[Bruno Propato en Olé] Rubén López Pedrozo coordinó una escuela de juveniles del Barcelona en Argelia y sabe bien cómo se preparan en aquel continente para la cita mundialista. Las exigencias, el fanatismo por Messi y Maradona, y más...
-¿Cómo se dio tu llegada a Argelia?
-Todavía me lo pregunto. Un día como cualquier otro recibí un mail que decía "has sido seleccionado por la Soccer Barcelona Stars Academy Argelia”. No le preste atención, creí que era un aviso más de esos que nunca se concretan. Por lo general pretenden que viajes por tu cuenta, con la promesa de pagarte los gastos a tu llegada, y terminan estafándote. Juegan con tu ilusión de crecer profesionalmente en el exterior. Pero 48 horas después insistieron con otro mail, esta vez firmado por una persona que me proponía hablar por teléfono o whatsapp. Desde ese momento estuvimos en contacto. Ahí comenzó el desafío que en principio era personal pero que luego se convirtió en grupal.
-¿Cuál fue tu rol principal allá?
-El proyecto del Barcelona es formar niños e introducirlos en el deporte. A simple vista suena normal para la Argentina, pero en Argelia es mucho más complejo. Son enfermos del fútbol, pagan lo que no tienen para intentar que sus hijos lleguen a ser jugadores y no miden ni tienen en cuenta ninguna metodología de trabajo, sólo les importa el resultado final. Tratamos de transmitirles nuestro sentir por el fútbol, que por lo menos sepan que existe una manera distinta de vivir este deporte, que no se encuentra en libros. De no haber sido por las barreras culturales y étnicas nos hubiéramos quedado a vivir.
López Pedrozo, además, fue ayudante de Ariel Chino Zárate en Deportivo Merlo en 2015. Hoy en día es palabra autorizada a la hora de hablar de la formación de juveniles africanos, es por eso que se anima a pronosticar un batacazo en Rusia. "Los africanos pueden dar la sorpresa en el Mundial. Ya no van sólo a participar. Quedó demostrado con la gran actuación de Ghana en Sudáfrica. No tengo dudas de que habrá presencia africana en semifinales". Si su predicción se concretara, sería la primera vez de un conjunto de aquel continente entre los cuatro mejores. Con esa ilusión jugarán Egipto, Marruecos, Nigeria (rival de Argentina en el Grupo D), Senegal (cuartos de final en 2002) y Túnez.
-Hablaste de barreras culturales. ¿A qué te referís?
-Si bien apostaron por nosotros, cuesta ganarse su confianza siendo extranjero. Es difícil romper la barrera de tantos años de conflictos internos y lograr una apertura para permitir un intercambio e intentar desarrollar el fútbol argelino con la idiosincrasia argentina, pero la verdad es que los niños están muy pendientes y con mucho entusiasmo para aprender.
-¿No tenías un plus por ser argentino? Imagino que todo el tiempo te preguntaban por Messi y Maradona.
-Las referencias que tienen sobre nosotros son Maradona, Messi, Dybala y el mate. Junto a mis colaboradores, caminábamos por la calle con indumentaria argentina y éramos el centro de atención de la gente, que nos regalaba risas y miradas cómplices. No había mucho diálogo por el idioma... Ellos hablan francés y árabe, y nosotros nos comunicábamos en inglés mezclado con algunas palabras en francés que fuimos aprendiendo. Un día nos paró la Policía... Al ver la documentación, enseguida apareció la referencia de Diego y Leo... Nos terminaron saludando como amigos de toda la vida...
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