miércoles, 21 de abril de 2021

Glorias de África: Jay Jay Okocha

[Por Diego Martín Yamus] Probablemente en su vida Nigeria no ha tenido mejor generación que aquella de los años 90. Si bien ya había alcanzado éxitos, la de Yekini, Amokachi, Amunike, Ikpeba, Finidi se destaca en la historia, con sus tres primeros Mundiales, una Copa Africana y la gloria de los Juegos Olímpicos de 1996. A esa camada de tanto talento se suma otro bien claro: Augustine Azuka Muhammed Yabuz Okocha, o simplemente Jay Jay Okocha para esa colección inolvidable. 
Llegado al mundo en Enugu un 14 de agosto de 1973, su particular apodo lo heredó de su hermano mayor James, que jugaba fútbol antes que él, y de su otro hermano Emmanuel, a quien le decían Emma Jay Jay. Como tantas estrellas y no tanto africanas, pateaba en las calles una pelota del material que fuera. Así arribó al Enugu Rangers de su ciudad en 1990, donde demostró ya su enorme habilidad con un golazo al arquero Willy Okpara del BCC Lions. A fines de año fue de vacaciones a Alemania a ver a su amigo Binebi Numa, que actuaba en el Borussia Neunkirchen de la 3 Liga alemana. Numa lo invitó a una práctica y el técnico a una demostración, la que lo fascinó y le ofreció contrato. Entonces estuvo en el club dos temporadas y ganó una Oberliga Sudouest (1991) y dos Saarland Cup (1990 y 1992). Fue el trampolín que lo llevó ese 92 al Eintracht Frankfurt, de la Bundesliga, donde junto al ghanés Anthony Yeboah jugaría cuatro años. Otro espectacular gol eludiendo dos veces al gran arquero Oliver Kahn, del Karlsruher SC, fue votado en 1993 como el mejor de la temporada por la TV germana. 

El 2 de mayo de 1993 comenzó su gloriosa vida en la selección nigeriana, que intentaba a duras penas llegar a su primer Mundial. No fue un debut agraciado con el 1-2 ante Costa de Marfil. Pero dos meses después, el 3 de julio, marcó un gran tiro libre y su primer gol ayudó a un decisivo 4-1 sobre Argelia, que sumó para alcanzar al fin la Copa del Mundo de Estados Unidos. La racha triunfal continuó y Okocha fue parte del equipo que en abril se impuso con autoridad en la Copa Africana de Naciones en Túnez. Y en julio llegó el gran momento mundialista, que Nigeria brilló llegando hasta octavos de final ante Italia; Augustine actuó desde el banquillo, ingresando primero en el famoso 1-2 ante Argentina, en el último encuentro de Diego Maradona. Estuvo en enero de 1995 en la Copa Rey Fahd (actual Confederaciones de la FIFA) siendo cuarto por penales con México (hizo uno) y en noviembre obtuvo la Copa AfroAsiática. Y como rúbrica de un período de platino, fue una de las estrellas Sub 23 que le dieron a Nigeria la histórica medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta en agosto de 1996, después de tumbar nada menos que a Brasil en semifinales (espectacular vuelta para 4-3) y a Argentina en la final, también en remontada, 3 a 2. 

Su vida de club cambió de Alemania a Turquía. Por un conflicto entre él, Yeboah y el naturalizado alemán Maurizio Gaudino con el manager del Eintracht Frankfurt Jupp Heynckes, Okocha fue liberado y tras descender a la 2.Bundesliga pasó al Fenerbahce, donde obtuvo la nacionalidad turca y su nombre Yabuz, y siguió su carrera exitosa ganando la Prime Minister's Cup y la Atatürk Cup en 1998, año en que tomó parte en su segundo Mundial, el de Francia, donde nuevamente las Águilas volaron hasta octavos de final; el gran medio fue incluido en el equipo ideal. Luego de la Copa, el París Saint Germain lo fichó para compartir plantel con un jovencito Ronaldinho, y consiguió el Trophée des Champions ese 98 y la extinta Copa Intertoto europea en 2001. Y con Nigeria, salvo en su último Mundial, el de 2002 de Corea del Sur y Japón donde no pasó la primera ronda, luego estuvo en el podio en la Copa Africana de Naciones, con su segundo puesto en 2000 ante Camerún (marcó un gol y un tiro en los penales) y tres terceros, en 2002, 2004 -cuando fue cogoleador y mejor jugador- y 2006, en la que se retiró de los verdes el 9 de febrero tras ganar el bronce 1 a 0 sobre Senegal. 
Para ese tiempo, Jay Jay fue cerrando su fulgurante trayectoria con mediocridad en clubes. Del París Saint Germain pasó en 2003 al modesto Bolton Wanderers inglés, donde empezó capitán y llegó a la final de la Copa de la Liga ante el Middlesbrough, pero luego fue quitado de la capitanía y decidió emigrar en 2007 al Qatar SC, para regresar a Inglaterra en 2008 en el Hull City, en el que su falta de forma física y lesiones aceleraron su cierre; al menos, su club ganó el repechaje y subió a la Premier League. 

Después de la práctica activa, en 2015 fue nombrado presidente de la Football Association del estado de Delta. Poco más tarde amagó con concretar su sueño de ser mandamás de la Federación nigeriana, y en 2019 se lo vinculó con un caso de lavado de dinero en Escocia. Entre otras cosas, fue siete veces futbolista nigeriano del año y en varias ocasiones estuvo cerca del Balón de Oro africano. En marzo de 2004 fue incluido en la lista FIFA de los 100 mejores jugadores de la historia armada por Pelé. Además de sus hermanos, tiene otro pariente futbolista, ya que es tío del delantero de la selección Alex Iwobi. 

Talento y gloria marcaron la vida de Nigeria esos años 90 y 2000. Los mismos atributos que forjaron los pasos rápidos y hábiles de Augustine Okocha, el Jay Jay de la hinchada.

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