Lauren: "Realmente no conozco África"

Laureano Bisan Étamé-Mayer, «Lauren», nacido in Londi Kribi (Camerún) en 1979, ha comenzado en el Córdoba CF una segunda etapa como futbolista tras formarse en la cantera del Sevilla, dar el salto al profesionalismo con el Levante y el Mallorca (fue campeón de la Supercopa de España) y, sobre todo, triunfar con su selección (dos Copas de África y un oro olímpico), el Arsenal (dos títulos de la Premier y otros dos de Copa inglesa) y el Portsmouth (otra FA Cup).

-¿Highbury «huele» mejor que el Emirates?
-Para mí, sí. Allí sentíamos a la afición cerca del equipo, y el ambiente era espectacular. Nosotros dentro del vestuario, cuando empezaban los cánticos como «come on gunners», sentíamos a la gente rugir y moverse el estadio. El Emirates tiene el ambiente más frío porque lo han hecho pensando en lo comercial.

-¿Se vive el fútbol en Inglaterra como se percibe en España?
-Es impresionante. Una hora o dos horas antes del partido ya están los campos llenos. Cómo lo viven, cómo siguen a cada jugador; a los futbolistas nos tratan allí como dioses, y es algo espectacular.

-Siete años en el Arsenal y su formación en el Sevilla. ¿Su corazón es más de los «gunners» o sevillista?
-Soy más de los «gunners» por lo que me ha dado el Arsenal. Allí he conseguido ocho títulos y económicamente me ha salvado la vida. Culturalmente me ha dado mucho, porque cuando vas joven a Inglaterra, no sólo aprendes los conceptos futbolísticos, sino también como ser humano, ya que compartes vestuario con gente de todas las razas y países que te aportan mucho a nivel cultural.

-¿Hay también allí un trato diferente con la cantera?
-Sí. En el Arsenal, porque tampoco puedo generalizar, al que tiene condiciones se le pone todo a su disposición para que se adapte lo antes posible y para que se sienta a gusto y como en casa.

-¿Qué siente cuando acumula dos Premier, tres FA Cup...?
-Es importante. Pero, sinceramente, no me paro a pensar en lo que he ganado. Si no me preguntáis vosotros, no soy el típico jugador que va por ahí pensando en lo que ha ganado y demás. Yo intento siempre seguir trabajando, me gusta el fútbol, me gusta el deporte en general y no lo pienso si no me lo preguntan. Sigo mi camino con humildad y no me paro a pensar mucho en lo que he hecho.

-Usted conoce a Wenger. Ahora vuelve a estar en el punto de mira del Madrid. ¿Podría solucionar los problemas blancos?
-Es un entrenador al que le gusta formar a la gente joven y hacerlos estrellas. Le gusta hacer los equipos desde abajo, desde una base. No es de firmar a gente con nombre y gastarse mucho dinero. No sé si su filosofía encaja con un club español, porque hay que tener mucha paciencia para tener un entrenador así. No te va a dar los resultados de un día para otro. No lo veo realmente en el fútbol español, porque sabe que aquí hay muchísima presión. No creo que vaya a dar el paso de venirse al fútbol español.

-¿Cómo fueron los primeros pasos en el profesionalismo con el Levante?
-Con el Levante fue una situación complicada, porque dejaron de pagar a los futbolistas y fue una etapa dura. También fue buena, porque fue el punto de inflexión de mi carrera con mi salida del Sevilla. En el Sevilla me ofrecían un contrato amateur de 80.000 pesetas mensuales y 300.000 de ficha, y el Levante me ofrecía un contrato profesional en condiciones. Entonces, decidí firmar por el Levante y gracias a ellos pude hacer una carrera buena.

-¿Por qué jugó en Camerún y no con la selección española?
-(Sonríe)... Cuando estaba en el Levante me llamó N´Kono y me hizo la propuesta de jugar con Camerún el Mundial porque mi partida de nacimiento dice que nací allí. El tema es que soy de padres guineanos, pero nací allí por problemas políticos. Mi padre fue político, y tras la salida de Macías, nos tuvo que mandar a toda la familia a Camerún, que es frontera con Guinea. Entonces, mi madre estaba embarazada y nací allí, pero yo, realmente, no he vivido en Camerún. Como me planteaban la posibilidad de jugar un Mundial por mi nacimiento, pues yo dije que sí. Luego mi representante recibió la llamada para estudiar la posibilidad de jugar con la selección española, pero como ya había debutado con Camerún no pude jugar aquí.

-¿Y se alegra de esa decisión?
-Creo que fue la decisión acertada en ese momento. Además, he ganado títulos importantes con Camerún, como dos Copas de África y un oro olímpico, y he podido jugar dos Mundiales.

-¿Qué conoce de Camerún?
-Prácticamente nada, porque fue nacer y me vine al año de mi nacimiento. Incluso, mis hermanos mayores estaban estudiando en Madrid, porque mi padre en su etapa de político estaba bien. Realmente no conozco África.

-¿Qué supone vivir unos Juegos Olímpicos y a qué sabe disputar un Mundial?
-Es impresionante, es impresionante. Tengo unos recuerdos muy buenos, sobre todo de un partido amistoso que jugamos contra Italia, con Del Piero en su etapa buena; era espectacular. El ambiente y todas esas vivencias son indescriptibles.

-¿Cómo recuerda la final de los JJ.OO. contra España?
-Recuerdo muy bien esos Juegos Olímpicos porque me salieron muy bien también a nivel personal. Conseguí cuatro goles, dos a Kuwait, otro a la República Checa y, en la semifinal, le marqué un gol a Chile en el minuto 93 que nos sirvió para clasificarnos para la final. Da la casualidad que me habían expulsado contra Chile en mi debut en un Mundial, así que me sirvió para quitarme esa espinita que tenía clavada (ríe) desde el Campeonato del Mundo. En Chile jugaban Iván Zamorano, Pizarro, Contreras... La experiencia fue inolvidable.

-¿Cómo se queda un jugador de su trayectoria sin equipo este verano?
-No me han faltado equipos. Tuve una propuesta en Israel, lo que pasa es que tengo una niña de 5 años y mi mujer estaba embarazada... Me prometieron una cosa y cuando se cerró el plazo aquí, ya era otra allí; así que decidimos quedarnos en Sevilla. También tuve ofertas en Rumanía y Grecia, pero no me salió nada concreto en España. Esta etapa la he aprovechado para jugar al fútbol Indoor. Preferí renunciar a mi profesión para ganar en estabilidad familiar; no sentía el gusanillo de jugármela allí por seguir jugando.

-Le gustaría seguir jugando dos o tres años más, ¿en el Córdoba o en Primera?
-Mis plazos son a corto plazo. No pienso lo que pueda pasar. Lo que quiero es coger mi estado de forma, porque sé que puedo aportar mucho más al equipo. Todavía no he alcanzado mi nivel, pero cuando lo haga, aportaré mucho más que hasta ahora. Ésa es mi intención y mi objetivo, pero nada más a largo plazo.

-El otro día ya tuvo detalles de calidad que hicieron que la afición le tratara con un cariño especial, ¿lo nota?
-Sí, pero no sólo en ese partido. Desde el primer partido contra la Real he notado cómo me aplaude la gente; incluso, por la calle, la afición me ha demostrado su cariño, y eso es importante, porque he entrado con buen pie.

-Ya conoce algo el club, ¿qué le falta para romper con esos 38 años sin pisar la Primera?
-No sabría decirle porque no llevo mucho tiempo aquí, pero, con las personas que he podido tratar, he visto un alto grado de profesionalidad. Ése es el primer paso: que cada persona sea profesional y se ocupe de su función, y a partir de ahí se llegara a dónde el Córdoba quiere llegar.

Vía [Abc.es]