
Las Super Halconas necesitas enmendar una mala racha de resultados en la Copa Mundial en la que suman 7 partidos sin ganar. Desde que derrotaron a Dinamarca en Washington en 1999 (ahí lograron su mejor actuación en la cita alcanzando los cuartos de final), la selección africana ha sufrido 6 derrotas y un empate, éste último en su debut ante Suecia en China 2007.
"No conozco mucho a Francia, es la primera vez que enfrentamos a la selección absoluta. Pero tengo claro que cualquier equipo clasificado para la Copa Mundial es peligroso. Hasta ahora siempre ha habido motivos externos que no han permitido que tuviésemos suerte en la competición: dificultades para aclimatarnos, acostumbrarnos a la comida… Pero eso está superado esta vez", afrimó Uche Ngozi, seleccionadora nigeriana y legendaria jugadora de su país.
Las nigerianas han participado en las cinco ediciones de la Copa Mundial Femenina de la FIFA celebradas hasta la fecha. Debutaron en la competición en el certamen inaugural, en 1991, donde quedaron eliminadas en la última posición de su grupo. Hasta la fecha, su mejor rendimiento se produjo en la edición de 1999, cuando cayeron en cuartos de final por 4-3 a manos de una pujante Brasil. En aquel partido, Nigeria remontó tres goles en la última media hora, pero acabó derrotada por un tanto de Sissi en la prórroga. Encuadradas en el Grupo A, junto a las locales, Francia y Canadá irán en busca de igualar o superar esa actuación. Pero no estarán solas, ya que Guinea Ecuatorial será el otro representante africano.

Antes de la Copa Africana de Naciones femenina 2008, en la que contra todo pronóstico conquistó la corona como anfitriona, muy pocos conocían el verdadero potencial de esta selección. La primera vez que las ecuatoguineanas se revelaron como una fuerza emergente fue en 2007, cuando se impusieron por 2-1 a Sudáfrica, un rival a priori muy superior, en un encuentro de clasificación para los Juegos Olímpicos. Un año antes habían quedado eliminadas en la fase de grupos en su debut en la CAN femenina. Ahora, a punto de emprender su primera aventura mundial, ansían entrar en el certamen por la puerta grande.
De la mano del brasileño Marcelo Frigerio, que debutó al frente del equipo con dos victorias, ambas ante Camerún, ratificando así la buena reputación con la que llegaba desde Sao Paulo, en enero de 2011, donde fue un pionero trabajador del fútbol femenino. “Es la mayor oportunidad de mi carrera”, dijo a sus 40 años, después de aceptar el cargo.
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