[Vía Rusia Hoy] La mitad de los equipos de la liga rusa (8 de 16) tiene al menos un africano en sus filas. El Anzhi, con cinco, se lleva la palma. En cuanto a nacionalidades, encontramos hasta siete diferentes: Nigeria, Costa de Marfil, Burkina Faso, Camerún, Zimbawe, Marruecos y Senegal, siendo esta última la comunidad más numerosa, con nueve representantes. Pese a que el nombre de Seydou Doumbia brilla con luz propia (estos días es noticia porque ha sido convocado para jugar la Copa de África entre el 21 de enero y el 12 de febrero y no podrá preparar con el resto del CSKA el duelo ante el Madrid), no es el único que copa titulares en la prensa deportiva rusa.
El delantero nigeriano y ex del Málaga Víctor Obinna fue uno de las incorporaciones estrella del Lokomotiv en verano. Pese a que todavía no se ha terminado de aclimatar, pues suma sólo 3 goles, es uno de los principales peligros que aguardan al Athletic de Bilbao en la eliminatoria de dieciseisavos de Europa League del próximo febrero.
Otro nombre de moda es el del marfileño Lacina Traoré (2.03 m. de altura, foto), que con sólo 21 primaveras marcó 15 goles en el Kuban en 2011 y es objeto de deseo del ‘nuevo rico’ Anzhi para la segunda vuelta (habría presentado una oferta por 30 millones de euros), que se disputa a partir de marzo tras el parón invernal. Allí se encontraría con el camerunés Samuel Etoo, ‘el futbolista mejor pagado del mundo’, que en los 11 partidos que jugó desde su incorporación en agosto le dio tiempo a sumar ocho dianas.
También en el Anzhi milita Ibra Kebe, defensa central y titular indiscutible, además toda una institución en la competición como uno de los pioneros africanos en el fútbol ruso. Este senegalés aterrizó en el Spartak de Moscú en 2001 y desde entonces no se ha movido de la Premier. Otros que abrieron el camino fueron por ejemplo el nigeriano James Obiora (en el Lokomotiv entre 2001 y 2005, marcando 20 goles en 62 partidos) o el malawi Iso Kanenda (en el fútbol ruso desde 2003, tiempo durante el que ha marcado 37 goles; actualmente milita en el Volgogrado de la segunda división).
El desembarco este verano en la Premier de una estrella internacional de origen africano como Eto’o sumado al Mundial que Rusia acogerá en 2018 ha levantado cierta expectación sobre el problema del racismo en las gradas de la Premier. Además, no hay que olvidar que el precisamente Eto’o ya ha dado muestras a lo largo de su carrera de una fuerte sensibilidad hacia este tema: por ejemplo, cuando en un partido en Zaragoza en 2006 quiso abandonar el campo cansado de escuchar gritos ofensivos de los aficionados locales. Preguntado sobre el particular en una reciente entrevista para Goal.com, el delantero camerunés declaró: “Sé que este problema mantiene a mucha gente alerta y que Roberto Carlos tuvo algunos problemas antes de mi llegada, pero por ahora no me quejo. No creo que el racismo sea un sentimiento eterno. En cualquier parte del mundo podemos encontrarnos esta dificultad, gente que por desgracia no ha podido viajar y conocer otra cultura, lo que les hace estar cerrados en su manera de pensar. La suerte es que la gran mayoría del planeta piensa diferente a ellos. Y esa gran mayoría tenemos que conducirles a que vean las cosas de manera distinta. Entre todos lo podemos conseguir”.
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