jueves, 12 de julio de 2018

Glorias de África: Grégoire M'Bida

[Por Diego Martín Yamus] Camerún llegó al Mundial de España 82 como el segundo país del África Negra en la historia, luego de Zaire en 1974. Era, más que un país, un nombre desconocido y hasta risueño para la mayoría, como se lo tomaba en la Argentina. Sin embargo, ese junio del 82 sorprendió a todos no sólo jugando bien sino empatando sus tres partidos, entre ellos al futuro campeón, el gigante Italia. Esa vez, de sus varios talentos uno se convirtió en héroe: Grégoire M'Bida, encargado de marcar el primer gol de los Leones Indomables en la Copa del Mundo, con lo que le igualaron a uno, corolario de esa actuación de ensueño.
Fue un acontecimiento en la vida de la nación del centro-oeste, y ni hablar en la del mediocampista, premio a la trayectoria que ya llevaba en ella. Uno de los seis integrantes de la selección que formaban el Canon Yaoundé de oro, M'Bida había nacido en la capital camerunesa el 27 de enero de 1952, y con 18 años, tras formarse en el Real D'Éssé, había llegado al popular club, segundo más exitoso de Camerún. Y allí comenzó una lluvia de triunfos que hicieron del Canon un mito, tanto en la Liga como en África. Entre 1975 y 1982, ganó nada menos que diez títulos: siete locales con cuatro ligas y tres Copas nacionales, y otros tres continentales, con dos Champions League (1978 y 1980) y una Recopa (1979), aparte de llegar a la final de ésta en 1977. Sus condiciones ya lo habían depositado en el combinado nacional, para el que marcó su primer tanto el 13 de marzo de 1977, primero de un 2-0 a Congo para clasificarse a la Copa Africana de Naciones de Ghana, que los cameruneses fallaron igual que las del 76 y 80. Recién pudo jugar la CAN en 1982, luego de contribuir para la histórica clasificación al Mundial de España junto a figuras como Thomas N'Kono, Téophile Abega y el gran Roger Milla. El certamen se hizo en Libia y el Camerún del momento no logró pasar la primera fase, con tres empates, uno de ellos con Túnez 1-1, gol que M'Bida marcó. Sería un presagio, aunque no lo pensaran, de lo que pasaría en tierra española.

Porque Camerún, ahora dirigido por el francés Jean Vincent, también lograría tres igualdades aunque no avanzaría de la primera ronda. Pero su campaña fue calificada, no sólo por su invicto en su debut mundialista,sino por sus encumbrados rivales: Perú, 0-0 y donde le anularon mal un tanto a Milla, otro 0-0 con el fuerte Polonia y el cierre, el 23 de junio en el estadio Balaídos de Vigo, ante una Italia que no jugaba bien, no tenía encendido a su artillero Paolo Rossi ni había ganado. Los italianos pudieron abrir el marcador a los 62 minutos por Francesco Graziani, pero sólo uno más tarde, Ibrahim Aoudou envió un centro y fue M'Bida quien llegó para convertir de cabeza el histórico primer gol camerunés, que selló el 1-1, con el que su país no pudo seguir pero puso en aprietos al coloso azzurro.
No sería el último éxito en la vida del interesante medio del Canon. Porque tras el del Mundial, comenzó su vida en el exterior, más precisamente en Francia, cuando fue fichado por el Bastia. Y en marzo de 1984, junto a sus compañeros de la epopeya 82 se tomó amplio desquite y conquistó la primera Copa Africana para Camerún. Fue en Costa de Marfil, donde M'Bida jugó cuatro de los cinco partidos del triunfo, entre ellos la final que el 18 en Abidjan le ganaron a Nigeria 3 a 1. A mediados del 84 pasó al Angers, y tras quedar afuera del Mundial de México 86 a manos de Zambia, en 1985 fue transferido al Dunkerque, donde se preparó para retener en Egipto el título continental.

La brillante generación de oro encabezada por N'Kono y Milla fue hasta el país árabe a por el bicampeonato. M'Bida no fue titular en el debut, ganado 3-2 con esfuerzo sobre Zambia, pero sí en los siguientes encuentros, donde los goles del gran Roger lo llevaron a la ansiada final contra el local. El partido, el 21 de marzo en El Cairo, terminó sin tantos tras 120 minutos, por lo que se desempató por tiros desde el punto penal. Con los dos primeros convertidos para cada uno, M'Bida ejecutó el tercero para poner en ventaja a Camerún, pero erró. Igual la serie siguió, Milla y Aoudou marcaron y en el nuevo desempate de a uno, fue André Kana Biyik quien erró y Egipto fue el campeón. Ese momento significó, con 34 años, el último encuentro de Grégoire con los Leones Indomables, para los que jugó 32 veces e hizo seis goles.

Aún tuvo un tiempo más con la pelota, ya que en la temporada 86/87 volvió a pasar de club en Francia, ahora en el Evian, y a la siguiente al Sedan, donde cerró su gran carrera en 1989. Profesionalmente, porque hace unos años regresó a despuntar el vicio, en 2013 en el amateur Villa de Dax y de 2014 a 2016 en el Espérance de Oeyleruy. Es que siempre el fútbol estuvo en su cuerpo. Tanto como ese inolvidable día de junio del 82, cuando sobresalió con un gol de gloria para su Camerún.

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