[Vía La Provincia] Macauley Chrisantus nació el 20 de agosto de 1990 (21 años), en Abuja (Nigueria). Ariete de 1,83 metros, es un futbolista nigeriano que llegó a la UD Las Palmas procedente del Hamburgo SV a coste cero. Firmó por dos temporadas y el club de la segunda división española se quedará con el 70% en una futura operación de venta. Chrisantus tendrá una cláusula de rescisión de 30 millones de euros. Ya disputó tres partidos y marcó un gol. Aquí compartimos una interesante entrevista que Fernando Bethencourt le hizo para el Diario La Provincia.
¿Cómo fue su infancia en Nigeria y qué papel ocupaba el balón y el fútbol en ella?
Yo crecí en un ambiente militar. Mi padre pertenece al ejercito y yo nací en el campamento militar de Kaduna donde pasé la mayor parte de mi infancia y donde a los siete años, en los recreos de la escuela, empecé a jugar y me enamoré del fútbol. Además, en el campamento militar me inculcaron una mentalidad ganadora y muy guerrera y creo que por eso me gusta tanto pelear en el terreno de juego y por eso odio perder. Me cuesta dos o tres días recuperarme de una derrota. Creo que en cada partido hay que darlo todo por el equipo y en este sentido el fútbol y el ejercito son parecidos.
¿Cuáles fueron sus héroes del balón durante su infancia?
De pequeño mi héroe fue, sin lugar a dudas, Thierry Henry. Pude ver muchos de sus partidos y me convertí en un gran fan del Arsenal donde también jugaba el nigeriano Nwamko Kanu. Para mí era el mejor equipo. Además, entre los africanos, me gustaba Rashidi Yekini, que fue un gran goleador.
¿Fue siempre un delantero?
Sí, casi siempre como segundo punta y cayendo mucho a las bandas. Cuando te quedas en el centro no entras tanto en juego. Solo la tocas para meterla en la red (ríe).
¿Qué posición prefiere?
Depende de lo que el entrenador quiera de mí y de cómo juegue el equipo. Yo estoy disfrutando mucho en este equipo como delantero centro. Entro mucho en juego, tengo grandes pasadores detrás y con suerte vamos a poder hacer una buena temporada.
¿Qué supuso para usted ese campeonato sub-17 en el que salió campeón al batir a España en la final, máximo goleador y segundo mejor jugador?
Fue muy importante. Teníamos un gran equipo y trabajamos muy duro para lograr el torneo. Antes jugamos y ganamos la Copa de África sub 17 en Togo, donde fui el mejor jugador y máximo goleador. Esto me dio mucha confianza para ir a Corea y poder ganar el Mundial. Después tuve muchas ofertas y me decidí por el Hamburgo.
¿Su objetivo siempre fue jugar en Europa?
Sí. Todos los jugadores africanos sueñan con jugar en Europa porque es donde más se aprende y donde están los mejores equipos.
¿También es una oportunidad para ayudar a la familia?
Sí. Para mí es muy importante poder hacerlo bien aquí para de esta manera poder ayudar a mi familia en Nigeria. Yo tengo una familia muy numerosa y mi obligación es mirar siempre por ella. Ellos lo hicieron por mí cuando era pequeño y ahora es cuando me toca a mí.
Hay muchos ejemplos, desde Drogba, Eto'o o George Weah, de jugadores muy implicados en el desarrollo de sus respectivos países o comunidades una vez que han alcanzado la cima del fútbol.
¿Qué le parece a usted esto?
Pues, son grandes y muy buenos ejemplos a seguir. Ellos han logrado muy buenas cosas por África. Si yo en un futuro tengo la oportunidad me gustaría hacer lo mismo. Yo tengo mis planes y estoy trabajando para conseguirlos. Yo soy aún joven pero considero que es una responsabilidad que tenemos como futbolistas africanos en el que debemos ayudar a nuestras casas. Hay mucha pobreza y desigualdades en África. Así que si se estás en la situación de ayudar a los menos privilegiados, debes hacerlo. Considero que es una responsabilidad.
¿Cómo valora su experiencia en Alemania en la que tras fichar por el Hamburgo jugó cedido en Frankfurt y Karlsruher?
Yo hago un balance positivo. Es toda una experiencia porque cuando aterricé en Alemania me encontré con un mundo totalmente nuevo. No conocía el idioma y todo era extraño para mí. Me costó adaptarme y no resultó tan bien como yo esperaba. Debí haber aprovechado la oportunidad que se me brindó en Hamburgo pero nunca me dieron la opción para poder demostrar mi valía.
¿Qué le hizo decidirse por la UD Las Palmas?
Pues su proyecto. Branko (Milovanovic) hablo con mi agente y le contó los objetivos del club y el sueño de volver a Primera. Así que yo quiero ser parte de este sueño y por eso me decidí por Las Palmas.
¿Cuáles son sus objetivos?
Quiero ayudar al equipo a ganar y en la tarea de alcanzar los play off de ascenso. Con la ayuda de Dios lo conseguiremos.
Lleva un mes en la isla. ¿Cómo ha sido su adaptación al equipo?
Yo soy futbolista y me debo adaptar a cualquier estilo porque es lo que te convierte en un profesional. El estilo es bueno para mí y además tengo grandes pasadores detrás mía. Llevo un mes y voy aprendiendo los movimientos. Ya sé donde me van a poner la pelota, en qué momento y cómo, así que de aquí solo podemos ir a mejor.
¿Lo que hemos visto de su juego en estos partidos le define o queda aún mucho Macky por ver?
Por supuesto queda aún mucho por ver. Esto no ha hecho más que empezar y el equipo está buscando su ritmo. Ahora estamos intentando crecer y ser mejores; que los balones lleguen arriba y en buenas condiciones. Cuando esto funcione solo debemos aplicar nuestro instinto asesino para marcar.
Vemos que usted no intenta complicarse. Trata de pasar o disparar.
Mi trabajo como punta es pensar solo en el gol. Cuando recibo arriba no debo perder el balón y después debo pensar en las probabilidades. Si alguien está en mejor posición que yo se la paso, si no, pues, disparo. Esto lo aprendí de pequeño de un entrenador que decía que si en tu posición tienes un 40 por ciento de probabilidades de marcar debes pasársela al que tenga el 60. Yo siempre miro al compañero, incluso si puedo disparar, después pienso y si veo que tengo al menos el 50 por ciento, entonces disparo. Esto es el fútbol.
¿Qué le ha pedido Lobera?
Mucho movimiento y desmarques y presionar siempre al rival.
¿Cómo se siente en la Isla?
Estoy muy bien. La isla es muy bonita y los compañeros me ayudan a integrarme. Aquí somos una familia. Geográficamente estamos en África y en muchas cosas se parece pero la diferencia es que mi familia no está aquí y se hace duro.
¿Pueden ver sus partidos con la UD sus familiares en Nigeria?
No lo sé. Depende de muchas cosas, pero ellos me dicen que siguen los partidos. Yo me acuerdo de cuando yo seguía a las estrellas de pequeño y para mí es un orgullo y una gran motivación. Espero que cada partido sea una fiesta y que el ascenso sea la fiesta más grande.
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