Al analizar las estadísticas de la selección senegalesa de fútbol playa hasta hoy, resulta difícil no llegar a la conclusión de que el atacante Pape Koukpaki es la estrella del equipo. Al fin y al cabo, en las dos participaciones de su país en la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA —Río de Janeiro 2007 y Marsella 2008— el dorsal número 9 presenta el notable registro de 15 goles en solo seis partidos, que lo convierten en el jugador africano que más veces ha visto puerta en la historia del torneo.
Sin embargo, nada de eso parece convencer al delantero, quien también brilla en el fútbol de campo con el US Ouakam, de la Ligue 1 senegalesa, de que es la pieza fundamental de los actuales campeones de África. “Me alegra, claro, porque mi función en este equipo consiste en marcar goles. Pero es eso: una función. Una más de las varias que se deben hacer bien para que nuestro equipo tenga éxito”, afirma sonriendo tímidamente el senegalés, de 1,93 m, en una charla con FIFA.com a horas del inicio del Mundial de Ravenna, Italia.
Es fácil descubrir de quién ha aprendido el artillero su discurso al escuchar al seleccionador, Amadou Diop, hablar de su ataque. “Koukpaki es nuestro máximo goleador, y cuento con él para eso, para hacer goles. Pero eso no lo es todo, no supone ninguna novedad. Normalmente, quienes ganan los premios individuales son los que hacen goles, pero él y el resto del equipo saben que lo que importa aquí es el colectivo”, declaró el técnico poco después del primer entrenamiento realizado en el Stadio del Mare, en Rávena. “Además, la prueba clasificatoria mostró que ahora podemos contar también con Babacar Fall”.
Diop se refiere a las increíbles cifras del tándem ofensivo de los Leones en el torneo continental disputado en Casablanca, en Marruecos, durante el mes de junio. En los cuatro encuentros que condujeron a Senegal al título, el equipo logró 23 dianas. Nada menos que 16 fueron obra de Koukpaki y Fall, principales realizadores del certamen con ocho tantos cada uno.
Y los campeones africanos cuentan en Rávena 2011 con esa fuerza ofensiva para traducir en resultados la fama que ya tienen de equipo peligroso. “Todo el mundo coincide en que Senegal es un rival complicado, aunque lo máximo que hemos hecho es llegar una vez a cuartos de final”, admite Diop.
Efectivamente, los senegaleses acumulan cinco victorias en seis partidos de la liguilla, pero en 2007 cayeron eliminados ante Francia en cuartos, y al año siguiente ni siquiera superaron la primera fase. “Somos los campeones continentales, y esta ya es nuestra tercera participación. Por tanto, tenemos un objetivo bien claro: acabar entre los cuatro primeros”, avisa Diop. “Ninguna selección africana lo ha conseguido, ni en el fútbol de campo ni en la arena. Creo que ha llegado nuestro momento”.
Además de Senegal, que compartirá el Grupo A junto a Italia, Suiza e Irán, África tendrá otro representante, Nigeria, que estará encuadrado en el Grupo C, con Rusia, Tahití y Venezuela.
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