[Vía Fifa.com] De camino a la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA que se celebrará en México el mes que viene, la selección se ha fijado la prioridad de defender el pabellón de África y la reputación que se granjeó Burkina Faso durante su coronación como campeona continental a principios de año.
Rui Vieria, el entrenador portugués que en enero llevó a la gloria a esta nación de África occidental en Ruanda, en el Campeonato Africano Sub-17, es bien consciente de la importancia que tiene aprovechar el impulso que les ha proporcionado tamaño triunfo para rendir con regularidad y solidez en los escenarios mundiales. No obstante, el técnico previene contra la escalada de las expectativas, por las nubes desde que el país celebró la conquista del trofeo sub-17, advierte de la necesidad de gestionarlas apropiadamente y hace hincapié en la responsabilidad de ser realistas en todo momento.
Los burkineses impresionaron en la fase final continental, donde se impusieron a Senegal, Egipto y el Congo (otros dos participantes en México 2011), y en última instancia se desquitaron de los anfitriones, ante los que habían caído en el partido inaugural de la competición. No obstante, saben bien que la lucha por el título mundial en México será harina de otro costal. “Acumulamos experiencia en un campeonato africano extremadamente complicado, pero debemos entender que ahora nos enfrentaremos a los mejores equipos del mundo, la mayoría de ellos representantes de naciones futbolísticas de gran solera”, asegura el entrenador, de 48 años, nacido en Vila Real. “Nos mediremos con los mejores, y no solo de África. Por lo tanto, llegaremos a México rebosantes de ambición, pero a la vez conscientes de lo que cuesta alcanzar el éxito en una competición de este calibre”.
Las expectativas y la seguridad del equipo en sus propias fuerzas se han disparado desde que el combinado brindó el primer cetro continental a su país, una nación de escasamente 17 millones de habitantes. El propio seleccionador se ha propuesto el objetivo de que Burkina Faso se abra un hueco entre la élite. “Allí nos encontraremos con equipos buenísimos: todos los que acaban de clasificarse en Europa; Brasil y Argentina en Sudamérica; y los otros representantes de África”, manifiesta Vieria. “La competición se presenta muy difícil y, con toda seguridad, extremadamente disputada. Nosotros nos hemos propuesto la meta de llegar a cuartos de final y, si pudiera ser, a semifinales. Eso sería una gesta fantástica”.
Impulsos por la senda del éxito
Vieria se ha granjeado todo tipo de elogios por el trabajo que está llevando a cabo con la selección sub-17, como parte de la nueva revolución portuguesa del fútbol burkinés, cuyo combinado absoluto se encuentra a las órdenes de Paolo Duarte, ex jugador y entrenador del Uniao Leiria. A Vieria se le reconoce el mérito de haber sabido levantar la moral de sus tropas después de la derrota sufrida a manos de los anfitriones en el primer partido del campeonato continental. Después de tocar la gloria en enero, a los héroes les esperaba un avión privado y una recepción digna de reyes en su regreso de Ruanda. Desde entonces, el técnico ha trabajado intensamente para mantener la inercia de tan espectacular empuje.
“En este país no tenemos ninguna competición juvenil; por lo tanto, podemos trabajar con los jugadores casi a diario”, comenta desde Uagadugú. Se trata de una ventaja de la que no disponen muchos de los equipos que participarán en México 2011, aunque la ausencia de una liga implica meses y meses de viajes por todo el país para descubrir a los mejores jugadores. “Debemos escudriñar el territorio de arriba abajo, de un lado a otro, en busca de talentos. Hemos visto ya montones de partidos”, explica Vieria.
De los 60 futbolistas elegidos en esos viajes, el cuerpo técnico entrena actualmente a un total de 30 muchachos. Todos ellos están afincados en la propia nación y ofrecen a la selección una disponibilidad completa y total. Vieria volverá a reducir el tamaño del grupo para finales de mayo, cuando Burkina Faso ponga rumbo a su concentración de diez días en Nazaré, una localidad costera situada al norte de capital de Portugal, Lisboa. “Disputaremos amistosos contra los principales clubes portugueses: Porto, Benfica y Sporting", revela Vieria. "Desde allí partiremos directamente hacia México con tiempo suficiente para aclimatarnos. Tenemos un equipo muy capaz. Creo que jugaremos muy bien, nos llenaremos de orgullo y dejaremos en muy buen lugar al país".
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