El fútbol de amputados

La paz regresó a Liberia en 2003, tras una guerra civil que duró 14 años, y el país está en vías de reconstrucción, pero las cicatrices emocionales y físicas de la guerra aún están visibles. Esto se observa claramente en una polvorienta cancha de las afueras de Monrovia, donde jóvenes amputados juegan al fútbol como si les fuera en ello la vida.

Son miembros del equipo nacional de fútbol de amputados de Liberia. En su mayoría, son víctimas de la guerra. Algunos participaron en actos de indecible brutalidad contra personas civiles durante los enfrentamientos, y luchan cotidianamente no sólo contra su discapacidad, sino también contra su pasado.

Su director técnico, Paul Tolbert, de 30 años, dice que el deporte ha influido enormemente en la recuperación de estos jóvenes y que les ha permitido recobrar la esperanza. "Cuando se les pregunta cómo se sintieron después de la amputación, casi todos responden que deseaban morir," dice Tolbert.

"La vida no tenía más sentido para ellos. El fútbol de amputados renueva su esperanza. Pensemos, por ejemplo, en el hombre a quien nombraron "Jugador más valioso" en la reciente Copa Africana de Naciones. Antes, era un excelente jugador, pero cayó en la desesperación cuando perdió una pierna. Cuando fui a reclutarlo, le dije: 'Tú puedes lograrlo. Todavía tienes una oportunidad.' Ahora, ha recobrado el orgullo y la esperanza."

"Estaba en la iglesia cuando llegaron los hombres armados y mataron a cientos de nosotros. Perdí a mi madre, mi padre y uno de mis hermanos. Mis otros hermanos quedaron heridos, y yo perdí la pierna", dice Richard Duo, de 18 años, hoy brillante delantero y uno de los principales goleadores del equipo.

"Me gusta mucho el deporte porque me permite tener amigos otra vez. La amistad estuvo ausente de mi vida por mucho tiempo. El fútbol llama la atención sobre nuestra discapacidad y ayuda a la gente a comprender que podemos aportar algo a la sociedad", dice Joseph Allen -foto-, de 21 años, quien fuera designado mejor arquero en un torneo disputado en Rusia.

Como se puede advertir, en un continente tan castigado y maltratado, el fútbol de amputados es una salida para muchos africanos.