miércoles, 30 de septiembre de 2020

Un país, una historia: Rwanda

Paul Kagame es el actual presidente de Rwanda y una figura que encierra cosas muy buenas para su país pero también críticas a su forma de gestión y a sus prácticas. De formación militar en los Estados Unidos, de muy pequeño tuvo que huir con su familia a Uganda por los enfrentamientos entre hutus y tutsis. Ya de grande creó junto a un amigo el Frente Patriótico Ruandés (FPR) que sería clave para el inicio de la reconstrucción ruandesa tras el genocidio que se dio entre abril y junio de 1994.

Por aquel entonces, aunque el fútbol era lo que menos importaba a los ruandeses, el seleccionado se encontraba en el puesto 168 de la clasificación de la FIFA. Tres años después del genocidio, Rwanda cayó a lo más bajo que conoció su historia futbolística. Diciembre de 1997 los tuvo en el puesto 172, el más bajo desde la afiliación de la Federation Rwandaise de Football Association (FERWAFA) a la FIFA. 

En el año 2000, Kagame se convierte en presidente en reemplazo de Pasteur Bizimungu y tres años después confirma su cargo en las primeras elecciones tras los sucesos de 1994. "Es un personaje polémico desde ya pero hay que recordar que agarró un país que prácticamente no existía. Rwanda había muerto y años después logró construir un país serio. Eso habla bien de él y la gente se lo agradece mucho. No es un santo pero los ruandeses valoran mucho la estabilidad y el crecimiento económico que logró después de semejante infierno", sostiene el periodista argentino Fernando Duclos (@periodistan_ en Twitter), quien visitó Rwanda hace unos años y lo cuenta en su libro Crónicas Africanas

Volviendo al fútbol, en 1998 el Rayon Sports se quedó con la Copa de Clubes de la CECAFA al vencer en la final al Mlandege FC de Zanzíbar. Dicha copa, exclusiva para los clubes de los países miembros del Consejo de Asociaciones de Fútbol para el Este y Centro de África, en 2002 cambiaría su nombre para pasar a llamarse Kagame Interclub Cup. Fue cuando la CECAFA atravesaba una situación económica difícil que el secretario general Nicholas Musonye recurrió a Kagame. Este puso los sesenta mil dólares que faltaban para que el torneo se lleve a cabo -y algo más también- y como agradecimiento los organizadores le pusieron su nombre a la competición. Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. "Esto es tan inaceptable como increíble. Un torneo regional que lleve el nombre de un presidente es innecesario. En primer lugar, el torneo cuenta con nueve países de toda la región. No es que Kagame sea una mala persona pero la CECAFA es más grande que una nación", se pudo leer en una editorial de un sitio ugandés por aquellos días.

En la primera edición bajo la nueva denominación, el APR ruandés quedó afuera en la fase de grupos y el campeón fue Simba (Tanzania) al imponerse 1-0 a Prince Louis (Burundí) en la final disputada en Zanzíbar. Si hasta esa edición solamente un club de Rwanda se había quedado con el certamen -Rayon Sports en 1998-, en los años siguientes otros dos clubes se consagrarían en la copa de su presidente: APR en 2004, 2007 y 2010 y Atraco FC en 2009. Un presidente que en 2003 confirmó su cargo en elecciones y que siempre reconoció la importancia de los deportes para Rwanda y los valores que ellos pueden darle a los ciudadanos.

En 2004, poco antes que se cumpliera la década del genocidio, el seleccionado ruandés pudo jugar su primera y a la fecha única Copa Africana de Naciones (CAN). "La satisfacción es enorme. Personalmente es un honor dar tamaña alegría a un país tan golpeado", había declarado el entrenador serbio Dujkovic al obtener el pasaje a Túnez 2004 y demostrar que la reconciliación y la unión del pueblo ruandés era posible y el fútbol era su ejemplo más concreto. El 24 de enero de 2004 en Rades, un exquisito tiro libre del zurdo Joao Rafael Elías ante el local, se transformó en el primer gol de Rwanda en la historia de la CAN. Finalmente fue derrota 2-1 en el arranque del Grupo A pero luego llegarían un empate en uno con Guinea y un triunfo de despedida 1-0 sobre la RD Congo, que dejó a los Amavubis a un paso de los cuartos de final. 

Pero los logros de Rwanda y Kagame ligados al fútbol seguirían. A principios de 2011 el país albergó la CAN para menores de 17 años y, con mayoría de jugadores nacidos en 1994, se quedó con el subcampeonato al perder la final 2-1 con Burkina Faso. Ese segundo lugar valió la primera clasificación ruandesa a una competición de la FIFA: el Mundial de la categoría en México. La gran mayoría del plantel había sufrido la perdida de algún familiar o conocido los tiempos de machetes y muertes. En tierra azteca, comandados por el francés Richard Tardy, perdieron con Inglaterra y Uruguay y empataron con Canadá pero mostraron al mundo entero que eran el espejo de un pueblo que quiere mirar al futuro. Y, sobre todo, que quiere saborear el éxito en paz. “A algunas personas les parece un milagro que estemos aquí. Hablan de genocidio; es todo lo que saben de Rwanda. Pero estamos aquí representando a África como ruandeses. Esto significa mucho (...) Para mí, ponerme la camiseta de Rwanda ahora es un símbolo de que estamos avanzando. Somos el futuro del fútbol ruandés, llevándolo adelante", fue el análisis de Andrew Buteera, una de las figuras de aquel Sub 17.      

En 2016 Rwanda albergó la cuarta edición de la CHAN -similar a la CAN pero para jugadores de las ligas domésticas-. Pero el sueño se acabó en los cuartos de final cuando cayeron en el suplementario ante RD Congo, que sería el campeón. 

Las últimas noticias que vinculan al fútbol ruandés con Kagame tienen que ver con acuerdos de patrocinio con Arsenal (Inglaterra) y con PSG (Francia). Con los ingleses se acordó por tres años en 2018 para que luzcan en la manga de sus camisetas "VISIT RWANDA" con el objetivo de aumentar el turismo, la inversión y el desarrollo del fútbol en el país. Mientras que a fines de 2019 también se acordó por el mismo período con el campeón francés que destacó la colaboración como multifacética y con la posibilidad de permitir mostrar todo lo que Rwanda tiene para ofrecer y crear vínculos para contribuir al impresionante crecimiento del país. 

Estrategias en el país de un presidente que en su juventud jugó al basquet y al voley y al que le gustan los deportes en general. "El deporte es una herramienta poderosa porque conecta a las personas. Cuando se juega todos están felices de estar juntos, sin importar quien gane o quien pierda", sostuvo a principios de año Kagame. Un presidente que mientras tanto sigue teniendo una copa con su nombre para los clubes de la CECAFA. 

Fuentes: El 9 y Medio, CAF Online, New Vision, "Paul Kagame and Rwanda: Power, Genocide and the Rwandan Patriotic Front" de Colin Waugh, "Rwanda: Rebuilding of a Nation", de Ndahiro y Rwagatare, "Fútbol Africano: crónicas, historias e investigación" de Pancho Jáuregui, New Times y FIFA.com

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