viernes, 18 de diciembre de 2020

Un país, una historia: Túnez

Hasta 1978, solamente tres seleccionados africanos habían tenido participaciones mundialistas. El primero fue Egipto en Italia 1934 que se despidió rápido tras perder ante Hungría por 4 a 2 en la ronda preliminar. En México 1970 fue Marruecos, que logró el primer punto al cerrar su intervención en el Grupo 4 con un empate 1-1 ante Bulgaria; antes había perdido 1-2 con Alemania y 0-3 con Perú. Cuatro años más tarde fue el seleccionado zaireño que a pesar de ser el campeón vigente del continente perdió sus tres partidos ante Brasil, Escocia y Yugoslavia -14 goles en contra y ninguno a favor- y se despidió sin pena ni gloria para nunca más volver a un Campeonato del Mundo. 
Para la cita mundialista en Argentina, el representante africano fue Túnez. Las Águilas de Cártago, como se conoce a este seleccionado, fueron superando en las primeras instancias a Marruecos, Argelia y Guinea hasta llegar al grupo final de tres países por un lugar. Nigeria y Egipto los rivales. Las cosas no comenzaron bien para los dirigidos por Abdelmajid Chetali que empataron sin goles, como locales, ante Nigeria. Pero la revancha en Lagos, gracias a un gol en contra, les dio a los tunecinos la posibilidad de definir el pasaje con los Faraones egipcios. En El Cairo, los locales ganaron por 3 a 2. El 11 de diciembre de 1977, a Túnez solamente le servía el triunfo. 

Mohamed Ali Akid, de cabeza, abrió la cuenta en el Stade El Menzah y finalmente sería goleada por 4 a 1 y clasificación a Argentina 78 para los tunecinos. Justamente Akid, quien se desempeñaba en la delantera del CS Sfaxien (307 partidos y 126 goles) era una de las figuras de Túnez. Akid, un 9 goleador y de gran cabezazo caracterizado por un prolijo bigote, había sido clave para la obtención del Campeonato Árabe de Naciones en 1973 y también lo sería en el cuarto puesto en la Copa Africana de Naciones de 1978, en Ghana. Pero su máximo logro a nivel selección fue haber jugado en los tres partidos de Túnez en el Mundial de Argentina, en el que el 3-1 sobre México supuso la primera victoria de un representativo africano en los Mundiales. La misma fue catalogada por la FIFA como “una victoria poco probable que se convirtió en un momento clave para el desarrollo del juego del continente”. Luego del triunfo en el debut del Grupo 2, siguieron una derrota 1-0 ante Polonia y un empate sin goles ante Alemania, el campeón defensor. 
Con 3 puntos Túnez se quedó a las puertas de la clasificación pero la actuación sirvió para que África ganara una plaza para el Mundial siguiente. Además, algunos jugadores pudieron emigrar al extranjero.

El 24 de junio de 1978, un día antes de la final que Argentina le ganó a Holanda para adjudicarse su primer Mundial, Mohamed Ali Akid acordó su traspaso del CS Sfaxien al Al Nassr de Arabia Saudita.

Pero la estadía de Akid en tierra saudí no duraría mucho. Y es que el 12 de abril de 1979, menos de un año después del Mundial, falleció en circunstancias no muy claras. La versión oficial fue que murió luego de ser alcanzado por un rayo cuando estaba entrenando con el club saudita. 

La última vez que Mohamed me llamó fue la noche del 10 de abril. Tras cortar sentí algo extraño, sobre todo porque insistió mucho en el cuidado de Hada y Riadh –sus hijos-. Al día siguiente no me contactó, cosa que me preocupó y el 12 de abril conocimos la trágica noticia”, contó su mujer Mamia a medios de su país. 

Sus familiares nunca se convencieron de los motivos de la muerte, más teniendo en cuenta que el cuerpo fue repatriado en un ataúd herméticamente sellado y con la prohibición de abrirlo. Y hasta circuló la versión de que el cuerpo enterrado no sería el de Akid. 

Cuando murió Akid yo tenía 10 años. Fue un shock para todo el país. Nunca antes había visto a mi padre llorar de aquella forma”, recuerda Sami Nasfi, fanático del fútbol tunecino. “Murió oficialmente por un rayo durante una sesión de entrenamiento, pero existen controversias sobre las circunstancias reales de su muerte, incluso se habla de un problema con un príncipe. No conocemos la verdad sobre su muerte”, sostienen desde el sitio FootiTun ante la consulta. 

En 1984, en un relato titulado Le mort se reveille para la publicación Realités, se da cuenta del testimonio de una tunecina que trabajó en un palacio de un país de Oriente. “Un día, todos los periódicos anunciaron la llegada de futbolistas de mi país. Mi jefa, una mujer de treinta años, tan pronto como su marido dejaba la casa, llenó su habitación de gritos de placer (…) Días después vi a un hombre acompañado por cuatro guardias que salían de la habitación de mi jefa. Estaba amordazado e intentaba escapar (…) nuestro futbolista fue condenado a muerte y ejecutado. Me quedé en silencio por más de cuatro años. Ahora que he regresado a casa, puedo decir la verdad”, dice en resumen el relato firmado por T. Ben M´Rad. 

Dos años después del fallecimiento, en declaraciones a los medios, Mamia manifestó que no se daría por vencida en la búsqueda de la verdad sobre la muerte de su marido. Tras ello fue amenazada por soldados tunecinos armados. El tiempo pasaba y Mamia criaba sola a sus hijos Hada y Riadh. 

En 2003 se repitió un hecho similar. En un artículo del periódico Al Jomhouria, se afirmaba que Mamia no estaba convencida de la versión "oficial" sobre la muerte de Akid. “Recibimos una llamada que nos sorprendió. Era el embajador saudí en Túnez para reprochar nuestra intención de querer manchar la imagen de sus semejantes acusándolos de matar gente. Nos ofreció alrededor de 12 millones de dinares tunecinos. Y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que la historia del rayo no era más que una mentira", declaró Riadh años después en un programa radial de Jawhara FM. 

Es una historia increíble, pero el gobierno no quiere tener problemas con Arabia Saudita”, manifiesta desde París el periodista Lotfi Wada, miembro del colegio electoral de los CAF Awards, los premios de la CAF para los mejores del continente. “Túnez y Arabia Saudita son aliados políticos y comerciales desde hace rato. Incluso durante la Primavera Árabe los saudíes apoyaron al régimen tunecino de todas las formas imaginables. Lo de Akid no me sorprende. En general por allá, con ese tipo de casos, no se va nunca a fondo en la investigación”, sostiene Rashid Ali García, periodista argentino y gran conocedor del mundo árabe. 

El 17 de diciembre de 2010, un joven tunecino llamado Mohamed Bouazizi se prendió fuego a lo bonzo como forma de protesta ante la opresión del régimen del presidente Zine El Abidine Ben Ali. Hubo choques entre la policía y la gente que protestaba por el aumento del desempleo, la falta de libertad de expresión y la corrupción gubernamental. El 4 de enero falleció el joven Bouazizi y diez días después una manifestación multitudinaria exigió la destitución de Ben Ali, quien al día siguiente abandonó el país hacia Arabia Saudita. 
En 2012, la familia Akid contrató al abogado Kais Ben Saida, quien logró que se llegue a una exhumación del cadáver. Cuando Akid murió el presidente tunecino era Habib Bourguiba (en el cargo desde la independencia en 1957 hasta 1987), pero ni durante su mandato ni durante el de su sucesor Ben Ali (1987-2011) la familia pudo lograr que se haga la exhumación del cadáver. Tras la primavera árabe, y la llegada de Moncef Marzouki al poder, las cosas cambiaron, al menos algo en este aspecto. 

Los restos fueron trasladados desde el Cementerio Badrani de Sfax al Hospital Universitario Habib Bourguiba, donde un equipo forense determinó las causas de la muerte y si efectivamente eran sus restos, haciendo una comparación con el ADN de su madre. La autopsia fue tajante: el cuerpo tenía dos disparos, uno en uno de sus ojos y otro en el estómago. Riadh Akid nunca negó los rumores sobre un posible romance de su padre con una princesa que le habría costado la vida. 

Tras la muerte de Akid, el seleccionado tunecino participó en tres mundiales más: Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006. Recién en Rusia 2018 se dio la vuelta mundialista. 

De la mano de Nabil Maaloul, las Águilas de Cártago cayeron en el complicado Grupo G, con Inglaterra, Bélgica y Panamá. El último triunfo databa de Argentina 78 a lo que siguieron seis derrotas y tres empates. Después de mucho esperarlo, y a pesar de nuevas caídas ante ingleses y belgas, Túnez volvió al triunfo en su despedida de Rusia al imponerse 2-1 sobre los panameños. 

Mientras tanto, la familia de Akid sigue luchando por la verdad al mismo tiempo que los autos circulan por la Avenida Mohamed Ali Akid de la capital y la imagen del 9 tunecino en Argentina 78 sigue viva en los murales de las calles tunecinas y en los homenajes televisivos que cada 12 de abril se pueden ver en canales como Diwan y Attesia. 


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