lunes, 2 de diciembre de 2024

Tragedia y muerte en Guinea

La final del Trofeo Refondation disputada en el Estadio 3 de abril de la ciudad de Nzérékoré, en el sureste de Guinea-Conakry, entre el equipo local Nzérékoré y Labé no pudo culminar cuando los seguidores del equipo visitante, en desacuerdo con una decisión arbitral en el minuto 82, empezaron a lanzar piedras al campo. La policía respondió con gases lacrimógenos, lo que generó pánico y una estampida en las salidas del estadio. Amara Conde, testigo presencial, describió el caos vivido en el lugar a la agencia Reuters: "Todo comenzó con las piedras y el gas lacrimógeno. Las personas intentaron escapar, pero en el tumulto muchos cayeron al suelo, niños y niñas fueron pisoteados. Fue horrible".
Aunque estimaciones extraoficiales hablaban de un centenar de muertos, las cifras oficiales informadas al momento son de 56 muertos y decenas de heridos. El presidente de transición, Mamadi Doumbouya, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y aseguró que se enviará una misión liderada por el primer ministro para evaluar las consecuencias del desastre. Además, el líder anunció la creación de una comisión investigadora para esclarecer los hechos y asignar responsabilidades. En un comunicado, Doumbouya hizo un llamado a la calma y pidió a la población "serenidad para gestionar esta catástrofe". Según un funcionario local, muchas de las víctimas eran jóvenes que quedaron atrapados en medio del caos. "Algunos padres recuperaron los cuerpos de sus hijos antes de que fueran contabilizados oficialmente", relató bajo anonimato.

Este tipo de torneos son organizados, desde un tiempo, en honor al líder militar Mamadi Doumbouya, que asumió el poder tras un golpe de Estado en 2021. El grupo opositor Alianza Nacional para el Cambio y la Democracia criticó que los torneos deportivos sean utilizados, según ellos, como herramientas políticas para consolidar el apoyo a Doumbouya. Según la oposición, estas iniciativas contravienen los compromisos de la carta de transición firmada antes de las esperadas elecciones presidenciales, aún sin fecha concreta. Por otro lado, el expresidente derrocado Alpha Condé criticó la organización del evento en un contexto que ya es tenso para el país. “Esta tragedia refleja los riesgos de una planificación irresponsable, especialmente en un momento crítico para Guinea, que aún espera las elecciones prometidas por Doumbouya tras asumir el poder”, afirmó. 

Tras asumir el poder en 2021, Doumbouya prometió una transición de dos años hacia elecciones democráticas, un acuerdo alcanzado después de negociaciones con el bloque político y económico de África Occidental (CEDEAO). Sin embargo, las señales de progreso hacia estos comicios han sido mínimas, lo que ha alimentado la frustración pública y ha provocado protestas en varias regiones. Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han señalado que el régimen de transición no solo ha incumplido sus promesas, sino que también ha reprimido de manera violenta cualquier forma de oposición. En un informe reciente, HRW acusó a las autoridades militares de utilizar fuerza excesiva, incluidos gases lacrimógenos y disparos, contra manifestantes pacíficos. Además, se denunció la censura a medios de comunicación y un clima general de hostigamiento hacia la disidencia política.
El sudafricano Patrice Motsepe, presidente de la CAF, emitió un comunicado en el que transmitió sus más profundas condolencias a las familias de los fallecidos, a los dirigentes de la Federación Guinéenne de Football (“FGF”) y al pueblo guineano. 

Fuentes: France 24

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