La situación en Costa de Marfil es insostenible y preocupante. Alassane Outtara -quien es reconocido internacionalmente como el presidente electo de Costa de Marfil- fue atacado este sábado por las fuerzas leales a su rival, Laurent Gbagbo. Y mientras tanto, toda la sociedad está inmersa en una cruenta especie de guerra civil entre ambas facciones. En este contexto, los jugadores marfileños que militan en el exterior se muestran preocupados por este momento del país. Tal el caso de Salomon Kalou, delantero del Chelsea, que fue consultado en una entrevista por el diario británico 'The Guardian'.
Los acontecimientos en su país han borrado la alegría de su rostro. "No me quiero posicionar y no quiero meterme en cuestiones políticas porque son para los políticos, pero me duele ver a mis amigos y hermanos matándose unos a otros", opina. "Algunos de mis mejores amigos son del norte, otros del sur. Yo soy del oeste. No tenemos problemas entre los marfileños, pero los políticos dividen a las personas. ¿Es esa una razón para matarnos? ¿Por qué no paramos y nos sentamos a hablar?".
"La gente de fuera debería ayudar a devolver la paz. Deberían llevar agua y comida. Eso sí sería preocuparse por los civiles", continúa el delantero del Chelsea. "Entonces sí les respetaría, sí podría decir que realmente se preocupan. En cambio, sí su prioridad es quién gana y quién pierde, entonces no están ayudando a nada".
Los enfrentamientos incontrolados en la capital, Abidjan, se graban en la retina de Kalou, sentado frente al televisor. Allí se ha quedado atrapado su padre y varios familiares. Su madre y cinco hermanas se encuentran a salvo en Togo. "Es muy duro saltar al campo y decir que no estoy pensando en la gente que muere cada día, que no pienso en los amigos que no tienen para comer o que mi padre no recibe ayuda", admite Kalou. "Para ser sincero, me preocupa todo el tiempo. Siempre que la oportunidad, llamo por teléfono o leo las últimas noticias. Es mi principal prioridad. Necesito saber que mi familia se encuentra bien".
Mientras recibe nuevas de su padre, con quien no ha podido comunicarse en los últimos tres días, Kalou espera una nueva oportunidad en el banquillo. Ningún otro delantero de la plantilla, ni Anelka, ni Drogba ni el recién llegado Torres -sin estrenar aún su cuenta goleadora- mejoran su promedio goleador por minutos jugados. La llegada de Torres, lejos de deprimirle más, le estimula porque le permite ocupar su posición natural de segundo delantero. "Jugué junto a él ante el City y fue muy positivo. Nos entendimos bien y creamos oportunidades".
Kalou quiere disponer de más minutos para demostrar su verdadero potencial, pero firmaría retirarse en el banquillo si los disparos dejaran de sonar. "Tenemos que parar la guerra. No quiero a mi familia herida, no quiero a mi país destruido. Me da igual quién gobierne. Lo único que me importa es la paz".
0 comentarios:
Publicar un comentario