viernes, 23 de julio de 2010

Un campeón del mundo en Senegal

Pocos días después de ganar la Copa del Mundo de la FIFA de 2010 en Sudáfrica como parte de la selección de fútbol de España, Sergio Ramos viajó a Senegal para visitar varios proyectos de UNICEF en esa nación africana. "Ésta fue una de las semanas más importantes de mi vida", comentó el deportista. "Es que esta semana se hicieron realidad dos de mis sueños. En primer lugar, gané la Copa del Mundo, y luego pude viajar a África y conocer a estos niños y niñas".

En Pout, una aldea ubicada a unos 60 kilómetros de Dakar, Ramos inspeccionó programas sanitarios comunitarios orientados a mejorar la alimentación de las madres y sus hijos de corta edad. En una visita a un puesto sanitario en la aldea de Keur Seydou, el futbolista alzó en brazos y pesó a una niña recién nacida llamada Fatou.

En una escuela religiosa islámica, Ramos pudo observar que decenas de niños que se educan en ese internado duermen sobre el suelo de tierra. En Dakar hay más de 8.000 niños (alumnos de las escuelas coránicas) que pasan varias horas por día mendigando en la calle. "Después de conocer a estos niños y ver las condiciones en que viven, me he dado cuenta de que algunas de las cosas que tenemos son necesarias y que otras no lo son en absoluto", apuntó Ramos, que agregó que una de las cosas necesarias es la educación.

Durante su visita a Senegal, el futbolista español también participó en una iniciativa que emplea la práctica del fútbol para ayudar a que los niños vulnerables se relacionen con sus pares en ámbitos seguros en el marco de sus comunidades. Además, asistió a la disputa de un torneo de fútbol infantil que se llevó a cabo en uno de los suburbios más pobres de Dakar. Cuando el jugador llegó a la cancha para dar el puntapié inicial del partido, fue rodeado de inmediato por niños del público y por los jugadores.

"Me hace muy feliz jugar y reír con estos niños en un campo de juego", comentó Ramos. Bajo los intensos rayos del sol, el defensa de la selección nacional de España jugó un rato con ellos y finalmente marcó un gol, que fue ovacionado por los niños. "Yo también vengo de una familia modesta", comentó posteriormente. "Cuando era niño soñaba que algún día tocaría la Copa del Mundo. Lo que les quiero decir a los niños es que nunca deben dejar de soñar ni de luchar por sus sueños. Deben ir a la escuela, trabajar con empeño y no decir nunca que algo es imposible. Es que los sueños pueden convertirse en realidad".

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