En la segunda entrega de esta sección que inauguramos en abril de 2021 la ciudad elegida es El Cairo, la capital de Egipto. Más allá de las pirámides, los museos y el tesoro de Tutankhamon, uno de los epicentros del mundo árabe es también un incansable torbellino de cultura, arte buen humor y hospitalidad, como se puede leer en una guía de Clarín y National Geographic sobre la tierra de los Faraones. Si hablamos de su relación con el fútbol rapidamente aparecen los principales estadios del país, el clásico entre Al Ahly y Zamalek o el haber sido la sede principal de la CAN 2019.
A pesar de que a nivel turístico El Cairo sería la parada de dos o tres días de camino a los monumentos faraónicos del Alto Egipto o a las playas del Sinaí, la capital cairota es el corazón del país. Pocos países están tan dominados por una sola ciudad que aglomera lo más relevante del país en cuanto a política, finanzas, medios de comunicación o cultura. "Como Egipto es y siempre fue un país centralizado, es normal que la mayor parte mayor de la historia futbolística se encuentre también en El Cairo. Administrativamente, El Cairo es solo la parte que está ubicada al este del Nilo, pero cuando la gente dice "El Cairo" eso significa también la parte del oeste que es Guiza, donde están las pirámides, pues todo eso es la zona metropolitana del Gran Cairo", sostiene el periodista Amr Nageeb Fahmy.
Tal como cuenta Agustín Rodríguez Weil en su libro Tardes de Fútbol, "bajo el calor sofocante que impera en los alrededores del río Nilo, la cultura árabe se reúne para convertir en algo más que un partido al derbi de El Cairo, el cual reúne a Al Ahly y Zamalek, los dos equipos más poderosos". Desde el mismo Cairo, Nageeb Fahmy afirma que esta es la rivalidad más intensa del fútbol africano y que es muy habitual que las familias estén divididas entre hinchas de ambos clubes y que hasta se peleen durante los clásicos. "Los clásicos entre los dos gigantes se denominan como "El Kemma", que literalmente significa "La Cumbre" en árabe. En un día de la cumbre, puedes ver los cafés ocupados, todos los asientos reservados horas antes del partido", agrega Amr.
A pesar de que hoy en día se encuentra en la segunda división y casi sin afición, en los años 60-70 hubo un equipo que pudo cuestionar por unos años la supremacía de los dos gigantes. Se trató del Tersana que, con los goles de Hassan El Shazly fue campeón en 1963, subcampeón en 1964 y 1975 y también ganó la Copa en 1965 y 1967. Si nos centramos en todos los campeones a lo largo de la liga egipcia (1948 a esta parte) solamente tres equipos externos a El Cairo lograron quedarse con el título: Ismaily (1967, 1991 y 2002), Olympic Club de Alejandría (1967) y Ghazl El-Mehalla (1973).
También a nivel del fútbol continental la ciudad de El Cairo es muy importante. La sede de la Confederación Africana de Fútbol se encuentra allí y la mayoría de los sorteos de los certamenes de clubes se hacen allí. Además, el Cairo International Stadium fue la sede de la final de Copa Africana de Naciones (CAN) de 2019 y del Campeonato Africano Sub 23 del mismo año. En la primera, El Cairo fue la sede principal con dicho estadio más el Al Salam y el 30 June; mientras que en el otro torneo fue la sede exclusiva con los dos primeros estadios mencionados. También la última final de la Champions, que Al Ahly le ganó a Zamalek, tuvo como sede a la capital egipcia. "El Cairo es definitivamente la ciudad más importante para el fútbol africano: es la sede de la CAF, tiene en Al Ahly y Zamalek a los dos clubes más ganadores... Es siempre el destino para los gigantes continentales", suma el periodista Adel Koraiem.
La de 2019 fue la CAN número cinco que tuvo como anfitrión a Egipto y por lo tanto a El Cairo como epicentro del más importante certamen de selecciones africanas. Una vez en el Estadio Mokhtar El-Tesh (1959) y dos en el Cairo International Stadium (1986 y 2006) los Faraones se consagraron campeones ante su gente en la capital. La CAN 2019 estaba prevista en Camerún pero finalmente la sede recayó en Egipto. "El Cairo me pareció un caos. Es una de las capitales más pobladas del continente africano con poco más de 20 millones de habitantes. Caos vehicular, personas corriendo que se trasladó también en parte a la organización, por ejemplo para retirar la acreditación en el Cairo International Stadium", recuerda el fotógrafo español Pedro Pensil quien cubrió la última CAN. "Lo que más me impactó fue el partido inaugural (Egipto vs Zimbabwe) ya que siendo el partido por la noche, a las 13 ya la gente se empezó a juntar en gran número para entrar y con cinco o seis horas para el inicio el estadio ya estaba a un 75% con un calor impresionante", agrega Pensil.
Otro de los símbolos de El Cairo es la Plaza de Tahrir, donde en 2011 los hinchas de Al Ahly y Zamalek se unieron dejando de lado el fútbol por un rato para protestar contra el régimen de Hosni Mubarak y finalmente ayudar a su caída. Allí se unieron en un solo grito los hinchas del equipo vinculado a las clases populares y el equipo vinculado a la alta sociedad cairota.
"Hasta cuando juega la selección -comenta el periodista Amr-, el seleccionador es siempre criticado por el número de jugadores elegidos de cada equipo". Pero en este caso no tendremos problemas porque en el equipo imaginario que armamos con los futbolistas nacidos en cada ciudad pueden jugar todos los nacidos en El Cairo. A pesar de que figuras de la talla de Mohamed Aboutrika, Essam El Hadary o Mohamed Salah no son cairotas, se pudo armar un equipo con grandes nombres, varios de ellos campeones de la CAN y hasta algunos mundialistas.
En el arco aparece Sherif Ekramy (mundialista Sub 20 en 2001 y 2003 y también presente con la Mayor en Rusia 2018), de extendida trayectoria en Al Ahly, con breves pasos por Europa y actualmente en el Pyramids. La defensa está liderada por un gran líbero como lo fuera Ibrahim Youssef, uno de los mejores jugadores en la historia del Zamalek que en los ochenta ganó la liga 1983, 1984 y 1988 y la Champions Africana en 1984 y 1986 siendo uno de los mejores defensores de su país y de África. De familia de futbolistas, jugó también la CAN 1976 y 1984 -elegido en el equipo ideal- y los Juegos Olímpicos de 1984. En 1984 y 1985 quedó segundo y tercero, respectivamente, en el premio que France Football entrega al mejor futbolista africano. Falleció en 2013 a causa de un ataque cardíaco. A los costados de Youssef, por un lado Ibrahim Hassan (mundialista en 1990, con pasos por Al Ahly, Zamalek y el fútbol europeo) más Hany Ramzy, también presente en Italia 1990 e iniciado en Al Ahly para luego dar el salto a Europa con una destacada trayectoria en el fútbol alemán -Werder Bremen, Kaiserlautern y Saarbrucken-.
En el mediocampo se mezclan el presente y la actualidad con la historia. Por la derecha Magdi Abdelghani, segundo jugador egipcio -después de Fawzi- en marcar en un Mundial cuando en Italia 90 le marcó de penal a Holanda para el 1-1. En 1977 había debutado en Al Ahly y luego jugó en Beira Mar (Portugal) para regresar a su país y retirarse en Al Mokawloon -hoy Arab Contractors-. Compartiendo el doble pivote aparecen Ramadan Sobhi -cuñado del arquero Ekramy-, hoy jugador de Pyramids pero con 24 años y tras su aparición en Al Ahly con experiencia en la Premier League (Stoke City y Huddersfield), un Mundial encima y posiblemente presente en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio ya que fue una de las figuras de los Faraones Sub 23 en el título de la CAN de la categoría a fines de 2019; y junto a Sobhi la experiencia de un ícono de Zamalek: Hazem Emam. Este mediocentro dio sus primeros pasos en Zamalek, emigró a Europa donde llegó a jugar en Udinese (Italia) y en 2001 volvió para retirarse en el mismo equipo de sus inicios en 2008. Ganó las Champions de 1996 y 2002 con su equipo, estuvo en el equipo ideal de la CAN en 1996 y la levantó a la edición siguiente. Completa la mitad de la cancha Kahraba, surgido en el ENPPI, mundialista en 2018, con pasado en Zamalek y actualmente en Al Ahly. A nivel selecciones jugó desde la Sub 17 a la absoluta.
La delantera está liderada por el máximo goleador en la historia de los Faraones: Hossam Hassan. El hermano del defensor Ibrahim convirtió 68 goles en 176 apariciones, jugó el Mundial 1990, ganó tres CAN, se inició en Al Ahly pero tuvo también un destacado paso por Zamalek y tras su retiro llegó a dirigir a ocho equipos de su país y hasta al seleccionado de Jordania. Al igual que en la CAN 2006 cuando fueron campeones, Mido acompaña a Hassan. Ahmed Hossam Mido irrumpió con todo en 1999 en Zamalek y dos años después fue elegido el jugador joven de África. Jugó en Gent (Bélgica), Ajax (Holanda), Celta (España), Marsella (Francia), Roma (Italia) y Tottenham (Inglaterra), entre otros. Desde 2014 ha entrenado a varios clubes de su país. Completa el equipo Mahmoud El Gohary, de Al Ahly en sus tiempos de jugador y luego entrenador. Fue goleador en la CAN que los Faraones ganaron en 1959, entrenó al seleccionado en el Mundial de Italia y desde el banquillo lideró a sus pupilos para el título en la CAN 1998 que lo convirtió en el primero en ganar la CAN como jugador y como entrenador.
0 comentarios:
Publicar un comentario