Cada vez se van sumando más disciplinas en el arranque de los Juegos Olímpicos y más allá del fútbol, el continente africano pudo festejar sus primeras medallas en la cita en Tokio (Japón). Túnez, con una de oro y otra de plata, es por el momento el único país de África en anotarse en el medallero. Taekwondo y natación los deportes que han permitido esto.
La medalla estreno llegó gracias al trabajo de Mohamed Jalil Jendoubi quien en la categoría de 58kg de Taekwondo escaló hasta la final luego de vencer a Artamonov (), el etíope Demse y el coreano Jang. En el combate por la medalla dorada el joven tunecino fue ganando casi hasta el final cuando el italiano Dell'aquila lo sorprendió con dos maniobras para que se quede con el segundo lugar en el podio.
La medalla en Natación llegó de la mano del joven Ahmed Hafnaoui, que con 18 años, dio la sorpresa en los 400 metros libres al imponerse con un tiempo de 3:43.36 por sobre el australiano McLoughlin (plata) y el estadounidense Smith (bronce). Hafnaoui se convirtió así en el segundo campeón olímpico de Túnez en la natación, luego de Oussama Mellouli (dos oros olímpicos y una plata). "No me lo creo, es increíble. Hoy me sentí mejor en el agua que ayer (en las clasificaciones). íSoy campeón olímpico! Simplemente metí la cabeza en el agua y ya está. Es increíble, un sueño hecho realidad", afirmó.
FÚTBOL
Los representativos de fútbol no pudieron ganar en sus segundas presentaciones. Las chicas de Zambia -otra vez con tres goles de Banda- hicieron un buen partido ante China pero se tuvieron que conformar con un entretenido 4-4. Y por el lado de los varones hubo derrotas de Egipto (1-0 ante Argentina) y de Sudáfrica (3-4 con Francia; goles de Kodisang, Makgopa y Mokoena) y empate de Costa de Marfil (0-0 con Brasil).
Los marfileños son los que quedaron mejor posicionados de cara a la última fecha -líderes junto a Brasil del Grupo D- pero definirán ante Alemania su continuidad o no en Tokio 2020.
Aunque la ceremonia de inauguración será en una solas pocas horas, la actividad deportiva ya comenzó en Tokio para una nueva edición de los Juegos Olímpicos. En el primer día de competencia fue el turno del fútbol femenino y del béisbol con caída de las chicas zambianas en el debut futbolístico y sin intervención africana en la otra disciplina. Ya en la segunda jornada empezó el fútbol femenino con resultados dispares para los representativos africanos: Egipto, Costa de Marfil y Sudáfrica.
Zambia comenzó complicado en su primera participación olímpica en fútbol femenino y perdió 10-3 ante Países Bajos en el inicio del Grupo F. Los tres goles zambianos fueron obra de Barbra Banda: el primero sobre los 20 minutos aprovechando un error de la arquera europea para poner el 1-3 y los otros dos en los diez minutos finales para una goleada tremenda. Los próximos rivales serán Brasil y China.
Entre los varones, el continente africano empezó con un triunfo, un empate y una caída. El que perdió fue Sudáfrica -Grupo A- ante el anfitrión Japón por 1 a 0. El único gol en el Venue Ajinomoto Stadium llegó sobre los 71 minutos por intermedio de una de las figuras niponas: Tafekusa Kubo. Los próximos rivales de los comandados por David Notoane serán Francia y México.
Por el Grupo C, y en el Sapporo Dome, Egipto rescató un heroico empate sin goles ante una España que contó con algunos nombres que habían estado en la última Eurocopa como Pedri, Unai Simón, Dani Olmo y Pau Torres, entre otros. Por el lado de los Faraones los nombres más importantes fueron el arquero El Shenawy, el capitán Hegazy, El Wensh y Ramadan Sobhi. Por esta misma zona Argentina -próximo rival egipcio- perdió 2-0 ante Australia.
Por último, el único que pudo ganar fue Costa de Marfil. Los Elefantes se impusieron 2-1 a Arabia Saudita gracias a un gol en contra de Al Amri y otro de una de sus figuras: Franck Kessie. El empate parcial saudita fue obra de Al-Dawsari. Con este triunfo lideran el Grupo D junto a Brasil -venció 4-2 a Alemania-, que será su próximo rival.
OTRAS DISCIPLINAS
Además del fútbol, las otras disciplinas que comenzaron con actividad fueron el Remo y el Tiro con Arco, destacándose los terceros puestos en sus series de la namibia Maike Diekmann y del egipcio Abdelkhalek Elbannaenen el remo.Nueve atletas más participaron en estas series y buscarán seguir en carrera a través del repechaje.
En el tiro con arco hubo intervención de tres varones y tres mujeres que terminaron en los puestos más bajos de las rondas eliminatorias. Rihab El Walid (Túnez), Amal Adam (Egipto) y Marlyse Hourtou (Chad) entre las chicas y Tolba (Egipto), Hammed (Túnez) y David (Malawi) por el lado de los varones.
[Por Diego Martín Yamus] No marcó tantos goles, no fue ídolo en un club, sólo ganó tres títulos. Pero un momento eterno lo señaló para siempre entre ese sensacional Senegal 2002: el gol al campeón del mundo Francia para humillarlo ante el planeta. Papa Bouba Diop (28 de enero de 1978, Rufisque, Dakar) registró entonces su apellido para toda la vida, más allá de su extensa carrera extranjera.
Este portentoso medio (1,95 metros) debía ser llamado en ese gran equipo mundialista por su nombre completo para diferenciarlo de Pape Malick Diop, defensor y también titular repetido. La carrera de Bouba no fue demasiado destacada hasta entrado el siglo XXI. Tras jugar en la cantera del Ndefann Saltigue y el AS Diaraf, debutó en este popular club de la primera senegalesa en 1996 y estuvo hasta 1999, cuando comenzó su viaje por Europa. Su primera escala fue Suiza, donde recaló en el modesto Vevey de la tercera división para pasar a los más laureados Neuchatel Xamax y al Grasshoppers, en el que en 2001 conquistó su primer título con la liga local.
Pero serían los tres años siguientes los de su consagración internacional. Ese 2001 el técnico francés de la selección Bruno Metsu lo convocó por primera vez. Y vaya ocasión, ya que ese 14 de julio en Dakar, Senegal derrotaba al gigante Marruecos y se ponía al frente de la dura eliminatoria para su primer Mundial, el de Corea del Sur y Japón; allí Bouba ingresó a los 77 minutos por Salif Diao. Y tras la histórica clasificación para la Copa del Mundo una semana después, el 8 de Noviembre marcó el primero de sus 11 goles con los "Leones de Teranga", que sirvió para un 1-0 amistoso a los surcoreanos en ese país. En enero de 2002 pasó de Suiza a las luces de Francia y al Lens, y entre ese mes y febrero fue un ya consolidado en el once que alcanzó el subcampeonato de la Copa Africana de Naciones de Malí, cayendo por tiros desde el punto penal ante el todopoderoso Camerún de Mboma y Eto'o. Bouba había contribuido a ese camino con su gol a Nigeria que derivó en la victoria 2 a 1 en tiempo suplementario y el pase a la final.
El surgiente medio tendría goles y alegrías aún más grandes. Ese mismo plantel de desconocidos matadores de gigantes fue a Corea del Sur-Japón 2002. El 31 de mayo inauguraban el torneo en el Seúl World Cup Stadium de la capital surcoreana ante la tremenda Francia de Zidane y gran elenco. Pero los protagonistas de esa película fueron los africanos. A los 29 minutos, El Hadji Diouf desbordó y centró al área chica, donde el arquero Barthez y Lizarazu chocaron y el balón le quedó a Diop, que lo empujó al gol y lo festejó arrojando su camiseta y bailando con varios compañeros. . Fue el 1-0 de un triunfo magnífico, como el de Camerún a Argentina en Italia 90. Y como aquellos Leones cameruneses, estos de Senegal también demostraron que por algo lo hicieron. El 6 de junio sumaron un 1-1 ante Dinamarca que casi ganan, y el 11 realizaron uno de los más inolvidables partidos de la historia mundial contra Uruguay. Un penal de Fadiga a los 20 minutos los puso en ventaja, y Bouba amplió a 3-0 con dos goles, el espectacular primero de contraataque a los 26 y el segundo recogiendo un centro de Hénri Camara a los 39. A pesar de su quedo en el segundo tiempo y la reacción celeste a pura garra para el 3-3 final, los de Metsu daban la sorpresa al ser segundos del Grupo A. Y el jugador del Lens continuó la aventura con sus compañeros, igual que aquel Camerún, hasta cuartos de final al vencer el 16 a Suecia 2-1 con gol de oro y perder el 22 con Turquía 1-0 de la misma forma, logrando un gran séptimo puesto, uno de los tres mejores de África en los Mundiales.
Y siguió aportando lo mejor de sí para la selección, con dos buenas actuaciones en las siguientes CAN, la de Túnez 2004 eliminado por el local y campeón en cuartos de final y en Egipto 2006, cuando su gol en el 3-2 a Guinea envió otra vez a Senegal a las semifinales, donde nuevamente el anfitrión sería su vencedor y luego primero. Estuvo también a un paso de repetir Mundial, en la previa de Alemania 2006, privado por Togo en la última fecha. Pero también continuó su trabajo en sus clubes, mudándose de Francia a Inglaterra en 2004, donde fue muy considerado en un fútbol tan exigente, al punto de ser comparado con el nacido en Senegal Patrick Vieira por su estilo de juego. Arrancó en el Fulham premiado como mejor futbolista optativo de la temporada y a la siguiente, votado como el mejor del club de Londres por sus hinchas. Eso llevó a sus dirigentes a extenderle el contrato hasta 2009, pero Bouba se lesionó y se perdió campeonato y la capitanía. El Wigan lo quiso pero el senegalés se quedó y salvó a los suyos del descenso. Al fin se marchó a otro modesto de la Premier League, el Portsmouth, y fue parte de aquel título de la añeja y prestigiosa FA Cup, su logro más grande, en 2008. Ese año cerró su buena campaña con la selección en su última Copa Africana, pero en Ghana no pasó la primera ronda; su último encuentro fue el 31 de enero en Kumasi en el 1-1 de cierre del grupo D ante Sudáfrica, con lo que marcó 63 presencias y 11 goles.
El descenso del Portsmouth lo llevó en 2010 a Grecia y al AEK Atenas, con el que volvió a festejar ganando la Copa local sobre el Atromitos en 2011. A la temporada siguiente retornó a Inglaterra y no dejó el éxito, ya que a pesar de una racha irregular con el West Ham United obtuvo el repechaje de la Football League Championship y lo subió a Primera. Pasó entonces al Birmingham City, pero tuvo poco rodaje: otra lesión y los problemas económicos del club lo llevaron a irse en enero de 2013 y por eso, a dejar las canchas tras 17 años profesionales que lo vieron por Senegal, Suiza, Francia, Inglaterra y Grecia, además de sus proezas con el equipo nacional.
Tanto suceso lo tenía que hacer descansar. Lo hizo en la tierra hasta que el 29 de Noviembre de 2020 partió desde París a hacerlo en el cielo, debido a una enfermedad con apenas 42 años. A la ceremonia religiosa en Dakar le siguió la celebrada en Rufisque, su pueblo natal, donde lo acompañaron su familia, sus compañeros de la hazaña en Corea del Sur-Japón 2002 e incluso el presidente de la nación Macky Sall. Fue, a pesar de la pena, una especie de regalo de Dios a quien en unos días de Mundial quedó para siempre en el recuerdo.
Seguimos con el recorrido por las principales ciudades del continente africano. Este viaje comenzó en Dakar para luego seguir en El Cairo. Casi 3300 kilómetros exactos son los que separan a la mítica capital egipcia con Argel, nuestra protagonista de hoy. Hay que atravesar Libia y Túnez costeando el mar Mediterráneo para llegar a la capital de Argelia, la tierra de los Zorros del Desierto. En el año 1375 se empezó a llamar a la actual Argel como Alguere y posteriormente Alger. Así es como se la denomina en francés -Algiers en inglés- pero en español se invirtieron la "l" y la "r" y se la llama Argel.
Según un estudio de 2015, en Argelia la mayoría de sus habitantes se sitúan en las zonas de costa, en las que se concentra la actividad económica del país. Eso se da por los grandes movimientos migratorios internos hacia ciudades como Argel, Orán o Setif, que son las más pobladas. Argel, la capital del Estado, duplica en población a la siguiente wilaya (provincia) con mayor número de habitantes, que es Sétif. Se puede observar que la
población argelina se traslada hacia los centros neurálgicos del país que son: Argel en el centro
del país, Sétif en el este y Orán en el oeste.
Pero como en esta sección nos centramos en la relación de las ciudades con el fútbol rápidamente nos metemos con ello. "Argel es una ciudad con grandes clubes como MC Alger, USM Alger, CR Belouizdad, NA Hussein Dey o Paradou AC; todos juegan en la máxima categoría. El MC Alger es el más popular, es el primer club de Argelia (fundado en 1921) y el primer club argelino en ganar una Copa Africana de clubes (en 1976). USM Alger y CR Belouizdad también son bastante populares y en la segunda división se pueden mencionar USM El Harrach, RC Kouba o ES Ben Aknoun", nos cuenta el periodista Walid Ziani ante nuestra consulta.
El derbi de la ciudad lo protagonizan el Mouloudia Club de Alger (MC Alger) y el Union Sportive de la Médina d'Alger (USM Alger). Los primeros reciben sobre todo el apoyo de la gente del casco antiguo de la ciudad mientras que el USMA es el preferido de los barrios más pobres de Bab El Oued. "Los jugadores del Club de Mouloudia Algérois —fundado en agosto
de 1921— llevaban una camisa verde y roja, “el color del Islam [y] el color
favorito del Profeta”. Ya que la propaganda política fue estrictamente
controlada, el fútbol ofreció una forma alternativa de expresión de las identidades nacionales y religiosas dentro del contexto colonial", afirmó Paul Dietschy en el número 57 de la Revista Istor. El USMA fue originalmente Union Sportive Musulman en su fundación en 1937. Utilizaban una franja roja, y luego le añadieron negro como signo de luto eterno en memoria de los muertos en las masacres de Setif en 1945, provocadas después de que la policía local francesa disparara contra manifestantes anticolonialización.
A pesar de casi un mismo origen de sus intervinientes, el derbi lleva muchas veces a feroces peleas entre hinchas o enemistades familiares, como la de los hermanos Hassan en la década del setenta, Tahir delantero del MCA y su hermano menor Kamel arquero en el USMA. En ocasiones el clásico llegó a jugarse a cincuenta kilómetros de la capital -en Blida- para evitar los enfrentamientos entre las hinchadas.
Aunque el máximo campeón doméstico de la liga argelina sea el JS Kabylie (de Tizi Ouzou, a unos 100 kilómetros de la capital), si sumamos a los clubes de Argel sí superan las 14 ligas de los canarios. USM Alger (8), MC Alger y CR Belouizdad (7 cada uno) y los solitarios títulos de NA Hussein Dey (1967), RC Kouba (1981) y USM El Harrach (1998) dan un total de 25 para que la capital sea la ciudad más campeona del país.
Si hablamos de estadios, el más importante es el 5 de Julio -día de la Independencia argelina- donde suelen hacer las veces de local los Zorros del Desierto y se juegan los partidos de mayor trascendencia. Dicho recinto fue una de las sedes de la CAN 1990 que tuvo a Argelia como organizador y como campeón por primera vez del certamen al vencer 1-0 a Nigeria en la final. "También hay estadios más pequeños como Omar Hamadi (Bologhine), 20 Aout (20 de agosto) y además se están construyendo dos nuevos grandes y modernos: Baraki -casi completo- y Douera", agrega Walid Ziani.
A la hora de armar el equipo con jugadores nacidos en la ciudad protagonista ya sabíamos que había uno que no podía faltar: Rabah Madjer. "¡El más famoso nacido en Alger es Madjer! Fue campeón de la Champions Europea 1987 con el FC Porto y marcó el famoso gol de tacón en la final contra el Bayern de Múnich. Uno de los grandes del fútbol africano de todos los tiempos", no duda en su elección Walid Ziani.
En el arco ubicamos a Mehdi Cerbah, titular en los tres partidos de Argelia en su primer Mundial -incluido el histórico triunfo sobre Alemania en el debut- y surgido en el USM Alger. En defensa hay mezcla de mundialistas, mitos y actuales, con Chaabane Merzekane -también presente en España 82 y con pasos por NA Hussein Dey y MC Alger-, Mustapha Zitouni -nacido en tiempos de la Argelia francesa y miembro del equipo de Frente de la Liberación Nacional-, Rafik Halliche -mundialista 2010-14 y campeón en la CAN 2019- y Mahmoud Guendouz -mundialista en 1982 y 1986-.
En el mediocampo, aparecen Djamel Zidane -autor del único gol argelino en México 86- y Mohamed Kaci-Said -otro de la glorioso camada de los ochenta- para proteger a Madjer. Y más adelantados: uno de los máximos goleadores en la historia de los Zorros del Desierto como Islam Slimani -figura en Brasil 2014 y campeón en la CAN 2019- junto a Hacene Lalmas -identificado con el CR Belouizdad y considerado por muchos como uno de los mejores de la historia argelina-. Por último, Rafik Saifi como centrodelantero, un jugador que militó en MC Alger para luego tener una destacada carrera en el fútbol francés.
El Estadio Mohamed V de Casablanca fue el escenario de la final de la Champions que tuvo nuevamente como campeón a Al Ahly (Egipto). Los del sudafricano Pitso Mosimane golearon 3-0 a Kaizer Chiefs (Sudáfrica) para obtener su segundo bicampeonato y la décima Champions de su historia para seguir estirando la distancia con sus más inmediatos perseguidores en el palmarés: su archirrival Zamalek y el TP Mazembe congoleño, ambos con cinco.
En una primera parte con pocas llegadas y más respeto que otra cosa, los sudafricanos tuvieron su único disparo al arco en todo el partido con un tiro del serbio Nurkovic que El Shenawy atrapó sin problemas. Al Ahly tuvo algunas aproximaciones pero sin demasiado peligro que demostraban una final pareja. Hasta que pasados los 45 minutos llegó una jugada que cambiaría por completo el partido: dura falta de Happy Mashiane sobre Tawfik Akram. Primeramente el árbitro amonestó al extremo del Kaizer Chiefs pero a instancias del VAR lo terminó expulsando.
Con un hombre de más todo el segundo tiempo fue para Al Ahly. A los 53 minutos, el goleador Mohamed Sherif recibió un pase de Afsha y con un toque sutil puso el 1-0. Diez minutos después nuevamente esta conexión terminó con un tremendo derechazo de Afsha para el segundo y a los 74 Amr Al Sulaya puso cifras definitivas para un nuevo título de Al Ahly y el tercero en la Champions de su entrenador Mosimane, una con Mamelodi Sundowns y este bicampeonato con el gigante egipcio.
Este es el tercer bicampeonato de Al Ahly en la competición tras los de 2005-2006 y 2012-2013. También ganó el certamen en 1982, 1987, 2001 y 2008. Este nuevo triunfo en la Champions le da un cupo en la Supercopa Africana (se medirá con el Raja Casablanca que se quedó con la Confederation Cup) y en el Mundial de Clubes como representante africano.
[Por Diego Martín Yamus] El 1 de julio de 1990 era la nueva hora de la verdad para este revelador Camerún. Luego de golpear a Argentina en el debut y a Colombia en octavos, el último cuarto de final de la cita mundialista en Italia lo enfrentaba nada menos que ante Inglaterra, que contaba con Gary Lineker como abanderado de un equipo respetable y sólido.
Otra vez el Stadio San Paolo de Nápoles era testigo de la presencia de los tricolores. Y otra vez el gran Roger Milla quedaba como carta en el banco. Tras un buen arranque africano con chances negadas por el veterano Peter Shilton, los británicos abrieron el marcador a los 25 minutos, cuando Pearce envió centro desde la izquierda, N'Kono salió a destiempo y David Platt cabeceó a la apertura.
Pero de nuevo Milla escribió su película en Italia 90. Ingresó en el reinicio por Maboang y en un rato cambió la cara camerunesa. A los 60 minutos entró al área y Gascoigne lo derribó, y Emmanuel Kunde igualó de penal. Y la cancha napolitana volvió a explotar cinco después, cuando Roger juntó gente en el borde del área y pasó perfecto al otro ingresado, Eugene Ekeke, que definió al 2-1 por arriba de Shilton.
Todo iba bien y parecía que Camerún redondearía otra hazaña yendo a semifinales ante Alemania Federal. Sin embargo, a los 81 minutos Platt recibió descuidado en el punto penal y Massing lo bajó, y Gary Lineker volvió a empatar de penal. El 2-2 llevó al tiempo suplementario. Y sobre el cierre del primer alargue, Lineker se escapó y N' Kono debió tomarlo de su botín zurdo. Nuevo penal y el goleador lo cambió por el 3 a 2 definitivo.
Camerún intentó lo último pero no hubo tiempo. El pitazo del mexicano Edgardo Codesal, que luego dirigiría la final Argentina-Alemania, marcó el fin del sueño y la aventura. Que igual quedó para el recuerdo, siendo el primero del continente en alcanzar los ocho mejores. Es que esos Leones eran realmente de temer.
El Stade de l'Amitié de Cotonou (Benín) recibió la final de la Confederation Cup con título del Raja Casablanca (Marruecos) sobre el JS Kabylie (Argelia). Fue triunfo 2-1 para los marroquíes con goles de Sofiane Rahimi y el congoleño Ben Malango. Debido a las restricciones por coronavirus, el estadio -con capacidad para veinte mil espectadores- pudo acoger a 12.000 hinchas.
El primer tiempo fue todo para los dirigidos por el tunecino Laassad Chabbi. Y es que antes del cuarto de hora ya habían sacado dos goles de ventaja gracias a un definición solitaria de Rahimi -convalidado luego del chequeo del VAR- más una mediavuelta del congoleño Ben Malango. Ni bien comenzó el segundo tiempo los argelinos se pusieron en partido al descontar a los 46 por intermedio de Boulahia y sobre los 63 el Raja se quedó con un hombre menos por la expulsión del mediocampista Arjoune.
Los del francés Denis Lavagne buscaron la igualdad con un hombre más pero no la alcanzaron y el Raja terminó por quedarse con este certamen por segunda vez en su historia tras el título de 2018 ante el Vita Club (RD Congo). Con este título, el Raja le da a Marruecos el sexto título en la Confederation Cup para superar por uno a Túnez, que tiene en el CS Sfaxien (3) y Etoile du Sahel (2) a sus campeones. El fútbol argelino por su parte sigue en deuda con este torneo ya que ES Setif y MO Bejaia fueron subcampeones en 2009 y 2016 al caer con Stade Malien (Malí) y TP Mazembe (RD Congo) y ahora se suma el JS Kabylie.
Con este título el Raja Casablanca sucede a sus compatriotas del RS Berkane en el cetro de campeón y se asegura un lugar en la final de la Supercopa Africana, que los tendrá enfrentando al ganador de la final de la Champions entre Al Ahly (Egipto) y Kaizer Chiefs (Sudáfrica).
Este campeonato sirve para acrecentar el palmarés internacional de uno de los gigantes de marroquí que ya tiene en sus vitrinas tres Champions (1989, 1997 y 1999), dos Supercopas (2000 y 2019), la Confederation Cup de 2018 y la última edición de la CAF Cup (2003). Este último certamen ya no se disputa porque en 2004 se fusionó con la Recopa Africana para dar nombre a la Confederation Cup actual.
El 19 de agosto comienza el Mundial de Beach Soccer en Rusia y el jueves se llevó a cabo el sorteo en la sede de la FIFA en Zurich. El campeón africano Senegal, sexto en Paraguay 2019, comparte el Grupo D con Portugal, Omán y Uruguay; mientras que el debutante Mozambique quedó encuadrado en la zona B junto a Tahití, España y Emiratos Árabes Unidos.
Desde el 19 y hasta el 29 del mes que viene Moscú será el epicentro del fútbol playa mundial. Será la undécima edición de la competición y se celebrará en su totalidad en el Complejo Olímpico Luzhniki. "Si el fútbol playa es sinónimo de una cosa, es entretenimiento", dijo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. "Un gran ambiente, un ritmo eléctrico, espectacularidad impresionante y mucha acción emocionante. Combine esto con la espectacular ubicación de Moscú, nuestros maravillosos anfitriones, y la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA 2021 promete ser una experiencia inolvidable para todos los involucrados ", agregó.
Senegal llega como el Rey de África por tercera vez consecutiva pero tendrá un grupo complejo con Portugal, Uruguay y Omán, todos presentes en la última edición en Paraguay. La leyenda portuguesa Madjer, que ayudó a dirigir el sorteo, dijo: "Va a ser un torneo difícil. Portugal se enfrentará a tres selecciones nacionales que conocemos bastante bien porque jugamos contra ellos en Copas Mundiales anteriores. Esperamos pasar". Justamente Senegal-Portugal fue uno de los duelos de cuartos de final en 2019, con triunfo de los lusos por 4-2 para luego encaminarse al título.
Mozambique -que tendrá su debut mundialista y será el séptimo seleccionado africano en jugar un Mundial de la disciplina- también la tendrá difícil en el Grupo B ante el dos veces subcampeón Tahití (2015 y 2017), Emiratos Árabes Unidos y España -subcampeón en 2013 y quinto en la tabla histórica-.
[Por Diego Martín Yamus] A pesar de una dura caída 0-4 con la Unión Soviética el 18 de junio en el cierre del Grupo B, Camerún redondeó una primera fase más soñada que aquella de España,, obteniendo (como Marruecos en México 86) la zona por delante de Rumania y de la misma Argentina. Por lo que era la Colombia de Francisco Maturana y Carlos Valderrama quien lo esperaba el 23 de junio en el inicio de los octavos de final, por supuesto con todo el favoritismo encima en el Estadio San Paolo de Nápoles.
Esta vez la cuestión era seguir o retornar a casa. Así ambos no se pudieron quebrar en los 90 minutos, y eso que Valery Nepomnyashchi, el técnico de Camerún, había recurrido a Roger Milla (38 años) por cuarto partido consecutivo, colocándolo a los 54 minutos por Mfede.
Y como contra Rumania en la primera fase, Milla le cumplió y con creces. Apenas arrancó el segundo tiempo extra, a los 106 minutos, un pase de Kana Biyik encontró al goleador -que actuaba en el Saint Pierroise de la isla Reunión- y éste eliminó a un defensor rematando de manera excelente para superar a René Higuita y poner las cosas 1-0 para los Leones Indomables con un zurdazo alto. Y otra vez el baile de Milla en el banderín del córner. “Todos llamaron a mi baile makossa, pero fue totalmente
improvisado. Solo quería algo distintivo para celebrar el hecho de anotar en una Copa del Mundo”, recordó Roger sobre
su festejo. El makossa es un estilo musical urbano que se
hizo popular en 1972 con el tema Soul Makossa del artista
camerunés Manu Dibango. “No es exactamente una samba,
sino un baile erótico frente al banderín, terminando con la
mano hacia abajo por la ingle, solo para mostrar la forma
viril en que se había perforado la defensa”, fue la descripción
del novelista camerunés Eugene Ebode.
Pero el momento más famoso de ese partido ocurrió a los 110 minutos. El lateral Ebwelle sacó desde su arco, Higuita salió en una de sus locas acciones a controlar el balón en la mitad de la cancha y cedió al zaguero Luis Carlos Perea, que cometió el garrafal error de devolverle el pase con Milla cerca. Higuita pisó la pelota, se confió, Roger se la robó y encaró solo hasta el arco vacío para un increíble 2 a 0. Con 4 goles Roger Milla sería por mucho tiempo el máximo anotador africano en la historia de los Mundiales.
Herido, Colombia se fue desordenadamente al ataque y a los 116 minutos Bernardo Redín finalizó bella combinación para el 2-1. Pero a pesar de buscar rápido la pelota en el arco camerunés para no perder tiempo, los de Maturana pagaron caro el error de Higuita y Perea y Camerún concretaba dos leyendas: el regreso de Milla y ser el primer país africano en meterse entre los ocho mejores a los cuartos de final. La Inglaterra de Gary Lineker esperaba en su camino. Pero quizá para esos Leones Indomables no habría domador.
La Arab Cup para los Sub 20 llegó a su fin con Arabia Saudita como campeón tras vencer en la final a Argelia por 2 a 1. En los cuartos de final solamente se habían metido los sauditas y Tajikistán entre los africanos. El campeón dejó en el camino a Senegal por penales y al local Egipto en un entretenido 3-2 para toparse en la final con los Zorros del Desierto que vencieron a Marruecos en cuartos por penales y a Túnez en la semifinal.
La final estaba prevista para que se juegue en el Cairo International Stadium -donde se jugó la final de la CAN 2019- pero la organización modificó la locación y se jugó en otros de los estadios de la capital: el 30 June Stadium. Los argelinos comenzaron dormidos y tras un error en la salida Arabia Saudita se adelantó en el marcador por intermedio de Musab Al Juwayr. Las cosas se podrían haber ido con dos goles de ventaja para los asiáticos pero el arquero Nabil Ouenas contuvo su tercer penal en el certamen.
Sobre los diez minutos de la segunda parte llegó la igualdad de Argelia a través de un gol de Adel Boulbina (Paradou). Sin embargo, sobre los 77 apareció Mohammed Baker para poner las cosas 2-1 y terminar por darle el título a Arabia Saudita. Buen trabajo igualmente para los chicos argelinos que clasificaron agónicamente en el Grupo A con un empate sobre el final ante Níger, pero luego se afianzaron hasta llegar a la final.
A través de la cuenta oficial de Twitter de la Federación Argelina de Fútbol, el presidente Amara Sharaf El-Din, extendió sus más sinceras felicitaciones a los jugadores por lo realizado en el torneo destacando el gran nivel y el espíritu y determinación demostrado.
Cada vez falta menos para el inicio de los Juegos Olímpicos en Tokio (Japón) y los tres seleccionados masculinos que participarán dieron a conocer sus nóminas. El viernes fue el turno de los dos finalistas en el Africano Sub 23 de 2019 (Egipto y Costa de Marfil) y hoy sábado Sudáfrica anunció sus hombres.
Los Faraones, que fueron campeones a fines de 2019 en el clasificatorio que los tuvo como sede, tendrán una difícil misión en el Grupo C que comparten con Argentina, España y Australia. Sin embargo cuentan con material como para ir en búsqueda del pasaje a los cuartos de final. Por ejemplo, de sus figuras en el título que les dio el pase a Tokio estarán Ramadan Sobhi (Pyramids), Ahmed Ramadan "Beckham" (Al Ahly), Ammad Hamdi (Ittihad Alejandría) y el arquero Mohamed Sobhy (Ittihad Alejandría). Los tres mayores elegidos por el entrenador Shawky Gharib (DT en el tercer puesto en el Mundial Sub 20 de Argentina, en 2001) son el arquero y capitán de Al Ahly Mohamed El-Shenawy, el central Ahmed Hegazy (ya estuvo en Londres 2012) y el defensor El Wensh.
Costa de Marfil, que estará en el Grupo D junto a Brasil, Alemania y Arabia Saudita, tendrá a algunos de los subcampeones en 2019 -como los defensores Silas Gnaka e Yves Kouadio Dabila- pero lo mejor lo pondrán sus mayores, todos con gran experiencia internacional: Eric Bailly, Franck Kessié y Max Gradel. También estarán el joven del Manchester Amad Diallo y el delantero de la Fiorentina Christian Kouamé. De los 22 convocados por Haïdara Souhalio solamente dos militan en el fútbol marfileño, los arqueros Eliezer Ira Tape (FC San Pedro) y Maxime Nagoli Oupoh (Sol FC).
Sudáfrica fue el último en anunciar sus convocados para afrontar el Grupo A ante el local Japón, México y Francia. Los de David Notoane estarán liderados por el experimentado arquero Ronwen Williams (SuperSport United) y contarán con algunos hombres del fútbol europeos como la dupla delantera de Lyle Foster (Vitoria Guimaraes -Portugal-) y Luther Singh (Braga -Portugal-). También hay muchas esperanzas en Nkosingiphile Ngcobo, mediocentro ofensivo del Kaizer Chiefs.
[Por Diego Martín Yamus] Luego del exitoso golpe inicial ante Argentina, Camerún debía seguir por la buena senda del Grupo B de Italia 90, porque los escollos duros recién surgían. El 14 de junio, en el Estadio San Nicola de Bari, Rumania -que en el debut había vencido a la URSS por 2 a 0- era el siguiente escollo para los Leones Indomables. Sería la primera vez que el nombre de Roger Milla iba a empezar a sonar en todo el mundo.
Los del soviético Valery Nepomnyashchi presentaron dos cambios obligados por las expulsiones de Massing y Kana Biyik en el partido inaugural. Jules Denis Onana en defensa y Emmanuel Maboang en el mediocampo fueron titulares mientras que Roger Milla seguía esperando su chance en el banco, tal como había acordado con su entrenador en la previa del torneo.
En un encuentro parejo contra un duro equipo rumano, que con doblete de Lacatus venía de vencer a los soviéticos, el 0 a 0 parecía inamovible. A los cameruneses les costaba llegar y cuando Rumania llegó se topó con un gran trabajo de Thomas N'Kono. Pero el ingreso de Milla a los 57 minutos por Maboang fue clave. Tanto que dos ráfagas suyas definieron la cuestión para su país. Ambas de forma curiosa: a los 76 minutos, un largo rechazo de la defensa africana fue hasta el borde del área contraria, donde Milla sacó con el hombro al defensor Ioan Andone y tras enganchar para la derecha fusiló a Silviu Lung, arquero y capitán rumano. Y diez después, el ingresado Jean Claude Pagal también efectuó un envío de espaldas al área, donde Milla entró descuidado y con un remate cruzado sentenció el 2 a 0.
También gracias a esos dos goles empezamos a conocer uno de los festejos icónicos de los Mundiales. “Después de cada tanto, el héroe de la velada se dirigía a una de las esquinas del campo
para mover las caderas en señal de alegría. Sus bailes en la
celebración de los goles son una de las imágenes más recordadas de aquella Copa del Mundo”, describe Alberto Owono
en su libro Indomable, cuadernos del fútbol africano.
Los de Emeric Jenei se vieron sorprendidos por el doblete de Milla que, con 38 años y en su segundo Mundial, se convirtió en el cuarto futbolista africano en marcar por duplicado en la máxima cita del fútbol luego del egipcio Fawzi, el argelino Assad y el marroquí Khairi. Los rumanos tenían grandes nombres (Lacatus, Gheorghe Popescu, Florin Raducioiu, Dumitrescu y Hagi, entre otros) pero recién alcanzaron el descuento sobre el cierre del partido. El tanto de Gavril Balint a los 89, en aparente offside, no impidió el segundo triunfo camerunés, esta vez por 2 a 1. De tres empates en España 82, los tricolores pasaban a dos éxitos y a clasificarse a los octavos de final, aunque aún faltaba medirse a la URSS. La primera parte de su objetivo estaba cumplida y el mundo no lo podía creer.
