[Vía Fifa.com] El burkinés Bakary Koné jugaba en el En Avant Guingamp desde 2007, entre la segunda y la tercera división, y en cuestión de 24 horas ha pasado a competir en la Ligue 1 y en la Liga de Campeones de la UEFA con uno de los grandes de Francia.
"Todo ha ido muy rápido", relataba Koné ante el micrófono de FIFA.com, durante su viaje a Rusia para disputar su segundo partido de la Liga de Campeones de la UEFA en una semana. "Mi agente me previno el miércoles que se estaban concretando las negociaciones. A la mañana siguiente me avisó para decirme que ya estaba hecho, y esa misma tarde volé a Lyon para pasar el reconocimiento médico". Los contratiempos físicos del Olympique al menos han hecho feliz a alguien. Como ya sucediera la temporada pasada, el OL está sufriendo apuros en su principio de campaña a causa de las lesiones, especialmente en defensa. De ahí que, ante la reanudación del campeonato galo y sobre todo ante la doble confrontación con el Rubin Kazán en la vía de acceso a la Liga de Campeones de la UEFA, se haya visto obligado a buscar una solución de urgencia.
Una solución urgente, sí, pero no precipitada. Más bien al contrario: el reclutamiento de este burkinés de 23 años ha sido largamente premeditado. "Hacía ya dos años que el Lyon me seguía de cerca; venían a verme jugar regularmente desde que me descubrieron en la Copa de Francia. Las cosas se han acelerado por la lesión de los centrales", nos explicó el hombre providencial, que ha llegado para cubrir el vacío dejado por Cris y John Mensah. "Es un jugador completo, eficaz en el juego aéreo y en los movimientos defensivos. También me gusta su manera de arrancar la jugada desde atrás y su manejo del balón", comentó entusiasmado el técnico Rémi Garde a la llegada de su nuevo recluta.
El interés del club del Ródano por este defensa de cuerpo atlético (1,88 metros y 80 kilos) comenzó con la fabulosa aventura del Guingamp en la Copa de Francia de 2009. El equipo modesto, que a la sazón competía en la categoría de plata, triunfó sobre el Rennes, su vecino y ogro de la Ligue 1, en una final 100% bretona. Luego, el Guingamp flojeó y, dos temporadas más tarde, descendió a la tercera división. Pero Koné, que le había cobrado gusto a las grandes justas, se lo tomó con paciencia: "Yo esperaba marcharme, pero no sabía muy bien a dónde…".
Otra cultura
Subir dos divisiones de la noche a la mañana, o incluso tres si tenemos en cuenta el plus de la Liga de Campeones, es como para obnubilar a cualquiera. Pero el cortafuegos africano estaba preparado para este cambio brutal de ambiente: "Ya sabía que había una gran diferencia de nivel; este es más técnico, más riguroso, hay que adaptarse rápido. Pero incluso cuando estaba en tercera y en segunda división, yo trabajaba duro, porque sabía lo que tarde o temprano me esperaba al más alto nivel".
Koné fue alineado de inicio en el campeonato francés frente al Ajaccio, y también tres días más tarde en la recepción del Rubin Kazán, pero él sabe que la alfombra roja que se está desplegando a sus pies no puede durar siempre, y está tan ligada a la coyuntura de la enfermería del Lyon como a su propio talento futbolístico. "La competencia es buena, y he venido aquí para aprender. Siempre he tenido que pelear por el puesto, así que voy a seguir por este camino y a hacer todo lo que esté en mi mano por conseguir un puesto de titular", advirtió.
Además del nuevo plano deportivo, es toda una cultura distinta lo que le aguarda a Koné en casa de los Gones: la de un club heptacampeón de Francia con aspiraciones europeas y cuyas peripecias son portada habitual de los diarios. Nada que ver con la pequeña localidad bretona en la que el zaguero se instaló en 2007 y de la cual proviene su esposa. No obstante, el neolionés no está teniendo mayores problemas de aclimatación: "He sido muy bien recibido aquí. Es verdad que todo es más exigente y que los medios de comunicación juegan un papel más importante, pero estoy encontrando el mismo ambiente familiar que conocí en el Guingamp. Aquí hay un buen espíritu de grupo, y hasta ahora me he integrado bastante bien".
Este ascenso a la categoría suprema servirá para reforzar el estatus de figura señera del que Bakary Koné goza en su combinado nacional. Burkina Faso, entretanto, afronta sabrosas aventuras ahora que tiene casi asegurada la clasificación para la Copa Africana de Naciones 2012, lo que ha venido a confirmar su aura de valor en alza del fútbol africano. Por si fuera poco, los Potros lucen el cartel de favoritos en el Grupo E de la segunda ronda de clasificación de la zona africana para la Copa Mundial de la FIFA 2014. "Tenemos todas las puertas abiertas. Somos una generación emergente y tenemos muchas cosas que decir", concluyó Koné con ademán resuelto. El camino que lleva a Sudamérica es muy largo, pero la brillante biografía de este defensa africano no ha hecho más que empezar.
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