[Vía Fifa.com] Qué bonito es el fútbol. Puede procurar alegrías y penas, pero la pasión subsiste siempre intacta. Las diferencias, las querellas, las preocupaciones desaparecen, y todo el mundo se une para atender a un único y mismo objetivo. En la memoria queda aquel día de 2010 en que los prosélitos de los Faraones, grandes y pequeños, saltaron a la calle para festejar hasta la madrugada la victoria de su país en la Copa Africana de Naciones. Los egipcios no blandieron entonces más que una sola bandera.
Competiciones en punto muerto y estadios vacíos
Hoy la situación es bien diferente. Tras los dramáticos sucesos de Puerto Saíd, los estadios están desiertos y los equipos egipcios están en paro técnico. A algunos de ellos les costará levantarse. Con todo, tres clubes nacionales continúan su actividad y participan en dos competiciones de relieve en el ámbito continental. Nos referimos al Al Ahly y a su rival urbano, el Zamalek, que compiten en la Liga de Campeones africana, y al ENPPI, único representante egipcio en la Copa Confederación de la CAF. Dada la cancelación de las competiciones nacionales y la prohibición a los seguidores de asistir a los partidos que se libran sobre el territorio nacional, el trabajo de estos tres clubes no está siendo ninguna sinecura.
Cada aficionado desea que sea su propio equipo quien gane la Liga de Campeones de la CAF, por descontado. Pero si uno de ellos es eliminado, los seguidores de ambos bandos se han comprometido a apoyar al otro equipo egipcio que continúe en liza. A fin de cuentas, todos ondearán la bandera egipcia junto a la de su club predilecto. Esta actitud ha pasado a formar parte de las nuevas prácticas tras la revolución.
El Al Ahly
Como si sus tribulaciones no fueran suficientes tras el drama de Puerto Said, el gigante de El Cairo regresó de Malí derrotado por 1-0, y la misión se prevé complicada en el encuentro de vuelta. En cualquier caso, el club sigue siendo el más laureado en la Liga de Campeones africana, con seis coronas, la última de las cuales se ciñó en 2008. No es de extrañar, por tanto, que sus hinchas expresen una confianza a toda prueba y proclamen su fe en las posibilidades de sus favoritos.
¿Pero los fieles del Al Ahly van a seguir la Liga de Campeones africana y a celebrar una posible victoria de su equipo con la que les está cayendo en su país en estos momentos? He aquí la respuesta de Hatem Ahmed, una celebridad local que apoya a los Diablos Rojos: "Por supuesto que todo Egipto sigue la marcha del Al Ahly y el Zamalek en la Liga de Campeones, sin olvidar las ligas de España y de Inglaterra. Los cafés están siempre llenos de gente que observa los partidos de su equipo preferido para despejarse la mente. Yo soy hincha del Al Ahly y tengo muchas ganas de ver nuestro encuentro contra el Stade Malien. Con la ayuda de Dios, vamos a ganar. Todo lo que está ocurriendo en Egipto nos empuja a interesarnos por otras cosas para olvidarnos de la política".
Mohammed Abd Al Hadi nos confiesa por su parte: "La política no ha alterado para nada mi amor por el fútbol. Sigo los partidos del Al Ahly en Liga de Campeones como otros años. Dicho eso, mi alegría será aún más grande en caso de victoria, porque todos los egipcios necesitan este éxito. Me echaré a las calles con mis amigos si el Al Ahly gana, pero no me pondré triste si pierde, porque las circunstancias actuales son extremadamente difíciles y lo importante es participar".
El Zamalek
Los Caballeros Blancos ya han ganado la Liga de Campeones de la CAF en cinco ocasiones, la última de ellas en 2002. Su último encumbramiento nacional se remonta a 2008, con la conquista de la Copa de Egipto. Tras años de vacas flacas, han regresado al primer plano del escenario gracias a las artes del entrenador Hassan Shehata, triple vencedor de la CAN con la selección nacional.
En la actualidad, el técnico aspira a reeditar sus hazañas con su antiguo club. Eso sí, el Zamalek parece tener más fácil la clasificación para la próxima fase que el Al Ahly, puesto que venció por 0-2 en el campo del MAS Fez. A pesar de lo intrincado de la coyuntura patria, los devotos del club no dudan ni por un instante de que sus héroes llegarán muy lejos en esta competición.
En lo que respecta a la pasión y la alegría, los seguidores del conjunto blanco no tienen nada que envidiar a los del Al Ahly: "Naturalmente que veo todos los partidos, pero la situación política ha tensado los ánimos de la gente. Subí al séptimo cielo cuando el Zamalek ganó en Fez y festejé la victoria con mis amigos. Si el Zamalek gana la competición, me pondré muy contento, pero no sé si celebraré la victoria en la calle como otras veces. Lo haré si la situación se estabiliza. La final de la Liga de Campeones tendrá lugar después de las elecciones presidenciales, que esperamos nos devuelvan la calma", nos cuenta Issam Al Shair, famoso forofo del Zamalek.
Todos con el ENPPI
El joven club del ENPPI, vencedor de la Copa de Egipto 2011, no posee ciertamente el arraigo popular de los dos colosos capitalinos. Sí cuenta, sin embargo, con un grupo de jugadores excepcionales, dirigidos por el antiguo entrenador del Al Ahly Hossam Al Badri. Todos los egipcios seguirán sus peripecias en la Copa Confederación de la CAF, deseando sinceramente su provecho porque, a fin de cuentas, el trofeo iría a parar a Egipto. Además, el ENPPI tiene la suerte de concurrir en una competición diferente a la del Al Ahly y el Zamalek. Los seguidores de los dos grandes apoyarán por tanto al advenedizo sin la más mínima reticencia.
"Durante muchos años, el fútbol ha sido la única fuente de alegría de los egipcios, pero esta temporada está siendo muy dura para nosotros. Es la primera vez que nuestra selección no se clasifica para la Copa Africana. Los incidentes de Puerto Saíd han acarreado la anulación del campeonato y de la Copa. De modo que las competiciones africanas son nuestra única esperanza. Yo deseo que el ENPPI nos haga olvidar las penas y obtenga esa victoria que tanta falta nos hace", nos susurra el empleado de un café que retransmite todos los partidos continentales de los clubes egipcios.
Por el momento, el ENPPI no sabe todavía si deberá desplazarse a Malí para disputar el partido de vuelta frente al Club Olympique de Bamako o si la Confederación Africana de Fútbol aceptará trasladar el encuentro a algún otro país por causa de la inestabilidad política que también afecta a Malí. Sea como fuere, las perspectivas de superar los octavos de final siguen siendo elevadas tras el triunfo por 3-1 en la ida.
Caso de ganar, el ENPPI entraría en la historia al convertirse en el primer club egipcio que conquista el certamen africano de campeones de Copa desde su puesta en marcha en 1992.
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