jueves, 23 de febrero de 2017

Nuevo camerunés para Boca

[Matías Bustos Milla para Clarín] Christian Mayo juega de volante central o puede hacerlo también por la derecha del mediocampo. Mide 1.86 metro y todos los entrenadores que lo vieron le destacan su técnica y su despliegue físico. El chico, de 17 años, llegó a mediados de 2016 a Boca y desde entonces está siendo observado con atención para saber si será fichado. Hasta aquí, una historia más como la de los cientos de chicos que buscan cumplir sus sueños atrás de una pelota número cinco y que se imaginan luciendo la camiseta azul y oro en la Bombonera. Pero no. Su aparición llamó la atención porque se trata de un chico camerunés que además de jugar muy bien al fútbol está tratando de adaptarse al país.
Christian habla pocas palabras en español y se defiende con el inglés. Vive en la pensión del club -su familia se quedó en Camerún- y llegó por una recomendación que recibió Jorge “Coqui” Raffo (ex Coordinador de Divisiones Inferiores), quien lo probó y se encontró con un futbolista (categoría 99) que fue superando los distintos filtros que deben atravesar quienes buscan un sueño como jugadores de Boca.

Físicamente tiene una potencia poco habitual para su edad y mostró cualidades futbolísticas que le permitieron quedarse entrenando en el día a día, aunque seguirá siendo evaluado hasta agosto, cuando cumpla 18 y con su mayoría de edad pueda firmar su fichaje, según le confiaron desde el club a Clarin. Su contrato, como el de los juveniles, quedará para el momento en el que el club considere que cumplió con todos los requisitos como para transformarse en profesional.

Por su edad, el volante se entrenó con la quinta y la cuarta división, pero en el amistoso que jugó la Reserva de Rolando Schiavi el sábado ante Atlanta en Villa Crespo empezó a mostrar su habilidad entre los juveniles que están más cerca de la Primera que dirige Barros Schelotto.

El chico africano es parte de un grupo de futbolistas que están tratando de buscar su camino en el fútbol argentino, como está haciendo Aouna Dang Bissene, el delantero que firmó un contrato por dos años y medio con Huracán después de una prueba de Caruso Lombardi.

Hablar de un camerunés en Boca resulta simpático para los hinchas del club y dibuja una sonrisa porque todavía se recuerda el paso de Alponse Tchami, un delantero que llegó al club en 1995 desde Dinamarca y que se quedó en el club hasta 1997. Marcó 14 goles en 59 partidos (uno muy recordado a River en el Monumental en una goleada del equipo de Silvio Marzolini) para luego emigrar al fútbol alemán. ¿Podrá Mayo seguir el camino de Tchami? Al menos por ahora su fútbol lo respalda.

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