martes, 19 de junio de 2012

Bessala, un camerunés en Venezuela

[Vía Entorno Inteligente] Cada vez que Luc Bessala llama a casa, su voz debe recorrer 8.600 kilómetros hasta ser escuchada por sus familiares en Yaoundé. Allá, del otro lado del Océano Atlántico, nació este volante, lateral y central zurdo, en la capital política de Camerún, dónde comenzó una carrera que hoy lo tiene como el único jugador africano en el fútbol venezolano, luego de completar cuatro temporadas con el Centro Ítalo, rebautizado para este último curso como Atlético Miranda. "Para presentar a mi país, debo decir que se parece mucho a Venezuela, por el clima y por la amabilidad de la gente", cuenta el jugador, siempre con una sonrisa y dispuesto a contar de su tierra. 

"Claro que me siento un embajador", responde con un español aún rudimentario, pero suficiente como para dibujar los paisajes de la tierra que extraña. A más de 15 horas de viaje en avión, Camerún se ha hecho un hueco en el mundo del fútbol con destellos. El primero fue en el Mundial de 1990, cuando Roger Milla llevó a la selección hasta los cuartos de final del torneo que se jugó en Italia. "Estaba muy pequeño para recordarlo pero eso se quedó como un recuerdo para toda la vida y aún lo pasan por la TV. Un chico que nace hoy, en cinco años ya te habla del Mundial del 1990, porque lo ve en la tele. La historia de Camerún en el Mundial empezó ahí, todo el mundo sabe quienes jugaron ahí".


Antes de aquel torneo, los Leones, como se conoce al cuadro camerunés, sólo contaban con una triste participación en la Copa del Mundo de España 82, con tres empates en igual número de partidos. Sin embargo, en aquella edición del 90 vencieron a Argentina, Rumania y Colombia hasta obligar a Inglaterra a jugar una prórroga antes de caer eliminados en las puertas de la semifinal. "Después de ese Mundial vino una revolución en el país, fue un cambio brusco en la vida cotidiana de los cameruneses al punto que veías un papá que llevaba a su hijo al campo en vez de la escuela. ¡Habían invertido los horarios! en la mañana fútbol y en la tarde al colegio". Para él, si la Vinotinto clasifica al Mundial "lo mismo podría pasar en Venezuela". 

A Bessala le tocó la buena suerte de encontrar un camino ya hecho en el fútbol, luego que Milla y Samuel Etoo abrieran las puertas para los jugadores africanos en Europa. "Milla es un ejemplo, es la puerta de todos los futbolistas africanos. Lo que hizo ese señor no tiene palabras. Ahora todos quieren seguirlos, llegar a donde llegó él, Etoo, Pierre Wome o Marc Viviven Foe". Su ejemplo se puede comparar con el de Juan Arango, quien llegó al Mallorca en la década pasada y abrió una puerta para los venezolanos. En el caso de Camerún, aquella selección de 1990 sólo tenía cuatro futbolistas jugando primera división en Europa, cifra que su multiplicó hasta llegar el año pasado a 24 futbolistas jugando en la máxima categoría entre Francia, Alemania, Inglaterra y España. Quiere servir de puente. 

Criado en una familia de la etnia ewondo, una de las 220 que hay en su país, Bessala, de 26 años, fue descubierto en su barrio por un entrenador que lo reclutó para el equipo de su ciudad, el Canón de Yaoundé, a los 11 años. Debutó como profesional a los 15 y dos más tarde ya estaba en el argentino Tiro Federal. "Quería conocer el país de Maradona", dijo. En la nación sureña consiguió un ascenso a primera división, sin embargo, diferencias entre su representante y el club le obligaron a hacer maletas. Viajó a Chile, donde jugó con tres equipos. 

En ese tiempo, la Universidad Católica, uno de los equipos más grandes del país, se interesó en él pero otra vez una alta exigencia de su agente le cerró el camino. Viajó a Venezuela para jugar segunda división con el Centro Ítalo y también levantó interés del Caracas en un momento pero el trato no se pudo cerrar. Con tantos malos tragos, no es sorpresa que Bessala quiera dedicarse a la representación de jugadores luego de que se retire. "Traer compañeros es una forma de ayudar a mi país". A su favor asegura tener varios factores. El primero es económico. "Por menos de lo que traen a un colombiano, a un brasilero o argentino, puede venir un africano". Le sigue el aspecto físico. "Yo desde que llegué nunca me lesioné y he visto que traen a uno de Colombia, juega cinco partidos y se acabó la temporada. Por menos dinero, un africano llega, cumple y respeta la camiseta".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos la participación en España 82 no fue triste, junto con Argelia fueron las grandes sensaciones, Camerún empató sus tres encuentros y un resbalón de su gran arquero N'kono les impidió acceder a la siguiente fase. Saludos

F@3i@n@ dijo...

el actualmente se retiro del fut y esta armando un equipo de 3 era division en su pueblo, pronto volvera avenezuela

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