[Por Diego Martín Yamus] En 2002, año de Mundial asiático, todo era mucho más normal en el continente africano. Un solo organizador (el inédito Malí), los 16 equipos de siempre, eliminatorias con más inscriptos y participantes y menos retiros, sólo la suspensión de Guinea... Malí, el bello y agreste corazón del Sahara, ya era un habitué de la CAN, donde como mejor antecedente traía aquel subcampeonato de 1972 ante Congo. Claro que al mismo tiempo era habitué del mal endémico de Africa: guerra civil, pobreza, cambios de gobierno, como ese 2002 donde el militar Amadou Toumani Touré reemplazó al primer presidente democrático Alfa Oumar Konaré. Pero, como dice el lema nacional (un pueblo, una meta, una fe) los malienses tenían una meta y una fe: hacer la mejor Copa posible por primera vez y, como soñar no cuesta nada, ganarla. Con esa fe acomodaron la casa para los invitados del primer torneo del siglo XXI. Los mismos eran Camerún como heroico campeón y con todo para repetir, además con el oro olímpico en Sydney en su equipaje; el águila herida Nigeria, Sudáfrica y Túnez (de nuevo los 4 mejores en la actual edición), estrellas apagadas que querían brillar nuevamente como Argelia, Egipto, Costa de Marfil, Ghana, Marruecos o Zambia, la ya clásica República Democrática del Congo (mal llamada Congo Kinshasa), novatos repetidos (Burkina Faso, Togo, la vuelta de Liberia) y uno de siempre como Senegal, que por ahí andaba asomando con muy buenas actuaciones y la naciente generación dorada. La fecha de la nueva fiesta del fútbol regional era del 19 de enero al 10 de febrero de 2002.
La previa fue mucho más prolija y completa que años anteriores. Como venía siendo habitual, consistía en 21 preliminares (donde destacó la eliminación de Mozambique por Lesotho, la casi de Libia por Chad y el retiro de Guinea Bissau). Y luego en los siete grupos de 4 equipos que tuvieron una sola mancha, en el 5, donde Guinea fue suspendido el 19 de marzo de 2001 por la CAF y la FIFA por desobediencia de su gobierno en reponer las autoridades de su Federación, clara prohibición de las dos entidades. Eso le costó al Syli la exclusión de Malí 2002 y del Mundial de Corea y Japón cuando estaba bien colocado en ambas tablas. Por lo demás, todo regular: Nigeria y Zambia sin líos en el 1 ante Madagascar y Namibia, Liberia ganaba el 2 escoltado por la omnipresente Sudáfrica, Marruecos y Túnez transpiraron como siempre en el 3 ante Gabón y Kenia, Argelia y Burkina Faso volvían desde el 4 con tres puntos sobre Angola, Togo y Senegal pasaron fácil el 5 con el pobre Uganda y el citado caso de Guinea, Ghana arrasaba y la RD Congo se esforzaba en el 6 sobre Lesotho y Zimbabwe, que seguía sin poder entrar. Y el 7 trajo a los siempre grandes Egipto y Costa de Marfil por buena diferencia sobre Libia y Sudán.
Y llegó el 19 de enero de 2002 y la primera Copa en el medio del Sahara. Y en Bamako, capital de Malí, hogar del Grupo A, donde el local (que contaba ya con Seydou Keita y como DT con el polaco Kasperczak, como ahora en 2015) debutaba ante Liberia en el Stade du 26 Mars poblado de 50000 fervorosos hinchas, como su tradición histórica. Ellos querían un triunfo de las Aguilas, tal su apodo. Pero el eterno George Weah les aguó la fiesta con el primer gol del torneo a los 45 minutos. Sin embargo, la actual estrella de la Roma igualó para los suyos a los 87 (1-1). Dos días después, el 21, Nigeria volvía a empezar de cero con un ajustado 1 a 0 sobre Argelia, que no levantaba cabeza, gracias a Julius Aghahowa, a los 43´. La segunda fecha fue a puro empate: el 24 el 0-0 de malienses y nigerianos, y el 25 el cambiante 2-2 de liberianos y argelinos, con los de Weah dos veces arriba por Daye a los 7´ y Sebwe, otro consagrado, a los 75´; por suerte para los árabes, Akrour a los 45´ y Kraoche a los 90´ salvaron su honor. De nada les sirvió ya que el 28 en el cierre, Malí los devolvió a su amarga realidad con un triunfo por 2 a 0, que hizo vibrar a su gente porque significó la clasificación a cuartos de final, todo gracias al genial Mamadou Bagayoko a los 18´ y Bassala Touré a los 24´. Pero Malí no fue solo a cuartos: ese 28 pero en Mopti, una de las cinco sedes del evento, Nigeria le ganó el grupo con un corto 1 a 0 a Liberia, otra vez por medio de Aghahowa en el minuto 63. Los subcampeones del continente quedaron primeros con 7 puntos, el local con 5 y ambos a la siguiente ronda, mientras Liberia terminó con 2 y Argelia, una vez más total decepción, último como en 1998 con 1 punto.
El Grupo B tenía lugar en Ségou, una ciudad en el centro del país a algo así como 250 km de Bamako. Muy interesante y con vías de comunicación con la capital, pero el fútbol en el Stade Amary Ndaou no viajó: el 20 Sudáfrica igualaba a 0 con Burkina Faso y el 21 Marruecos tampoco podía superar al arco de Ghana, que soportó la expulsión del plantel del famoso Samuel Kuffour, el del gol mundial a Boca Juniors en 2001. Los de Mandela y de nada menos que Carlos Queiroz seguían con sed de gol y victoria al empatar sin goles ahora con los ghaneses. El que sí calmó la sed fue el rojo y verde del Norte, que el 26 derrotó con esfuerzo a los burkineses 2 a 1, con goles de Zerouali a los 23 y 85 minutos; Dagano había emparejado a los 58. Pero el 30 Sudáfrica y su fuerza 90 y 2000 les tiró todo abajo: los venció 3 a 1 en Ségou (Zuma 42´, Mngomeni 48´, Nomvethe 51´; Benmahmoud de penal 77´), los dejó afuera y se clasificó otra vez a la ronda decisiva. Todo por culpa de Ghana, que en el estadio Barema Bocoum de Mopti perdía con Burkina Faso por el tanto de Amadou Traoré a los 81´ y se despedía, pero un salvador con nombre cristiano, Isaac Boakye, marcó los goles del 2-1 final en los 90 y en el segundo minuto de descuento. Increíble, real, extraordinario. Los sudafricanos y las Estrellas Negras avanzaron con 5 puntos, aquéllos líderes por mejor promedio de gol (+2 a +1), eliminando a los marroquíes, igual que Argelia una vez más postergados con 4, y Burkina Faso, de nuevo último, con 1.
Otra ciudad para nosotros desconocida, Sikasso, al sur del país y la segunda más habitada, era la del Grupo C, con su Stade Babemba Traoré. Donde el 20 de enero Camerún (ahora entrenado por el singular alemán Winfried Schaffer) arrancó con el pie derecho la defensa de su título 2000, venciendo 1-0 a la República Democrática del Congo con gol del glorioso Patrick Mboma a los 40, que seguía haciendo junto a Samuel Eto´o una dupla temible. De paso, los Leones Indomables se desquitaban de aquella humillación del 98 cuando los congoleños los eliminaron en cuartos en Burkina Faso. Por otro lado, usaban la recordada camiseta sin mangas que tanta polémica trajo pero que la CAF les permitió usar, aunque eran más vistos por eso que por su gran trabajo. El 21, por segunda ocasión seguida Costa de Marfil y Togo se enfrentaban en un debut y por segunda vez con empate, ahora un 0 a 0. Parecía otra zona de pocos goles: el 25 los campeones africanos y olímpicos batieron por 1-0 a los marfileños por obra de Mboma recién a los 85 minutos, pasando a los ocho mejores, mientras el 26 los congodemocráticos no le pudieron marcar a Togo. Camerún terminó a todo volumen con su banda el 29 en Sikasso, goleando 3 a 0 a los togoleses por Mettomo a los 52´, Eto´o a los 80´ y Olembe a los 89´para cerrar un recital de puntaje perfecto (el único del torneo) e ilusiones intactas de campeón. Ese mismo día pero en Kayes, otra subsede que ya describiremos, La RD del Congo sorprendió a Costa de Marfil con un contundente 3-1 con goles de Yuvuladio a los 28 minutos, su figura del momento Shabani Nonda a los 66 y Kimoto de penal a los 80, descontando Kandia Traoré a los 86. Los Elefantes, que buscaban la revancha de su inexplicable eliminación por peor promedio de tantos dos años atrás, agachaban nuevamente la cabeza al quedar nada menos que últimos. Camerún superlíder con 9 puntos y la ex Zaire con 4 fueron los clasificados, Togo con 2 y Costa de Marfil con 1 los espectadores de lujo.
El último grupo de la fase inicial, el D, tenía lugar también en Bamako. Allí Egipto volvió a patinar: si no fue suficiente su derrota 2000 ante Túnez en cuartos cuando venía de ser rey en el 98, ahora el 20 de enero perdía frente al Senegal que prometía y cumplió con el gol de Lamine Diatta a los 82 minutos. Entretanto, Zambia tampoco podía arrancar como quisiera empatando a cero con los tunecinos en la capital. Pero el 25 los Faraones aprovecharon su segunda chance y vencieron justamente a los rojiblancos árabes con gol de Hazem Emam a los 23´, mientras el 26 los senegaleses confirmaban su gran momento y todo lo que vendría ese 2002 mundialista con un agónico 1-0 a Zambia, responsabilidad de Souleymane Camara a los 90. Así los Leones de la Teranga (amistad en dialecto wolof) entraban a los cuartos de final por segunda vez seguida. Y la siguieron el 31 en Kayes a pesar de su 0-0 con Túnez, lo que les dio el primer puesto del grupo. Y en Bamako, Egipto se redimió y le ganó claramente al pobre Zambia 2 a 1, gracias a Ahmed Hossam a los 35´ y Hazem Emam a los 53´, con el descuento de Kampamba a los 89. Entonces, el Senegal del francés Bruno Metsu obtuvo la zona con 7 unidades, los egipcios (siempre a flote) con 6 y ambos dejaron atrás más fácilmente de lo esperado a Túnez con 2 y Zambia con 1.
La etapa de cuartos de final trajo sorpresas y varias confirmaciones. Confirmaciones como la de Malí, que el 3 de febrero en Kayes (localidad a 510 km al noroeste de Bamako) lograba la apoteosis de sus apenas 15000 fanáticos en el Stade Abdoulaye Makoro Sissoko al derrotar a nada menos que Sudáfrica por 2 a 0, por intermedio de Bassala Touré a los 60 minutos y Dramane Coulibaly a los 90, regresando a semifinales por segunda ocasión en su tercera presencia. Ese mismo 3 en la capital, Nigeria era otro confirmado al eliminar a Ghana en el clásico occidental por el tardío tanto de Garba Lawal en el minuto 80. El 4 En Sikasso, Camerún y Mboma continuaban su marcha imparable al título haciendo caer sorpresivamente al rey Egipto por 1 a 0, con el tanto del excelente delantero (entonces del Parma) a los 62 minutos. Y Senegal también decía presente en las semifinales, superando sin problemas a la República Democrática del Congo 2 a 0 en Bamako, con tantos de Diao a los 30 y la superestrella del Lens Francés, El Hadji Diouf, a los 86.
El 7 de febrero llegó la instancia de los 4 mejores. Y Malí quería seguir soñando, por algo ocupó de 50 000 ruidosos el estadio 26 de Marzo de Bamako para ver a sus once ante Camerún. Pero nadie iba a poder con los Leones, y eso que ni Eto´o ni Mboma marcaron goles, pero en cambio aparecieron Olembe a los 39 y 45 minutos y el imborrable Marc Vivien Foe a los 84 para un 3 a 0 concluyente, que llevó a los del Rubio pelilargo Schaffer a su segunda finalísima consecutiva, la cual podría ser por enésima vez ante Nigeria. Pero no, ya que la Copa volvió a sorprender: en el mismo día y lugar, el ya glorioso Senegal postergó de vuelta a las Aguilas, que como tantos otros grandes tenían que ver lo mejor por TV. Era un partido parejo porque tras el gol del otro gran delantero Pape Bouba Diop a los 54´, Aghahowa respondió faltando dos minutos y llevando la semifinal al tiempo suplementario. Pero allí apareció Salif Diao, que tendría también buen protagonismo mundial, y a los 97 minutos colocó el impensado 2 a 1 para la primera final de la historia de los afro-occidentales. Mientras tanto, Nigeria debió contentarse con el podio el 9 de febrero en Mopti, con un discreto 1 a 0 sobre un Malí de excepcional actuación, a quien seguramente su ruidosa hinchada aplaudió por la campaña. El gol del tercer lugar fue de Ayegbeni a los 29 minutos.
El 10 de febrero de 2002, 45 años después de su inicio en Sudán 1957, la Copa Africana buscaba otro nuevo teniente. Y en el Stade 26 Mars de Bamako, con 50 000 testigos, el potente Camerún intentaría otra vez ser indomable ante la inesperada revelación Senegal. Para esa dura tarea, los de Winfried Schaffer formaron con Boukar; Tchato, Rigobert Song, Kalla, Wome; Foe, Njitap, Etamé, Olembe; Ndiefi y Eto’o, 9 de los 11 que arrancaron la final 2000. Los de Bruno Metsu querían dar el golpe con Sylva; Coly, Aliou Cissé, Diatta, Daf; Makhtar Ndiaye, Diao, Hénri Camara, Fadiga; Pape Bouba Diop y Diouf. Desde que el árbitro de Egipto, el luego polémico Gamal El Ghandour, dio la orden de arranque, los dos se batieron a duelo como dos grandes. Pero no podían quebrarse a pesar de los cambios. Los senegaleses fueron quienes más efectuaron, ya que primero Metsu hizo entrar a Moussa Ndiaye por Makhtar Ndiaye antes del segundo tiempo. Y como el cero no se modificó, todo siguió en un nuevo alargue como en 2000. Recién iniciado, Faye reemplazó a Bouba Diop a los 91 minutos. Schaffer realizó la única variante para Camerún poniendo a Suffo por Ndiefi a los 105´, y un minuto después Souleymane Camara ingresó por Hénri Camara. Fue inútil: como en 1992 y 2000, la media hora extra pasó de largo y entonces, por segunda vez en fila, Camerún debía intentar sus sueños por tiros desde el punto del penal ante el bravo Senegal.
La tanda la empezó el más tarde famoso Pierre Wome, el del tiro errado ante Egipto en la previa del Mundial 2006. Y la empezó mal, ya que Sylva se lo atajó. Coly marcó el primero para los de la Teranga. Suffo igualó para los Indomables, Fadiga aventajó a los de Metsu y Etamé marcó el 2-2. Faye podía poner arriba otra vez a Senegal, pero las manos de Boukar se lo negaron y Geremi Njitap, el del Real Madrid, colocó el 3-2 que no fue definitivo. Porque a partir de ahí los dos siguieron fallando: Diouf erró y A Song se lo despejó Sylva. Pero a Aliou Cissé le sucedió lo mismo con Boukar. Y la atajada del arquero del Samsunspor turco le dio al gran Camerún su segundo trofeo, otra vez en los penales. Le dio la alegría incontenible a un pueblo golpeado por circunstancias políticas ya contadas en la anterior nota de 2000. Le dio a Samuel Eto´o su segundo título, a Patrick Mboma (que no pudo jugar la final) el suyo y aparte el de goleador del torneo con 3, compartido con su compañero Olembe y Aghahowa. Le dio a ese ignoto alemán, Winfried Schaffer, un campeonato que lo prestigió. Le dio un nuevo triunfo, por si hacía falta con la CAN 2000 y los Juegos de Sydney ese mismo año. Mejor dicho, los 22 del plantel le dieron la gloria al tricolor: Boukar, Mbiayi, Wome, Rigobert Song, Kalla, Dika Dika, Ndo, Njitap, Eto´o, Mboma, Ndiefi, Etamé, Mettomo, Epalle, Alnoudji, Songo´o, Foe, Djemba Djemba, Suffo, Olembe, Ngom Kome y Kameni. De ellos, Song y Mboma integraron el equipo ideal y Boukar y Njitap los suplentes. Así, el país del café era el tercer bicampeón, como Egipto en el 57 y 59 o Ghana en el 63 y 65. En ese 2002 mundialista, lo de Camerún fue verdaderamente africano y mundial.
Ver también
Egipto, el primer rey de la CAN
CAN 1959: Segundo título Faraón
CAN 1962: Campeonato para Etiopía
CAN 1963: Primera corona ghanesa
CAN 1965: Segundo título para Ghana
CAN 1968: La sorpresa congoleña
CAN 1970: Gloria para Sudán
CAN 1972: La hora del otro Congo
CAN 1974: Festejo zaireño
CAN 1976: Título para Marruecos
CAN 1978: Ghana tricampeón
CAN 1980: Nigeria estrena título
CAN 1982: Ghana y su cuarto título
CAN 1984: La gloria para Camerún
CAN 1986: Egipto festeja tras 27 años
CAN 1990: Victoria en casa de Argelia
CAN 1992: Gloria para los Elefantes
CAN 1994: Bicampeonato nigeriano
CAN 1996: La hora de Sudáfrica
CAN 1998: El regreso del Faraón
CAN 2000: La tercera de Camerún
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