[Por Diego Martín Yamus] En África el apellido Ndlovu es bien recordado por el gran Peter, símbolo de Zimbabwe. Pero otro similar, éste más al norte, también dejó su huella. Samuel Ndhlovu fue jugador, técnico, asesor, dirigente y todo al mismo tiempo. Pero por sobre todos sus trabajos, un emblema de Zambia, incluso cuando aún el país del cobre no era independiente.
Es que el enorme delantero y goleador nació el 27 de septiembre de 1937 en Luanshya, entonces Rhodesia del Norte, colonia inglesa de la actual nación. De pequeño se trasladó con su familia a Mufulira, donde alrededor de sus ocho años formó su propio equipo con niños de su edad jugando en la calle o cualquier lugar apto. Mientras estudiaba en el Kankoyo Main School, se destacaba en varios deportes colegiales. Así fue como el Mufulira Main Team (actual Wanderers) lo reclutó y en 1956 debutó en Primera, iniciando una carrera larga y bien luminosa.
Era tal su destreza y velocidad para eludir rivales que un hincha lo apodó "Zoom", el cual lo definiría para siempre. Samuel participaba en una liga controversial, que contaba una división para blancos y otra para africanos. Ese 56 fue convocado para la selección de Rhodesia del Norte para enfrentar a un combinado de Congo, y con sólo 18 años marcó dos goles para el triunfo de los suyos. En el Wanderers comenzó a figurar al punto de ser nombrado capitán en 1960 y en 1963 se llevó la primera de sus cinco ligas nacionales. Así arrancó oficialmente en la selección en 1964, el país ya autónomo, y fue premiado como deportista del año en Zambia. Curiosamente esos años 60 alternó el fútbol dentro de la cancha y fuera de ella como jugador-técnico, obteniendo varios títulos locales aparte de las ligas.
Una de sus conquistas más inolvidables para quienes lo vieron fue la del 17 de octubre de 1965, cuando el Mufulira, ganador de la Castle Cup, enfrentó al campeón de Rhodesia del Sur, la actual Zimbabwe, el City Wanderers, por la Supercastle Cup; todo un clásico por la antigua situación política de ambos. El partido se jugó en Salisbury, capital de Rhodesia del Sur, ante unas 18.000 personas segregadas según su color. Mufulira vencía 2-0 y 3-1, y Samuel había marcado el tercer gol, pero los zimbabwenses igualaron y en el alargue, Mwale marcó el 4-3 y la consagración para los zambianos. El Wanderers siguió arrasando con cuanto campeonato había en Zambia, mientras en 1966 Ndhlovu viajó a Inglaterra para presenciar el Mundial e hizo un curso de técnico. Fue así como comenzó a ser jugador y entrenador, llevando al club a varios éxitos, entre ellos la Castle Cup de ese año.
Lo mismo hizo con la selección, en medio de su corta trayectoria internacional. La dirigió en 1967 y 1969. Para 1968 disputó las primeras eliminatorias para un Mundial, el de México 70, eliminado por Sudán. Y 1969, su último año con los Chipolopolos, fue difícil. Tras una derrota ante Camerún 1-2 que los dejó afuera de la Copa Africana de Naciones de 1970, Ndhlovu fue suspendido por la Federación (FAZ) por mala conducta en una recepción para el plantel. Fue penado con un año y una fuerte multa, se disculpó y la sanción le fue levantada. Era su último encuentro, pero éste se dio el 22 de Noviembre de 1969, cuando el equipo fue invitado por Congo Kinshasa (actual República Democrática del Congo) para un amistoso. La FAZ envió un conjunto de emergencia en el que Ndhlovu fue jugador y técnico, y el marcador fue catastrófico: 1- 10. El delantero dijo luego que estuvo tan triste que no pudo comer después del partido.
Siguió un tiempo más en el Mufulira, donde ya era la leyenda que se conoció, a tal punto que hizo publicidades en medios y en 1973 le fue entregada la Insignia de Honor por el presidente Kenneth Kaunda, el primero de la nación. Nuevamente ejerció dos funciones en el equipo en 1975, durante la Copa CECAFA y la de Campeones de clubes. Y en 1977 terminó su carrera como futbolista, con 21 títulos dentro de la cancha y otros como entrenador. Pero esa leyenda aún tenía más que escribir.
Su experiencia temprana en el banquillo le permitió ser ayudante de campo de varios técnicos de la selección en los 70 y 80. Su primer ciclo oficial al frente de Zambia fue entre 1982 y 1985. Fue reemplazado por Brightwell Banda, que dirigió en la CAN de Egipto 86, donde la mala performance lo quitó del cargo. Samuel fue nombrado por segunda vez, y ahora vaya que dejó huella. Primero, en 1988 lo clasificó para los Juegos Olímpicos de Seúl, en una memorable final con Ghana. Y en Corea del Sur, ayudado por la camada del gran Kalusha Bwalya, goleó 4 a 0 a la gigante Italia y pasó a los cuartos de final, donde cayó con la potente Alemania Federal. Estuvo a un empate en Túnez de ir a su primer Mundial, el de Italia en 1990, fue tercero en la CAN de Argelia 90 derrotando a Camerún y obtuvo la Copa COSAFA del 90 y la CECAFA de 1991. Volvió a guiar a los del cobre en la Copa Africana de 1992, pero tras ser marginados por el futuro campeón Costa de Marfil, Ndhlovu fue criticado por la prensa y la gente y renunció. Retornó al poco tiempo y colocó a la selección en la ronda final de las eliminatorias del Mundial Estados Unidos 94, sin embargo una insignificante derrota con Madagascar de visitante hizo que la Federación lo cesara definitivamente. Ndhlovu acusó a los directivos de una campaña de desprestigio para poner en su lugar a su antiguo dirigido Godfrey Chitalu.
Samuel no se rindió y se embarcó para la vecina Botswana, la que fue su primera vida en el exterior, donde en 1993 tomó al Extension Gunners de la Primera División. El destino lo salvó de una muerte terrible, ya que al no ser el técnico nacional no viajó en el vuelo que el 27 de abril se cayó al mar en Gabón y donde se perdieron varios futbolistas del equipo. Y al año siguiente sacó al Gunners campeón de liga. En 1997 resultó una vez más como asesor de la selección y en 1998 en su Mufulira, en el que tras mal arranque de campeonato fue echado, criticado por excluir a los históricos y apostar por jóvenes.
Fue ese, en sus amores, su último trabajo. Sufrió con su salud y el 10 de octubre de 2001 partió a mejor vida. Su pérdida se sintió grandemente en el país. Kalusha Bwalya dijo de él: "Fue un gran jugador y una verdadera leyenda, el hombre que me llevó a la fama". En 2002, la Zambia Charity Shield, primera competencia de la temporada, fue renombrada Samuel Zoom Ndhlovu Shield en su recuerdo. Porque aún desde arriba, ese niño de las calles sigue haciendo grande a su Zambia.
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Era tal su destreza y velocidad para eludir rivales que un hincha lo apodó "Zoom", el cual lo definiría para siempre. Samuel participaba en una liga controversial, que contaba una división para blancos y otra para africanos. Ese 56 fue convocado para la selección de Rhodesia del Norte para enfrentar a un combinado de Congo, y con sólo 18 años marcó dos goles para el triunfo de los suyos. En el Wanderers comenzó a figurar al punto de ser nombrado capitán en 1960 y en 1963 se llevó la primera de sus cinco ligas nacionales. Así arrancó oficialmente en la selección en 1964, el país ya autónomo, y fue premiado como deportista del año en Zambia. Curiosamente esos años 60 alternó el fútbol dentro de la cancha y fuera de ella como jugador-técnico, obteniendo varios títulos locales aparte de las ligas.
Una de sus conquistas más inolvidables para quienes lo vieron fue la del 17 de octubre de 1965, cuando el Mufulira, ganador de la Castle Cup, enfrentó al campeón de Rhodesia del Sur, la actual Zimbabwe, el City Wanderers, por la Supercastle Cup; todo un clásico por la antigua situación política de ambos. El partido se jugó en Salisbury, capital de Rhodesia del Sur, ante unas 18.000 personas segregadas según su color. Mufulira vencía 2-0 y 3-1, y Samuel había marcado el tercer gol, pero los zimbabwenses igualaron y en el alargue, Mwale marcó el 4-3 y la consagración para los zambianos. El Wanderers siguió arrasando con cuanto campeonato había en Zambia, mientras en 1966 Ndhlovu viajó a Inglaterra para presenciar el Mundial e hizo un curso de técnico. Fue así como comenzó a ser jugador y entrenador, llevando al club a varios éxitos, entre ellos la Castle Cup de ese año.
Lo mismo hizo con la selección, en medio de su corta trayectoria internacional. La dirigió en 1967 y 1969. Para 1968 disputó las primeras eliminatorias para un Mundial, el de México 70, eliminado por Sudán. Y 1969, su último año con los Chipolopolos, fue difícil. Tras una derrota ante Camerún 1-2 que los dejó afuera de la Copa Africana de Naciones de 1970, Ndhlovu fue suspendido por la Federación (FAZ) por mala conducta en una recepción para el plantel. Fue penado con un año y una fuerte multa, se disculpó y la sanción le fue levantada. Era su último encuentro, pero éste se dio el 22 de Noviembre de 1969, cuando el equipo fue invitado por Congo Kinshasa (actual República Democrática del Congo) para un amistoso. La FAZ envió un conjunto de emergencia en el que Ndhlovu fue jugador y técnico, y el marcador fue catastrófico: 1- 10. El delantero dijo luego que estuvo tan triste que no pudo comer después del partido.
Siguió un tiempo más en el Mufulira, donde ya era la leyenda que se conoció, a tal punto que hizo publicidades en medios y en 1973 le fue entregada la Insignia de Honor por el presidente Kenneth Kaunda, el primero de la nación. Nuevamente ejerció dos funciones en el equipo en 1975, durante la Copa CECAFA y la de Campeones de clubes. Y en 1977 terminó su carrera como futbolista, con 21 títulos dentro de la cancha y otros como entrenador. Pero esa leyenda aún tenía más que escribir.
Su experiencia temprana en el banquillo le permitió ser ayudante de campo de varios técnicos de la selección en los 70 y 80. Su primer ciclo oficial al frente de Zambia fue entre 1982 y 1985. Fue reemplazado por Brightwell Banda, que dirigió en la CAN de Egipto 86, donde la mala performance lo quitó del cargo. Samuel fue nombrado por segunda vez, y ahora vaya que dejó huella. Primero, en 1988 lo clasificó para los Juegos Olímpicos de Seúl, en una memorable final con Ghana. Y en Corea del Sur, ayudado por la camada del gran Kalusha Bwalya, goleó 4 a 0 a la gigante Italia y pasó a los cuartos de final, donde cayó con la potente Alemania Federal. Estuvo a un empate en Túnez de ir a su primer Mundial, el de Italia en 1990, fue tercero en la CAN de Argelia 90 derrotando a Camerún y obtuvo la Copa COSAFA del 90 y la CECAFA de 1991. Volvió a guiar a los del cobre en la Copa Africana de 1992, pero tras ser marginados por el futuro campeón Costa de Marfil, Ndhlovu fue criticado por la prensa y la gente y renunció. Retornó al poco tiempo y colocó a la selección en la ronda final de las eliminatorias del Mundial Estados Unidos 94, sin embargo una insignificante derrota con Madagascar de visitante hizo que la Federación lo cesara definitivamente. Ndhlovu acusó a los directivos de una campaña de desprestigio para poner en su lugar a su antiguo dirigido Godfrey Chitalu.
Samuel no se rindió y se embarcó para la vecina Botswana, la que fue su primera vida en el exterior, donde en 1993 tomó al Extension Gunners de la Primera División. El destino lo salvó de una muerte terrible, ya que al no ser el técnico nacional no viajó en el vuelo que el 27 de abril se cayó al mar en Gabón y donde se perdieron varios futbolistas del equipo. Y al año siguiente sacó al Gunners campeón de liga. En 1997 resultó una vez más como asesor de la selección y en 1998 en su Mufulira, en el que tras mal arranque de campeonato fue echado, criticado por excluir a los históricos y apostar por jóvenes.
Fue ese, en sus amores, su último trabajo. Sufrió con su salud y el 10 de octubre de 2001 partió a mejor vida. Su pérdida se sintió grandemente en el país. Kalusha Bwalya dijo de él: "Fue un gran jugador y una verdadera leyenda, el hombre que me llevó a la fama". En 2002, la Zambia Charity Shield, primera competencia de la temporada, fue renombrada Samuel Zoom Ndhlovu Shield en su recuerdo. Porque aún desde arriba, ese niño de las calles sigue haciendo grande a su Zambia.
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