La jornada mundialista del lunes vio como los únicos dos representantes con vida del continente africano, Nigeria y Argelia, sucumbieron en los octavos de final ante Francia y Alemania, respectivamente. Sin embargo, a pesar de las derrotas, ambos seleccionados tuvieron destacados partidos y dejaron muy bien parado al fútbol africano.
En primer turno, en el Estadio Nacional de Brasilia, Nigeria se vio las caras ante Francia. Keshi puso un equipo similar al que había perdido con la Argentina, con la única modificación de Moses por Babatunde -lesionado-. El once inicial fue: 1-Vincent Enyeama; 5-Efe Emuobo Ambrose, 22-Kenneth Josiah Omeruo, 2-Joseph Yobo (c), 13-Juwon Oshaniwa; 17-Ogenyi Eddy Onazi, 10-John Obi Mikel; 7-Ahmed Musa, 8-Peter Odemwingie, 11-Víctor Moses; y 9-Emmanuel Emenike.
Lo mejor de las Súper Águilas se vio en la primera parte, cuando tuvieron varias chances y hasta un gol anulado a Emenike por una fina posición adelantada. Nigeria jugó de igual a igual y hubo un gran rendimiento de la defensa y de Onazi. En el complemento, el volante de la Lazio recibió una falta de Matuidi y tuvo que salir reemplazado -tras el partido se confirmaría fractura de tibia y peroné-. Allí perdió mucha presencia en el mediocampo el elenco africano y Francia empezó a crecer. Nigeria, igualmente inquietaba con el buen trabajo de Emenike y las intenciones de Odemwingie, mientras que el gran Enyeama tapaba todo lo que le tiraban. Hasta que a los 79 minutos, tras una falla de Enyeama en un tiro de esquina, Paul Pogba comenzaba a poner fin a las ilusiones nigerianos con un cabezazo que decretó el 1-0. Y ya en tiempo agregado, tras una distracción defensiva, un tiro dio en la pierna del capitán Yobo y el resultado final llegó a 2-0.
Lo mejor de las Súper Águilas se vio en la primera parte, cuando tuvieron varias chances y hasta un gol anulado a Emenike por una fina posición adelantada. Nigeria jugó de igual a igual y hubo un gran rendimiento de la defensa y de Onazi. En el complemento, el volante de la Lazio recibió una falta de Matuidi y tuvo que salir reemplazado -tras el partido se confirmaría fractura de tibia y peroné-. Allí perdió mucha presencia en el mediocampo el elenco africano y Francia empezó a crecer. Nigeria, igualmente inquietaba con el buen trabajo de Emenike y las intenciones de Odemwingie, mientras que el gran Enyeama tapaba todo lo que le tiraban. Hasta que a los 79 minutos, tras una falla de Enyeama en un tiro de esquina, Paul Pogba comenzaba a poner fin a las ilusiones nigerianos con un cabezazo que decretó el 1-0. Y ya en tiempo agregado, tras una distracción defensiva, un tiro dio en la pierna del capitán Yobo y el resultado final llegó a 2-0.
“Todas las derrotas son dolorosas, y en particular cuando los jugadores aplican bien las consignas y juegan bien como contra Francia. No merecíamos perder, pero el fútbol es así, y debemos aceptarlo. Ahora se trata de mirar hacia delante y pasar a otra cosa. No tiene mucho sentido buscar culpables. El equipo juega, gana o pierde en su conjunto. Quiero dar las gracias al público brasileño por su apoyo en cada uno de nuestros encuentros. No podría haber esperado nada mejor por su parte”, fue la conclusión de Keshi, entrenador de esta Nigeria que llegó por tercera vez en su historia a los octavos de final y volvió a caer con un europeo, como en Estados Unidos 1994 (2-1 con Italia) y en Francia 1998 (4-1 con Dinamarca).
Pocos creían en los Zorros del Desierto, muchos esperaban una goleada alemana. Pero un gran planteo de Vahid Halilhodzic y un muy buen desempeño de los jugadores estiraron el choque de Argelia y Alemania hasta el alargue. En el Estadio Beira-Rio de Porto Alegre, los europeos terminaron imponiéndose 2-1 pero mucho tuvieron que trabajar para superar la valla de Rais M'Bolhi -MVP del partido-.
En la primera parte, los argelinos trataron de cortar los circuitos creativos del rival para luego salir rápido en el contraataque. Y lo lograron. El entrenador plantó un equipo con varias modificaciones, con: 23-Rais Ouhab M'Bolhi; 20-Aissa Mandi, 4-Essaïd Belkalem, 5-Rafik Halliche (c), 3-Ghoulam; 22-Mostefa, 8-Lacen; 10-Sofiane Feghouli, 19-Taider, 15-Soudani; y 13-Islam Slimani. Mostefa, Lacen y Taider interrumpían el ataque alemán y cedían rápido para Soudani o Feghouli que conectaban con Slimani. Ghoulam se sumaba por el lateral izquierdo y de un centro suyo llegó un tanto de cabeza de Slimani que fue anulado por posición adelantada. Cuando la presión argelina mermaba en su intensidad, Alemania llegaba con peligro pero se encontraba con M'Bolhi.
En el complemento, los de Halilhodzic siguieron bien metidos en el partido, ordenados y concentrados, pero el cansancio físico hizo que Alemania los arrinconara contra su arco. Ninguno se pudo sacar ventaja en los 90 minutos y la definición se estiró hasta el tiempo suplementario.
Ni bien comenzó la acción de los 30 minutos finales, la defensa argelina se equivocó en una salida y Schurrle puso el 1-0. A partir de ahí, los Zorros tuvieron que salir un poco más en busca del empate dejando espacios que eran beneficiosos para los alemanes. Sin embargo, estos sólo pudieron marcar el tranquilizador 2-0 en el minuto final, a través de Ozil. Pero a la jugada siguiente, Djabou conectó de primera un centro de Feghouli y marcó el del honor para el 2-1 final.
En una actuación histórica, Argelia tuvo momentos de buen juego y pudo superar la fase de grupos por primera vez en cuatro participaciones. Tras el final, M'Bolhi declaró: “Jugamos contra un gran equipo y al final no pudimos evitar conceder dos goles. Estamos muy decepcionados, porque sabemos que tuvimos opciones. El físico no ha marcado la diferencia. Hemos hecho historia en el fútbol argelino, ya que es la primera vez que nuestra selección llega tan lejos. En el futuro seguiremos trabajando en esta dirección. Si hemos llegado a octavos es gracias a nuestro entrenador. Queremos transmitirle nuestro agradecimiento por todo el trabajo que ha hecho por y con el equipo”. Justamente una de las imágenes de la jornada fueron las lágrimas de Halilhodzic cuando recibía los saludos y agradecimientos de sus dirigidos.
En la primera parte, los argelinos trataron de cortar los circuitos creativos del rival para luego salir rápido en el contraataque. Y lo lograron. El entrenador plantó un equipo con varias modificaciones, con: 23-Rais Ouhab M'Bolhi; 20-Aissa Mandi, 4-Essaïd Belkalem, 5-Rafik Halliche (c), 3-Ghoulam; 22-Mostefa, 8-Lacen; 10-Sofiane Feghouli, 19-Taider, 15-Soudani; y 13-Islam Slimani. Mostefa, Lacen y Taider interrumpían el ataque alemán y cedían rápido para Soudani o Feghouli que conectaban con Slimani. Ghoulam se sumaba por el lateral izquierdo y de un centro suyo llegó un tanto de cabeza de Slimani que fue anulado por posición adelantada. Cuando la presión argelina mermaba en su intensidad, Alemania llegaba con peligro pero se encontraba con M'Bolhi.
En el complemento, los de Halilhodzic siguieron bien metidos en el partido, ordenados y concentrados, pero el cansancio físico hizo que Alemania los arrinconara contra su arco. Ninguno se pudo sacar ventaja en los 90 minutos y la definición se estiró hasta el tiempo suplementario.
Ni bien comenzó la acción de los 30 minutos finales, la defensa argelina se equivocó en una salida y Schurrle puso el 1-0. A partir de ahí, los Zorros tuvieron que salir un poco más en busca del empate dejando espacios que eran beneficiosos para los alemanes. Sin embargo, estos sólo pudieron marcar el tranquilizador 2-0 en el minuto final, a través de Ozil. Pero a la jugada siguiente, Djabou conectó de primera un centro de Feghouli y marcó el del honor para el 2-1 final.
En una actuación histórica, Argelia tuvo momentos de buen juego y pudo superar la fase de grupos por primera vez en cuatro participaciones. Tras el final, M'Bolhi declaró: “Jugamos contra un gran equipo y al final no pudimos evitar conceder dos goles. Estamos muy decepcionados, porque sabemos que tuvimos opciones. El físico no ha marcado la diferencia. Hemos hecho historia en el fútbol argelino, ya que es la primera vez que nuestra selección llega tan lejos. En el futuro seguiremos trabajando en esta dirección. Si hemos llegado a octavos es gracias a nuestro entrenador. Queremos transmitirle nuestro agradecimiento por todo el trabajo que ha hecho por y con el equipo”. Justamente una de las imágenes de la jornada fueron las lágrimas de Halilhodzic cuando recibía los saludos y agradecimientos de sus dirigidos.
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