Nadie hubiera imaginado hace tan sólo cinco años que el Carpi FC, humilde equipo del nordeste italiano, viviría este presente tan mágico, sobre todo si se tiene en cuenta que pertenece a un pueblo de poco más de 65.000 habitantes. Es que, desde que en la temporada 2009/2010 consiguió ascender desde la Serie D -quinta categoría italiana- a la Lega Pro Seconda Divisione, nunca se conformó y siempre fue por más.
En la temporada 2010/2011, la squadra consiguió el título más importante de su historia -hasta ayer- y ascendió a la Lega Pro Prima Divisione.
En la siguiente, la 2011/2011, estuvieron a punto de hacer 'tres de tres', pero se quedaron con las ganas de otra escalada, tras caer en el playoff final. Aunque es cierta esa frase de que 'el fútbol siempre da revancha', ya que en la estación 2012/2013 volvió a conseguir el tercer puesto, accedió a la final de los playoffs y esta vez sí pudo llegar hasta la Serie B al ganar el duelo decisivo.
Tras un año de afianzamiento en mitad de tabla, y fiel a su espíritu conquistador, Carpi F.C. se propuso llegar a la cima. Es así que, en la actual temporada 2014/2015 ha conseguido lo impensado, lo que cualquier club de cualquier liga humilde del mundo desearía: jugar en la máxima categoría.
El ansiado ascenso a la Serie A se hizo realidad por primera vez en su historia, aún faltando cuatro fechas por disputarse. Y en eso mucho tuvo que ver un delantero nigeriano: Jerry Uche Mbakogu.
Nacido en Lagos en 1992, Mbakogu jugó antes en el Padova y en el Juve Stabia pero recién en este campeonato -segundo en el Carpi- se dio su explosión goleadora. El africano no sólo es el mejor jugador del equipo, sino que también es el goleador del mismo, con 14 anotaciones sobre 57. Mbakogu le marcó a Livorno (Fecha 1), Varese (2 y 23), Latina (dos de penales, en la fecha 9), Pescara (doblete, 10), Ternana (11), Vicenza (12), Bari (17), Modena (18), Perugia (20), Crotone (24) y Brescia (36). Cuatro fueron de penal y el resto de jugada. Este ascenso quedará por siempre en la memoria de Mbakogu, tanto que, según se puede ver en su cuenta de Instagram, se tatuó la fecha del logro (28-4-2015) en su brazo.
Hay otros africanos que también integraron el plantel a lo largo de la temporada y pudieron gritar campeón. Ellos son el senegalés Maodo Malick Mbaye y el guineano bissau Carlos Embalo -ahora en Lecce-.
Es bueno marcar que el estadio 'Sandro Cabassi', no tiene capacidad ni para 5.000 espectadores, algo que será una cuestión a analizar, de cara a lo que viene. Pero más allá de eso, una vez más, el fútbol triunfa sobre cualquier tipo de pronóstico. Hace cinco años, la historia era otra para el equipo de la región de la Emilia-Romaña. Ahora nos permite soñar que, los equipos humildes que hacen bien las cosas, también pueden codearse con los poderosos.
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