[ESPECIAL para The Line Breaker] Cuando uno piensa en Camerún y en su fútbol, inevitablemente los nombres que primero surgen son los de Roger Milla, Thomas N’Kono o Samuel Eto’o. Sin embargo, si nos vamos a los años setenta y ochenta, aparecen otras figuras que hicieron lo suyo para que el fútbol camerunés sea de los más importantes del continente.
Desde que la revista France Football empezó a premiar al mejor futbolista de África en 1970 y hasta 1984 –cuando los Leones Indomables ganaron su primera Copa Africana de Naciones (CAN)-, Camerún se quedó con un tercio de los galardones: Milla (1976), N´Kono (1979 y 1982), Jean Manga Onguene (1980) y Théophile Abega (1984).
Cuando Abega recibió el galardón tenía 30 años y un largo recorrido como futbolista. El Doctor –apodo referido a su inteligencia a la hora de jugar- nació en 1954 en Nkomo, cerca de Yaoundé. Otra versión (que se puede leer en la web de la FIFA) sostiene que le llamaban Doctor por un tío que practicaba la medicina y le daba consejos de salud.
A fines de los setenta, Abega fue una de las piezas claves del Canon Yaoundé para ganar la Champions Africana en 1978 y 1980, venciendo en las finales al Hafia FC de Guinea, uno de los mejores equipos de ese tiempo, y al As Bilima zaireño, respectivamente. La de 1980 fue la tercera para el Canon –la primera la ganó en 1971- y la última para Camerún en la historia de la Champions a la fecha.
Tras el éxito a nivel clubes, el fútbol camerunés empezó a destacarse a nivel internacional con la selección. En España 1982 fue uno de los representantes africanos junto a Argelia, luego de dejar en el camino en las Eliminatorias a Malawi, Zimbabwe, Zaire y Marruecos con un gol de Abega en todo el trayecto, seis de Milla, tres de Emmanuel Kundé y dos de M’Bida y Onguené, entre otros. Abega era un mediocampista pensante, de gran categoría y buen pie. El que hacía jugar al equipo o “el hombre orquesta”, como lo llamó el periodista camerunés Claude Kana.
En España, cameruneses y argelinos se sumaron a Egipto (1934), Marruecos (1970), Zaire (1974) y Túnez (1978) en la representación africana en Mundiales. Y ambos estuvieron cerca de pasar la primera ronda; los Zorros del Desierto vencieron a Alemania y a Chile y perdieron con Austria, pero un empate entre estos y los alemanes los dejaron afuera por diferencia de gol. Camerún no perdió, pero corrió la misma suerte; comenzó con dos empates a cero ante Perú y Polonia y cerró con un 1-1 ante Italia, que sería el campeón. Abega –con el dorsal 14- fue titular en los tres partidos compartiendo la mitad de la cancha con M’Bida y M’Bom y Aoudou.
“Teníamos un gran espíritu de lucha (…) Solíamos jugar un juego fuerte con jugadores imponentes (…) A veces ganábamos partidos antes de que comenzaran con nuestro tamaño. Intimidamos a los italianos en el 82 a pesar de que eran conocidos por el juego duro que jugaban. Pudimos sentir que estaban muertos de miedo”, confesó en 2012 en diálogo con el periodista Jonathan Wilson.
Poco antes del Mundial, en marzo de 1982, Camerún había vuelto a disputar una CAN tras diez años. En 1970 fue su primera aparición quedando afuera en primera fase y dos años después fueron anfitriones terminando en el tercer puesto cayendo en semis ante Congo –futuro campeón- y ganando el tercer puesto a Zaire. En la Libia de Gadaffi, los Leones Indomables tuvieron una actuación premonitoria de lo que sería su primera aparición mundialista. Dos empates sin goles (ante el local y Ghana) y un 1-1 ante Túnez con gol de M’Bida, el mismo que marcaría el único gol en España.
En 1984, con una generación de grandes futbolistas que se mantenía, Camerún se quedó con su primera CAN. Las cosas no empezaron bien en Costa de Marfil, al perder en el debut del Grupo A ante Egipto. En el segundo partido, con doblete de Abega, llegó la recuperación con un 4-1 sobre Togo y en el cierre del grupo, Roger Milla y Bonaventure Djonkep posibilitaron el 2-0 ante el anfitrión para pasar a las semifinales. La semi fue muy dura ante otro de los grandes equipos de la época: Argelia. Tras el 0-0, los cameruneses fueron más efectivos en los penales y se impusieron 5-4 para meterse en su primera final de CAN. El 18 de marzo de 1984, en Abidjan, dos países que con el tiempo se harían gigantes del fútbol africano se midieron en el encuentro definitorio: Camerún y Nigeria –campeón en 1980- iban por el título.
Los nigerianos se adelantaron con un gol de Muda Lawal antes del cuarto de hora pero los cameruneses igualaron en media hora de juego por intermedio de René N’Djeya. Con diez minutos por jugar, Abega arrancó desde mitad de cancha dejando hombres en el camino y, tras una pared con Milla al borde del área, definió de zurda ante la salida del arquero. A poco del final Ernest Ebongué puso el 3-1 definitivo para la primera CAN de Camerún. Joseph Antoine Bell, Isaac Sinkot y Abega fueron los representantes del campeón en el equipo ideal del certamen. Abega –capitán del equipo del serbio Radivoje Ognjanovic- fue también elegido como el mejor jugador y recibió la copa de manos del presidente marfileño.
Meses después, Camerún clasificó por primera vez a los Juegos Olímpicos, pero en Los Ángeles no pudo pasar de grupo –triunfo ante Irak y caídas con Yugoslavia y Canadá-. Abega volvió a decir presente con el 14 en su espalda y, luego de esa experiencia, se incorporó al Toulouse de Francia. Ese año –con 124 votos- se quedó con el premio de France Football al mejor futbolista africano, imponiéndose a su compatriota Bell y al egipcio Ibrahim Youssef –ambos con 65-.
Su experiencia en Francia incluyó 22 partidos y tres goles, saliendo undécimo en la Liga y teniendo una buena actuación en la Coupe de France al caer en las semifinales ante el PSG. Compartió plantel con destacados futbolistas como el argentino Tarantini y los franceses Guy Lacombe, Yannick Stopyra y Jean-François Domergue, entre otros. El siguiente destino para el Doctor fue Vevey-Sports (Suiza) hasta 1987, cuando regresó al Canon para retirarse dos años después con casi 35 años.
Su último gran torneo con los Leones Indomables fue la CAN Egipto 1986. Con el francés Claude Le Roy como entrenador, Abega seguía siendo un hombre importante en el mediocampo camerunés pero en el debut ante Zambia –victoria 3 a 2- tuvo que salir con media hora por jugar por un golpe contra el arquero zambiano Efford Chabala. Al no estar al 100%, Abega empezó a perder lugar en el equipo y nada pudo hacer para evitar la derrota en la final ante los Faraones locales. Al año siguiente, en el camino a los Juegos Olímpicos de Seúl, Abega puso final a su carrera internacional en un 0-0 contra Ghana.
En cierta medida, Abega también tuvo algo de incidencia en la histórica actuación de Camerún en el Mundial de Italia 1990. “Unos seis meses antes del Mundial en Italia, regresé a Camerún para un partido homenaje a Abega. La gente comenzó a preguntarme por qué me había retirado tan temprano. El presidente insistió en que debería volver a formar parte del equipo”, contó Roger Milla sobre el origen de su regreso a la selección.
Luego del retiro, Théophile Abega llegó a ser presidente del Canon Yaoundé, hasta que tuvo que dejar el cargo para iniciar su mandato como alcalde de uno de los distritos urbanos de Yaoundé. Con 58 años. el 15 de noviembre de 2012 falleció a causa de una insuficiencia cardíaca dejando un gran recuerdo en el fútbol africano y en todo el pueblo camerunés.
“Era más que un amigo, un hermano. Como futbolista, sin duda seguirá siendo para mí el mejor de nuestra generación”, fueron las palabras de despedida de Roger Milla. Palabras mayores para sin dudas un verdadero doctor del fútbol africano: Abega, el doctor camerunés.
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