[Javi Martin para La Bola del Mundo] En la orilla del Lago Victoria, se encuentra la República de Uganda. Tras alcanzar la independencia del Reino Unido en 1962; la estabilidad política aún no ha llegado al país, asolado por diferentes dictadores derrocados por otro protagonistas de semejante rasero.
En cuanto al fútbol, al referirnos a la selección de Uganda, estamos ante la absoluta dominadora de la CECAFA, la subfederación del fútbol del Este de África, que organiza todo los años un prestigioso torneo entre los países de la zona. Con 13 entorchados, 4 de ellos conseguidos en los últimos 5 años; Uganda se ha convertido en la mejor selección de la región, por delante de Tanzania, Kenya o Rwanda. El próximo objetivo, debe ser aparecer en algún gran torneo, y esto parece cada vez más cerca. Con una liga en crecimiento (equipos como el URA han tenido buenas actuaciones continentales), cuyos derechos obtuvo la plataforma SuperSport (lo que lleva sus partidos a todo el continente); y jugadores moviéndose por todo el mundo partiendo de esta liga; los Cranes; como se conoce al equipo nacional de fútbol; se encuentran rumbo al Mundial 2014. Si bien es cierto que a falta de tres partidos cierran su grupo con 2 puntos; con dos partidos en casa aún por disputar y a sólo tres puntos del liderato; se puede soñar en lograr el pase a la última fase. Sin embargo corren tiempos difíciles, ya que la derrota frente a Liberia, escoció en la FUFA; que decidió despedir al escocés Bobby Williamson del cargo de seleccionador. Williamson fue el artífice de que Uganda se quedará fuera de la CAN 2013 sólo por un penalti (9-8), tras un duelo magnífico frente a los defensores por aquel entonces del cetro continental, Zambia.
Lo que sí es claro, es que si Uganda tiene algún motivo para soñar, es por su curioso potencial ofensivo. Y es que el hasta ahora seleccionador ha logrado completar en las últimas convocatorias; una terna de delanteros todos ellos de fuera de la liga local. Competiciones como la CECAFA, de carácter anual, o la CHAN 2011, donde sorprendentemente consiguió clasificar; han mostrado al continente a los mejores hombres de ataque del país; que rápidamente han logrado contratos con equipos de otros países con mayor potencial a nivel continental.
Quizás el mejor ejemplo de ello es el caso de Emmanuel Okwi (1992, Etoile du Sahel, Túnez -foto-). Sus actuaciones en las últimas tres CECAFA Cup, sobre todo la de 2011; cuando aún era jugador sub 20; llamaron la atención de uno de los clubes más potentes del este africano, el Simba de la ciudad de Dar es Salaam, en Tanzania. Tras brillar también en las filas de este conjunto; en invierno de esta misma campaña lograba un traspaso al Etoile tunecino; que se encuentra disputando playoffs por el título local y cerca de lograr el pase a la fase de grupos de la CAF Confederation Cup. Delantero natural, se encuentra muy a gusto jugando con otro punta, ya que su jugada capital es la caída a banda izquierda al espacio. Desde ese sector hace muchísimo daño con su velocidad; su buen recorte hacia dentro en carrera y posee además un buen disparo lejano con el empeine interior, buscando habitualmente la escuadra del palo largo. De hecho, Williamson le ha utilizado como extremo por la izquierda en la selección ante el “over-booking” de futbolistas de ataque, y ha rendido de maravilla. Por estatura, posee capacidad también para jugar de espaldas, aunque en mi opinión es un jugador que mejora con espacios y compañía en ataque.
Brian Umony (1988, Azam, Tanzania) es otro de los nombres propios de la selección ugandesa. Tras ser máximo goleador de la liga local con el KCC y de la CECAFA 2008, salió muy joven camino de la que es, quizás, la liga más potente del África negra, Sudáfrica. Su siguiente destino fue el Portland Timbres estadounidense; y para completar su particular vuelta al mundo disputó unos partidos en la liga vietnamita. Esta temporada el Azam, que disputa la CAF Confederation Cup le ha devuelto a África. Con la selección está actuando como punta o como jugador de banda derecha en un sistema de tres en punta. No es ni mucho menos un punta referencia; sino que destaca por su velocidad que explota con buen desmarque y habilidad con el balón. Muy oportunista, puede por fin estabilizar su carrera si logra hacer buenos números con el Azam.
Geoffrey Massa (1986, Itesalat AL Masry, Egipto -foto-) es hombre de selección. Tras partir muy joven hacia la liga egipcia; jamás ha tenido números excesivamente buenos en el extranjero. Tras un breve paso por el fútbol turco-chipriota (Yenicame Agdelen), ha regresado al Itesalat Al Masry. Suele ser el punta central en el sistema ugandés en los últimos tiempos. Rematador de área, no es excesivamente físico, pudiendo aportar al equipo ocupando espacios sobre todo hacia banda derecha. Siempre ha rendido con Uganda.
Hamis Kiiza (1990, Young Africans, Tanzania), es la última gran aparición del fútbol ugandés local. Con tan sólo 20 años se proclamó máximo goleador de la liga con el URA. Ello, aderezado con las buenas actuaciones en la sub 23 nacional, le llevaron a firmar por uno de los clubes de moda del fútbol de la región, el “Yanga”, como es conocido habitualmente el Young Africans tanzano. Recientemente campeón de liga; su papel ha sido crucial no sólo en este torneo sino también en la CECAFA Kagame Cup (que enfrenta a clubes de los países de esta federación), donde sorprendió con 4 goles en un solo partido. Se trata de un delantero centro rematador, pese a su escasa corpulencia (apenas llega al 1’80), se mueve fenomenal dentro del área, siendo casi todos sus goles de remates cercanos. Su principal virtud es la potencia encarando balón ante centro lateral, que le hace prácticamente imposible de ser frenado.
El último en salir del país ha sido Robert Ssentongo (1986, St.George, Etiopía). Con experiencia pasada en Tanzania, donde jugó para el Simba, y en Dinamarca, donde actuó para el modesto Brabrand junto Tony Odur, otro ugandés. Su gran CECAFA Cup 2012 hace unos meses, le valió lograr una prueba con el Supersport United sudafricano, sin embargo, fue el St.George etíope quien se reforzó con sus servicios de cara a la Champions africana, donde, por cierto, han cuajado un papel magnífico. Ssentongo es parecido a Kiiza; de escasa altura, más fuerte en el cuerpo a cuerpo; pero que vive sobre todo de su habilidad goleadora, con un buen disparo que arma en cuanto tiene oportunidad. Sin ser brillante, siempre ha tenido oportunidades en torneos menores con Uganda.
Probablemente, la presencia de Mike Sserumaga (1989, St.George, Etiopía) en ese mismo club, haya sido clave a la hora de la firma de Ssentongo. En su caso se trata de uno de los futbolistas con más talento del país. Colocado en la media punta habitualmente, es el canalizador del juego de ataque y el dueño de la pelota parada. Su zurda es magnífica y es habitual ver a Uganda hacer goles a balón parado que parten desde su bota. Peligroso por su llegada, puede actuar más adelantado, pero como mejor se le explota en la selección es por detrás de una línea de atacantes.
Dan Sserunkuma (1989, Gor Mahia, Kenya) es un caso diferente al resto. Sin ser una estrella en el país, empezó a cuajar buenas actuaciones en el Sofapaka del país vecino y se ganó un contrato con uno de los grandes de Kenya, el Gor Mahia, donde esta última temporada logró ser el primer extranjero en ganar la Bota de Oro que le acreditaba como mejor goleador de la temporada. Williamson le premió convocándole en los dos últimos partidos y en su debut frente a Rwanda cuajó una actuación sensacional. Su principal valor es la velocidad, futbolista de buenos desmarques y que define muy bien dentro del área. Se adapta de maravilla al modelo con el que viene jugando la selección y es probable que siga entrando en convocatorias.
Estos nombres son, quizás, las grandes referencias actuales del hecho que nos llama la atención: Uganda nutre durante los últimos años de grandes goleadores a otras ligas africanas. Otros nombres como Geoffrey Sserunkuma (Vasco da Gama, 2º sudafricana), Yuda Mugalu (Motema Pembe, RD Congo) o el joven Boban Ziruntusa (Dynamos, Zimbabwe) pueden ser exponentes también de este fenómeno.
Un fenómeno que se expande a Europa, con la llegada a la selección de hombres como Kayongo-Mutumba (AIK Solna, Suecia -foto-) o Kizito (Leixoes, 2º Portugal); aunque sí es cierto que son jugadores sin pasado en la liga del país. Asia también ha contado con ugandeses: Sule Matovu (1991, Agente libre), es un extremo izquierdo que ha actuado hasta hace escasos meses en el fútbol iraquí junto el central Bukenya. Ambos fueron destacados miembros del equipo que clasificó a la CHAN y tras comprar su propio pase, buscarán club. El centrocampista diestro Moses Oloya (1992), expone su calidad en la liga vietnamita (también Geoffrey Kizito o el joven Caesar Okhuti por ejemplo, siendo el fútbol vietnamita destino habitual en los últimos años); siendo junto el extremo zurdo del TP Mazembe Mike Mutyaba (1991) una de las promesas más firmes del país.
Sin duda, la guinda del pastel se la lleva Eugene Ssepuya (1983), que puede presumir de haber estado en todos los continentes. Criado en África, fue uno de los pioneros en salir a Europa, donde actuó en la liga serbia, rumana y montenegrina. Tuvo un breve paso por Australia, estuvo probando en Boyacá Chicó este verano y finalmente está jugando en las filas del Istiqlol Dushanbé de Tajikistán. Tras dos años fuera de la selección, ha recomendado a su actual técnico como posible seleccionador en busca de volver…
Uganda crece futbolísticamente, basado en el poder de un ataque que se expande por todo el mundo, pero en especial por África. Es obligatorio acordarse de los pioneros, como Sejjemba o Mubiru (gran referencia en la década pasada, tres veces máximo goleador de la liga ugandesa) y cómo no, de Majid Musisi, quizás el mejor delantero que ha conocido el país y tristemente fallecido hace ya 8 años. Porque Uganda no es sólo Sekagya en lo que se refiere al fútbol, habremos de estar atentos en su complicado camino al Mundial…
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