[Vía lospobresdelatierra.org] Amílcar Cabral, nacido el 12 de septiembre de 1924, en Bafatá, Guinea Bissau, marchó con su familia a Cabo Verde a los ocho años de edad, donde cursó la enseñanza media en la escuela San Vicente. En 1945 viajó a Lisboa para estudiar en el Instituto Superior de Agronomía, con excelentes resultados docentes. En 1950 se graduó de ingeniero y regresó a Bissau a trabajar en su profesión por cuenta del gobierno portugués.
En Lisboa, junto a otros estudiantes de las colonias portuguesas, dedicó sus esfuerzos a la búsqueda de las raíces africanas y revitalizó, con ese objetivo, la Casa de África, a la vez que fundaba el Centro de Estudios Africanos. Luego de trabajar en la Estación Agrónoma de Lisboa, regresó a Guinea Bissau y recorrió el país. A su paso, conoce de cerca la explotación colonial de que eran víctimas los campesinos y el pueblo guineano en general. Por sus ideas políticas en 1955 es expulsado de Bissau y se incorpora a la organización y lucha del movimiento independentista en Angola. Posteriormente organiza el Partido Africano para la Independencia(PAI), que luego adopta el nombre de Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC).
Amílcar no cesa en su batallar y a través del PAIGC inicia la guerra de guerrillas en Guinea Bissau el 23 de enero de 1962; ya en 1965 combatían en los frentes norte, sur y este del país. Mantuvo siempre, con toda claridad, la ideología revolucionaria, antimperialista, anticolonialista, contra el apartheid y todas las formas de racismo y discriminación que, derivadas de este, existían en aquellos momentos en el continente africano, al sur del Sahara.
Amílcar continuó sus esfuerzos por la liberación del colonialismo mediante la lucha armada. Su empeño fue tal que se convirtió en un obstáculo insalvable para la política colonial. Los principios que defendía también afectaban los intereses imperialistas. Por eso decidieron eliminarlo. El 20 de enero de 1973, cuando ya la victoria era irreversible, fue asesinado por militantes traidores reclutados por los portugueses, los cuales pagaron ante la justicia revolucionaria su crimen.
Desde este espacio, recordamos a este gran luchador por la dignidad de África a 38 años de su asesinato. ¡Gracias Amílcar por tu amor y tu lucha por África!
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