miércoles, 14 de septiembre de 2011

Conocé a Lamah, del Osasuna

[Extracto de entrevista realizada por SANTIAGO ZUZA/MARÍA VALLEJO para Diario de Navarra] "¿Que por qué estoy siempre sonriente? Porque soy así". Detrás de esta jovial filosofía de vida se encuentra un joven africano, criado en Bélgica, futbolista y, desde hace pocas semanas, jugador de Osasuna. Es Roland Lamah.

Su irrupción en el equipo ha sido de las más espectaculares de los últimos años. Eléctrico, veloz, peleón, listo. Ni Mendilibar se cree poder tener a sus órdenes un jugador así por tan poco precio para lo que se estila en el fútbol (1 millón de euros). Todavía tiene mucho que ofrecer, mucho que aprender. Y esto acaba de empezar.

Hacía mucho tiempo que un jugador de Osasuna no daba tanto de que hablar como ha ocurrido contigo. ¿Cómo se siente?
Tengo que agradecer a Osasuna que haya tenido confianza en mí y me haya traído aquí a jugar y espero hacer todo lo posible para que se siga hablando bien de mí.

¿Cuál es el secreto para que se haya integrado tan rápido en el equipo y en el vestuario?
No hay ningún secreto. Se trata de ser simplemente como uno es y ya está, no es complicado. Trato de escuchar mucho a los veteranos del equipo y eso me ha facilitado bastante la integración.

Su estilo de juego también ha ayudado. Ha sido llegar y todo el mundo está encantado.
Sí, y yo también estoy encantado de jugar con mis compañeros, pero ahora lo importante es que me adapte rápido porque el español es un campeonato nuevo para mí y ahora depende de mí que me adapte lo más rápido posible. Creo que he hecho dos buenos partidos y espero continuar.

Ibrahima es su amigo y le está ayudando a adaptarse al equipo.
Sí, está claro. Es el único que habla bien francés y por lo tanto es más fácil para mí. Es él el que me traduce todo y además en la vida me ayuda en todo lo que puede, así que nos entendemos bien.

¿No hay más jugadores que hablen francés en el equipo?
Mejor que Ibrahima no. Hay otros que hablan un poco pero él es el que mejor lo habla.

Aparte, ¿con quién tiene más relación?
Damià habla un poco de francés también y antes hablaba también con Vadocz. Yo hablo un poco de inglés y al final todo el mundo sabe algo de inglés.

Mendilibar ha bromeado con que usted lo entiende todo, aunque él no habla ni francés ni inglés. ¿Cómo se entiende con él?
El fútbol no tiene idioma. Al final el fútbol es izquierda, derecha... y es fácil de hacerte entender.

El domingo jugó por primera vez en el Reyno de Navarra, ¿cuál fue su impresión?
Creo que dejamos una buena imagen para ser el primer partido que jugábamos en casa. Lo hicimos bien durante los primeros 45 minutos y nos pusimos 2-0 que yo creo que está muy bien. Luego en la segunda parte quizá no estuvimos tan bien pero supimos jugar bien el partido. Además tuvimos al público siempre encima nuestra apoyándonos, eso nos dio coraje y es importante para nosotros.

¿Le llamó la atención el comportamiento de la afición en comparación con la liga francesa?
Aquí son más bulliciosos y apoyan bien al equipo. En Francia el público es más difícil.

¿Qué le parece el juego del equipo y qué puede aportar?

Creo que tenemos un equipo bien compensado y que hay de todo dentro de la plantilla. Yo creo que puedo aportar un poco mi velocidad y mi rapidez. Pero creo que tenemos de todo, que puede salir de ahí una buena mezcla y lo podemos hacer bien.

¿Cómo llegó a Bélgica desde Costa de Marfil?
Tenía familia en Bélgica porque mis tíos se marcharon muy jóvenes allí y me fui con ellos.

¿Cómo era su vida en Costa de Marfil?
Vivía bien. Yo tenía pasión por el fútbol y me iba por las mañanas a jugar y volvía tarde a casa siempre. Entonces el colegio no estaba muy metido en mi cabeza. Iba a la escuela y todo eso, pero prefería el fútbol.

¿Desde pequeño sabía que quería jugar a fútbol?
Entonces no tenía ni intención de hacer una gran carrera en el fútbol ni nada de eso, simplemente jugaba por placer. Hasta que no llegué a Bélgica no me di cuenta de que eso era posible. En aquel entonces estaba inscrito en un colegio donde se combinaban mitad estudios mitad deporte, así que seguí con las dos cosas y más adelante escogí el fútbol.

¿Recuerda quién le regaló tu primer balón?
Sí, mi tío. Mi tío jugaba al fútbol y además quería ser profesional, aunque lamentablemente no pudo cumplir lo que quería porque sus padres preferían que siguiese sus estudios. Él me lo dio.

¿Cuál es su sueño en Osasuna y cómo le gustaría que le recordase la gente?
Conseguir trofeos y pasar muy buenos momentos aquí. Me gustaría que me recordasen como un buen jugador que les hizo disfrutar y que hizo todo lo que pudo por el club.

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