miércoles, 12 de octubre de 2016

Aurier, ¿angel o demonio?

La primera fecha de la fase de grupos rumbo a Rusia 2018 dejó muchas cosas. El alejamiento de Milovan Rajevac del banquillo de Argelia, mismo camino que podría seguir el vasco Javier Clemente en Libia, las tarjetas invisibles del árbitro del Ghana-Uganda o el arranque con triunfos como visitantes de Nigeria y Egipto fueron algunos de ellos. Pero el accionar del marfileño Serge Aurier, lateral del PSG francés, también fue de lo más comentado. Para bien y/o para mal.
En el triunfo 3-1 de Costa de Marfil sobre Malí por el Grupo C, Aurier fue el el protagonista de dos acciones antagónicas. Las cosas arrancaron complicadas para el local en el Estadio de la Paz en Bouaké porque los malienses se pusieron en ventaja a los 18 minutos tras una corrida de Sambou Yatabaré. Pocos minutos después, tras un centro, Moussa Doumbia saltó a cabecear pero se encontró con el gigante Lamine Koné que en pos de despejar el balón lo chocó con su cuerpo y con el brazo. Doumbia cayó desplomado pero la jugada siguió y el otro Yatabaré, Mustapha, casi pone el 2-0 que evitó el arquero Gbohouo. Éste y Aurier salieron enfurecidos a reclamarle al árbitro Joshua Bondo, de Botswana, por una falta previa. Pero enseguida, como muestra el video, el número 17 se da cuenta que Doumbia estaba convulsionando y se acercó a ayudarlo salvándole la vida. "Todos se dieron cuenta que Doumbia estaba en shock y a punto de tragarse la lengua. Ahí fue cuando Aurier se acercó y le tiró la lengua hacia afuera con ayuda de uno de nuestros jugadores, porque estaba a punto de perder la vida", relató el mítico francés Alain Giresse, hoy entrenador de Mali.
Finalmente Doumbia se recuperó de a poco pero fue reemplazado por Diadie Samassekou. Los marfileños pudieron dar vuelta el resultado, primero con un tanto de Kodjia y luego con un gol en contra de Salif Coulibaly tras centro de Aurier quien en el festejo enfurecido hizo un gesto que muchos criticaron. Se pasó su dedo pulgar de lado a lado en la zona de la garganta. Muchos lo interpretaron como un gesto en detrimento del rival de turno, pero sin embargo no sería ese el destinatario ni el sentido del gesto. Según varios medios franceses el gesto que hizo Aurier sería dedicado para a los jóvenes de los barrios marfileños más humildes y su nombre es Gorjai. Los familiares del jugador denuncian una "interpretación poco saludable". Y, según el sitio FootSur7, agregaron: "Realmente se debe dejar de interpretar constantemente el gesto de los jugadores después de un gol. Serge no le daría un sentido sangriento a su gesto. Aurier imitaba a los jóvenes de las clases más bajas con el Gorjaï, un gesto de desafío para demostrar virilidad".

Las críticas al gesto, sobre todo desde Francia, se deben a que Aurier no tiene buenos antecedentes y en uno de sus últimos episodios tuvo un inconveniente con un policía de París por el que fue condenado a dos meses de prisión. 

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