Eto'o, siempre protagonista

[Vía El País] La ascendencia que tiene Samuel Eto'o en el vestuario de Camerún es incontestable. La palabra del ariete, líder de los leones indomables, se traduce en ley para el resto de los componentes del combinado africano, siempre supeditados a las órdenes y el mandato de su capitán. Y, mientras el rango del ariete del Inter de Milán emerge como la espuma, un rumbo diametralmente opuesto adquiere el del seleccionador, Javier Clemente, señalado por su hinchada, con un pie y medio fuera de la Copa de África y que el pasado fin de semana asistió estupefacto a un episodio que le sacó los colores.

En plena disputa del partido frente a Senegal, el preparador vasco ordenó un cambio cuando su equipo se disponía a lanzar un saque de esquina. De forma espontánea, la grada se desperezó y comenzó a agitar los brazos en disposición negativa. Ahí emergió Eto'o. Sin pensárselo dos veces, el delantero agarró de la pechera a su compañero Choupo e impidió que abandonase el terreno de juego (ver video).

"Soy el capitán y soy responsable de lo que ocurre en el campo", alegó el exjugador del Real Madrid y el Barcelona; "pensé que Choupo podía ayudar más al equipo que Maxim. Su físico es mucho más poderoso y en este tipo de jugadas eso tiene mucha importancia". Solventada la acción, casi 10 minutos después, el entrenador de Baracaldo sí pudo efectuar la sustitución, desacreditado públicamente pese a los intentos del jugador por elevar su estatus tras el encuentro. "La autoridad en la selección está clara, manda el entrenador", expuso.

No es la primera vez que el ariete tiene un desencuentro con el técnico, que en 2006, después de que Eto'o escupiese a Unai Expósito en un duelo en el Camp Nou, hizo unas polémicas declaraciones: "Creía que los que escupían son los que bajan del árbol", manifestó el vizcaíno, que el pasado sábado vio cómo se dilapidaban casi todas las opciones de Camerún para acceder a la Copa de África. A falta de tres minutos para la conclusión, Eto'o erró un penalti y el empate no se movió del marcador. No corren buenos tiempos para Camerún.