[Vía FIFA.com] El fútbol es un asunto de familia en casa de los Kadewere. Philana Tinotenda, que nació el 5 de enero de 1996 en Harare (Zimbabwe) y más conocido como ‘Tino’, es el benjamín de 4 hijos educados en la pasión del deporte rey.
Su padre, Onias, dirigía una escuela de fútbol en la periferia de la capital a la que el pequeño Tino se incorporó con 6 años para frecuentarla asiduamente. Entre ese papá-entrenador y sus hermanos (Prosper, Prince y Pardon, todos jugadores profesionales en el país), Tino Kadewere difícilmente podía escapar a su destino de hacerse futbolista.
“Ese entorno, efectivamente, tiene mucho que ver en el éxito de mi carrera”, confirma Tino a FIFA.com. “Mi papá, sobre todo, desempeñó un papel primordial. Siempre veló por mí; sus consejos y su apoyo han sido fundamentales. Me ayudaron a convertirme en el que soy hoy”.
A ese padre lo perdió en 2015. Ese mismo año, ya listo para volar con sus propias alas, dejó el Harare City FC (donde estaba puliendo su formación) para marcharse a la liga sueca. “Jugar en Europa era un sueño que se materializaba, y es una pena tremenda no haber podido compartirlo con él”, confiesa el delantero. “Pero esté donde esté, sé que está orgulloso de mí, y siento que continúa guiándome”.
Sus comienzos con el Djurgårdens, donde rápidamente mostró sus cualidades de definidor, coincidieron con sus primeros pasos en la selección. Enseguida empezó a encadenar goles e internacionalidades (15 actualmente), antes de probar una nueva experiencia en el Le Havre, de la segunda división francesa. Allí confirmó su valía marcando 26 tantos en 50 partidos durante una temporada y media, antes de fichar por el Olympique de Lyon para la campaña 2020/21.
“Voy paso a paso”, analiza con respecto a su trayectoria. “Quería primero adaptarme a Europa y por eso elegí Suecia, donde la gente habla inglés perfectamente. Luego tuve la oportunidad de ir a Francia, al Le Havre y al Lyon, dos equipos históricos de este país. La historia de los clubes tiene su importancia en las decisiones sobre mi carrera”.
Rumbo a Qatar
De hecho, la historia de los Guerreros es igual de esencial a sus ojos, y Kadewere menciona a Moses Chunga, leyenda de la selección zimbabuense, al frente de sus modelos a seguir. Asimismo, señala al empate que arrancó Zimbabwe contra Argelia (2-2) en la Copa Africana de Naciones 2017 como el partido que más le ha marcado. “Es un honor inmenso poder representar a tu país. Nunca me cansaré de ver mi nombre entre los convocados con la selección nacional”, asegura.
“Naturalmente, la vida de una selección está hecha de altibajos, pero estoy convencido de que la de Zimbabwe logrará algún día hacer sonreír a todo el país”, continúa. ¿Y por qué no pronto? Los Guerreros consiguieron superar la primera ronda de la fase de clasificación africana para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022, y se verán las caras con Ghana, Sudáfrica y Etiopía en el Grupo G, correspondiente a la segunda ronda clasificatoria.
“Es bien sabido que el camino que conduce al Mundial es largo y sinuoso. Pero es el objetivo que nos hemos fijado. Evidentemente, vamos a tener que trabajar duro para cumplirlo, pero tenemos una buena base de trabajo: nuestra selección posee verdadero talento y está ‘rodada’, ya que llevamos jugando juntos desde hace unos cuantos años. Es una baza que no es insignificante”, afirma el delantero.
Los Guerreros, efectivamente, parecen llevar una buena dinámica. Han conseguido clasificarse para dos Copas Africanas de Naciones seguidas, algo que no sucedía desde las ediciones de 2004 y 2006. “Pero el objetivo es el Mundial”, insiste Kadewere. “Es mi deseo más preciado. Y también que mi familia esté orgullosa de mí”, concluye. No es de extrañar, en una familia tan futbolística…
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