[Por Diego Martín Yamus] Si bien Camerún regresaba al Mundial en Italia 1990 con los antecedentes ideales, esta vez el hincha creía que esos Leones Indomables serían presa fácil de un fuerte Grupo B con Argentina, la Unión Soviética y Rumania. A pesar de arribar eliminando a Túnez en 1989, con dos Copas Africanas recientes (1984 y 1988), un fuerte conjunto actual y hasta la novelesca presencia de los veteranos Thomas N'Kono y Roger Milla, nadie suponía ni cerca lo que ese 8 de junio de 1990 los tricolores iban a dar ante el campeón del mundo, con Diego Maradona incluido. Si hasta la prensa argentina bromeaba con el "Burum bum bum", canción del personaje Clemente del dibujante Caloi. Un cabezazo de Francois Omam Biyik serviría para una de las grandes sorpresas de la historia de los Mundiales.
Entre una nueva mala tarea albiceleste (como en la previa) y la solidez camerunesa, más allá de brusquedades, la sorpresa fue posible. Tras tibios intentos albicelestes, los del soviético Valery Nepomnniaschi fueron animándose. Y a pesar de la expulsión de André Kana Biyik, siguieron superiores y a los 67 minutos tuvieron un tiro libre en el borde del área. Cyrille Makanaky envió un centro, el goleador y figura François Omam Biyik saltó más alto que dos estáticos Néstor Lorenzo y Roberto Sensini y dirigió un débil cabezazo, que sin embargo le pasó por debajo del brazo al arquero Nery Pumpido y fue el gol del inmortal 1-0, gritado por casi todo el estadio Giuseppe Meazza de Milán, el norte italiano claramente enfrentado con el Nápoli del Sur y de Maradona.
Con los hermanos Biyik como protagonistas -uno expulsado y el otro goleador- Camerún ganó por primera vez en un Mundial, tras los tres empates en España 1982, y sorprendió a propios y extraños.
Fue el segundo tanto camerunés en la historia de la Copa del Mundo tras aquel de M´Bida ante Italia en España 1982. Pudo haber más pero Émile Mbouh definió mal un rápido contraataque sobre el final, cuando Roger Milla (ingresado poco antes) aparecía solo por el medio.
Con dos hombres menos (sobre el final también fue expulsado el defensor Benjamin Massing) el primer seleccionado africano en jugar un partido inaugural pudo derrotar al campeón del Mundial anterior, con Maradona en cancha y Bilardo en el banquillo. Pronto llegarían más emociones, y más noches mágicas, para ese desconocido Camerún de junio de 1990.
Italia 1934 (Dos goles)
1 y 2: Fawzi (Egipto) a Hungría
México 1970 (2)
Argentina 1978 (3)
España 1982 (6)
México 1986 (4)
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