lunes, 7 de agosto de 2023

Glorias de África: Ibrahima Bakayoko

[Por Diego Martín Yamus] Costa de Marfil tuvo dos generaciones de oro de futbolistas en su riquísima historia. Una fue la de los años 90, la primeriza campeona de África en 1992. La otra, la de este siglo XXI llegando a los Mundiales. En medio de ambas constelaciones de estrellas, hubo una que no pudo alcanzar semejantes logros, pero igual se ganó el más importante, la memoria de un tremendo goleador. Así fue Ibrahima Bakayoko Sela (Séguela, 31 de diciembre de 1976) en la vida futbolera de los Elefantes.

Esos primeros años del nuevo milenio fueron los más fructíferos en la carrera de este delantero potente y veloz, que podía bien jugar por el medio como por los extremos. Proveniente de los juveniles de Yani Sports (1991- 92) y Alliance Rénaissance (1993- 94), en 1994 debutó como profesional en el popular Stade de Abidjan, uno de los grandes de la capital económica del país, ganador de la Copa de Campeones del continente en 1966. Con el Stade no sólo le peleó el liderazgo local a los otros gigantes ASEC y África Sports, sino que ayudó a conquistar la Copa doméstica en 1994 ante el África (4-2) y a ser finalista del ASEC en el 94, como también de la Supercopa CONTRA éste en dos espectaculares decisiones ese 94 y 1995. Era natural que tal aparición fuera asimismo en la selección, y eso fue para la Copa Africana de Naciones de Sudáfrica 1996, cuando el entrenador francés Pierre Pleimelding lo contó en el plantel. Bakayoko se puso por primera vez la camiseta naranja el 14 de enero en el estreno ante Ghana (0-2) en Port Elizabeth, ingresando por otro ícono, Abdoulaye Traoré, a los 46 minutos; también lo reemplazó en la derrota 1-3 ante Túnez que fue la ida del entonces subcampeón de África. Completó un mal año para los Elefantes cuando quedaron eliminados muy rápido por Congo de su primera eliminatoria al Mundial, el de Francia 98.

A pesar de eso, sus cualidades lo llevaron a ser fichado ese 96 por el Montpellier de la Ligue 1 gala, y el técnico del Everton inglés Walter Smith lo elogió al punto de que el club invirtió 4 millones y medio de libras esterlinas por su pase para octubre de 1998. Sin embargo, el goleador apenas jugó 23 partidos y marcó cuatro veces, por lo que en 1999 regresó a tierra francesa y al Olympique de Marsella, donde correría hasta 2003. Al mismo tiempo volvió a tomar parte en la CAN, esta vez en Egipto 1998, donde alcanzó su mejor actuación marcando contra Namibia y Angola y cayendo ante el local y futuro campeón por penales en cuartos de final, en serie perdida 4-5 en la que convirtió su tiro.

Ya en 2000, volvió a intentar un buen pasar en la Copa africana jugada en Ghana y Nigeria, pero el equipo se fue nuevamente en la primera ronda, con él titular en el debut 1-1 ante Togo y entrando en el último encuentro frente a Ghana, cuyo 2-0 no les sirvió. Pero Bakayoko continuó siendo un terror para las defensas del continente, y con 11 goles estuvo cerca de clasificar a Costa de Marfil a su primer Mundial, el de Corea del Sur-Japón 2002, aunque la República Democrática del Congo lo frenó con un empate y una caída inesperadas que puso a Túnez en la Copa del Mundo. Su última lucha con el combinado fue para la CAN de Malí 2002, y de nuevo sucumbieron en la fase grupal, otro empate con Togo (0-0) y derrotas ante Camerún (0-1) y la RD del Congo (1-3). Contra ésta resultó su última vez nacional, aquel 29 de enero en Kayes reemplazando a Lassina Diabate a los 37 minutos, completando seis años de alrededor de 40 presencias y 20 goles.

Tras semejante revés, su carrera siguió por los clubes, pero muy irregular: un tiempo entre 2003 y 2004 en el Osasuna español, que por su bajo nivel lo declaró transferible, de donde pasó al Istres francés en 2005 y luego, una larga estadía en Italia para militar en el Livorno dos años y una más corta en el Messina en 2007. Grecia pareció sentarle mejor con su entrada al AE Larissa (2007- 08) y PAOK Salónica (2008- 09), pero más en el modesto PAS Giannina, para quien contribuyó a su título de la segunda división y ascenso a la primera para 2011, siendo además máximo realizador de la campaña. En 2012 se marchó al Olympiakos Volou para terminar su vida griega y para 2014, jugó sus últimos partidos para el Stade Bordelais de la liga de ascenso nacional de Francia.

A lo largo de dos décadas, no levantó ningún trofeo, pero movió la red más de 130 ocasiones. Con lo mejor de sí, hacer goles, Ibrahima Bakayoko fue otra gloria de África y de Costa de Marfil.

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