jueves, 31 de diciembre de 2020

Un país, una historia: Zimbabwe

En el último día del año llegamos también al final de esta serie en la que cada uno de los países de África tuvo su historia y su espacio. En esta ocasión culminamos con Zimbabwe y unas líneas sobre Canaan Sodindo Banana, el primer presidente del país entre 1980 y 1987. Un presidente apasionado por el fútbol que hizo mucho por el desarrollo del deporte en su tierra y que hasta llegó a oficiar como árbitro varios partidos mientras estaba en funciones.
Canaan Banana, nacido en 1936, ocupó en 1980 la presidencia del país tras la independencia de Gran Bretaña y se mantuvo en el puesto hasta 1987, cuando Mugabe, entonces primer ministro y que ya era quien ejercía el poder de hecho, fue elevado a presidente ejecutivo. Fue muy importante la negociación liderada por Banana para lograr la unión entre la Unión Nacional Africana de Zimbabue (ZANU) y la opositora Unión Popular Africana de Zimbabue (ZAPU). Eso le valió una importante reputación antes de dar lugar a un largo mandato de Robert Mugabe, entre 1987 y 2017.

Banana era conocido en los círculos del fútbol como el fanático número uno de ese deporte en Zimbabwe. Solía apoyar apasionadamente toda actividad fútbolística y era un religioso asistente a todo aquel partido que involucrara a la selección nacional -The Warriors- como local. La afición siempre esperaba su llegada y lo recibía con grandes ovaciones cuando se presentaba con toda su comitiva en el Rufaro Stadium o en el National Sports Stadium -ambos en la capital Harare-. Su mera presencia agregaba un condimento especial a cada partido. 

La selección de Zimbabwe se afilió en 1980 a FIFA y a la CAF y empezó a tener sus primeras competiciones internacionales bajo el mandato de Banana. Por ejemplo su primera Eliminatoria Mundialista fue rumbo a España 1982 y quedaron afuera ante Camerún, que sería uno de los dos clasificados del continente. Los guerreros cayeron 2-0 en territorio camerunés y en la revancha no les alcanzó un solitario gol de David Muchineripi para forzar al menos los penales. Para México 1986 la despedida fue más pronta ya que Egipto los dejó afuera con un global de 2-1. Y si hablamos de la Copa Africana de Naciones (CAN) durante el período presidencial de Banana, Zimbabwe intervino en tres Eliminatorias sin éxito: para Libia 1982 los eliminó Zambia -una de las potencias de esos años-, Malawi fue el verdugo rumbo a Costa de Marfil 1984 y en el camino a Egipto 1986 superaron dos rondas (a Swazilandia y Madagascar) hasta quedar a las puertas de su primera clasificación al perder 3-1 con Senegal. 

Pero la pasión futbolística de Banana no quedaba reducida exclusivamente a su seleccionado. En sus años de presidente asistió a todas las finales de copa. Y las hubo muchas durante su era: ZIFA Cup, Rothmans Cup, Rosebowl Trophy y Chibuku Trophy. En todos los partidos definitorios se quedaba hasta el final para hacer la entrega de medallas y del trofeo de campeón. "Estoy seguro de que todos los jugadores se sintieron motivados y honrados por ese gesto. Al asistir regularmente a los partidos de fútbol, ​​el presidente Banana se convirtió en un hombre del pueblo. Se convirtió en miembro de la familia loca por el fútbol en Zimbabwe mientras se mezclaba con el resto de nosotros", sostiene Lot Chitakasha en un artículo de 2016. 
Pero la pasión por el fútbol de Banana no quedaba solamente en asistir a las finales, era un árbitro calificado que llegó a dirigir torneos juveniles (aquí un video en un partido juvenil el 2 de marzo de 1983). Según informó el Diario El País (España), en ese año el cuerpo arbitral de Zimbabwe empezó a tener un nuevo miembro, que se salía de lo ordinario. El nuevo colegiado inscripto no era otro que el máximo dirigente del Gobierno, el presidente del país. El Jefe del Estado de Zimbabue superó, al parecer brillantemente, su examen de árbitro de la ZIFA, la Federación de Fútbol de Zimbabwe. 
 
También financió su propio equipo de fútbol, el ​​State House Tornadoes, más tarde simplemente Tornadoes. Un equipo que tenía muy buenos jugadores y que llamaba la atención por sus uniformes importados que los hacían lucir profesionales. Fanuel Aribeto, Mandla Balanda, Alan Jalasi, Cosmas Pritchard, Noah Cox, Arthur Tutani, Mphumelelo Dzowa o más tarde David Mwanza, John Phiri y Ernest Makosa fueron jugadores que destacaron y empezaron a ser tenidos en cuenta por los grandes como Dynamos o Caps United. Luego de unos buenos años, el Tornadoes se unió a Darryn Textiles para convertirse en Darryn T.  

El presidente también era conocido por su apoyo al fútbol universitario y, en un momento, convirtió al equipo de la Universidad de Zimbabwe en una fuerza a tener en cuenta por sus divisiones inferiores. Fue este equipo el que preparó a algunos de los mejores jugadores de Zimbabwe como Benjani Mwaruwaru o Tauya Murehwa. 

También hubo algunos episodios, ya cuando no era más el presidente que terminarían opacando su trabajo ligado al fútbol. Fue cuando en 1997 el ex guardaespaldas presidencial Jefta Dube -anteriormente futbolista de los Black Mambas- testificó que había sido drogado y luego abusado sexualmente por el presidente. El presidente descartó estas acusaciones como iventos de sus oponentes políticos para perjudicarlo. Sin embargo, muchos más ex trabajadores y jugadores luego testificaron sobre el comportamiento del presidente. 

La homosexualidad es consideraba como una abominación en el Zimbabwe culturalmente conservador. Y por ese tiempo el presidente Mugabe describió a los homosexuales como peores que los cerdos. Banana había mantenido desde el fin de su presidencia una vida políticamente activa pero en 1998 y luego de un juicio que se extendió durante 17 días fue encontrado culpable de 11 cargos de sodomía, acusado por varios de sus antiguos sirvientes y jardineros cuando ocupaba la presidencia. De los diez años de condena nueve fueron suspendidos y solamente cumplió siete meses de la pena original por "buena conducta". 

Los fanáticos y la gente ligada al fútbol empezaron a ver con otros ojos su trabajo vinculado al fútbol y dudaron si su gran interés por el fútbol era genuino o si tenía sus raíces en su fascinación por los hombres, según se puede leer en algunos artículos de medios de Zimbabwe. En 2003 llegó la muerte de Canaan Banana a quien más allá de la condena se le otorgó la condición de héroe nacional “por cuestión de principios" -según el entonces ministro de Información, Nathan Shamuyarira-. Un ex presidente que siempre dividirá opiniones, pero del cual no se puede dejar de mencionar su papel indiscutible en el desarrollo del fútbol zimbabuense. 


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1 comentarios:

Gian-Luca Waldschmidt dijo...

En 1982, Zimbabue aprobó una ley que prohibía a los ciudadanos bromear sobre el apellido del presidente, Canaan Banana. Un apasionado por el fútbol que se recibió de árbitro y terminó condenado a diez años de prisión

Fue Primer Ministro desde 1980 hasta 1987 cuando se derrocó al primer presidente Canaan Banana, y desde 1987 hasta 2017 el segundo "presidente". Duró 37 años en el poder.

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