Cuando en agosto de 2022 Walid Regragui se hizo cargo del seleccionado de Marruecos pocos hubieran imaginado que lograría lo que logró con los Leones del Atlas. Y es que hasta Qatar 2022, lo máximo a lo que habían llegado los marroquíes en un Mundial había sido los octavos de final, en México 1986. Sin embargo, el ex futbolista, que llegó a disputar 45 partidos defendiendo los colores de su país, fue el líder de una campaña histórica llegando hasta semifinales, en lo que fue la mejor actuación de una nación africana en los campeonatos del mundo.
Más allá de haber encontrado un equipo sólido y con una clara idea de juego, con jugadores destacados como Hakimi, Amrabat, Bono, Ziyech y En Nesyri -entre otros-, la cuestión motivacional y de arenga previa en cada partido jugaron su papel de relevancia.
En el Grupo F, Bélgica y Croacia se perfilaban como amplios favoritos por delante de los de Regragui y Canadá. Luego del empate ante los croatas en el debut se dio el duelo ante los belgas. "Nuestras familias dejaron Marruecos para ir a Canadá, Holanda, Bélgica, Alemania, Italia, Francia o España. ¿Por qué elegimos Marruecos? Por nuestras familias! Aman a sus familias y hoy la afición está con nosotros. El estadio está lleno. En Marruecos esperan que luchemos, no retrocedamos. Nuestras familias no hicieron todo aquello para que hoy tengamos miedo de un partido", fueron las palabras de un entrenador que se focalizó en el origen de sus dirigidos y en la diáspora marroquí repartida por el mundo. Fue victoria 2-0 con festejos del capitán Saiss -nacido en Francia- y Aboukhlal -nacido en Holanda-.
Tras un nuevo triunfo (2-1 sobre Canadá) para quedarse con la cima del grupo en octavos de final tocó España. Y Regragui hizo alusión a México 86 -cuando perdieron en dicha instancia sobre el cierre ante Alemania- para luego lanzar un potente: "El que tiene miedo que hoy no juegue. Tenemos que estar dispuestos a morir para ganar". Con la victoria en los penales, Marruecos se convirtió en el cuarto africano en meterse en octavos, luego de Camerún (Italia 1990), Senegal (Corea-Japón 2002) y Ghana (Sudáfrica 2010).
Con el paso del Mundial, Marruecos pasó de ser una sorpresa a transformarse en realidad. En cuartos de final el rival a vencer era el Portugal de Cristiano Ronaldo. "Chicos, han sacado al rey a la calle. Los ancianos y los pobres rezan por nosotros. Hemos hecho soñar a viejos y niños. Muchos vestirán sus camisetas hoy en el estadio y vienen en masa para vernos desde Marruecos. Pasaremos a semifinales", arengó Regragui en el vestuario poco antes de vencer 1-0 a los lusos con un cabezazo de En Nesyri.
Para la previa de la semi ante Francia, Regragui recurrió a una foto suya de niño e invitó a sus jugadores a recordar por 20 segundos cuando eran pequeños. "A muchos seguramente la maestra les preguntó qué querían ser cuando sean grandes y ustedes respondían: "jugador de fútbol" con risas de fondo. Pero ustedes pensaban en la Champions, o en estar en una Copa del Mundo. Lo soñaron al cien por ciento y hoy están aquí", concluyó el entrenador aunque sin suerte y quedándose a un paso de la final.
El cierre sería con caída 2-0 con Francia y 2-1 con Croacia por el tercer puesto, pero la actuación marroquí y el trabajo -y la arenga de Regragui- quedarán por siempre en la historia grande de África en los Mundiales.
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