miércoles, 12 de diciembre de 2018

Glorias de África: Mazembe 2010

[Por Diego Martín Yamus] Cuando se habla de la Copa Intercontinental, o del nuevo Mundial de Clubes, se piensa en Europa y Sudamérica. ¿Quién podría imaginar a África o Asia en una final del mundo? Hasta 2010 todo era de las dos mayores masas futbolísticas. Pero un sorpresivo y grato africano, el TP Mazembe de la República Democrática del Congo, pidió permiso para meterse en la historia grande de clubes.
Tras su tiempo de oro en los 60 y 70, con cuatro finales de África seguidas bajo el nombre TP Englebert, el "todopoderoso" de la ciudad de Lubumbashi no había vuelto a los primeros planos internacionales. Fue en 2009 que regresó a ellos con su tercera Liga de Campeones, ahora con su actual denominación. Al ganar la Champions 09 sobre el Heartland nigeriano participó por primera vez en el nuevo Mundial de Clubes, que en 2004 había reemplazado a la vieja y gloriosa Intercontinental. Pero en Emiratos Arabes Unidos, el once dirigido por el francés Diego Garzitto apenas pudo disputar un partido, cuando en los cuartos de final el Pohan Steelers de Corea del Sur lo batió 2-1 y lo dejó afuera.

Bajo la dirección del senegalés Lamine N'Diaye, los "cuervos" afrontaron en 2010 nuevamente el desafío de hacerse más grandes que nunca. Como acostumbrados monarcas de la LINAFOOT, la primera división congoleña, jugaron la Champions y fueron pasando rondas: APR de Rwanda, Djoliba de Malí, segundos del Esperance tunecino en la fase de grupos, JS Kabylie de Argelia en la semifinal y un tremendo 5-0 al propio Esperance en la primera final el 31 de octubre, para coronarse otra vez el 13 de Noviembre con un 1-1 que le valía una nueva prueba mundial. Así armó los equipajes para regresar al gran torneo de la FIFA, donde hasta entonces sólo el Al Ahly egipcio, tercero en 2006, había hecho quedar bien a África.
El 10 de diciembre, otra vez en los Emiratos Arabes Unidos, el TP Mazembe se presentaba ante el Pachuca de México, y en el Mohamed Bin Zayed Stadium de Abu Dhabi daba la primera campanada al ganar 1 a 0, con gol de Mbenza Bedi a los 21 minutos. Le esperaba en la semifinal el gran Internacional de Porto Alegre, campeón de la Copa Libertadores 2010. Y ese 14 de diciembre en el mismo escenario, todo el mundo futbolero apostaba a un seguro triunfo de los gaúchos y, con el Inter italiano, a un Inter-Inter en la gran final.

Los brasileños fueron muy superiores en el primer tiempo y parte del segundo, perdiendo varias ocasiones de gol por poco. El humilde Mazembe congoleño se agrupaba atrás y pensaba un contraataque o un error rival. Y en lo más intenso de la presión colorada, a los 53 minutos el medio Mulota Kabangu recibió solo en el área y definió de derecha ante Renán para abrir el marcador y la sorpresa. Inter fue a por el empate y el legendario arquero Robert Kidiaba se lució con dos salvadas tan espectaculares como decisivas. Y a los 85, Dioko Kaluyituka corrió por la izquierda, eliminó al argentino Pablo Guiñazú y remató para el increíble segundo tanto y la rúbrica a una doble hazaña: eliminar al Inter de Brasil, a Brasil, y ser el primer club no europeo ni sudamericano en jugar una final del mundo.
El entrenador N'Diaye le decía a FIFA.com tras el enorme triunfo: “Todo esto es muy especial para nosotros. Hemos venido a representar a África, y toda África estará ahora orgullosa de nuestro trabajo. Hemos tenido mucha fe en nosotros mismos y mucha seguridad en nuestras propias fuerzas, como se ha podido ver cuando hemos empezado a atacar, especialmente al principio de la segunda parte. También la suerte nos ha ayudado un poco, y no olvidemos que nuestro guardameta ha dado un auténtico recital, ¡parecía mágico! ¡Pero ganar 2-0!… Es nuestro día para ser felices. También para sentirnos orgullosos. Hemos triunfado y demostrado que nuestros jugadores poseen una calidad altísima. Hemos conquistado una gran victoria. Esto es estupendo para este equipo y para los congoleños. Todos los africanos deberían sentirse orgullosos de este equipo".

Pero el sueño real del TP Mazembe no había terminado. Porque estaba por disputar semejante momento a los ojos del mundo futbolero. Y nada menos que contra otro todopoderoso, otro Inter, el de Milán, ganador de la Champions League europea, con Julio César, Maicon, Zanetti, Cambiasso, Iván Córdoba, Diego Milito, Samuel Eto'o en sus filas. En cambio, los africanos esa tarde en el Sheik Zayed Stadium de Abu Dhabi fueron Kidiaba, Ekanga, Nkulukuta, Kasusula, Kimwaki, Mihayo, Bedi, Singuluma, Kabangu, Kasongo y Kaluyituka. Luego ingresarían Kanda por Kasongo a los 46' y Ndonga por Kaluyituka a los 89. Pero esta vez no hubo lugar a las sorpresas. En menos de 20 minutos, el neroazzurro lo liquidó con los tantos de Goran Pandev y Eto'o, reguló el trámite y terminó de redondear su éxito 3-0 con el francés Jonathan Biabiany, a cinco minutos del final.
Pero el éxito no es sólo de los primeros. El TP Mazembe dejó así una huella indeleble en la historia grande de África con su subcampeonato. Dioko Kaluyituka, uno de los héroes contra el Inter brasileño, fue galardonado con el Balón de Plata al mejor jugador, por detrás de Eto'o y por delante del argentino Andrés D'Alessandro, uno de los vencidos por el once africano. En verdad, y como dijo el técnico N'Diaye, fue un título. Y un título de todo África. Sí, de la República Democrática del Congo para el mundo entero.

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