[Vía Ideal.es] Su debut goleador con el filial del Barça, al que dio la victoria en los minutos finales, ha centrado todas las miradas en el juvenil camerunés Jean Marie Dongou, de 16 años, un prometedor ariete que encabeza un grupo de futbolistas llegados a la cantera azulgrana de la mano de Samuel Eto'o. Siete años después, Dongou ilumina el sueño africano en La Masia.
"Juan", como algunos compañeros llaman cariñosamente a Jean Marie Dongou en el vestuario del filial, tenía prisa por marcar ante el Alcoyano. No solo por la urgencia del Barça B para dar la vuelta a un partido incómodo, sino por otra razón bien distinta, ajena a la gloria deportiva. Por eso, el primer balón que tocó fue gol.
"Sabíamos que estaba muy contento porque habían venido sus padres desde Camerún para verle y por eso al marcar estaba más feliz de lo normal. Es un chico más bien tímido, siempre se porta muy bien. Por eso lo hemos recibido con aplausos en el vestuario tras el partido", explica a Efe el centrocampista Sergi Roberto.
Tras el triunfo, el goleador pasó por la zona mixta del Miniestadi tranquilo, atento de reojo a las miradas de los periodistas. Dongou aún no puede hablar con la prensa, al ser menor de edad. Nació un 20 de abril de 1995, diez años antes de que Samuel Eto'o firmara un acuerdo que le cambiaría la vida.
Sus 130 goles y dos Copas de Europa no fueron el único legado que el "León indomable" dejó en su exitoso paso por el Barcelona. Gracias a un acuerdo entre la Fundación Samuel Eto'o y el club catalán, varias jóvenes promesas de Camerún aterrizaron en las categorías inferiores del Barça, especialmente entre 2005 y 2009.
De aquel desembarco progresivo quedan hoy once jugadores, repartidos en varios equipos de la cantera, entre el cadete y el filial, algunos de ellos con el Camp Nou entre ceja y ceja.
Son el punta Alexis Yves Meva (Cadete B); los centrocampistas Zacharie Lionel Enguene y Wilfred Jaures Kaptoum, y el meta Andrei Onana (Cadete A); el portero Joseph Fabrice Ondoa, el centrocampista Olivier Moussima y el ariete Alain Richard Ebwelle (Juvenil B); así como los zagueros Vivaldi Leonid Bakoyock y Macky Fran Bagnack, y los delanteros Armand Ella y Jean Marie Dongou (Juvenil A).
Pero a La Masia no solo llegaron perlas de la Fundación Eto'o, sino también otros talentos africanos como el juvenil nigeriano Ekpolo o los cadetes Moustapha Seck, Mamadou Tounkara (Senegal) y Adama Traoré Diarra (Mali), entre otros. Lo más seguro es que la mayoría de ellos no llegue al primer equipo, como ocurrió con el goleador Gael Etock, quien emigró al Chelsea. Pero unos pocos elegidos queman etapas a pasos agigantados.
El meta Ondoa, que destaca por su físico excepcional (1,83 metros) y sus extraordinarios reflejos, ya se ha entrenado este año con el primer equipo. Kaptoum, fútbol de seda en estado puro, está llamado a heredar el trono de los organizadores marca de la casa. Enguene es su pareja de baile, más potente y con llegada al área. Y Dongou, en la cúspide, sube peldaños de tres en tres. "Tiene unas características distintas a todo lo que había visto hasta ahora en el club", asegura el técnico del filial, Eusebio Sacristán. "Por físico, condiciones técnicas y esa movilidad e inteligencia en el desmarque, realmente pocos he visto así. No tenemos ninguna duda de que estamos ante un gran goleador".
Su compañero Kiko Femenía no difiere demasiado de su entrenador. "Es espectacular. Tiene 16 años, le ves la fuerza que tiene y está como una roca. ¡Y siempre entrena al cien por cien!". Por ello, pese a que el pasado año Dongou jugó hasta en tres categorías distintas -algo que inevitablemente recuerda a Messi-, el cuerpo técnico dosifica sus apariciones con el filial, apenas unos pocos minutos por partido. Nadie quiere un nuevo caso Bojan, quien estaba llamado a ser por fin el gran artillero formado en La Masia. "Tiene condiciones para poder ser importante, pero es joven todavía. Va dando los pasos adecuados, por lo que debemos ser cautos", matiza Eusebio. Es la política del club para no quemar al que posiblemente pueda ser el futuro Eto'o de La Masia.
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