En tiempos de cuarentena y del COVID-19 continuamos con nuestra nueva sección y hoy nos toca Burundí. A pesar de que la Primus League es una de las pocas que sigue con actividad -entre sábado y domingo se jugó la fecha 26-, el protagonista de la historia burundesa es el presidente del país: Pierre Nkurunziza.
Desde 2005 que Nkurunziza es el presidente de este país ubicado en el centro de África Oriental, limitando con Rwanda, Tanzania y la República Democrática del Congo. Hace un año a través de su cuenta de Twitter oficial, el máximo mandatario del país desde hace 15, felicitaba las Golondrinas -apodo del seleccionado- por su primera clasificación a una Copa Africana de Naciones. “Felicitamos y agradecemos a las Golondrinas por este inesperado honor para Burundi de clasificarnos por primera vez a la CAN. Agradecemos a Dios y no dejaremos de apoyar el juego y el deporte", podría ser la traducción de su mensaje en kirundi, uno de los idiomas oficiales del territorio junto al francés. Aquel día, fue empate 1-1 ante el Gabón de Aubameyang que alcanzó para clasificar a Egipto 2019.
La experiencia en suelo faraón no fue de las mejores para Burundí siendo último en el Grupo B detrás de Madagascar, Nigeria y Guinea, con tres caídas y ningún gol a favor. No obstante, la pasión por el fútbol de Nkurunziza viene de mucho antes.
Pasados sus veinte años se recibió de profesor de Educación Física, llegó a jugar en la División One y luego dirigiría al Union Sporting. A pesar de su labor como presidente, Pierre siempre se ha dado un lugar para el fútbol. Ya en su primer mandato jugaba o entrenaba tres días a la semana con su equipo: el Haleluya FC. "Creó un séquito presidencial que incluía a su propio equipo de fútbol, en el que siempre era protagonista. Un gran coro evangélico le permitía jugar partidos y celebrar reuniones de oración en sus majestuosas giras por el país", cuenta David Goldblatt en su libro The Age of Football: The Global Game in the Twenty-first Century. El coro se llama "Komeza gusenga", que significa "rezar sin parar" en kirundi.
En 2015, en el documental que se puede ver más arriba, el entrenador del rival del Haleluya se manifestaba así: "Creo que el equipo del presidente es más fuerte que el nuestro porque han jugado y ganado muchos juegos. Pero jugaremos y les mostraremos que no somos niños. Hablamos con nuestros jugadores y aconsejamos al equipo que no fueran demasiado blandos con el presidente. Pero que tampoco debemos lastimarlo". "Cuando estamos en ataque, busquemos al presidente. Siempre que no esté marcado, pasemoles el balón", ordena el entrenador del Haleluya momentos después en el entretiempo.
El 3 de febrero de 2018, el equipo del presidente se midió ante el Kiremba como visitante y se dio una situación que dio la vuelta al mundo. Esta localidad se encuentra en el norte del país -cerca de la frontera con Rwanda- y el equipo local contaba con refugiados congoleños. Estos no sabían que se enfrentaban al presidente del país que los albergaba y lo "atacaron cada vez que tenía la pelota y lo hicieron caer varias veces", según contó un testigo a la AFP. Casi un mes después, el entrenador de Kiremba, Cyriaque Nkezabahizi, y su asistente, Michel Mutama, fueron encarcelados por "conspiración contra el presidente". La prisión de Ngozi, a 130 km al norte de la capital Bujumbura, fue el destino de los detenidos.
Normalmente, en los partidos que protagoniza el Haleluya con su número 9 y capitán Pierre Nkurunziza, sus rivales son muy conscientes de que están jugando contra el presidente del país, y siempre se comenta que se le otorgan facilidades, incluso hasta permitiendo que anote. En una ocasión, un árbitro advirtió a un equipo rival: “Si no dejas que Su Excelencia marque el gol, jugarás hasta mañana".
"Para Nkunrunziza, la pelota redonda es una religión, le dedica la mitad de su tiempo. Hasta en 2015, cuando ciertas calles de la capital estaban llenas de cadáveres, siguió corriendo tras un balón", se puede leer en un artículo de Radio France Internationale. Se refiere a los sucesos que enardecieron a los burundeses cuando el presidente decidió postularse para su tercer mandato. Según un informe de las Naciones Unidas de 2017, las fuerzas gubernamentales, pero también los grupos de oposición, cometieron asesinatos, torturas y violaciones en los días de violencia de 2015. El presidente Nkurunziza y su gobierno fueron implicados, con pruebas contundentes, con crímenes contra la humanidad. Mientras los disturbios, los incendios y los disparos sacudían distintas ciudades, el presidente llegó a estar en su pueblo natal, practicando con su equipo en su propio estadio privado amurallado, mientras los niños descalzos se agolpaban a observar frente a las puertas cerradas del mismo.
Las cosas parecen ya no dar para más y, para las elecciones del 20 de mayo, la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) ha validado un total de seis candidaturas para las elecciones presidenciales de las que saldrá el sucesor de Nkurunziza. Entre los candidatos avalados figura el delfín designado por el presidente, Evariste Ndayishimiye, el histórico opositor Agathon Rwasa, Léonce Ngendakumana, Melchior Ndadaye, Gaston Sindimwo, Francis Rohero y el pastor Dieudonné Nahimana.
Fuentes: Region Week, BBC, RFI y Europa Press
La experiencia en suelo faraón no fue de las mejores para Burundí siendo último en el Grupo B detrás de Madagascar, Nigeria y Guinea, con tres caídas y ningún gol a favor. No obstante, la pasión por el fútbol de Nkurunziza viene de mucho antes.
En 2015, en el documental que se puede ver más arriba, el entrenador del rival del Haleluya se manifestaba así: "Creo que el equipo del presidente es más fuerte que el nuestro porque han jugado y ganado muchos juegos. Pero jugaremos y les mostraremos que no somos niños. Hablamos con nuestros jugadores y aconsejamos al equipo que no fueran demasiado blandos con el presidente. Pero que tampoco debemos lastimarlo". "Cuando estamos en ataque, busquemos al presidente. Siempre que no esté marcado, pasemoles el balón", ordena el entrenador del Haleluya momentos después en el entretiempo.
El 3 de febrero de 2018, el equipo del presidente se midió ante el Kiremba como visitante y se dio una situación que dio la vuelta al mundo. Esta localidad se encuentra en el norte del país -cerca de la frontera con Rwanda- y el equipo local contaba con refugiados congoleños. Estos no sabían que se enfrentaban al presidente del país que los albergaba y lo "atacaron cada vez que tenía la pelota y lo hicieron caer varias veces", según contó un testigo a la AFP. Casi un mes después, el entrenador de Kiremba, Cyriaque Nkezabahizi, y su asistente, Michel Mutama, fueron encarcelados por "conspiración contra el presidente". La prisión de Ngozi, a 130 km al norte de la capital Bujumbura, fue el destino de los detenidos.
Normalmente, en los partidos que protagoniza el Haleluya con su número 9 y capitán Pierre Nkurunziza, sus rivales son muy conscientes de que están jugando contra el presidente del país, y siempre se comenta que se le otorgan facilidades, incluso hasta permitiendo que anote. En una ocasión, un árbitro advirtió a un equipo rival: “Si no dejas que Su Excelencia marque el gol, jugarás hasta mañana".
"Para Nkunrunziza, la pelota redonda es una religión, le dedica la mitad de su tiempo. Hasta en 2015, cuando ciertas calles de la capital estaban llenas de cadáveres, siguió corriendo tras un balón", se puede leer en un artículo de Radio France Internationale. Se refiere a los sucesos que enardecieron a los burundeses cuando el presidente decidió postularse para su tercer mandato. Según un informe de las Naciones Unidas de 2017, las fuerzas gubernamentales, pero también los grupos de oposición, cometieron asesinatos, torturas y violaciones en los días de violencia de 2015. El presidente Nkurunziza y su gobierno fueron implicados, con pruebas contundentes, con crímenes contra la humanidad. Mientras los disturbios, los incendios y los disparos sacudían distintas ciudades, el presidente llegó a estar en su pueblo natal, practicando con su equipo en su propio estadio privado amurallado, mientras los niños descalzos se agolpaban a observar frente a las puertas cerradas del mismo.
Las cosas parecen ya no dar para más y, para las elecciones del 20 de mayo, la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) ha validado un total de seis candidaturas para las elecciones presidenciales de las que saldrá el sucesor de Nkurunziza. Entre los candidatos avalados figura el delfín designado por el presidente, Evariste Ndayishimiye, el histórico opositor Agathon Rwasa, Léonce Ngendakumana, Melchior Ndadaye, Gaston Sindimwo, Francis Rohero y el pastor Dieudonné Nahimana.
Fuentes: Region Week, BBC, RFI y Europa Press
Entregas Anteriores
1-Angola: El goleador Chico Gordo
2-Argelia: MC Alger Champions 1976
3-Benín: Vitalor Ligue 1
4-Botswana: Los estadios
5-Burkina Faso: Las Juveniles
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