania del 14 al 28 de abril de 2019, y tras una ceremonia realizada en el Mlimani City Conference Centre de Dar es Salaam se conoció la conformación de las zonas para la edición número 18 del certamen.
Los locales, que tendrán su segunda participación luego del debut en Gabón 2017, compartirán el Grupo A con Nigeria -más experimentado en la categoría con 9 participaciones y dos títulos-, Angola -cuatro apariciones- y el debutante Uganda.
La zona B, por su parte, tiene a Camerún -campeón 2003- y Guinea -presente en siete ocasiones y tercero en la última edición- como principales candidatos aunque Senegal y Marruecos buscarán hacerse un lugar en sus segundas participaciones en una categoría no muy común para ellos.
Los dos primeros de cada zona clasificarán a las semifinales y se asegurarán sus lugares para el Mundial de la categoría que se desarrollará en Perú del 5 al 27 de octubre. A nivel Mundial, el continente africano tiene en Nigeria al máximo campeón con cinco títulos obtenidos en 1985, 1993, 2007, 2013, 2015. Mientras que Ghana fue campeón en Italia 1991 y Ecuador 1995.
[Por Diego Martín Yamus] El gran TP Mazembe congoleño había puesto a África en lo más alto del Mundial de Clubes, la competencia más grande de la especialidad, al ser segundo del poderoso Inter italiano en 2010 y habiendo eliminado al Internacional brasileño. Parecía poco probable que una hazaña semejante se repitiera en el corto plazo. No sólo se repitió, tres años después, sino que fue aún más inmensa. Fue aquel 2013 el Raja Casablanca de Marruecos, nuevo organizador del torneo, que desde su propia liga llegó como un viento fuerte hasta la finalísima.
Fundado un 20 de marzo de 1949 por nacionalistas marroquíes opuestos a la ocupación francesa de mitad de siglo, el Raja, uno de los grandes del país y del Norte africano, conoció la felicidad recién en los años 80 y 90, cuando empezó a ganar la Botola, la Primera División local, y obtuvo tres Copas (hoy Liga) de Campeones de la CAF en 1989, 1997 y 1999, además de varias Copas del Trono, la competición doméstica de ese tipo. Así tuvo su primer Mundial de Clubes, en 2000, justo en la edición no oficial que entonces la FIFA había creado como una prueba para reemplazar la vieja y gloriosa Intercontinental. Ese enero en las ciudades brasileñas de Sao Paulo y Río de Janeiro integró el Grupo A pero cayó en sus tres encuentros contra el Corinthians local (luego campeón), Al Nasr de Arabia Saudita y el Real Madrid.
Ya oficializado el Mundial, se venía disputando en Japón hasta que la FIFA decidió cambiar de sede y llevarlo primero a Emiratos Arabes Unidos y más tarde a Marruecos, con el agregado de que el vencedor de liga del país anfitrión participaría. El 25 de mayo de 2013, el Raja se coronó campeón marroquí al derrotar 2-1 al Difaa El Jadida y sacar ventaja inapelable al FAR Rabat, a quien le llevó el campeonato por cuatro puntos. El equipo, entonces dirigido por Mhamed Fakhir, se ganaba el derecho al Mundial en diciembre, siendo además el que lo abriera desde la repesca. Sin embargo, a poco del comienzo las cosas se le complicaron. Un mal arranque en la nueva temporada liguera y la caída en la Copa del Trono ante, justamente, el Difaa, hizo que Fakhir fuera cesado y reemplazado por el experimentado tunecino Faouzi Benzarti, que tomó al plantel sólo tres días antes del debut.
En su tierra, ante su ruidosa gente, el verdiblanco debía hacer en esas condiciones un papel decoroso ante las potencias continentales. Todo parecía muy normal cuando el 11 de diciembre inauguró el Mundial en el Grand Stade de Agadir, con una victoria sobre el Auckland City de Nueva Zelanda 2 a 1, aunque fue agónica y esforzada. Mohsine Iajour, su mejor valor, abrió a los 39 minutos, pero el fijiano Krishna igualó a los 63. Cuando el partido iba a la prórroga, apareció el mediocampista Hafidi en el 90 +2 para dar el 2-1 y el pase a los cuartos de final. Que también fueron angustiantes para los locales, cuando el 14 otra vez en Agadir debieron ir al alargue para vencer 2-1 al Monterrey de México. Chtibi puso en ventaja a las Águilas Verdes a los 24 minutos, pero el argentino José María Basanta empató a los 53. Fue el togolés Kouko Guehi quien en el 95 dio al Raja el inesperado y festejado lugar en las semifinales. De la repesca a los cuatro mejores del mundo. Hasta allí, todo estaba dentro de los cálculos previos.
El 18, ahora en el Grand Stade pero de Marrakech, tocaba el Atlético Mineiro, campeón de la Copa Libertadores de América y con el enorme plus de tener al crack Ronaldinho en su once. Sin embargo, el monarca marroquí no se amilanó y tuvo ocasiones en el primer tiempo que el arquero Víctor le negó al capitán y figura Moutaouali. Ronaldinho casi marca por el lado de los de Belo Horizonte. Fue nuevamente Iajour quien movió la red para los suyos en el minuto 51, con buen remate tras asistencia de Chtibi. Cuando todo era del Raja y el segundo estaba cerca, a los 63 Ronaldinho hizo un gran 1-1 de perfecto tiro libre. Atlético fue por más y jugó mejor, pero no defendió bien algún contraataque local. Y a los 84, el central Réver le cometió penal a Iajour que Moutaouali transformó en el desnivel. Los brasileños se desesperaron por un nuevo empate y el centroafricano Vivien Mabide, en el cuarto minuto agregado, liquidó la semifinal y volvió a colocar a África en la cumbre. Un 3-1 contra un club de Brasil, una proeza similar a la del Mazembe tres años antes, era posible. Y como tres años antes, el humilde Raja iba por dar el golpe. Ese mismo 18 de diciembre inolvidable, el otro representante africano, el campeón continental Al Ahly de Egipto, era vapuleado por el Monterrey 5-1 y caía al sexto y anteúltimo puesto.
Raja era el primer club en llegar desde el partido 1 al decisivo. Y nada menos que 37.774 personas poblaron el Grand Stade de Marrakech para verlo en ocasión histórica ante el Bayern Munich alemán, dirigido por Josep "Pep" Guardiola y con superestrellas como Manuel Neuer, Philip Lahm, Thiago Alcántara, Thomas Müller, Tony Kroos, Franck Ribery o Xerdan Shaqiri. Los dueños de casa formaron para la gran tarde con Askri, El Hachimi, Moutaouali, Chtibi, Oulhaj, Hafidi, Iajour, Karrouchi, Benlamalem, Guehi y Erraki. Sin embargo, todo se esfumó en menos de 25 minutos. El poderoso Bayern de la Champions League ante el Chelsea abrumó con fútbol y potencia a su rival y con goles de Dante a los 7' y Thiago Alcántara a los 22' resolvió el encuentro en ese inicio. Benzarti hizo ingresar a Mabide por Chtibi (50'), Soulaimani por Iajour (78') y Kachani por Hafidi (88') y aunque fue netamente superado en la mayor parte del complemento, en el cierre estuvo a punto de un descuento que hubiera sido merecido, pero Neuer se lo negó dos veces a Mabide y Moutaouali tiró por arriba.
Bayern Munich fue el mejor del mundo. Pero el Raja fue aclamado por su gente como otro campeón. Iajour fue galardonado con el Balón de Bronce por detrás de Ribery y Lahm, esos monstruos que seguramente admiró siempre. Días después, el mismísimo rey Mohamed VI recibió al plantel de la epopeya en el Palacio Real de Casablanca, donde los jugadores, el técnico Benzarti y hasta el cesado Fakhir recibieron un premio en reconocimiento a su tarea. El rey además donó tierras para que el club construya instalaciones deportivas para las categorías inferiores. Qué menos debía recibir un Raja Casablanca que, desde la modestia de su liga, alcanzó un lugar entre los grandes de la historia.
El Esperance de Túnez se despidió del Mundial de Clubes con una victoria en los penales ante las Chivas de Guadalajara (México) para registrar la mejor actuación africana en el certamen tras el quinto puesto del ES Setif (Argelia) en la edición 2014.
En el estadio Hazza Bin Zayed de Al Ain el equipo mexicano arrancó con una tempranera ventaja gracias al penal transformado por Walter Sandoval tras la intervención del VAR. Pero la tecnología volvió a aparecer para equilibrar la balanza, concediendo pena máxima en el otro área. Y el argelino Mohamed Belaili no perdonó tampoco.
Le faltó tensión competitiva al encuentro y apenas hubo acción en las áreas por las imprecisiones en la circulación del balón.
Las expulsiones de Anice Badri y Houcine Rebai, que llevaron a los campeones africanos a terminar jugando con 9, no afectaron al guión del encuentro, que derivó a una resolución desde el punto de penal. Y ahí, el fallo de Isaac Brizuela y el posterior acierto de Chamseddine Dhaouadi dieron el triunfo al conjunto de Moine Chaabani por 6-5 en la definición.
Con este resultado, el fútbol africano vuelve a festejar en un Mundial de Clubes tras el triunfo -también en los penales- del ES Setif sobre el Western Sydney en Marruecos 2014. Desde aquella vez, habían pasado siete partidos sin alegrías ni festejos. TP Mazembe (RD Congo), Mamelodi Sundowns (Sudáfrica) y Wydad Casablanca (Marruecos) perdieron en sus dos compromisos en 2015, 2016 y 2017, respectivamente, mientras que Esperance debutó con caída en la presente edición.
Lo que viene
La Champions 2018-2019, en la que el Esperance defenderá su título de rey africano, ya dio comienzo con las etapas clasificatorias y este fin de semana se definirán los 15 clasificados que acompañarán al equipo tunecino en la fase de grupos, que comienza el 11 de enero. Como la CAN se juega a mitad de año por primera vez en la historia, la Champions estará culminando el 1 de junio.
Además, campeón de la Champions 2018, el Esperance se ganó un lugar en la final de la Supercopa que lo tendrá enfrentando al Raja Casablanca (Marruecos). Por lo general se disputa a partido de ida y vuelta, pero esta edición tendrá lugar en Qatar el 20 de febrero de 2019.
Por quinta edición en fila el representante africano no estará en la semifinal del Mundial de Clubes. Y es que el Esperance tunecino -campeón de la Champions- perdió en su debut en los Emiratos Árabes Unidos ante el local Al Ain. Fue 3-0 para los dirigidos por el croata Zoran Mamic.
En el estadio Hazza Bin Zayed, los Sangre y Oro comenzaron dormidos y al minuto de juego ya perdían por el cabezazo de Mohamed Ahmad. Los de Moine Chaabani trataron de buscar la réplica con toque pero se vieron sorprendidos por un fulminante contragolpe, magistralmente rematado por el jugador del partido: el egpcio Hussein Elshashat.
Con el 2-0 el Esperance buscó el descuento, y estuvo cerca con una chance que dio en el travesaño. Pero fue perdiendo fuerzas y concentración, y en sus tímidos ataques, sufría atrás. Tanto, que Caio encontró otro hueco por la izquierda para servir el tercero a Bandar Al Ahbabi. Y el campeón africano ya no logró recuperarse de la estocada final y el 3-0 definitivo.
Con este resultado, ahora el Esperance peleará por el quinto puesto ante Chivas de Guadalajara el martes 18 de diciembre en Al Ain. Tres horas después, los locales desafiarán a River Plate por un puesto en la final.
Un poco de historia
Desde que el Mundial de Clubes tiene este formato, solamente Al Ahly (2006 y 2012), Etoile Sahel (2007), TP Mazembe (2010) y Raja Casablanca (2013) pudieron superar la barrera de los cuartos de final y meterse entre los cuatro mejores. Además, en 2010 y 2013 los representativos africanos escalaron hasta la final y fueron subcampeones.
El Esperance, al igual que en su anterior participación en 2011, perdió en su primera participación. Aquella vez fue ante el Al Sadd (Qatar). Y luego cayó también ante un mexicano -Monterrey- para terminar en la sexta colocación. ¿Podrá superarse el Esperance esta vez?
La Copa Africana para menores de 20 años se disputará en Níger del 2 al 17 de febrero de 2019, y tras una ceremonia realizada en el Centro Técnico de la Federación de Fútbol de Níger en Niamey se conoció la conformación de las dos zonas. El Secretario General Adjunto de la CAF, Anthony Baffoe, dirigió el sorteo con la asistencia de dos ex jugadores del país anfitrión: Moussa Kanfidena e Issoufou Dante.
Los locales, que tendrán su primera participación en la fase final de esta categoría, tendrán una difícil misión ante Nigeria -campeón en siete ocasiones-, Sudáfrica y Burundí, que regresa tras el histórico subcampeonato de 1995.
El Grupo B aparece como el más parejo de los dos ya que cuenta con Senegal -subcampeón 2015 y 2017- y Malí -semifinalista en tres de las últimas cuatro ediciones-. Completan Ghana -campeón en tres ocasiones- y Burkina Faso, que regresa luego del cuarto puesto en la edición que organizaron en 2003.
Con Niamey y Maradi como sedes, lo seguro es que habrá un nuevo campeón ya que Zambia -campeón 2017- quedó en el camino en la etapa eliminatoria y no podrá defender el título. Nigeria (7) y Ghana (3) son los únicos que saben lo que es gritar campeón en la categoría y querrán seguir sumando. Sin Egipto (4), Camerún, Argelia, Marruecos, Zambia, Angola y Congo en la presente edición los restantes participantes de Níger 2019 buscarán sumarse a la lista de campeones históricos.
Además del campeón los otros semifinalistas se clasificarán para representar al continente en la Copa Mundial Sub-20 de Polonia, a disputarse del 23 de mayo al 15 de junio del año que viene.
Este sábado, el Esperance (Túnez) debutará en el Mundial de Clubes de Emiratos Árabes Unidos ante el Al Ain local. El ganador de ese duelo accederá a las semifinales ante River Plate (Argentina). Será la tercera vez de un club tunecino en el certamen y la segunda de los Sangre y Oro, que intentarán mejorar la actuación del 2011, cuando en Japón perdieron sus dos compromisos.
“Fue una decepción, desafortunadamente. Pese a jugar mucho mejor que el Al Sadd, perdimos y no pudimos jugar contra el Barcelona en semifinales. Esta vez estamos decididos a superar de una vez por todas aquel tropiezo en 2011. Nos fijamos demasiado en la oportunidad que teníamos de medirnos al Barcelona, y no nos concentramos lo suficiente en el duelo contra el Al Sadd. Actuamos como si ya les hubiéramos ganado. Pero, esta vez, las cosas serán distintas. Tenemos que respetar a nuestros rivales, intentar meternos en semifinales y llegar lo más lejos posible en el torneo”, expresó el actual capitán Khelil Chammam en declaraciones al sitio web de la FIFA.
A días del debut del Esperance, repasamos las anteriores participaciones de los equipos africanos en el Mundial. La primera edición se disputó en el año 2000 en Brasil y con un formato distinto al actual. El Raja Casablanca (Marruecos) fue el representante africano y perdió sus tres partidos en el Grupo A, ante el Corinthians local, Al Nassr (Arabia Saudita) y Real Madrid (España).
En 2005, se reanudó la realización del torneo y Al Ahly (Egipto) quedó último por sus caídas ante Al Ittihad (Arabia Saudita) y Sydney FC (Australia). Al año siguiente repitieron los Diablos Rojos pero con una mejor actuación finalizaron terceros: el angoleño Flavio Amado y Aboutrika posibilitaron el 2-0 en cuartos ante el Auckland City, en semifinales fue caída 2-1 (gol de Amado) ante el Internacional de Brasil -sería campeón- y un doblete de Aboutrika fue suficiente para vencer 2-1 al América de México para terminar en el podio.
En 2007, el Etoile Sahel (Túnez) fue cuarto en Japón. Pachuca fue la víctima en cuartos gracias al gol del ghanes Moussa Narry pero luego siguieron caída 1-0 con Boca Juniors (Argentina) y Urawa Red Diamonds (Japón) en los penales.
En 2008 y 2009, los representativos africanos no pudieron ganar y terminaron en los últimos puestos. En la primera, disputada en Japón, Al Ahly perdió sus dos partidos y al año siguiente, en EAU, el TP Mazembe (RD Congo) hizo lo propio pero esa experiencia le sirvió para ser subcampeón en 2010. Los dirigidos por el senegalés Lamine N'Diaye dejaron en el camino al Pachuca (1-0 con gol de Mbenza Bedi) y a Internacional (Brasil) 2-0 con goles de Kabangu y Kaluyituka para que se produjera la primera final con un africano. Fue caída 3-0 ante el Inter de Samuel Eto'o, Milito y Zanetti, pero aquel equipo congoleño quedó para siempre en la memoria del mundo futbolístico.
En 2011, el Esperance (Túnez) cayó en sus dos presentaciones y en 2012 Al Ahly, otra vez, culminó en el cuarto puesto luego de vencer 2-1 al Sanfrecce Hiroshima y caer en semifinales (1-0 con el campeón Corinthians) y en el partido por el tercer puesto (2-0 ante el Monterrey de México).
La edición 2013 tuvo lugar en Marruecos y por lo tanto hubo dos representantes de África: Raja Casablanca como campeón de la liga doméstica y Al Ahly como campeón continental. Los egipcios defraudaron perdiendo sus dos partidos (2-0 con Guangzhou Evergrande (China) y 5-1 con Monterrey) mientras que los locales emularon al TP Mazembe llegando hasta la final según la siguiente campaña: 2-1 al Auckland City, 2-1 a Monterrey y 3-1 al Atlético Mineiro (Brasil) siendo Iajour, Moutouali y el centroafricano Mabidé, sus principales figuras. En la final, disputada en el Stade de Marrakech, el Bayern Munich se quedó con el título al imponerse 2-0.
Desde aquella edición, ningún africano pudo volver a meterse entre los cuatro mejores. En 2014, otra vez en Marruecos, el MAT Tetuán local y ES Setif (Argelia) culminaron séptimo y quinto, respectivamente. En 2015, volvió el TP Mazembe pero perdió sus dos compromisos. Y en las últimas dos ediciones, Mamelodi Sundowns (Sudáfrica) y Wydad Casablanca (Marruecos) perdieron sus dos compromisos.
[Por Diego Martín Yamus] Cuando se habla de la Copa Intercontinental, o del nuevo Mundial de Clubes, se piensa en Europa y Sudamérica. ¿Quién podría imaginar a África o Asia en una final del mundo? Hasta 2010 todo era de las dos mayores masas futbolísticas. Pero un sorpresivo y grato africano, el TP Mazembe de la República Democrática del Congo, pidió permiso para meterse en la historia grande de clubes.
Tras su tiempo de oro en los 60 y 70, con cuatro finales de África seguidas bajo el nombre TP Englebert, el "todopoderoso" de la ciudad de Lubumbashi no había vuelto a los primeros planos internacionales. Fue en 2009 que regresó a ellos con su tercera Liga de Campeones, ahora con su actual denominación. Al ganar la Champions 09 sobre el Heartland nigeriano participó por primera vez en el nuevo Mundial de Clubes, que en 2004 había reemplazado a la vieja y gloriosa Intercontinental. Pero en Emiratos Arabes Unidos, el once dirigido por el francés Diego Garzitto apenas pudo disputar un partido, cuando en los cuartos de final el Pohan Steelers de Corea del Sur lo batió 2-1 y lo dejó afuera.
Bajo la dirección del senegalés Lamine N'Diaye, los "cuervos" afrontaron en 2010 nuevamente el desafío de hacerse más grandes que nunca. Como acostumbrados monarcas de la LINAFOOT, la primera división congoleña, jugaron la Champions y fueron pasando rondas: APR de Rwanda, Djoliba de Malí, segundos del Esperance tunecino en la fase de grupos, JS Kabylie de Argelia en la semifinal y un tremendo 5-0 al propio Esperance en la primera final el 31 de octubre, para coronarse otra vez el 13 de Noviembre con un 1-1 que le valía una nueva prueba mundial. Así armó los equipajes para regresar al gran torneo de la FIFA, donde hasta entonces sólo el Al Ahly egipcio, tercero en 2006, había hecho quedar bien a África.
El 10 de diciembre, otra vez en los Emiratos Arabes Unidos, el TP Mazembe se presentaba ante el Pachuca de México, y en el Mohamed Bin Zayed Stadium de Abu Dhabi daba la primera campanada al ganar 1 a 0, con gol de Mbenza Bedi a los 21 minutos. Le esperaba en la semifinal el gran Internacional de Porto Alegre, campeón de la Copa Libertadores 2010. Y ese 14 de diciembre en el mismo escenario, todo el mundo futbolero apostaba a un seguro triunfo de los gaúchos y, con el Inter italiano, a un Inter-Inter en la gran final.
Los brasileños fueron muy superiores en el primer tiempo y parte del segundo, perdiendo varias ocasiones de gol por poco. El humilde Mazembe congoleño se agrupaba atrás y pensaba un contraataque o un error rival. Y en lo más intenso de la presión colorada, a los 53 minutos el medio Mulota Kabangu recibió solo en el área y definió de derecha ante Renán para abrir el marcador y la sorpresa. Inter fue a por el empate y el legendario arquero Robert Kidiaba se lució con dos salvadas tan espectaculares como decisivas. Y a los 85, Dioko Kaluyituka corrió por la izquierda, eliminó al argentino Pablo Guiñazú y remató para el increíble segundo tanto y la rúbrica a una doble hazaña: eliminar al Inter de Brasil, a Brasil, y ser el primer club no europeo ni sudamericano en jugar una final del mundo.
El entrenador N'Diaye le decía a FIFA.com tras el enorme triunfo: “Todo esto es muy especial para nosotros. Hemos venido a representar a África, y toda África estará ahora orgullosa de nuestro trabajo. Hemos tenido mucha fe en nosotros mismos y mucha seguridad en nuestras propias fuerzas, como se ha podido ver cuando hemos empezado a atacar, especialmente al principio de la segunda parte. También la suerte nos ha ayudado un poco, y no olvidemos que nuestro guardameta ha dado un auténtico recital, ¡parecía mágico! ¡Pero ganar 2-0!… Es nuestro día para ser felices. También para sentirnos orgullosos. Hemos triunfado y demostrado que nuestros jugadores poseen una calidad altísima. Hemos conquistado una gran victoria. Esto es estupendo para este equipo y para los congoleños. Todos los africanos deberían sentirse orgullosos de este equipo".
Pero el sueño real del TP Mazembe no había terminado. Porque estaba por disputar semejante momento a los ojos del mundo futbolero. Y nada menos que contra otro todopoderoso, otro Inter, el de Milán, ganador de la Champions League europea, con Julio César, Maicon, Zanetti, Cambiasso, Iván Córdoba, Diego Milito, Samuel Eto'o en sus filas. En cambio, los africanos esa tarde en el Sheik Zayed Stadium de Abu Dhabi fueron Kidiaba, Ekanga, Nkulukuta, Kasusula, Kimwaki, Mihayo, Bedi, Singuluma, Kabangu, Kasongo y Kaluyituka. Luego ingresarían Kanda por Kasongo a los 46' y Ndonga por Kaluyituka a los 89. Pero esta vez no hubo lugar a las sorpresas. En menos de 20 minutos, el neroazzurro lo liquidó con los tantos de Goran Pandev y Eto'o, reguló el trámite y terminó de redondear su éxito 3-0 con el francés Jonathan Biabiany, a cinco minutos del final.
Pero el éxito no es sólo de los primeros. El TP Mazembe dejó así una huella indeleble en la historia grande de África con su subcampeonato. Dioko Kaluyituka, uno de los héroes contra el Inter brasileño, fue galardonado con el Balón de Plata al mejor jugador, por detrás de Eto'o y por delante del argentino Andrés D'Alessandro, uno de los vencidos por el once africano. En verdad, y como dijo el técnico N'Diaye, fue un título. Y un título de todo África. Sí, de la República Democrática del Congo para el mundo entero.
Este miércoles arranca la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2018, donde siete equipos lucharán por coronarse como el mejor del mundo en los Emiratos Árabes Unidos. El Esperance tunecino será el representante africano como campeón de la Champions y debutará el sábado ante el ganador del Al Ain local ante el Team Wellington de Nueva Zelanda.
Del ganador de esa llave saldrá el rival de River Plate (Argentina) en la semifinales mientras que en la otra semi el Real Madrid (España) espera por el ganador de Chivas de Guadalajara (México)-Kashima Antlers (Japón).
Las listas de los siete equipos participantes fueron dadas a conocer y Mouini Chaabani eligió lo suyo sin sorpresas y con los hombres clave que posibilitaron el tercer título de los Sangre y Oro a nivel continental. Siete años después de la última participación en la competición, en Japón 2011, algunos jugadores repetirán y el Esperance irá por la revancha ya que en aquella ocasión, bajo la dirección técnica de Nabil Maaloul -entrenador de Túnez en el último Mundial- perdió en sus dos presentaciones ante Al Sadd de Qatar y ante Monterrey de México. El arquero Ben Cherifia, el capitán Khalil Chammam, Khenissi y Derbali repiten y con nuevas figuras como Badri, Bguir, el argelino Belaili, el camerunés Kom o el marfileño Coulibaly buscarán mejores resultados en EAU.
Además de los representantes del equipo tunecino, habrá otros futbolistas del continente africano en la competición. El Al Ain local cuenta con el maliense Togo Hamed Doumbia y los egipcios Elshahat y Yahia.
El sorteo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019 se celebró en La Seine Musicale de París con presencia de tres seleccionados africanos. Nigeria, el campeón de la última CAN disputada en Ghana, compartirá el Grupo A con las locales, Noruega y Corea del Sur.
En la zona B, Sudáfrica -el subcampeón de Ghana 2018- la tendrá difícil ante Alemania -campeón en 2003 y 2007-, China y España en lo que será su primera participación mundialista. "Por los resultados que ha tenido recientemente claro que es una selección potente", sostuvo el entrenador español Jorge Vilda en relación a las Banyana Banyana que serán el sexto seleccionado africano en disputar un mundial de la rama femenina después de Nigeria, Ghana, Camerún, Guinea Ecuatorial y Costa de Marfil. Solamente en dos ocasiones los seleccionados africanos pudieron superar la fase de grupos. El primero fue Nigeria en Estados Unidos 1999, que luego cayó en cuartos de final ante Brasil. El segundo y último fue Camerún, en la más reciente edición en Canadá, cuando quedó afuera en octavos ante China.
El último representativo africano será Camerún que tras el debut en la última edición integrará en la cita en suelo francés el Grupo E junto a Canadá, Nueva Zelanda y Holanda. El equipo dirigido por Joseph Ndoko se ubica en el puesto 49 del ranking FIFA, muy por debajo de canadienses (5°), holandesas (10°) y neocelandesas (20°) aunque irá por la historia e intentará convertirse en el primer africano en superar dos veces la fase de grupos.
Del 7 de junio al 7 de julio, Francia se vestirá de gala para albergar su tercer Mundial tras los masculinos en 1938 y 1998. Nigeria, Sudáfrica y Camerún representarán al fútbol africano en una nueva fiesta del fútbol mundial.
Tras el anuncio del 30 de noviembre de 2018, cuando la Confederación Africana de Fútbol (CAF) dio a conocer el retiro de la organización de la Copa África 2019 a Camerún, este jueves la entidad madre del fútbol del continente oficializó los pasos a seguir en pos de la búsqueda de la nueva sede.
Todas las asociaciones miembros han sido invitadas a presentar sus candidaturas de aquí a una semana, con fecha tope el 14 de diciembre. Días después y tras analizar lo presentado, se anunciará una lista con los que seguirán en carrera y con la posibilidad de visitas de inspección. Una vez que se haya completado la fase de evaluación técnica, el Comité Ejecutivo de la CAF decidirá el nuevo anfitrión.
Con el retiro de la localía a Camerún, en el país de los Leones Indomables quedaron muy golpeados. "Queríamos organizar esta CAN por muchas razones. Solamente habíamos organizado la de 1972 y después haber ganado cinco veces la competición, haber participado en siete Mundiales y haber obtenido un oro olímpico pensábamos que nuestro momento había llegado", le dijo el periodista Njie Enow a nuestros compañeros de Calcio Africano. Los más críticos al actual gobierno de Paul Biya manifestaron que lo que decidió la CAF fue acertado porque el país atraviesa muchos problemas sociales que se deberían resolver antes de querer organizar un evento de tal magnitud.
En este contexto, los países que suenan más fuerte para reemplazar a Camerún serían Sudáfrica, Marruecos y Egipto. Desde el país de los Faraones, el que se expresó al respecto fue Ahmed Megahed. "La Federación Egipcia no se postulará para la Copa de Naciones Africanas de 2019 si otros países árabes lo hacen. Pero Egipto estará listo para intervenir y ayudar en caso de problemas", manifestó uno de los miembros del consejo administrativo.
Así, aumentan las chances de Marruecos, que en 2015 no pudo albergar la competición a raíz de la problemática del ébola. "Marruecos solamente fue sede en 1988 por lo que tiene una leve ventaja sobre Sudáfrica que la organizó en 1996 y 2013. No creo que haya otro país dispuesto a organizar la primera CAN con 24 selecciones de aquí a 7 meses. Marruecos va a ser el país organizador", confirman optimistas desde el sitio Almarssad Pro.
Desde la vereda sudafricana manifestaron, a través de la palabra del presidente de la SAFA, Danny Jordaan, que la CAF les pidió que se analice la posibilidad y que aunque tendrían todo en condiciones para albergar el certamen tienen que obtener el visto bueno del gobierno nacional.
Así las cosas, a fines de diciembre ya se tendrá un panorama más claro sobre los posibles reemplazantes de Camerún para ser sede de la CAN 2019.
El fin de semana finalizó en Ghana la Copa Africana de Naciones para mujeres y además del noveno campeonato obtenido por Nigeria en la competición, se definió la clasificación de las nigerianas más Sudáfrica y Camerún al Mundial de Francia del año que viene.
Este 8 de diciembre tendrá lugar el sorteo de las zonas para lo que será el tercer Mundial absoluto en suelo francés tras los certamenes masculinos en 1938 y 1998. La ceremonia se desallorará en la Seine Musicale de París y contará con la participación de Mia Hamm, Carli Lloyd, Aya Miyama, Alex Scott, Steffi Jones, Didier Deschamps, Kaká, Michael Essien y Louis Saha, entre otros.
Los 24 clasificados se repartirán en cuatro bombos de seis seleccionados cada uno repartidos teniendo en cuenta sus ubicaciones en la clasificación FIFA. Los tres representativos africanos compartirán el bombo 4 con Argentina, Chile y Jamaica. Por lo tanto, a Nigeria -junto a Alemania, Brasil, Estados Unidos, Japón, Noruega y Suecia han estado en las siete ediciones anteriores- le podría tocar en la misma zona con Alemania y Japón que fueron campeones alguna vez más Nueva Zelanda.
Sudáfrica tendrá su participación debut convirtiéndose en el sexto seleccionado africano en clasificar a un Mundial Femenino tras Nigeria, Ghana, Camerún, Guinea Ecuatorial y Costa de Marfil. Solamente en dos ocasiones los seleccionados africanos pudieron superar la fase de grupos. El primero fue Nigeria en Estados Unidos 1999, que luego cayó en cuartos de final ante Brasil. El segundo y último fue Camerún, en la más reciente edición en Canadá, cuando quedó afuera en octavos ante China.
Francia, del 7 de junio al 7 de julio de 2019, con sedes como Lyon, Paris, Montpellier, Niza, Le Havre y Rennes, entre otros, será una gran oportunidad para que el fútbol femenino africano se mida ante los mejores del mundo y vea donde está parado ante las potencias mundiales.
Después de quince años, el Raja Casablanca de Marruecos pudo volver a gritar campeón a nivel continental. El equipo del español Juan Carlos Garrido perdió en su vista al Stade des Martyrs en Kinshasa pero como en la ida había goleado por 3-0 termino imponiéndose en el global. De esta manera, Garrido vuelve a ser campeón de la Confederation Cup, como hace cuatro años al mando de Al Ahly (Egipto).
El club marroquí había ganado su último título continental en 2003, cuando se adjudicó la última edición de la Copa de la CAF. Al año siguiente, de la fusión de ese torneo con la Recopa Africana, surgió la actual Confederation Cup.
El Raja tenía la tranquilidad de la ventaja obtenida en la ida en el Mohamed V de Casablanca y la misma se acentúo cuando Abdelilah Hafidi puso las cosas 1-0 sobre los 21 minutos. Ese gol obligaba al AS Vita Club a marcar cinco goles si quería arrebatarle el título a los marroquíes.
Sobre el cierre del primer tiempo, un soberbio tiro libre de Jean-Marc Makusu igualó el partido y tras el descanso los de Florent Ibenge fueron con todo en busca de la hazaña. Sin embargo, los tantos de Batezadio y Ngoma para el 3-1 no alcanzaron y el Raja se quedó con la serie con un global de 4 a 3.
Además de alcanzar el sexto título de clubes africanos en su historia (3 Champions, Supercopa y Copa de la CAF, las anteriores), el Raja se hizo acreedor de 1.1 millón de euros y jugará la final de la Supercopa ante el Esperance tunecino -campéon de la Champions-.
En la ceremonia de premiación se produjo una situación a destacar ya que el capitán del Raja, el central Banoun, al recibir la copa de manos de Ahmad Ahmad, el presidente de la CAF, la compartió con Oulhaj, capitán anterior y con pocos minutos en el último tiempo.
El título del Raja se suma a otros logros del fútbol marroquí este año como la Supercopa Africana del Wydad, el logro nacional en la CHAN que organizó el país y el regreso a los mundiales del seleccionado mayor después de 20 años. Quizás por eso las felicitaciones no tardaron en llegar, tal como se pudo ver en las cuentas de Twitter de Hervé Renard y Medhi Benatia, entrenador y referente de los Leones del Atlas.
La CAN Femenina llegó a su fin en Ghana con un campeón habitual: Nigeria. Las nigerianas se midieron ante Sudáfrica en el Accra Sports Stadium y se alzaron con el título tras imponerse 4 a 3 en los penales luego de empatar sin goles. De esta manera, las comandadas por el sueco Thomas Dennerby, continúan con la hegemonía nigeriana entre las mujeres. Las Super Falcons, como se las conoce, ganaron por tercera vez consecutiva el certamen y por novena vez en once ediciones. Solamente en 2008 y 2012 Guinea Ecuatorial pudo quedarse con el título.
Las sudafricanas no pudieron emular lo realizado en la primera fecha del Grupo B cuando se impusieron 1-0 con gol de Kgatlana. Esta vez se presentó un partido similar, con pocas llegadas por ambos lados y que Nigeria pudo ganar antes pero Asisat Oshoala tiró afuera la chance que tuvo desde el punto del penal.
En el tiempo suplementario, las Banyana Banyana se podrían haber quedado con el triunfo, pero se toparon con las buenas intervenciones de la arquera Oluehi Tochukwu.
Con el 0-0 el campeón se tuvo que definir en los penales, y aunque Nigeria comenzó errando -Ebi le acertó al palo- luego se recuperó y se impuso 4-3 con Tochukwu atajando el último penal a Linda Motlhalo.
Con Francisco Ordega como jugadora del partido, Nigeria gana un nuevo título como ya lo había alcanzado en las ediciones de 1998, 2000, 2002, 2004, 2006, 2010, 2014 y 2016.
"Ha sido un torneo maravilloso para nosotros. Debo felicitar a los organizadores por todo. Todo ha sido bueno, los hoteles, los campos de entrenamiento, los traslados e incluso los aficionados. Volveremos, celebraremos y comenzaremos a prepararnos para la Copa del Mundo del año que viene.
De cara al futuro, creo que el fútbol femenino en África está mejorando rápidamente y muy pronto competirá con la CAN masculina en términos de apoyo e interés", fue la reflexión del entrenador campeón en conferencia de prensa.
Nigeria, Sudáfrica y Camerún -venció 4-2 a Malí por el tercer puesto- serán los representantes africanos en el Mundial de Francia del año que viene.