jueves, 2 de mayo de 2024

Glorias de África: Mustapha Hadji

[Por Diego Martín Yamus] Talentoso, creativo y goleador, así se destacó el que fue mediocampista. Se trata de Mustapha Hadji, el marroquí que con esas virtudes dejó su estrella entre las tantas del reino del Norte africano. Más en la selección que en los tantos clubes del exterior que representó, aunque allí también dejó gratas vivencias. 
Es cierto que el nativo de Ifrane Atlas-Saghir (16 de noviembre de 1971) sólo transitó con los Leones del Atlas ocho años. Pero la cantidad hizo a la calidad: dos Mundiales, tres Copas Africanas de Naciones y, si bien no era un artillero, varios y decisivos goles. Apenas con diez años se fue con su familia de su país a Francia, donde en 1991 empezó su carrera en el modesto Nancy, en el que registró su mejor marca goleadora con 98 en sus casi cinco años en la entidad. Era lógico que el entrenador nacional Abdellah “Blinda” Ajri lo llamara para una ocasión crucial: el partido ante Zambia por las eliminatorias del Mundial de Estados Unidos 94, donde los norteafricanos estaban obligados a vencer si querían regresar a la cita. Con Mustapha por primera vez con la camiseta de su país, vencieron 1-0 y fueron a América del Norte. 

Hadji, recién llegado a la selección, no fue convocado a la Copa Africana de Naciones de Túnez, pero sí estuvo en el fortísimo Grupo H mundialista con Bélgica, Arabia Saudita y Países Bajos. Jugó ante los belgas y entró en las otras dos derrotas, siendo quien asistió a Hassan Nader para el transitorio empate ante los neerlandeses. Y tuvo su desquite personal cuando el 15 de noviembre de 1995 convirtió su primer tanto para Marruecos, en un 2-0 amistoso sobre Malí. Mientras tanto, su gran vida en el Nancy pasó al Sporting de Portugal en 1996 y un año después al Deportivo La Coruña, pero no tuvo mucho suceso. 

El de 1997 concluyó bien con Marruecos otra vez clasificado a la Copa del Mundo, que se jugaría en Francia. Primero fue turno de su primera Copa Africana de Naciones, en Burkina Faso, donde definió a los 90 minutos el clásico con Egipto, pero en cuartos de final Costa de Marfil lo bajó. La revancha debía ser meses más tarde en tierra gala, al comando del gran Hénri Michel. Fue justamente el mediocampista que abrió el marcador ante Noruega, pero dos errores de su arquero Benzekri terminaron en empate 2-2. Para colmo, el súper Brasil de Ronaldo y Bebeto los superó 3-0. Mas en el cierre de ese Grupo A, Hadji y sus compañeros batieron por esa cifra a Escocia y festejaron creyendo haber pasado de ronda, pero los noruegos se los impidieron con su 2-1 agónico a los brasileños. A pesar de la ida, Mustapha cerró el 98 con la mejor noticia: la Confederación Africana lo premió como mejor futbolista del año. 
 
Para 1999, su mala racha en los clubes varió ya que pasó al Coventry inglés y junto a su camarada de selección Youssef Chippo marcaron varios goles y se ganaron el cariño de la gente. Hasta que 2001 trajo el descenso del club y el talentoso debió buscar otro porvenir. En el medio alcanzó en 2000 a su última CAN, en Ghana y Nigeria, en la que fue siempre titular pero no pudo evitar la eliminación en la primera fase. Eran las últimas pisadas suyas con los marroquíes, y el 30 de julio de 2001 volvió a marcarle a Egipto para otro 1-0, su último gol con su país, en la dura eliminatoria para el Mundial de Corea del Sur y Japón. Dos semanas más tarde, el increíble Senegal los derrotó 1 a 0, llegó por primera vez al Mundial y puso fin a la carrera internacional del jugador, ya que ese 14 de julio en Dakar fue su último acto con el combinado. 

Claro que le restaba potencia en su batería y paseó su experiencia por varios clubes: en 2004 el Aston Villa inglés, con el que alzó la desaparecida Copa Intertoto; enseguida el Espanyol de Barcelona, en 2005 un viaje exótico a Al Ain de Emiratos Árabes Unidos, dos buenas temporadas en el Sarbrücken de la segunda división alemana y a fin de 2007, Luxemburgo recibió su retiro en el Fola Esch. 

Hadji dejó la cancha pero no el fútbol y fue asistente técnico del Umm Salal de Qatar, y más tarde dos veces de Marruecos, en 2014 con la gloria Badou Zaki de manager y 2022, pero debió padecer una suspensión de cinco años para dirigir de la CAF por falsificar su licencia de entrenador. 

No todo es la pelota en la rica vida del diez. En el Mundial de Sudáfrica 2010 fue designado embajador por África desde la FIFA.Y hasta lo que se puede saber, tiene un plan de viviendas para gente pobre en Marruecos. Premiado leyenda de todos los tiempos del continente en 2011 por la CAF, cuenta con familia futbolera: el más conocido es su hermano Youssouf, luego subcampeón de la CAN En Túnez 2004, y sus hijos Samir y Zachari. Pero la carrera exitosa de Mustapha Hadji, realmente, nunca tuvo parentesco.

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