"Que ruede el balón", afirma a la AFP Leopold Houannkoun, presidente del Consejo Nacional de Hinchas (CNS) sobre la liga de fútbol de Benín, que se retomó el sábado después de dos años de interrupción, debido a una crisis abierta que todavía perdura entre sus dirigentes.
"La crisis no viene bien a nadie. Rezamos para que el campeonato pueda llegar hasta el final. Que nuestros diferentes dirigentes se lo tomen en serio", añade.
La liga de Benín fue suspendida en marzo de 2015, en la décima jornada. En 2016 hubo un campeonato "de transición", en el que no hubo equipo ganador.
El inicio de la nueva liga se dio este sábado en el estadio de la Amistad General Mathieu Kerekou de Cotonou, con el duelo entre dos de los favoritos, los Tiburones del Atlántico y la Unión Deportiva de Sèmè-Kraké. Ante la presencia del vicepresidente de la CAF, Constant Omari, el encuentro terminó igualado en un gol.
Días convulsos
No todos han enterrado el hacha de guerra y el conflicto todavía no está cerrado del todo. El origen está en la crisis de 2012, que culminó con la suspensión de Benín por parte de la FIFA en 2016. Hace cinco años, el comité director de la Federación nacional proclamó a Victorien Attolou como presidente, en lugar de Moucharafou Anjorin, acusado de malversación financiera.
El presidente de Benín, Patrice Talon, incluso entró en la disputa, ofreciendo una mediación que permitió la creación de un "Comité Ejecutivo transitorio y de consenso" en diciembre de 2016. Entonces, el ministro de Deportes, Oswald Homeky, declaró que era "el final de la crisis que mina al fútbol beninés y permite un nuevo comienzo".
El martes, tres miembros de este Comité temporal de 21 integrantes presentaron su dimisión. Entre ellos, Victorien Attolou, que declaró a la AFP: "No queremos ser contables, preferimos irnos", antes de hablar de "cuestiones de no respeto del protocolo de acuerdo", sin dar mayores precisiones.
Attolou puntualizó entonces que las dimisiones no ponían en peligro el regreso de la liga.
Con el nuevo campeonato, los Búfalos de Borgou, campeones en 2014, pueden poner por fin en juego su corona, en una liga con 19 equipos divididos en dos grupos.
Además de la primera categoría, también se retomarán las divisiones inferiores.
"Cuando tengamos un campeonato digno de ese nombre, el público se desplazará para animar y eso va a recordarnos los viejos hábitos que teníamos. Hoy todo el mundo está desanimado con nuestro fútbol", estima Leopold Houannkoun.
"Mientras no hay liga, no tendremos una buena selección", subrayó.
Benín es 93ª en el ránking FIFA. Nunca se clasificó para el Mundial y en las pocas fases finales de la Copa de África de Naciones (CAN) en las que estuvo no superó nunca la primera ronda de grupos.
Quizás recuperar su liga de fútbol le permita dar el salto cualitativo que los aficionados del país llevan mucho tiempo esperando.
Fuente: Eco Diario
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