[Por Diego Martín Yamus] Sudáfrica, lo sabemos, es recordado en el fútbol (dejando de lado lo extra) por su aislamiento debido al régimen de segregación racial (apartheid), y luego, por su reinserción y posterior serie de éxitos. O sus notables emblemas como Phil Masinga o "Doctor" Khumalo. Pero Benedict Saul McCarthy se transformó en una de esas leyendas, justo en la época de esplendor de aquéllas. Todo un mérito para quien dejó marcas y recuerdos imborrables en la historia sudafricana.
El nacido en Ciudad del Cabo un 12 de noviembre de 1977, justamente, era un canterano ese 1995 que su país se preparaba para las glorias que vendrían, la Copa Africana de Naciones que ganó y su primer Mundial. Porque debutó en el Seven Stars local, donde enseguida mostró su capacidad de temible delantero: 39 goles en 49 partidos. Así fue que el Ajax Cape Town, la filial del Ajax, lo fichó para 1997. Y así fue adquirido por el gigante de Amsterdam para ganar la Eredivisie (liga de los Países Bajos) y dos Copas en 1998 y 1999. En el medio tuvo su primera experiencia con la selección, en juveniles, donde también Sudáfrica volvía lentamente: finalista en abril del Africano Sub 20 y participante en junio del Mundial de Malasia, donde fue eliminado por el Brasil de Adailton y la Francia de Henry y Trezeguet en primera fase.
Sus cualidades llamaron la atención del técnico de la mayor, en ese momento Jomo Sono, que entonces lo hizo debutar el 24 de enero de 1998 en un 2-3 ante Namibia por la Copa COSAFA. Más aún, "Benni" tuvo su primera real prueba de fuego al ser llamado al equipo que fue a Burkina Faso a defender su CAN del 96. Y no sólo fue titular sino que con sus siete tantos, Sudáfrica alcanzó la final, esta vez derrotado por Egipto. Benedict fue cogoleador con el gran egipcio Hossam Hassan y además integró el once ideal. Era de prever que viajara en el avión al primer Mundial de los sudafricanos. Y en Francia pisó con el pie derecho: acompañó a Masinga en el ataque y le marcó el 1-1 a Dinamarca en esa primera ronda, aunque luego fueron marginados en esa instancia haciendo un decoroso papel contra la Francia de Zinedine Zidane, futura campeona por primera vez.
En 1999 McCarthy pasó de ganar todo con el Ajax a casi hacerlo con el Celta de Vigo, en España. En sus dos años allí, ayudó al modesto equipo a llegar a la final de la Copa del Rey 2001 perdida con el Real Zaragoza y a obtener la Copa Intertoto europea de 2000. Mientras, en su nacional ya era parte del once titular: contribuyó con un gol a Zimbabwe para dejar a su país en su segundo Mundial, el de Corea del Sur-Japón 2002, donde otra vez se quedaron en la ronda inicial pero con mejor papel que el 98, empatándole a dos a Paraguay, ganando su primer encuentro 1-0 sobre Eslovenia y cayendo dignamente 2-3 con la España de Raúl, cuando el delantero conquistó uno de los goles africanos. Por supuesto también fue protagonista de la CAN de Malí, pero se fueron en cuartos de final.
Para ese entonces había cambiado de club y de lugar: de Celta y España fue nada menos que al Porto de José Mourinho. Y en sus cinco años allí se cansó de festejar títulos de Portugal: dos ligas, una Copa y dos Supercopas. Las cinco juntas no pesaron tanto como la gloria internacional que le llegó como parte del plantel que en 2003 ganó la Copa de la UEFA, en 2004 la de la Liga de Campeones de Europa (ingresó en la final ante el Mónaco francés) y a fin de año, la última Intercontinental ante el bravo Once Caldas de Colombia, alcanzada 8-7 por tiros desde el punto penal en donde el sudafricano convirtió el suyo.
De ahí en adelante su vida futbolística fue lógicamente decayendo. Se fue a Inglaterra, primero al Blackburn Rovers, donde en su primera temporada en 2006 señaló 25 goles en 50 partidos, una de sus tantas fabulosas marcas con la red. Y ya no tuvo continuidad en la selección: no jugó la Copa Africana 06 aunque fue parte del plantel,y si bien siguió anotando Sudáfrica no pudo entrar ni a su tercera Copa del Mundo en Alemania, ni a la siguiente CAN 2008, y cuando podría haber disputado el Mundial en Africa en 2010, el técnico Carlos Parreira lo excluyó de la lista final al no verlo bien físicamente. Se retiró de los Bafana-Bafana con 32 goles y muchos grandes momentos, después partió al West Ham en 2009 hasta 2011 y entonces regresó a su tierra, al popular Orlando Pirates, con el que se despidió triunfalmente como no podía ser de otra manera, ganando en 2012 la Premier League, la Copa de la Liga, la MTN 8 y la Carling Black Label Cup, dejando los botines en 2013 pero ligado al fútbol, ya que comenzó como entrenador en 2017 en el Cape Town City y actualmente dirige al sorprendente Ama Zulu, de buena campaña en la Champions Africana.
A fuerza de goles y de talento, Benni McCarthy logró alargar la resurrección de Sudáfrica a las nuevas generaciones y se ganó el mejor título: el de figurar entre quienes hicieron grande a su patria.
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