miércoles, 18 de agosto de 2021

Glorias de África: Patrick M'Boma

[Por Diego Martín Yamus] Si hay un país que representa el fútbol de Africa, es Camerún. Grandes apellidos y talentos así lo hicieron. A la constelación de Tokoto, Abega, N'Kono, Milla, los Biyik, Tchami se sumó Patrick M'Boma. Un ícono más del poderío de un gigante, goleador y ampliamente exitoso como aquéllos. 
Hénri Patrick M'Boma Dem vino al mundo un 15 de Noviembre de 1970 en Douala, pero sus primeros pasos con una pelota fueron en Francia, territorio natural para un camerunés por su lengua y costumbres. Formado a principios de 1990 en el Stade de les Pabillonnais, enseguida pasó a la cantera del gran París Saint Germain, que sin embargo en 1992 lo cedió al Chateauroux, de la tercera división. Y nomás empezar el delantero mostró su capacidad de gol y ayudó a que ganara en 1994 el Championnat National y subiera a la segunda. Entonces el PSG lo tuvo de nuevo y volvió a ser campeón, ya que en 1995 alzó la Copa de Francia y la Copa de la Liga. Nuevamente prestado al Metz, siguió su racha con otra Coupe de la Ligue, con sus compatriotas de selección Jacques Songo'o y Rigobert Song. Retornó entonces al parisino para cerrar su aventura francesa, la primera en el exterior. Porque cambió de continente y recaló en el Gamba Osaka de Japón, al que llevó al subcampeonato con sus 25 goles (máximo de la temporada), además de ser incluido en el equipo ideal de la naciente J-League. 

Para entonces era lógico su entrada a la selección. El técnico y ex gloria Jean Manga Onguene lo hizo debutar el 10 de Noviembre de 1996 en un espectacular 4-2 sobre Togo de visitante, parte de las eliminatorias para el Mundial de Francia 98; ese día Alphonse Tchami marcó un triplete y Mboma fue reemplazado por Augustine Simo a los 71 minutos. Desde allí fue inamovible en el ataque de los Leones Indomables, anotando cuatro goles en el camino a Francia, dos para el 2-1 sobre Zimbabwe que los clasificó el 17 de agosto de 1997. Para la Copa, el legendario francés Claude Le Roy lo convocó y le dio la camiseta número 10, en un once con nada menos que Omam Biyik, Tchami y un chico llamado Samuel Eto'o. El rendimiento no fue bueno, con dos empates y un 0-3 con Italia, pero Mboma tuvo su momento y convirtió el empate 1-1 ante Chile, que casi los pone en octavos de final. 

Tras el torneo llegó a Italia, fichado por el Cagliari. Y a partir de ese 1998 Patrick viviría felicidad una tras otra. El 2000 fue su año eterno: Copa Africana de Naciones, oro en los Juegos Olímpicos y mejor del año. Primero, en febrero contribuyó grandemente al título en la CAN de Ghana-Nigeria 2000, con cuatro conquistas, dos a Túnez en el 3-0 semifinal y otra para el 2-2 trepidante con los nigerianos en la final, que Camerún ganó por tiros desde el punto penal, el primero marcado por Mboma. Y el día más glorioso en su vida fue más que seguro el 30 de septiembre, cuando los cameruneses repitieron para África la hazaña de Nigeria y le sacaron el oro a una excelsa España (2-2 y 5-3 por penales, con Mboma haciendo el primero de nuevo). Era más que obvio que el ya consagrado atacante fuera premiado: Balón de Oro al mejor africano del año y el premio de la cadena televisiva BBC como el más destacado del continente. 
En imparable escalada, en 2001 pasó al Parma y en 2002 levantó la Copa Italia en doble decisión con la Juventus. Esa temporada sería nuevamente exitosa e intensa para él, ya que siguió a goles guiando a Camerún en 2001 al Mundial de Corea del Sur y Japón. En febrero de 2002 ganó su segunda CAN, ahora en Malí y otra vez por penales; marcó tres goles, todos decisivos ya que fueron triunfos sobre la República Democrática del Congo, Costa de Marfil y en cuartos de final ante Egipto, aunque luego no pudo estar en la semifinal ni en la final ante Senegal. Y ya en la primera Copa del Mundo en Asia, los tricolores decepcionaron quedando rápido afuera (empate con gol de Mboma ante Irlanda, una victoria mínima sobre Arabia Saudita y derrota clara con Alemania) y Patrick no tuvo un buen papel, reemplazado en los tres encuentros. 

Por suerte hubo más alegría en su carrera. Tras su paso por el Sunderland inglés en 2002 y Al Ittihad de Libia en 2002/03, disputó su última Copa Africana en Túnez en 2004, haciéndole tres goles a Zimbabwe para un 5-3 en la primera fase, pero yéndose en cuartos ante Nigeria. Esa derrota 1-2 del 8 de febrero fue su última actuación para su país, con el que sumó 57 presencias y 33 goles. Para 2003/04 regresó a Japón, ahora en el Tokyo Verdy, y en 2004/05 se retiró en el Vissel Kobe el 14 de mayo de 2005 con triunfo 2 a 0 sobre Nagoya Grampus Eight. Un real goleador a lo largo de su historia: 135 en 312 en clubes. Es que Patrick Mboma fue otro ilustre de la gran enciclopedia de Camerún.

0 comentarios:

Publicar un comentario