[Vía Fifa.com] La clasificación de Egipto para la Copa Mundial de Futsal de la FIFA no supone ninguna novedad, puesto que su selección ha participado en todas las celebradas desde 1996. En aquel torneo los Faraones se convirtieron en el primer equipo africano en lograr una victoria, sobre Australia (8-2). Cuatro años más tarde, en Guatemala, fueron los primeros africanos que alcanzaban la segunda fase, al cosechar dos triunfos, ante Uruguay y Tailandia. Después de superar a Rusia en octavos, se perdieron las semifinales tras caer a manos de Argentina. En las dos ediciones siguientes, Chinese Taipei 2004 y Brasil 2008, dijeron adiós en la fase de grupos.
Los egipcios atesoran una experiencia considerable, y dominaron durante mucho tiempo el panorama continental, hasta ser desplazados por Libia en el último decenio. Hezem el Houari, considerado referencia del futsal en su país y antiguo miembro de la Asociación Egipcia de Fútbol, lo reconoce: “No es nada sorprendente que los libios nos disputen la supremacía, si nos fijamos en el apoyo que recibe allí este deporte, y el interés que suscita. Pero sus hinchas no nos impedirán recuperar nuestra posición hegemónica”.
Preparación mínima y un nuevo escenario
El combinado egipcio superó a Túnez y a Nigeria en la competición preliminar, pero todavía debe afinar sus preparativos antes de viajar a Tailandia. Eso es lo que recomienda en cualquier caso su seleccionador, Badr Khalil: “Esperaba que pudiésemos medirnos con pesos pesados, como Rusia, España o Argentina, pero ninguno de esos partidos acabó concretándose. Eso no es tranquilizador”.
Egipto se puso en contacto con casi veinte selecciones, pero solo Libia y el Líbano aceptaron disputar un choque amistoso. No es demasiado para preparar la cita mundialista, aunque participará en un torneo con Panamá y Tailandia, el país organizador.
No obstante, Khalil se muestra optimista en cuanto a la situación de su equipo: “Por primera vez en esta competición, disponemos de 14 jugadores. Todos tendrán su oportunidad. Antes, solo contaba con cinco o siete, que se cansaban pronto. Así pues, deberíamos rendir mejor que en anteriores ocasiones”.
El seleccionador, que ocupa el puesto desde 2009, explica también que, por primera vez, prevé prescindir de los futbolistas profesionales. El hecho de que ninguno de sus internacionales compita en las ligas europeas de futsal no le preocupa demasiado: “Esto no resta ni un ápice de valor a mi equipo. Lo importante es sacar el máximo provecho de la calidad de los jugadores que hay en el plantel, y sé que a los míos no les falta”.
Optimismo comedido y promesas
En el cuadro egipcio figuran jugadores del talento de Ramadan Gharib, Moataz Sami, Ahmed Hussein, Ahmed el Agouz (quien juega en Qatar), el guardameta de 37 años Mohamed Ibrahim o Ahmed Yosri, héroe de los clasificatorios.
Este último no oculta su entusiasmo ante la idea de estrenarse en una Copa Mundial de Futsal de la FIFA, y está convencido de que su equipo tiene opciones: “Nuestra liguilla va a ser muy reñida. La República Checa y Serbia representan a la escuela europea. El partido contra Kuwait tendrá un sabor especial, ya que se trata de una selección árabe, que tiene puntos en común con nosotros. Por lo tanto, puede pasar cualquier cosa”. A Yosri no parece asustarle en absoluto este reto, y aguarda impaciente el inicio de la prueba. “Nuestro objetivo es llegar a semifinales. Si salen bien las cosas, lo conseguiremos”.
Los Faraones afrontan así el certamen con grandes ambiciones, decididos a seguir los pasos de sus gloriosos predecesores. A solo dos meses de que empiece a rodar el balón, Egipto se anuncia como uno de los equipos a tener en cuenta.
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