martes, 29 de enero de 2013

Adiós amargo para el campeón

[Vía Vavel.com] Burkina Faso, esa gran desconocida, llegaba a la cita como primera de grupo. Con un empate ante Nigeria, y una contundente victoria frente al combinado etíope, encabezaba el grupo C. Dos empates daban la segunda posición al conjunto zambiano y sus opciones pasaban por ganar en el día de hoy. El empate ante Nigeria era comprensible, pero el empate frente a Etiopía, imperdonable.

La primera parte fue insuficiente
Con todo, el encuentro iba a ser una lucha de tú a tú en la que el vencedor tendría el premio de echar a su rival de la competición, si es que Nigeria vence a Etiopía, hecho más que probable. De verde Burkina y de naranja Zambia, sin Chris Katongo en el once inicial. El césped estaba en unas condiciones lamentables, esto daba pie a que los controles en el partido, que ya iban a ser malos, fueran peores. Pronto empezaba el susto para la selección de Renard. En el minuto 1, Jonathán Pitroipa botó una falta centrada y el guardameta Mweene despejó con problemas. Esta acción dio paso, minutos después, a la alarma en el país occidental: Alain Traoré, héroe frente a Etiopía, se lesionaba. Salía por él el delantero del Augsburgo alemán, Bancé. Un parche que bien podría subsanar el daño. Por parte zambiana Nkausu debía dejar el terreno de juego por una entrada fuerte a su tobillo. Entraba por él Musonda. 

Había esperanza para los zambianos y más cuando en el minuto 16 Mbesuma disparó con la izquierda ante la dejada de un compañero en la frontal del área. Lástima que el balón fue directo a las manos del portero Diakite. 

El colegiado se mantuvo correcto todo el partido, en ocasiones algo riguroso. Pudo expulsar a Musonda por doble amarilla en el 37 por una entrada muy fuerte. Justo antes de que se cumpliera el minuto 45, Kalaba remató de cabeza un buen centro desde la izquierda. El balón cayó muy despacio a las manos de Diakité. 

La confirmación del desastre
La segunda parte no iba más que a ratificar el juego pobre de ambas selecciones. En un caso es aceptable, en el otro no. Mbesuma, no tan participativo como en otros partidos, lo intentó en el minuto 58 pero la defensa despejó a córner sin problemas. En ese mismo córner, el mismo delantero zambiano remató de cabeza pero salió por encima del larguero. 

Zambia no paraba de intentarlo, pero no conseguía ese ansiado gol que le daría gran parte de la clasificación. Cada minuto que pasaba era una bocanada de aire de menos para los pupilos de Renard. En el minuto 73 Kalaba lo intentó por la banda izquierda pero su disparo salió desviado. Si hablábamos de perdonar expulsiones, el colegiado en el minuto 75 hizo lo propio con Mady. De hecho, fue corriendo hacia él con intención de mostrar cartulina pero se contuvo. 

Si el partido estaba siendo difícil de digerir, más cuando en el minuto 78 llegaban noticias del otro encuentro: Moses adelantaba a Nigeria. Con este resultado, la campeona estaba fuera. Jarro de agua fría. Olvidada esta noticia, en el 85 la tuvo Mulenga en el área pequeña pero no consiguió rematar a puerta. 

Pitroipa, que fue el primero en tener una ocasión también sería el último. Pudo hacer el gol en el minuto 90 para los de Burkina Faso, pero por unos centímetros no llegó al balón. La afición de Zambia rezaba porque veía que su selección se quedaba sin opciones de clasificación para los cuartos de final. El descuento sirvió para enviar balones al área y que los delanteros zambianos lucharan por la pelota. En vano. La última fue para Kalaba a la media vuelta pero el balón se fue fuera. 

Este resultado, sumado a la victoria de Nigeria, deja fuera a la actual campeona. Muy pobre esta selección de Renard que no ha sido capaz de ganar un encuentro. Veremos si el entrenador galo no es destituido después de este varapalo. Burkina Faso pasa como primera a cuartos de final y se enfrentará a la segunda del grupo D, aún por definir.

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