(Manu Puga para La Opinión de Málaga) Llegó a Málaga el 16 de octubre de 1999 con tan sólo 18 años desde Camerún para cumplir su sueño: triunfar en el fútbol europeo y jugar un Mundial representando a los «Leones Indomables». Georges Lovis Bonga (Camerún 4/10/1981) vivió una odisea para poder jugar en el Málaga CF, ya que la Federación de su país exigía más de 100.000 euros al Málaga CF por derechos de formación, de los que su club, el Dynamo Club, recibiría el 20%.
Finalmente todo se solucionó para felicidad de Bonga y pudo recalar en el conjunto blanquiazul después de que éste se fijase en él durante el Mundial sub0´20 que se disputó en Nigeria. Tras una temporada en el segundo equipo malaguista, compaginando algunos entrenamientos con el primer equipo, Bonga probó la cara amarga del fútbol. Durante una sesión preparatoria notó un chasquido en su rodilla derecha mientras realizaba un esprint. «Fue una pena, me lesioné yo solo en una carrera, nunca me había pasado nada así», explica el delantero.
Bonga se había destrozado la rótula y necesitó de más de dos años para volver a sentirse futbolista. «Yo necesitaba volver a jugar, el fútbol lo era todo para mí pero nunca me recuperé del todo». Ningún médico garantizaba que la rodilla de Bonga volviese a estar al 100% por lo que tuvo que tomar la decisión de dejar el fútbol de alta competición.
«Lo intenté todo, probé en Segunda B en el Algeciras, en la Primera División suiza... pero no aguantaba más de 45 minutos sin que la rodilla me diera problemas», asegura el camerunés, que ante todo, quiso ser honesto al afrontar su retirada. El futuro del delantero africano era muy prometedor. Con 16 años ya era un fijo en su equipo en su país natal, el Dynamo Club de Primera División y también de las categorías inferiores de la selección de Camerún. Tanto en su club como en el combinado nacional fue compañero del delantero Samuel Et0´0.
«Somos de la misma edad y crecimos juntos en el mismo barrio. Jugamos en el mismo equipo hasta que él se vino al Real Madrid y yo al Málaga. Cuando jugaba él en el Mallorca nos veíamos bastante», explica Bonga.
Cuando Eto´o firmó con el Barcelona, según explica Bonga, la relación se enfrió un poco y al firmar con el Inter de Milán se volvió inexistente. «Es lo que pasa cuando tienes a mucha gente alrededor, no le culpo por eso. Lo cierto es que ahora va a ser el mejor pagado del mundo y hemos compartido la infancia en Camerún».
Además de su amistad con Eto´o, el exmalaguista también compartió equipo con otros jugadores ilustres del país africano como el portero Kameni, actualmente en el Español, y Modeste Mbami, que el año pasado militase en el Almería. «A Kameni lo veo cada vez que viene a Málaga a jugar con el Español, él es algo mayor que yo pero es un tipo fantástico y una persona espectacular», asegura el camerunés.
La vida de Bonga, desde hace unos años, ha cambiado mucho desde que asimiló que no podría volver a jugar al fútbol a nivel profesional. Ahora hace una vida como cualquier otro, trabaja de guardia de seguridad pero aún no ha dicho su última palabra en el mundo del fútbol. Su reto ahora es convertirse en entrenador. De momento es el segundo del Malaka CF que milita en Primera Andaluza.
«Quiero sacarme el carné de entrenador, estoy preparado para aplicar mis conocimientos en el fútbol. Desde el año pasado soy segundo entrenador del Malaka y las cosas están saliendo muy bien», cuenta Bonga muy ilusionado con su nuevo proyecto.
«Tengo muchos amigos en el fútbol y seguro que me ayudan a alcanzar mi sueño. Primero voy a sacarme el título de monitor y luego tendré que irme a Madrid para prepararme el título de entrenador», finaliza el camerunés convencido de sus palabras.
Él sabe mejor que nadie que el reto de convertirse en entrenador no va a ser fácil, pero Bonga es un luchador y espera que, de una vez por todas, el fútbol le devuelva algo que le quitó mientras entrenaba con el filial del Málaga CF.
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