[Por Diego Martín Yamus] En esta ocasión, por primera vez el protagonista de esta sección tiene raíz no precisamente continental, sino francesa. Es que desde uno de los países más ligados a África surgió un gran entrenador, capítulo del que por primera vez nos ocupamos. Mucho más que un gran entrenador, Claude Marie François Le Roy se ha convertido a sus 67 años (6 de febrero de 1948 en Bois-Normand-Prés-Lire) con su trabajo en el continente en una leyenda del mismo, y aún vigente, con exitosos resultados y otros buenos trabajos, que tuvo en cantidad gracias a su bien forjado prestigio.
Pero su vida con el fútbol comenzó como jugador, cuando en 1968 debutó con 20 años en el FC Rouen, un modesto club que ha oscilado entre la Ligue 1 y el ascenso francés. En ese contexto siguió en el AC Ajaccio (1970- 1973), Avignon Foot 84 (1973- 1977), Stade Lavallois (1977- 1980) y su última etapa como jugador y entrenador en el Amiens SC en 1980 y 1981. Precisamente, allí empezó a dirigir una carrera que sería espectacular, tanto por sus logros como por la cantidad de equipos y países que visitó. Pero arrancó como había sido como futbolista, en su país y con clubes pequeños: el citado Amiens SC en 1980 aún antes de colgar los botines, y desde 1983 en el Grenoble Foot 38 donde estuvo dos años, hasta 1985 en que se fue a Emiratos Arabes Unidos con el Al- Shabab.
Y fue en 1986 que llegó su oportunidad de saltar a la fama, cuando la selección de Camerún lo contrató para defender su título de la Copa Africana de Naciones, a jugarse en Egipto. Y el debut como seleccionador fue casi inmejorable: espectaculares triunfos ante Zambia y Argelia 3-2, empate con el mundialista Marruecos 1-1, victoria 1-0 sobre Costa de Marfil y derrota en la final con el local el 21 de febrero en El Cairo, tras un disputado 0-0, por tiros desde el punto penal 5-4, con Roger Milla como gran figura y goleador del torneo con 4 goles. Luego clasificó a los Leones Indomables a la CAN de Marruecos en marzo de 1988, donde comenzó tomándose revancha de Egipto 1-0 por Milla, quien le empató a Nigeria 1-1; otra igualdad con Kenia 0-0 lo llevó a la semifinal donde eliminó al anfitrión 1-0 y llegó así a su segunda final africana consecutiva, en la que esta vez el 27 de marzo en Casablanca triunfó ante Nigeria 1 a 0 (Emmanuel Kunde de penal a los 55´), ganando su primer título y quizá el más importante hito de su historia.
Un subcampeonato y un campeonato africano fueron éxitos de los que Senegal tomó nota y enseguida lo llamó para la selección. Y Le Roy respondió a la confianza llevando al organizador de la Copa Africana de Naciones en enero de 1992 a los cuartos de final, en la que con Jules-François Bocandé como líder perdió en el debut con Nigeria 2-1 y goleó a Kenia 3-0, pero cayó justamente con Camerún 1-0 en el último minuto, el 19 de ese mes en Dakar. Tras su incursión como periodista en France Football, con sus columnas y crónicas en 1993, fue a entrenar a otro continente, ya que en 1994 se hizo cargo de Malasia, con lógico poco resultado, hasta 1995. Entonces regresó a Europa para ser asesor del AC Milan en 1996 y director deportivo del París-Saint Germain en 1997 y 1998. Pero Camerún necesitaba un técnico para el Mundial de Francia 1998 y nuevamente se fijó en él. Allá se fue a su tierra natal, en el Grupo B, a intentar repetir a nivel internacional los logros de 10 años atrás en Africa, con un equipo con Jacques Songo´o al arco, Pierre Wome, Rigobert Song, Patrick Mboma, Lauren Etamé Mayer, el aún vigente François Omam Biyik y Alphonse Tchami, entonces en Boca Juniors. Y un jovencito de 17 años, Samuel Eto´o, en el banco. Comenzó con ese 1-1 con Austria y el golazo de Njanka que le empataron en la última jugada, pero tropezó 0-3 con Italia y luego le empató a Chile 1-1 (Mboma) pero debió haber ganado, ya que un gol de Biyik fue mal anulado. Igual Camerún fue eliminado y Le Roy debió renunciar.
Un subcampeonato y un campeonato africano fueron éxitos de los que Senegal tomó nota y enseguida lo llamó para la selección. Y Le Roy respondió a la confianza llevando al organizador de la Copa Africana de Naciones en enero de 1992 a los cuartos de final, en la que con Jules-François Bocandé como líder perdió en el debut con Nigeria 2-1 y goleó a Kenia 3-0, pero cayó justamente con Camerún 1-0 en el último minuto, el 19 de ese mes en Dakar. Tras su incursión como periodista en France Football, con sus columnas y crónicas en 1993, fue a entrenar a otro continente, ya que en 1994 se hizo cargo de Malasia, con lógico poco resultado, hasta 1995. Entonces regresó a Europa para ser asesor del AC Milan en 1996 y director deportivo del París-Saint Germain en 1997 y 1998. Pero Camerún necesitaba un técnico para el Mundial de Francia 1998 y nuevamente se fijó en él. Allá se fue a su tierra natal, en el Grupo B, a intentar repetir a nivel internacional los logros de 10 años atrás en Africa, con un equipo con Jacques Songo´o al arco, Pierre Wome, Rigobert Song, Patrick Mboma, Lauren Etamé Mayer, el aún vigente François Omam Biyik y Alphonse Tchami, entonces en Boca Juniors. Y un jovencito de 17 años, Samuel Eto´o, en el banco. Comenzó con ese 1-1 con Austria y el golazo de Njanka que le empataron en la última jugada, pero tropezó 0-3 con Italia y luego le empató a Chile 1-1 (Mboma) pero debió haber ganado, ya que un gol de Biyik fue mal anulado. Igual Camerún fue eliminado y Le Roy debió renunciar.
Semejante panorama lo decidió a volver a Francia, donde en 1999 mantuvo al RC Strasbourg en Primera División (la Ligue 1). Luego de un breve intervalo sin dirigir, retornó a Asia para hacerlo con el Shanghai COSCO Huili de China (actualmente Guizhou Renhe) entre 2002 y 2003. En 2004, estuvo en el Cambridge United de la tercera división de Inglaterra, aunque él dijo que le daba una mano al club y firmaba “un contrato moral” (según una entrevista con la BBC Sport) para ayudar a su compañero Hervé Renard, el campeón africano con Zambia en 2012 y Costa de Marfil hace tres meses. Por lo que ese 2004 se hizo cargo de una nueva selección africana: la de la República Democrática del Congo, con la que jugó la eliminatoria que contaba para la Copa Africana de Naciones y la Copa del Mundo de Alemania 2006, a la que no pudo clasificar al Mundial pero sí como segundo de Ghana en el Grupo 2 (además estaban Sudáfrica, Burkina Faso, Cabo Verde y Uganda) a la CAN de Egipto, justamente donde 20 años antes había debutado en la competición con Camerún; aquí, con Shabani Nonda, Trésor Maby Mputu y Lomana Lualua, obtuvo ún 2-0 a Togo, un 0-0 con la mundialista Angola, un 0-2 con Camerún y un 1-4 ante el futuro campeón Egipto en cuartos de final.
Enseguida tuvo revancha, ya que en septiembre de 2006 Ghana lo trajo para hacer un buen papel en su propia CAN 2008; una vez más, Claude Le Roy demostró su sapiencia llegando al tercer puesto con una campaña casi perfecta: 2-1 a Guinea, 1-0 a Namibia, 2-0 a Marruecos, 2-1 a Nigeria en cuartos de final, 0-1 con Camerún en semifinales y gran 4-2 a Costa de Marfil, en unas Black Stars como Kwadwo Asamoah, Michael Essien, Sulley Muntari, y Asamoah Gyan. Además ascendió al equipo al 14º puesto del ránking de la FIFA, su posición más alta de su historia, y se fue en mayo de 2008 nuevamente para Asia árabe.
Enseguida tuvo revancha, ya que en septiembre de 2006 Ghana lo trajo para hacer un buen papel en su propia CAN 2008; una vez más, Claude Le Roy demostró su sapiencia llegando al tercer puesto con una campaña casi perfecta: 2-1 a Guinea, 1-0 a Namibia, 2-0 a Marruecos, 2-1 a Nigeria en cuartos de final, 0-1 con Camerún en semifinales y gran 4-2 a Costa de Marfil, en unas Black Stars como Kwadwo Asamoah, Michael Essien, Sulley Muntari, y Asamoah Gyan. Además ascendió al equipo al 14º puesto del ránking de la FIFA, su posición más alta de su historia, y se fue en mayo de 2008 nuevamente para Asia árabe.
Fue contratado por Omán para una selección menor de la región, que venía de malos resultados en la Copa del Golfo y la Copa Asiática de Naciones de 2007. Una vez más, el francés exhibió su jerarquía y el 17 de enero de 2009 sacó campeón al conjunto del sultanato, venciendo 6-5 (0-0) a Arabia Saudita por penales y alargando su contrato por cuatro años. Sin embargo, en marzo de 2011 acudió al llamado de Siria, con quien acordó dirigir la selección hasta junio de 2013 pero se fue sólo dos meses después, en mayo. Fue así que volvió a Africa y a la República Democrática del Congo para jugar las eliminatorias del Mundial de Brasil 2014 y de las Copas Africanas de Naciones de 2012 y 2013.
En las dos primeras competencias no tuvo suerte: para Brasil se quedó en la fase de grupos con Camerún, Libia y Togo, y no llegó a Gabón-Guinea Ecuatorial 2012, eliminado por Senegal, Camerún y Mauricio. Pero sí para Sudáfrica 2013, en enero, donde RD del Congo no aparecía desde hacía tres ediciones y Le Roy lo clasificó sobre Seychelles y Guinea Ecuatorial; sin embargo no superó la primera ronda tras tres empates: 2-2 con Ghana, 0-0 con Níger y 1-1 con Malí, con Trésor Mputu como su estrella y el legendario Robert Kidiaba en el arco. A fin de año se cruzó de vereda para tomar a los Diablos Rojos del Congo, con el que hizo una sensacional campaña en las eliminatorias con Nigeria, Sudáfrica y Sudán, con triunfo sobre Nigeria 3-2 de visitante incluido, dejando afuera a las Aguilas y poniéndolos a los congoleños en la Copa tras 15 años. Y en Guinea Ecuatorial arrancó bien en el Grupo A, igualando con el local 1-1 y venciendo a Gabón 1-0 y Burkina Faso 2-1, pero en cuartos de final lo esperaba justamente su antiguo equipo, la RD del Congo, el superclásico que Congo ganaba 2 a 0 y terminó perdiendo 4-2 y quedando afuera. Le Roy no lo podía creer y diría luego en el vestuario: “Estábamos un poco eufóricos tras el segundo gol; nos faltó experiencia al más alto nivel. En lugar de seguir concentrados, hemos tonteado un poco durante unos minutos, menos agresivos y llegó el primer gol (del rival). El súmmun fue el empate”. A pesar de la eliminación, hoy sigue dirigiendo a los rojos con la esperanza de llegar a otra competición importante. Uno de los sabios y trotamundos que ha dejado su huella en el fútbol africano, Claude Le Roy seguramente tiene algún éxito más para darle.
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